"¿Y qué haces?"

“Nada... bueno... mucho trabajo voluntario".

O si estoy preparada, respondo con un aire afectado: "Diosa doméstica". Eso suele funcionar.

Dejé mi carrera hace nueve años. Realmente no quería hacerlo, pero las circunstancias parecían estar fuera de mi control en ese momento.

Extraño el negocio de los coches. No todos los días, pero sí bastante a menudo. No extraño las largas horas y sacrificar el tiempo de estar con mi familia. Extraño la organización, el compañerismo, los clientes, el olor del taller y tantas pequeñas cosas. Invertí mi educación universitaria, mis 20 años y parte de mis 30 en lo que veía como una forma de vida para siempre.

Llevo una vida encantada, de verdad. Dios ha sido muy fiel en su generosidad conmigo. Mi increíble marido es un regalo por el que doy gracias a Dios y que ha hecho que mi vida sea mejor en muchos sentidos, y puedo dedicarme a actividades interesantes y creativas.

Entonces, ¿por qué me sigo sintiendo pequeña cuando alguien me pregunta por mi trabajo?

He pasado mucho tiempo luchando con esto. Es la pregunta que me hizo mi primera amiga cuando me mudé a esta zona hace cinco años. Ella y yo nos conocimos en el estudio bíblico de mujeres de la Capilla Willowdale y luego pasamos una hora hablando en el coche sobre la transición de la carrera a ser una madre que se queda en casa. Todavía hablamos de ello de vez en cuando.

Tiendo a ser una persona que piensa demasiado (¡un aplauso para todas los que piensan demasiado!) y la conclusión a la que he llegado es la siguiente:

Todos los días, debo morir a mí misma.

“Y los que somos de Jesucristo ya hemos hecho morir en su cruz nuestro egoísmo y nuestros malos deseos. Si el Espíritu ha cambiado nuestra manera de vivir, debemos obedecer en todo. No seamos orgullosos, ni provoquemos el enojo y la envidia de los demás por creernos mejores que ellos” Gálatas 5:24-26 TLA

Debo tomar todos mis deseos, pasiones y heridas a las que tan desesperadamente quiero aferrarme y clavarlas en Su cruz. Especialmente necesito buscar constantemente a qué trabajo Dios me está enviando, como un reemplazo para mi carrera y crucificar eso también.

Yo no soy la que decide mi trayectoria profesional; es Dios quien lo hace. Él tiene absolutamente preparado un trabajo para mí.

“Nosotros somos creación de Dios. Por nuestra unión con Jesucristo, nos creó para que vivamos haciendo el bien, lo cual Dios ya había planeado antes.” Efesios 2:10 TLA

¿Cómo encuentro esta obra? Lo encuentro volviendo al pasaje de Gálatas.

“...Sigamos la guía del Espíritu en cada parte de nuestra vida … “

¿Qué puede ayudarme a estar preparada para la misión cuando reciba la guía del Espíritu? 

“No seamos orgullosas, ni provoquemos el enojo y la envidia de los demás por creernos mejores que ellos.”

Un golpe en las entrañas. Sí, soy conocida por ser engreída, celosa y seguramente he hecho mi parte de provocación. Sentirse pequeña en presencia de otros es una muestra de rechazo y a nuestro enemigo le gusta usar eso para alejarnos del trabajo del Reino. Sentirse pequeña en presencia de Dios puede sanar. Cuando nuestra perspectiva cambia a la verdad sobre Dios, Él se hace más grande que nuestros problemas, aunque siguen siendo reales y presentes, parecen más pequeños.

Esto me resonó hace unas semanas cuando estuve en Muir Woods, California. Allí hay robles del litoral, no tan grandes como las Sequoias gigantes, pero sí bastante grandes. Caminé a toda velocidad por los senderos para poder ver todo lo posible en mi viaje turístico; sacando fotos mientras me concentraba en los olores, los sonidos y el entorno diferente. Pude completar el recorrido que tenía previsto y estaba volviendo al autobús cuando me encontré con el árbol Pinchot. No tenía ni idea de la relación entre Gifford Pinchot, pero enseguida me di cuenta de que llevaba el nombre del antiguo gobernador de Pensilvania y fundador del Servicio Forestal de Estados Unidos.

Hijo de una familia rica de Pensilvania con vínculos comerciales con la ciudad de Nueva York, Pinchot fue diácono de clase en Yale. Su educación presbiteriana y sus estudios le prepararon para trabajar en la Asociación Cristiana de Jóvenes. En cambio, debido a su pasión por la naturaleza, pasó su vida trabajando por lo que él denominó "conservación de los recursos naturales". Su visión de nuestro papel como administradores del mundo creado por Dios tuvo un gran impacto en nuestra nación.

Me sentí muy pequeña junto a ese árbol. No tan pequeño como para avergonzarme, sino como para entender mi lugar en el mundo de Dios. 

Mi trabajo no me dará un monumento a la secuoya en California, pero sé que me dará un " ¡Esa es mi chica!" cuando me presente ante mi Creador.

“No me importan las riquezas, ni los elogios vacíos de los hombres,

Tú eres mi herencia, ahora y siempre:

Tú y sólo Tú, primero en mi corazón,

Alto Rey del cielo, mi tesoro eres Tú.”

Del himno "Be Thou My Vision" (Sé mi visión)

ACERCA DE NUESTRA TRADUCTORA

Sarah Flowers vive en la campestre ciudad de Chadds Ford, donde ella está rodeada de belleza y conexión con la tierra y su historia. Le encanta el café y las flores y conocer a Jesús. Eterna aprendiz, busca seguir el plan de Dios para llevar la justicia a los menos favorecidos.

Sarah se declara optimista en serie y melómana; ¡siempre hay un camino hacia el lado soleado y una banda sonora para el viaje! Es madre y esposa y una exalumna agradecida de la Universidad de Northwood. Sus experiencias anteriores incluyen profesional de la industria automotriz y diva de los zapatos. Sarah sirve en el equipo de diáconos en la capilla de Willowdale.

ACERCA DE NUESTRA TRADUCTORA

Silvia Cubos nació en la ciudad de México, y se crio en la ciudad de Toluca, es la mayor de 5 hermanos. Estudió comunicación y después de graduarse llegó a este país en 1996 donde tuvo la oportunidad de estudiar Ingles y Educación temprana. Silvia ha trabajado como maestra, interprete y trabajadora social. Desde los 17 años Silvia ha sentido el llamado de servir al Señor y orar por las necesidades de otros, ahora lo hace en Willowdale en Español desde 2019.

Silvia disfruta cocinar comida mexicana, caminar al aire libre con sus dos hijas y su perro; para terminar el día le gusta disfrutar de un helado de fresa.

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