Los salmos están llenos de grandes ejemplos de alabanza y lamento. Hay muchos a los que acudo con frecuencia, pero el Salmo 103 es probablemente mi favorito. Vamos a sumergirnos en él para verlo más de cerca. 

Un salmo de David.

1 Bendice a Yahveh, alma mía

    y todo lo que hay en mí

    bendice su santo nombre.

2 Bendice a Yahveh, alma mía

    y no olvides todos sus beneficios,

A menudo me olvido de alabar a Dios por todo lo que ha hecho. Estos dos primeros versículos me recuerdan que debo dedicar tiempo a la alabanza, por la forma en que Dios está actuando en mi propia vida, pero también por los ejemplos que se dan en los siguientes versículos: 

3 que perdona toda tu iniquidad

    que cura todas tus enfermedades,

4 que redime tu vida de la fosa,

    que te corona de amor y misericordia,

5 que te satisface con el bien

    para que tu juventud se renueve como la del águila.

6 El Señor hace justicia

    y justicia para todos los oprimidos.

7 Dio a conocer sus caminos a Moisés

    sus actos al pueblo de Israel.

¿No son estos unos grandes recordatorios? Nuestra mente a menudo conoce estas cosas, pero necesitamos predicar a nuestros corazones quién es Dios y todo lo que nos ha dado. 

8 El Señor es misericordioso y clemente

    lento para la ira y abundante en amor.

9 No reprenderá siempre

    ni guardará su cólera para siempre.

10 No nos trata según nuestros pecados

    ni nos paga según nuestras iniquidades.

Me he referido a esto en un blog anterior, pero como recordatorio, Dios no es como nosotros. 

Dane Ortland, en su libro "Gentle and Lowly" dice esto: 

"...la ira de Dios requiere una provocación; su misericordia está reprimida, lista para brotar. Tendemos a pensar que la ira divina está reprimida, cargada de resortes; la misericordia divina es lenta. Es justo lo contrario. La misericordia divina está lista para brotar al menor pinchazo. (Para los humanos caídos, aprendemos en el Nuevo Testamento, esto es lo contrario. Según Hebreos 10:24, debemos provocarnos unos a otros al amor. Yahvé no necesita provocar al amor, sólo a la ira. Nosotros no necesitamos provocar la ira, sino el amor...)". (Ortlund, p. 148-149)

Necesito poca provocación para enfadarme. Necesito un poco de empuje para amar a los demás como Dios nos manda. En mi humanidad, tiene sentido que piense que Dios es de la misma manera: rápido para la ira, lento para la misericordia. Pero es todo lo contrario. Éxodo 34:6 es casi idéntico al Salmo 103 al expresar el carácter de Dios. "...misericordioso y clemente, lento para la ira y abundante en amor y fidelidad". 

"Dios es lento para la ira, proporciona nuestro perdón y luego no se acuerda más de nuestros pecados" (Timothy y Kathy Keller, "The Songs of Jesus", pág. 254). Esta sección del Salmo 103 es un gran recordatorio de ello. 

11 Porque tan alto como los cielos están sobre la tierra

    así de grande es su amor constante hacia los que le temen;

12 Tan lejos como el oriente está del occidente

    así de lejos aleja de nosotros nuestras transgresiones.

Me encanta esta imagen. Cierra los ojos e imagina la altura de los cielos. Eso es lo mucho que Él nos ama. Ahora piensa en el horizonte oriental y el occidental. Una vez que nos confesamos, eso es lo lejos que estamos de nuestros pecados. Es asombroso.  

13 Como un padre muestra compasión a sus hijos,

    así se compadece el Señor de los que le temen.

14 Porque él conoce nuestra condición;[a]

    recuerda que somos polvo.

15 En cuanto al hombre, sus días son como la hierba

    florece como una flor del campo

16 pues el viento pasa sobre él y se va,

    y su lugar ya no lo conoce.

17 Pero la misericordia de Yahveh es eterna para los que le temen

    y su justicia a los hijos de los hijos,

18 a los que guardan su pacto

    y se acuerdan de cumplir sus mandamientos.

19 El Señor ha establecido su trono en los cielos

    y su reino lo domina todo.

A menudo, puedo envolverme fácilmente en las tensiones y dificultades de las cosas de este mundo. Esta sección me recuerda que mis luchas son temporales y mi tiempo en la tierra es fugaz, pero el amor de Dios por mí es eterno y Él reina, sobre todo. 

20 Bendecid a Yahveh, vosotros sus ángeles

    ustedes, los poderosos que cumplen su palabra,

    ¡obedeciendo la voz de su palabra!

21 Bendecid a Yahveh, todos sus ejércitos

    sus ministros, que hacen su voluntad.

22 Bendecid a Yahveh, a todas sus obras

    en todos los lugares de su dominio.

Bendice a Yahveh, alma mía.

El salmo termina recordándonos que debemos alabar. 

Te animo a que vuelvas a leer el salmo, a que lo escuches y a que medites realmente en lo que dice. Hay muy buenos recordatorios, y siempre me levanta el ánimo. Espero que también lo hagas el tuyo. 

ACERCA DE NUESTRA BLOGUERA

Danielle (Dani) Rupp creció en un pequeño pueblo de Ohio y es una verdadera fanática de los Buckeyes, aunque trata de no ser odiosa al respecto. En 2011 llegó a Pensilvania para obtener su Maestría en Trabajo Social. Después de la graduación Dani aceptó un puesto como terapeuta de salud mental para niños y adolescentes en Coatesville. También fue niñera durante varios años. Durante ese tiempo vivió en Kennett Square y asistió Willowdale Chapel. Regresó hace varios años del sur de Asia, donde aprendió a tolerar la comida picante y a cruzar las carreteras sin ser atropellada, además de ser voluntaria en la Misión Internacional de Justicia en su Departamento de Atención Posterior. En su tiempo libre, Dani disfruta de ir a viajes misioneros/viajes, correr, leer, y conectarse con sus seres queridos-preferiblemente con un café y un dulce.

ACERCA DE NUESTRA TRADUCTORA

Liliana Daza es la hermana mayor de 4 hijas de una familia colombiana muy conservadora. Oriundos de un pequeño pueblo ubicado en el Oriente de Colombia en frontera con Venezuela donde creció y pasó su niñez. Luego se mudó a la capital para terminar sus estudios superiores en el área de tecnología. En el año 2011 se trasladó a los Estados Unidos junto con su familia debido a una oportunidad laboral. Desde temprano, Liliana ha sentido un llamado para servir y apoyar a la comunidad, por lo que aprovecha cada oportunidad que Dios pone en su camino para este propósito. Liliana disfruta de un buen café negro, viajar, comer buena comida, especialmente cuando viaja. Liliana hace parte de la Iglesia Willowdale en español casi desde sus inicios.

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