Cuando más de Jesús significa más dificultad

Durante la Cuaresma de este año me he centrado en buscar más a Jesús en mi vida diaria. Al moverme por la casa, al conducir mi coche, en mis conversaciones, al disciplinar a mis hijos, al escuchar a mis amigos. Sentí la necesidad no de renunciar a algo, sino de dar más espacio a la razón por la que reconocemos esta época del año.

Lo primero que empecé a añadir a mi rutina fue meditacion y oracion en silencio, alabando a Dios por lo quien es. A veces me encuentro despierta en la cama o levantándome temprano y simplemente sentada en la quietud. A menudo recito salmos en oración:

"Te amo, Señor, fortaleza mía.

El Señor es mi roca, mi fortaleza y mi libertador,

mi Dios, mi roca, en quien me refugio,

mi escudo, y el cuerno de mi salvación, mi baluarte.

Invoco al Señor, que es digno de alabanza.

Salmos 18:1-3

Estas descripciones de lo asombroso que es el Dios y Salvador al que servimos me hicieron darme cuenta de lo increíble que es Él en verdad. Qué hermoso canto nos ofrece el autor, David, para alabar a Dios. Cuanto más leo este Salmo una y otra vez, más me detengo en una palabra que describe a Dios y dejo que resuene en mi corazón.

Sigo meditando, leyendo la Biblia y cantando a Dios, pero, si soy sincera, a veces me siento vacía. Es como si los versículos me miraran fijamente, sin sentido, a través de mi mundanidad. Ha habido días en los que he clamado pidiéndole que me atrajera más profundamente. Quería experimentar a Jesús de una manera nueva.

Y sabes que cuando pides, Dios siempre aparece, pero no necesariamente de la forma que esperas.

Tengo cinco hijos. Sus edades oscilan entre los ocho y los diecisiete años: cuatro chicas y un chico. Fue necesaria una situación muy difícil en las últimas semanas con uno de ellos para que yo viera "más de Jesús" de una manera que ni siquiera esperaba.

Sin entrar en detalles, sólo diré que la situación era sombría, y oré y supliqué a Dios que obrara y se moviera para Su gloria y nuestro bien. Estuve fuera durante el fin de semana en el IF Gathering, una conferencia de mujeres cristianas en Dallas, donde había un montón de grandes oradores e maravillosa música de alabanza y adoración. Cuando llegué allí, estaba entumecida por el miedo y la desesperanza. Envié un mensaje de texto a mis amigas de estudio Biblico para que oraran por la circunstancia, y recibí aliento y oración de ellas. Comenzó la conferencia, y en cuanto empecé a ofrecer alabanzas a Dios, sentí Su presencia, pidiéndome que confiara en Él, escuchando Su oferta de protección y Su fidelidad. Con fe, le entregué la circunstancia a Él. Hubo muchas súplicas, pidiendo ayuda y suplicando misericordia. Sabía que tenía que confiar en Él sin saber cuál sería el resultado para mi familia. Apoyándome plenamente en Él, ore constantemente ese fin de semana.

Volé a casa desde la conferencia y tan pronto como bajé del avión, Dios comenzó a revelar Su inmerecido favor a mi hijo. Cada escenario que ha surgido de esta horrible circunstancia ha sido otra instancia de Dios mostrándose y revelándonos que Él es el Dios que redime lo malo. Él toma nuestros errores y fracasos y los convierte en algo de lo que podemos aprender, crecer, mientras le damos a Él la gloria que se merece. Comencé a ver el perdón de Jesús delante de mis ojos y vi cómo incluso en nuestros valles, Él está allí. Mi hijo y yo vimos ante nuestros ojos la redención ofrecida que no merecemos.

Todavía estoy asombrada de cómo Él obró. No he dejado de compartir con cualquiera que me escuche. Este deseo de "más de Jesús" no sólo significó más Jesús en mi vida, sino también una oportunidad para mí de testificar de cómo Él obró en nuestra familia. Fue una oportunidad para mí de regalar la gracia, el amor y la misericordia de Dios.

A medida que nos acercamos a la Pascua, sigo recordando en mi vida y lo veo en cada uno de mis hijos, cuánto necesitamos a Jesús. Somos pecadores caídos tan necesitados de Su gracia. ¿No estamos agradecidos de que Él asumiera el castigo que merecemos?

Como aprendí, "más de Jesús" no significa que no veremos pruebas. Pero Juan 16:33 promete que Él ya ha vencido al mundo y estará con nosotros. 

Espero mantener estas meditaciones en silencio como parte de mi práctica espiritual diaria, y te animo a que te unas a mí en la búsqueda de maneras de añadir más de Jesús en tu vida, ¡sea lo que sea que eso signifique para ti!

Si estás pasando por un momento difícil, otra manera de encontrar "más de Jesús" es acercarte al equipo de diáconos de Willowdale Chapel o a un amigo cercano y pedirles que oren contigo sobre tu circunstancia para apoyarte en tu dificultad. No estamos hechos para ir solos por la vida. El aliento del cuerpo de Cristo para señalarnos a nuestro Dios nos da más de Jesús también. 


 ACERCA DE NUESTRA BLOGUERA

Veenema y su esposo, Jeremy, aman explorar el condado de Chester con sus dos hijas biológicas mayores y sus tres hijos adoptados. Susan ha estado en la educación durante casi 20 años apoyando a los niños con discapacidades y sus familias. Actualmente trabaja en el Departamento de Educación. Una de sus mayores alegrías es dirigir el estudio bíblico de mujeres los jueves por la noche y su grupo comunitario de parejas. La gente es su pasión. Le encanta leer, escribir y estudiar todo, desde la historia hasta las ciencias sociales y la iglesia primitiva. Siempre encontrará a su lado a su fiel perro German Shorthaired Pointer.

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Maritza Zavala Smith nació en Guanajuato, México, y se trasladó a los Estados Unidos cuando tenía siete años. Estudió Salud Pública en Penn State, donde conoció a su esposo. Llevan 8 años casados y tienen dos niños gemelos y una bebe. A Maritza le encanta viajar y bailar salsa. Cuando no está deleitándose con el té verde matcha con leche y estando al aire libre con sus seres queridos, puedes encontrarla aventurándose con su tribu a través de los libros.