Nací en el cumpleaños de mi padre. Esto creó un vínculo especial entre nosotros. A menudo decía que yo era su mejor regalo de cumpleaños. Su amor por mí siempre fue evidente y ese amor me dio mucha seguridad y confianza.
Contrasta mi historia con la de mi abuela. Ella nació después de que su padre abandonó a la familia, para nunca conocerlo. Creció en Suecia, luego vino sola a Estados Unidos cuando tenía unos veinticinco años. Crecí en la casa al lado de la de ella. Mi abuela era un alma tan silenciosa. Recuerdo verla casi todos los días y pasar mucho tiempo allí. Pero no la recuerdo compartiendo una sola historia, nunca. Sólo lo que conozco de los recuerdos de mi madre. Su vida parecía estar caracterizada por la inseguridad. Al final de su vida, en un asilo de ancianos, llegó a la fe en Jesús. Mi mamá no podría haber recibido un mejor regalo que saber que finalmente entendió el evangelio y su necesidad de un Salvador. Lo veo como una hermosa historia de redención de alguien que siempre se había creído huérfano, encontrando el amor de su Padre Celestial.
Hay muchas historias de huérfanos en la literatura. Las que más me resuenan son las niñas que encuentran un hogar con una figura paterna. Heidi y su abuelo, Cosette y Jean Valjean de Los Miserables, Annie y Daddy Warbucks, y el pequeño Eppie de Silas Marner. Aunque una hermana y un hermano adoptan a Ana en Ana de las Tejas Verdes (Anne of Green Gables), es el hermano, Matthew, quien se convierte en el padre cariñoso. En parte, cada una de estas historias examina el sufrimiento de un huérfano y el papel sanador de un padre adoptivo. Estas historias hacen eco de la compasión que se encuentra en toda la Biblia por los huérfanos.
Cuando pienso en mi papá, pienso en lo segura que me sentía con él. Era un buen proveedor. Siempre estuvo presente. Trató de corregir el mal comportamiento, no siempre a la perfección, pero por lo general con un esfuerzo por enseñar en lugar de simplemente castigar. Él era callado. Sirvió cuando se le pidió. A menudo lo he descrito como alguien que deja que sus manos hablen. Era genial con las manos. Podía reparar y construir casi cualquier cosa: cobertizos, mesas de picnic, una cabaña e incluso letrinas. Las letrinas obtendrían una decoración de puerta personalizada como un trébol o una media luna, cortada con su sierra de habilidad. Me deslumbraron estos adornos. A menudo, estas construcciones, que eran para parientes o vecinos, sirvieron como su forma sin palabras de expresar su cariño por ellos.
Hay una gran foto de él sosteniendo la mano de mi hermana pequeña. Están de pie sobre un revoltijo de grandes rocas cerca de un río que se mueve rápidamente. Para mí es un claro ejemplo del tipo de protección y cuidado que encarnaba. Estaba perfectamente a salvo mientras sostuviera su mano.
Cuando estaba en el último año de la escuela secundaria, mi padre falleció de cáncer. Aunque tuvimos algunos meses para prepararnos, su muerte lo cambió todo. Durante un tiempo mi madre no tuvo ingresos. Para mí, mis planes universitarios parecían estar en peligro. Un año después, en la universidad, escribí sobre la pérdida de mi padre y llegué a la conclusión de que necesitaba tomar la mano de Dios y seguir adelante. Así comenzó mi camino de conocer plenamente el cuidado y protección del Padre en mi vida. De hecho, puedo decir que realmente comenzó con aquellos que nos querían mucho cuando perdimos a mi papá. Eran las manos tangibles de Dios.
Recientemente leí el libro de Tim Keller El Dios Pródigo (The Prodigal God). siempre había asumido pródigo significaba "descarriado", pero en realidad significa "gastar de manera extravagante o imprudente". El libro analiza la parábola de los dos hijos en Lucas 15, ambos perdidos en su propio camino. El hijo menor se perdió al desperdiciar su herencia. El hijo mayor también se perdió porque sirvió a su padre por deber, y no por amor, para obtener una recompensa. El padre en esta parábola ama a ambos hijos desinteresadamente y es un ejemplo de Dios Padre. Keller también enfatiza que Dios ha sido extravagante en Su provisión y cuidado por nosotros. Esto fue un poco difícil para mí de comprender. Entiendo a un padre que ama bien a sus hijos, pero es mucho más difícil para mí entender a un padre que es extravagante en su provisión. Incluso si mi padre tuviera los medios, no estoy segura de que hubiese habido regalos excesivos. Pero eso es lo que recibimos de Dios. Su sacrificio de Su Hijo por cada uno de nosotros es extravagante más allá de la comprensión.
En el Salmo 73:23 el escritor habla de la intimidad de su relación con Dios: “Yo siempre estoy contigo; pues tú me sostienes de la mano derecha”. La historia de mi vida está llena de la sensación de que Dios me lleva de la mano en los momentos difíciles y también en los días buenos. La mano de Dios se menciona numerosas veces en las Escrituras. Estos pasajes enseñan acerca de Su liderazgo, justicia, poder, protección y provisión. La mano de Dios está activa en cada aspecto de nuestras vidas. Disfruto de innumerables bendiciones de Dios, una de las más grandes es mi esposo y mi familia. Pero sobre todo, es simplemente el regalo de la presencia de Dios y Su mano sosteniendo la mía lo que me ayuda a conocer Su generoso afecto por mí.
ACERCA DE NUESTRA BLOGUERA
Linnea Tideman siempre ha disfrutado compartiendo historias. Su infancia en New Hampshire y su herencia sueca le han proporcionado una gran cantidad de experiencias, pero también la base de su fe. Le gustan los proyectos creativos, los viajes, los libros, la costura, la jardinería, pero sobre todo la hospitalidad, a menudo organiza elegantes tés y ocasionalmente algo grandioso como recrear la cena en el Titanic. Sirve en los ministerios de UrbanPromise y Good Neighbors. Linnea vive en Landenberg con su esposo Dave. Tienen tres hijas mayores. Ella espera que sus escritos reflejen cómo Dios continúa revelándose a nosotros como nuestro pastor y Salvador.
ACERCA DE NUESTRA TRADUCTORA
Ana León nació en México y emigró a los Estados Unidos a los 9 años. Vivía en Kennett Square, pero su familia se mudó a Delaware, donde Ana conoció a su novio de la secundaria con quien ha estado casada por más de 10 años. Son padres de dos niños, uno de 11 años y otro de 9 años. Ana ha traducido e interpretado profesionalmente por más de 11 años. Se unió a Willowdale En Español en el 2018 y es una de las intérpretes del servicio. En su tiempo libre le gusta ir a la playa, pintar, leer, y escribir. Ana está muy emocionada de ser parte del blog porque siente que es una forma para que las mujeres se conecten y sigan acercándose a Dios.