Marta, por su parte, se sentía abrumada porque tenía mucho que hacer. Así que se acercó a Él y dijo:
—Señor, ¿no te importa que mi hermana me haya dejado sirviendo sola? ¡Dile que me ayude!
—Marta, Marta —contestó el Señor—, estás inquieta y preocupada por muchas cosas, pero sólo una es necesaria. María ha escogido la mejor y nadie se la quitará.
Lucas 10:40-42
Acabo de volver a casa después de un largo periodo alejada de mis obligaciones cotidianas. Mientras estuve fuera, me sentí tan recargada en mi vida como esposa, madre, empleada y todos los demás sombreros que llevo. Ni siquiera sabía cuánto lo necesitaba, pero volver a casa tan renovada me enseñó algo sobre lo que necesitaba.
Todos necesitamos bajar el ritmo y dejar de estar tan ocupados. La única cosa que noto que siempre me distrae en mi caminar con Cristo es cuando estoy demasiado ocupada. Si estoy demasiado ocupada yendo de actividad en actividad y haciendo de mi tiempo de silencio una casilla de verificación, me pierdo de experimentar una relación profunda con Jesús.
Algunas veces me parece que podemos estar demasiado ocupados sirviendo. Podemos ver en el pasaje anterior que Él quiere que nos sentemos a Sus pies y le escuchemos y adoremos. Dijo que María había hecho una buena elección. Eso siempre me ha llamado la atención. No siempre se trata de cuánto te ofreces como voluntario (pero sí, viviendo en comunidad lo hacemos), sino de si estás haciendo tiempo para estar con Dios y escuchar Su voz.
Necesitamos ese tiempo con Él en nuestras ocupadas agendas. Él dice en Mateo 11:28: “Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados; yo les daré descanso”.
¿Su cuerpo necesita descansar del trabajo? ¿De las actividades cotidianas de la vida? ¿Del ajetreo del servicio a la iglesia y a la comunidad? Todas estas son cosas buenas que deberíamos estar haciendo, pero debemos hacer espacio. Me he estado inclinando y creciendo en estas dos áreas: Sábado y Soledad.
No es de extrañar que el sábado fuera un mandamiento bíblico y algo que Jesús hizo durante todo su ministerio. El sábado nos permite encontrar alegría y descanso en Jesús. Ya sea que dejes de limpiar, doblar la ropa o hacer quehaceres o que tú y tus seres queridos simplemente coman una comida deliciosa disfrutando de lo que Dios les ha dado, este día está destinado a simplemente tener placer disfrutando de los dones que tenemos de Dios. Te reto a que encuentres una manera de incorporar el Sabbath en tu semana ya que descansar cada semana ha traído mucha vida.
La soledad es algo nuevo en mis ritmos diarios. Empecé poniendo un cronómetro por cinco minutos (me parecía una eternidad) y me sentaba a escuchar lo que Dios me decía. Nunca olvidaré mi primera vez. Tardé unos minutos en quitarme de la cabeza la basura del día y, cuando lo hice, escuché una afirmación de Dios. Ahora trato de hacerlo la mayoría de los días lejos de todo el ruido de la casa y simplemente escuchar lo que Él me dice. El libro que me recomendó mi director espiritual es "Una Invitación al silencio y a la soledad: Experimentar la presencia transformadora de Dios", de Ruth Haley Barton. Ha sido realmente increíble presentarme ante Cristo ofreciendo todo lo que tengo y escuchando de Él todo lo que quiere decirme.
Sé que no todos tenemos muchos días de vacaciones para irnos lejos. Tomar Sabbath y Soledad no significa días aburridos sin nada que hacer, sino más bien disfrutar de quién es Jesús aún más para que podamos silenciar las cosas de este mundo para acercarnos a Él. A mí me ha dado vida y espero que a ti te ocurra lo mismo.
ACERCA DE NUESTRA BLOGUERA
Susan Veenema y su esposo, Jeremy, aman explorar el condado de Chester con sus dos hijas biológicas mayores y sus tres hijos adoptados. Susan ha estado en la educación durante casi 20 años apoyando a los niños con discapacidades y sus familias. Actualmente trabaja en el Departamento de Educación. Una de sus mayores alegrías es dirigir el estudio bíblico de mujeres los jueves por la noche y su grupo comunitario de parejas. La gente es su pasión. Le encanta leer, escribir y estudiar todo, desde la historia hasta las ciencias sociales y la iglesia primitiva. Siempre encontrará a su lado a su fiel perro German Shorthaired Pointer.
ACERCA DE NUESTRA TRADUCTORA
Liliana Daza es la hermana mayor de 4 hijas de una familia colombiana muy conservadora. Oriundos de un pequeño pueblo ubicado en el Oriente de Colombia en frontera con Venezuela donde creció y pasó su niñez. Luego se mudó a la capital para terminar sus estudios superiores en el área de tecnología. En el año 2011 se trasladó a los Estados Unidos junto con su familia debido a una oportunidad laboral. Desde temprano, Liliana ha sentido un llamado para servir y apoyar a la comunidad, por lo que aprovecha cada oportunidad que Dios pone en su camino para este propósito. Liliana disfruta de un buen café negro, viajar, comer buena comida, especialmente cuando viaja. Liliana hace parte de la Iglesia Willowdale en español casi desde sus inicios.