Una vida plena no es una vida apresurada

Imaginemos por un momento que Jesús viviera físicamente en el siglo XXl: 

La alarma de su teléfono suena antes de que salga el sol, se despierta -aunque de mala gana- porque se quedó despierto demasiado tiempo viendo sermones en YouTube y leyendo inspiraciones geniales de Instagram. Se dirige al gimnasio para un entrenamiento rápido, se baña allí, y comienza su día de ministerio. Recoge a sus discípulos y comen comida rápida, pronunciando una rápida oración de agradecimiento mientras comen de un bocado mientras conducen. Jesús enseña y sana durante todo el día. La demanda de Él es abrumadora. Él está totalmente concentrado en los asuntos de su agenda celestial. Mientras camina hacia la comida, un vagabundo cojo se le acerca, Jesús le hace un gesto con la cabeza y sigue caminando porque tiene una reunión programada a la una de la tarde. Trabaja hasta que oscurece, y luego se apresura a una cena en casa de un agente de Hacienda. Luego pasa a recoger a los hijos de su hermana del grupo juvenil. Los deja allí y su hermana se encuentra con él en la puerta con un gran dilema, pero no tiene tiempo de hablar con ella porque tiene una llamada de Zoom a las 9:30 pm. Jesús promete volver a hablar con ella el sábado. De camino a casa, ve a una mujer en un vehículo descompuesto a un lado de la carretera, pero, de nuevo, no se detiene porque llega tarde a una reunión de Zoom muy importante. Mientras se apresura a entrar en su casa, su compañero de habitación le hace una pregunta, pero Jesús dice «hola» y promete volver más tarde. Se conecta a las 9:45 pm y comparte un hermoso mensaje de aliento con el equipo. Después de la reunión, vuelve a llamar a su compañero de piso, pero éste ya está dormido. Jesús se acuesta a las 11:30, para volver a repetirlo el  día de mañana.

¿Es así como te imaginas la vida de Jesús? El escenario anterior es la antítesis de cómo me imagino que vivió Jesús, pero no está muy lejos de cómo vivo yo muchos días, sobrecargada y frenética.

¿En qué se diferenciaba su ritmo de vida? En el siglo I habría ido andando, no en coche. Esto, naturalmente, tiene algo de lentitud. Pasaba incontables horas caminando con sus discípulos, lo que le daba mucho tiempo para hablar, enseñar y compartir. Jesús dedicaba tiempo a la gente, veía a las personas que encontraba y las hacía sentir importantes con su atención. También vemos numerosas veces en los evangelios que Él estaba en comunión con Dios todo el tiempo. A veces se alejaba deliberadamente de la ciudad para orar, pero también era una constante decisión consciente de estar con Dios, independientemente de lo que estuviera haciendo. («Yo y el Padre somos uno», Juan 10:30).

Me pregunto cómo podemos llevar una lentitud del siglo I a nuestras vidas. Si soy una seguidora de Jesús, si soy su aprendiz, ¿cómo puedo vivir más como Él (aparte de renunciar a mi coche y llevar sandalias)? Además de los calificativos obvios de amorosa y sin pecado, yo describiría la vida de Jesús como pausada, plenamente presente, meditativa y mesurada. Tenía tiempo para relacionarse con Dios y con la gente. El Jesús de la Biblia no iba de un lado para otro con prisas. 

Me imagino a Jesús como lo opuesto a la prisa. Me imagino que tenía tiempo para la gente. Su lista de cosas por hacer y su agenda era amar a los demás.  Me imagino una mirada penetrante que mostraba Su amor y cuidado. Imagino que cuando Él hablaba contigo, te sentías como si fueras la única persona en el mundo. Creo que Su mirada láser sobre una persona calentaba su corazón y su mente. Creo que Su esencia decía “Tengo tiempo para ti. Tú importas”.

No podemos vivir y amar bien a Dios o a los demás si estamos demasiado ocupadas. En nuestras exigentes y ajetreadas vidas hay poco tiempo para las relaciones verdaderas. Sé que mi día normal es a veces demasiado ajetreado para tener momentos significativos de conexión con los demás o con Dios. Hago mi lista de tareas como si fuera la llave del reino, pero NO es lo más importante. 

Corrie ten Boom (escritora cristiana con una historia increíble) dijo una vez: «Si el diablo no puede hacerte pecar, te hará estar ocupado». ¡Hay tanta verdad en esto!

Acabo de terminar el libro de John Mark Comer The Ruthless Elimination of Hurry. Muchos de mis pensamientos aquí son mis conclusiones de ese libro. Estoy muy lejoooos de dominar esto, pero aquí hay algunas cosas que estoy intentando.

  1. Romper la adicción a mi teléfono. Sólo Jesús es mi compañero constante - ¡puedo separarme de mi teléfono durante unas horas seguidas! No necesito comprobar mi correo electrónico o responder a cada texto inmediatamente. También pongo un límite de cinco minutos en mi teléfono para Instagram y Facebook. Recibimos un golpe de dopamina de la alerta del teléfono y es realmente adictivo. 

  2. Dejar espacios en mi vida. No programes cada minuto del día. Mantenga límites en torno al trabajo y la vida familiar. Cuando haga planes, compruebe las horas anteriores y posteriores. Por ejemplo, que no tenga planes una noche determinada no significa que sea mi mejor sí si tengo compromisos el día anterior y posterior. Mira el calendario semanal en su conjunto. Deja espacio para los imprevistos. 

  3. Recordar el descanso semanal. Tómate un día de descanso a la semana. Si el Dios del universo descansó (Génesis 2:1-2), ¿no debería hacerlo yo? Por cierto, ¿necesitaba Dios descansar o ese modelado era siempre para nosotros? Tal vez descansó porque quería detenerse y disfrutar de lo que había hecho. No se apresuró a la siguiente tarea, sino que se detuvo y saboreó lo que había hecho.

  4. Pasar tiempo con Jesús. Reducir la velocidad, respirar hondo e invitarle a que me acompañe en el camino. Pídele que aparezca en el semáforo, en el fregadero de la cocina, en mis descansos en el trabajo. Siéntate con Él sin pedirle siempre nada. Simplemente estar con Él. Intenta poner el cronómetro en tres minutos y pasa tiempo con Jesús como dos amigos tomando café. (¡No seas esa amiga que habla todo el tiempo!)

  5. Estudiar a Jesús. Lee los Evangelios y fíjate en cómo vivía Él. No vivía al ritmo frenético de muchos de nosotras. Fíjate en cómo valoraba a las personas. No se movía demasiado deprisa para ver de verdad a la gente que le rodeaba. 

  6. Practicar la atención plena. Mantente en el momento, no en lo que viene a continuación ni en lo que quedó en el pasado (o en tu teléfono). Disfruta de la vida que estás viviendo. Apaga tu piloto automático personal y fíjate en quién y qué hay a tu alrededor... incluido el Dios que te ve.

Comer cita a John Ortberg de La vida que siempre quisiste: Disciplinas espirituales para gente corriente: 

“Para muchas de nosotras, el gran peligro no es que renunciemos a nuestra fe. Es que nos distraigamos, nos precipitemos y nos preocupemos tanto que nos conformemos con una versión mediocre de ella. Nos limitaremos a rozar nuestra vida en lugar de vivirla de verdad».

¡Que podamos vivir esta vida en plenitud! ¡Que podamos tomarla con calma!


ACERCA DE NUESTRA BLOGUERA

Bonnie Kotler y su esposo Mitch tienen dos hijas, tres hijos, cuatro nietos y tres perritos. Fue ama de casa durante muchos años antes de regresar a la fuerza laboral después de recibir su Maestría en Consejería y Relaciones Humanas de la Universidad de Villanova. Ella es una consejera profesional licenciada en The Peacemaker Center y en su consultorio privado, True North Counseling. Bonnie ha estado en el equipo de enseñanza del ministerio de mujeres de Willowdale desde 2012. Los estudios Bíblicos han sido una parte importante en su caminar como creyente, y a su vez, le encanta ayudar a otras mujeres a encontrar la paz con Dios y crecer en su fe. Le gusta escribir material para el estudio Bíblico, leer ficción, pasar tiempo con la familia y hacer cualquier cosa bajo el sol. A Bonnie le encanta reír y considera que la risa es la mejor medicina. Salmo 126:2

ACERCA DE NUESTRA TRADUCTORA

Silvia Cubos nació en la ciudad de México, y se crio en la ciudad de Toluca, es la mayor de 5 hermanos. Estudió comunicación y después de graduarse llegó a este país en 1996 donde tuvo la oportunidad de estudiar Ingles y Educación temprana. Silvia ha trabajado como maestra, interprete y trabajadora social. Desde los 17 años Silvia ha sentido el llamado de servir al Señor y orar por las necesidades de otros, ahora lo hace en Willowdale en Español desde 2019. Silvia disfruta cocinar comida mexicana, caminar al aire libre con sus dos hijas y su perro; para terminar el día le gusta disfrutar de un helado de fresa.

En el amor, no hay temor

La siguiente es una transcripción del testimonio que compartí antes de ser bautizada en Willowdale el 5 de diciembre de 2021. Aunque algunos detalles de mi historia han cambiado (por ejemplo, en el momento de mi bautismo estaba soltera, y ahora estoy comprometida), las verdades que comparto acerca de Dios son - y siempre serán - inmutables.

 "Jesús, por favor, ven a mi corazón." Estas son las palabras que recuerdo haber orado el día que acepté a Cristo como mi Salvador. Aunque no recuerdo todos los detalles que me llevaron a ese momento, sí sé que por ese entonces me enteré de que mi primo se iba a bautizar, lo cual me pareció lo más genial del mundo, y mis padres me explicaron que si quería bautizarme algún día, primero tenía que tener una relación personal con Jesús. Así que subí a mi habitación, me arrodillé junto a mi cama como hacían todas las figuritas de Precious Moments y ore la oración. Tenía unos cuatro años.

Ya de niña entendía que mi relación con Dios era personal, como lo demuestra el hecho de que solía hablarle en voz alta en el autobús escolar cuando la niña a mi lado se bajaba en su parada y yo me sentía sola, o fingía empujarlo en el columpio del colegio. (En teoría suena bonito, pero en la actualidad probablemente parecía más bien una escena sacada de una película de terror). El caso es que sabía que Jesús era mi amigo. Lo que no sabía era cuánto iba a necesitar su amistad.

En otoño de 2008, empecé mi primer año de preparatoria. Era la primera vez que iba a una escuela pública después de haber crecido en una pequeña escuela cristiana donde todos me conocían y yo conocía a todos. Había tenido problemas con las amistades en la escuela secundaria, así que estaba emocionada por empezar de cero en un lugar donde nadie me conocía. Sin embargo, como alguien a quien nunca le ha ido bien con los cambios, también estaba muy ansiosa al entrar en ese año... y esa ansiedad terminó creciendo fuera de control, paralizándome hasta el punto de que apenas podía mantener conversaciones con la gente. Como resultado, hice muy pocos amigos, perdí todo el sentido de quién era y caí en una depresión que duró la mayor parte de ese año. Lo único que me ayudó a superar esa época fue aferrarme a Jesús como si mi vida dependiera de ello, aunque hubo momentos en los que, por primera vez en mi vida, sentí que el Dios que había conocido desde la infancia no estaba allí. 

Los años siguientes fueron como una lenta y dolorosa escalada para salir de un pozo profundo y oscuro. La ansiedad que se apoderó de mi vida cuando era estudiante de primer año continuó persiguiéndome, haciéndome cuestionar cada interacción, cada conversación y cada relación de mi vida. La mejor analogía que tengo es como si tuvieras tu propia banda de música, excepto que todos te odian y, en lugar de tocar instrumentos, repiten constantemente todas las cosas raras y avergonzantes que dices o haces y te dicen todas las razones por las que no deberías gustarle a la gente que te rodea. Era agotador.

No fue hasta la universidad cuando empecé a comprender que la raíz de esta ansiedad era el miedo a no ser amada. En mi mente, cualquiera en mi vida podía decidir en cualquier momento que no valía la pena tenerme cerca si no me ganaba de alguna manera el derecho a quedarme. Cuando lo entendí y empecé a verbalizarlo y a dejar entrar a los demás, empecé a experimentar cierta sanación. Pero el daño de todos esos años de creer mentiras tarda mucho tiempo en deshacerse, y en 2016 me gradué de la escuela, me mudé de vuelta a casa sin perspectivas de trabajo, y pasé por otra transición que sacudió mi sentido de mí misma de nuevo.

El 16 de julio de 2018 escribí las siguientes palabras en mi diario: «¿Alguna vez dejaré de sentir que hay algo dentro de mí que está roto sin remedio?». En el momento en que escribí estas palabras, tenía 24 años y vivía con mis padres, tenía un trabajo a tiempo parcial y apenas pagaba mis préstamos estudiantiles. Estaba soltera cuando la mayoría de mis amigas se casaban, y me ahogaba en la vergüenza. Me sentía un fracaso, y en el fondo creía que Dios -y la gente que me rodeaba- también me veían así. A los 24 años, diez años después de mi primer año de la preparatoria, estaba convencida de que había arruinado mi vida.           

La verdad es que no hay un momento «ah-ha» que pueda señalar cuando las cosas empezaron a cambiar. Fue una serie de pequeñas cosas a través del tiempo, pequeñas maneras en que Jesús persiguió mi corazón y me mostró Su amor a través de Su gente y Su palabra. Fue unirme a un estudio bíblico de mujeres en una nueva iglesia y descubrir que las mujeres casadas realmente querían ser mis amigas y que tenían mucho que enseñarme. Fue una amiga cercana que sabía que yo estaba luchando, dándome el correo electrónico de un consejero cristiano y dando el salto de fe para enviar ese correo electrónico a pesar de que no tenía ni idea de cómo iba a pagar por la terapia. (Lo cual, para que conste, es una de las mejores decisiones que he tomado en mi vida.) Fue finalmente tomar en serio lo de pasar tiempo con el Señor todos los días y dejar que Él hablara Su verdad sobre mi alma. No sé cuándo sucedió, pero sí sé que cuando cumplí 25 años, algo se sentía diferente. Después de más de una década de vivir como un esclava del miedo y la vergüenza, estaba empezando a experimentar la verdadera libertad y sanidad en Cristo.

Uno de mis versículos bíblicos favoritos es 1 Juan 4:18: "En el amor no hay temor, sino que el amor perfecto echa fuera el temor. Porque el temor tiene que ver con el castigo, y el que teme no ha sido perfeccionado en el amor». Este versículo no sólo me dice que no tengo que temer no ser amado por los demás porque el amor de Dios por mí es suficiente, sino que también significa que debido al amor de Dios hacia mí, no tengo que temerle a Él. Y esto es realmente una buena noticia - porque en cierto modo, tenía razón cuando escribí en mi diario que algo se sentía roto dentro de mí. Esa cosa rota es el pecado, y es la razón por la que Jesús tuvo que morir en la cruz.            

Pero, afortunadamente, su historia no terminó ahí y la mía tampoco. Porque Jesús no sólo murió en la cruz, sino que resucitó. Y cuando resucitó, conquistó el pecado, la muerte y la vergüenza en lugar mío. Y por eso, mi identidad ya no está en mi pecado o en las cosas por las que he sentido vergüenza. 

Mi identidad no está en mi estado sentimental, mi ansiedad o mi imagen corporal. Mi identidad no está en las palabras hirientes que me han dicho o las que he dicho a otros. Mi identidad no está en las decisiones que tomé en la universidad relacionadas con el alcohol porque me gustaba más quien era cuando bebía que cuando estaba sobria. Mi identidad no está en mis préstamos estudiantiles, ni en mis ingresos, ni en mis "me gusta"de Instagram. Mi identidad ni siquiera está en ninguna de las cosas buenas que tengo. 

Mi identidad está arraigada en lo que mi Dios dice que soy y en lo que está escrito sobre mí en Su Palabra. Éstas son sólo algunas de las cosas que Él me llama: Él me llama su Hija. Me llama Elegida. Me llama Perdonada. Me llama Redimida. Me llama Amada. Me llama Novia. Y me llama Amiga.

Desde una perspectiva externa, mi vida no parece nada especial. Todavía estoy soltera, y todavía no sé realmente lo que estoy haciendo. Pero hay momentos en los que me siento abrumada por la gratitud, porque hoy estoy viviendo una vida que, hace tres años, no creía que fuera posible. Cuando miro hacia atrás y veo los últimos trece años, me doy cuenta de que incluso en los momentos en los que Él se sentía lejos, Dios estaba en una misión de rescate por mi corazón todo el tiempo. Así que tomé la decisión de bautizarme hoy porque, al igual que cuando tenía 4 años, sigo pensando que es lo mejor del mundo. Pero a diferencia de mi yo de 4 años, ahora puedo dar testimonio del amor transformador de mi amigo Jesús, y quiero entregarle el resto de mi vida. 


ACERCA DE NUESTRA BLOGUERA

Kati Lynn Davis creció en el condado de Chester. Tras una breve estancia al otro lado de Pensilvania para obtener un título de escritora en la Universidad de Pittsburgh, regresó al área y consiguió un trabajo en una biblioteca local. Cuando no está escribiendo, a Kati le gusta leer, dibujar, ver películas (¡especialmente de animación!), beber té de burbujas, pasear con sus gatos y salir a correr muy despacio. Kati está bastante segura de que es un Eneagrama 4, pero constantemente tiene una crisis de identidad al respecto, así que afortunadamente está aprendiendo a arraigar su sentido del ser en Jesús.

ACERCA DE NUESTRA TRADUCTORA

Maritza Zavala Smith nació en Guanajuato, México, y se trasladó a los Estados Unidos cuando tenía siete años. Estudió Salud Pública en Penn State, donde conoció a su esposo. Llevan 8 años casados y tienen dos niños gemelos y una bebe. A Maritza le encanta viajar y bailar salsa. Cuando no está deleitándose con el té verde matcha con leche y estando al aire libre con sus seres queridos, puedes encontrarla aventurándose con su tribu a través de los libros.

Cuéntame Sobre Ti

Odio las charlas superficiales. A pesar de ser extrovertida, esas conversaciones iniciales con personas que no conozco bien o que no conozco en absoluto a menudo se sienten planas, superficiales y, francamente, difíciles. No odio conocer gente nueva; de hecho, realmente me gusta, pero detesto la etapa de conocerse.

Qué lástima que no podamos saltarnos todo eso, ¿verdad?

He intentado hacerlo a veces, especialmente en entornos laborales. No quiero exponerme una y otra vez, prefiero simplemente llegar al fondo del trabajo que tenemos que hacer, así que he hecho que las relaciones laborales sean más un intercambio de “¿qué puedes hacer por mí?/¿qué puedo hacer yo por ti?” que un verdadero compromiso con otras personas.

Hoy, mientras estaba en un viaje por carretera, con horas a solas en el auto, mi mente enseguida pensó en qué pódcast o sermón debería escuchar. ¿Qué lección necesito aprender? ¿Qué es algo en mi vida que debo estar haciendo y que puedo procesar durante las próximas cinco horas en el auto? ¿Sobre qué debería escribir para la publicación del blog que debo entregar una vez que llegue – ja!

Luego vi el horizonte de la ciudad de Nueva York y, tan pronto como pasé, vi las hojas cambiando en Connecticut, y el Espíritu Santo me empujó suavemente a simplemente disfrutarlo. Poner música de adoración y pasar tiempo con Dios, conociéndolo mejor. A Él le encantan las ciudades; Él es el origen de la belleza y la naturaleza.

Tengo una tendencia a tratarlo más como un colega a distancia en algunos aspectos: ¿Qué quieres que haga? ¿Qué necesito corregir? ¿Cuál es la lección aquí?

Su Espíritu me ayudó hoy a recordar que solo debo pasar tiempo con Él. Cantar. Disfrutar la vista real por la ventana de la creación. Pasear por New Haven, Connecticut, y disfrutar de una pizza. Hablar con Él y preguntarme qué trabajo está haciendo en esa iglesia en la esquina, en medio del campus de Yale.

A veces es bueno darse cuenta de que ya he pasado mucho más allá de la etapa inicial de conocerse con Dios, pero al mismo tiempo, todavía hay tanto más que debo conocer sobre Él.

La mayor parte del tiempo he estado dispuesta a seguir adelante y superar esas conversaciones iniciales con otras personas para ir más allá de las charlas superficiales; ha valido la pena. Y cuanto más he estado dispuesta a dejar entrar a las personas, más profundas se han vuelto las relaciones.

Si estás en la fase incómoda de charlas superficiales en tu relación con Dios o si lo conoces desde hace años pero tal vez lo has estado tratando como a un colega en lugar de como a un amigo, espero que mi viaje por carretera de hoy te anime a simplemente pasar un tiempo conociéndolo.


ACERCA DE NUESTRA BLOGUERA

Originaria de Georgia, Mary Beth Gombita es una amante del té dulce, una orgullosa Bulldog de Georgia y una ávida fanática de la música. Trabaja en el sector de las relaciones públicas y dirige su propio negocio de consultoría de comunicación desde casa. Mary Beth y su marido, Stephen, tienen dos hijos pequeños. Actualmente es la editora de nuestro blog Willowdale Women.

ACERCA DE NUESTRA TRADUCTORA

'Liliana Daza es la hermana mayor de 4 hijas de una familia colombiana muy conservadora. Oriundos de un pequeño pueblo ubicado en el Oriente de Colombia en frontera con Venezuela donde creció y pasó su niñez. Luego se mudó a la capital para terminar sus estudios superiores en el área de tecnología. En el año 2011 se trasladó a los Estados Unidos junto con su familia debido a una oportunidad laboral. Desde temprano, Liliana ha sentido un llamado para servir y apoyar a la comunidad, por lo que aprovecha cada oportunidad que Dios pone en su camino para este propósito. Liliana disfruta de un buen café negro, viajar, comer buena comida, especialmente cuando viaja. Liliana hace parte de la Iglesia Willowdale en español casi desde sus inicios.

Fidelidad En Una Cosecha de Recuerdos

Mi madre era una persona rara. Tenía formas inusuales de hacer las cosas. Cuando yo era pequeña, ella probó muchos tratamientos populares y disparatados para remediar las verrugas que tenía en los dedos, sin siquiera consultar a un médico. Cuando ya era viuda, y no tenía el dinero para arreglar la puerta de su secadora, aprovechó para leer un libro mientras empujaba la puerta con los pies durante todo el ciclo de secado. Cuando trabajaba en la oficina comercial de un huerto, multaba con 25 centavos a cualquiera que dijera malas palabras, incluso a su jefe. Curiosamente, ella nunca daba instrucciones ni nos enseñaba los detalles de cómo hacer algo. Pero a través de sus acciones me enseñó muchas lecciones hermosas sobre confiar en Dios.

Esta historia comienza con mis abuelos, que eran dueños de una casa de tres pisos cerca de Boston. Alquilaban el primer piso y, a veces, el tercero. Poco antes de la Depresión, de alguna manera lograron comprar una vieja granja en New Hampshire con el salario de un conductor de camión de carbón y los ingresos del alquiler. Tenían un hijo con distrofia muscular y estaban felices de poder llevarlo al campo en los veranos, además de tener un descanso de ayudarlo a subir las muchas escaleras. Lamentablemente, solo vivió hasta los veintitrés años.

Cuando nací, mis padres compraron el terreno adyacente a la granja. En esa época, mis abuelos se retiraron definitivamente a la casa de campo y el hermano menor de mi madre se casó y vivió en la casa de la ciudad. A mi madre le encantaba vivir en el campo. Nuestra casa era una simple casa móvil, ya que el plan siempre fue que algún día ella heredaría la casa de campo y su hermano menor obtendría la casa de la ciudad.

Mi abuelo falleció, y mi abuela tuvo que depender más de sus hijos. Un día, cuando regresamos a casa después de la iglesia, nos quedamos atónitos al ver un cartel de "se vende" en la propiedad de mi abuela. Mi madre descubrió que habían manipulado a mi abuela para que vendiera su otra casa a su hijo por un precio que parecía muy por debajo del valor del mercado y luego pusiera la granja a la venta. Mi pobre abuela, de más de 80 años, parecía confundida. No la podían convencer de que retirara la granja del mercado.

La casa de campo se vendió. Durante muchos meses, mi madre sintió un profundo dolor al relatar las malas acciones de su hermano. Para ella, fue una traición y la pérdida de su derecho de nacimiento.

Al mirar atrás, llegó un momento en que mi madre dejó de hablar de la pérdida de la granja y NUNCA volvió a mencionarla. Para alguien con una memoria tan buena, claramente lo perdonó todo. Recuerdo que le dijo a su hermano que lo amaba. Ojalá se me hubiera ocurrido preguntarle cómo fue capaz de perdonar.

He considerado las razones que ayudaron a mi madre a perdonarlo. Por sobre todas las cosas, mi madre vio a su madre llegar a experimentar la fe en Jesús poco antes de morir. Mi abuela nunca había conocido a su propio padre. Su reconocimiento de que tenía un padre celestial fue la nota de gracia máxima de su historia. En segundo lugar, mi madre ya había perdido a un hermano, así que tal vez entendió que una relación con su hermano restante era más importante que cualquier herencia. A pesar de todos sus desafíos, mi madre vivió cada día confiada en la protección y provisión de Dios. Una increíble bendición adicional que experimentó fue que una familia que después vivió en la granja llegó a la fe a través del testimonio de mi madre.

Solo puedo concluir que fue la gracia de Dios y el fruto de su fiel obediencia a Él lo que le permitió perdonar y sanar la pérdida y el dolor de su hermano. Aunque las esperanzas de mi madre se vieron destrozadas, ella renunció a ese sueño sabiendo que estaba bajo el cuidado amoroso de Dios. El mejor ejemplo de perdón para mí es el de Jesús en la cruz cuando oró: “Padre, perdónalos”. Puedo hacer esa oración cada vez que me cueste perdonar a otra persona, sin olvidar nunca el perdón constante de Dios hacia mí.

Un año después de que mi madre muriera, su iglesia celebró un banquete de otoño. En cada mesa había calabazas con una tarjeta que decía que las calabazas se habían donado en memoria de mi madre. No sé quién las proporcionó, pero se ha convertido en una tradición en esta época del año de poner calabazas en mi mesa como una forma de honrar el ejemplo de fidelidad y perdón de mi madre. Son como un montón de piedras, las piedras conmemorativas del Antiguo Testamento, que sirvieron como marcadores de la fidelidad del pacto de Dios. Mi monumento me recuerda que debo aferrarme menos a las cosas y nutrir más las relaciones. Mi madre lo aprobaría.


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Linnea Tideman siempre ha disfrutado compartiendo historias. Su infancia en New Hampshire y su herencia sueca le han proporcionado una gran cantidad de experiencias, pero también la base de su fe. Le gustan los proyectos creativos, los viajes, los libros, la costura, la jardinería, pero sobre todo la hospitalidad, a menudo organiza elegantes tés y ocasionalmente algo grandioso como recrear la cena en el Titanic. Sirve en los ministerios de UrbanPromise y Good Neighbors. Linnea vive en Landenberg con su esposo Dave. Tienen tres hijas mayores. Ella espera que sus escritos reflejen cómo Dios continúa revelándose a nosotros como nuestro pastor y Salvador.

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Ana León nació en México y emigró a los Estados Unidos a los 9 años. Vivía en Kennett Square, Pennsylvania, pero su familia se mudó a Wilmington, Delaware, donde Ana conoció a su novio de la secundaria con quien ha estado casada por más de 13 años. Son padres de dos niños, uno de 14 años y otro de 11 años. Ana ha traducido e interpretado profesionalmente por más de 13 años. Comenzó a asistir a Willowdale En Español en el 2018 y sirvió como una de las intérpretes del servicio durante un año. Actualmente es parte del personal de Willowdale como la Coordinadora de los Programas del Ministerio de Niños. En su tiempo libre le gusta ir a la playa, pintar, leer, y escribir.

Llenar el vacío en nuestra vida con agua viva

En mi estudio bíblico de este semestre estamos leyendo «Encuentros con Jesús» de Timothy Keller. Uno de los encuentros que explora es el de la mujer junto al pozo. Esta es una historia familiar para la mayoría, pero quiero echar un vistazo a un aspecto de esta. 

En Juan 4, Jesús, en el momento más caluroso del día, rompiendo todo tipo de barreras culturales, va a un pozo. Allí se encuentra con una mujer y le pide de beber. Ella está confundida porque Él es judío y ella es una mujer samaritana y esos dos grupos no se mezclaban. «¿Cómo puedes pedirme de beber?», le pregunta. Jesús le responde: «Si conocieras el don de Dios y quién es el que te pide de beber, se lo pedirías a él y él te daría agua viva.» (Juan 4:10)

Después de más discusión, resulta que esta mujer estaba buscando otras cosas - hombres - para llenar su sed interminable. Jesús le estaba ofreciendo Agua Viva para llenar ese vacío. 

Esto me hizo pensar sobre con qué trato de llenar los vacíos de mi vida, en lugar de Él, en lugar del Agua Viva. Muchos de estos «rellenos» en sí mismos no son incorrectos o malos, pero en exceso pueden llegar a ser poco saludables y ocupar el lugar de Aquel que dio Su vida por nosotras. 

En «Encuentros con Jesús» Timothy Keller lo expresa de esta manera: «Todo el mundo tiene que vivir para algo, pero Jesús argumenta que, si él no es esa cosa, te fallará.... te esclavizará». (p. 28) Así que te hago las mismas preguntas: ¿Para qué vives? ¿Qué te esclaviza?

Tal vez sean las redes sociales. Te encuentras haciendo scroll y el tiempo se te escapa. Antes de que te des cuenta, te estás comparando a ti misma y a tu vida con los que ves en tu perfil. Empiezas a sentir que no eres suficiente y redoblas tus esfuerzos por hacer más y ser más para impresionar a tus seguidores. 

Tal vez sea el exceso de comida o alcohol. La mentalidad de «darse un capricho» se ha convertido en un hábito diario. Cuando los sentimientos amenazan con desbordarte, recurres a sustancias para calmarte. 

Quizá sea el éxito y el dinero. Si te ascienden, serás feliz. Si te suben el sueldo significará que has «llegado».

Puede que sea el sueño o la pereza. Podría ser darle a « repetición » una vez más y tener que apresurarte para salir a tiempo o relajarte con un episodio tras otro de Netflix. 

O todo lo contrario: Tal vez sea el ajetreo. Si no paras de hacer y puedes llenar tu vida de tareas y listas de pendientes, te sentirás satisfecha y realizada.

Quizá sean las relaciones. Ser popular y querida te sienta muy bien. O puede que tu autoestima provenga de la atención de un hombre. Puede que esperes que un hombre satisfaga todas tus necesidades.

O, tal vez, es algo totalmente distinto. 

Esto no pretende condenarte ni hacerte sentir vergüenza. Jesús no avergonzó a la mujer del pozo, pero la hizo reflexionar. ¿Cómo podemos ser más conscientes de nosotras mismas e intentar llenarnos de Agua Viva que viene de nuestro interior en lugar de fuentes externas que nunca nos saciarán?

Otra cita del libro que me impactó fue: «Y Jesús dice: “A menos que me adores, a menos que yo sea el centro de tu vida, a menos que trates de saciar tu sed espiritual a través de mí y no a través de otras cosas, a menos que veas que la solución debe venir de adentro en lugar de pasar por fuera, entonces todo lo que adores te abandonará al final”». (p. 30)

Todos adoramos algo. ¿Qué estás adorando? Si, como yo, te encuentras esclavizada y adorando cualquier cosa que no sea a Jesucristo, es tiempo de poner esas cosas al pie de la cruz y permitir que nuestro Salvador te refresque y llene de esa Agua Viva  interminable.


ACERCA DE NUESTRA BLOGUERA

Danielle (Dani) Rupp creció en un pequeño pueblo de Ohio y es una verdadera fanática de los Buckeyes, aunque trata de no ser odiosa al respecto. En 2011 llegó a Pensilvania para obtener su Maestría en Trabajo Social. Después de la graduación Dani aceptó un puesto como terapeuta de salud mental para niños y adolescentes en Coatesville. También fue niñera durante varios años. Durante ese tiempo vivió en Kennett Square y asistió Willowdale Chapel. Regresó hace varios años del sur de Asia, donde aprendió a tolerar la comida picante y a cruzar las carreteras sin ser atropellada, además de ser voluntaria en la Misión Internacional de Justicia en su Departamento de Atención Posterior. En su tiempo libre, Dani disfruta de ir a viajes misioneros/viajes, correr, leer, y conectarse con sus seres queridos-preferiblemente con un café y un dulce.

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Silvia Cubos nació en la ciudad de México, y se crio en la ciudad de Toluca, es la mayor de 5 hermanos. Estudió comunicación y después de graduarse llegó a este país en 1996 donde tuvo la oportunidad de estudiar Ingles y Educación temprana. Silvia ha trabajado como maestra, interprete y trabajadora social. Desde los 17 años Silvia ha sentido el llamado de servir al Señor y orar por las necesidades de otros, ahora lo hace en Willowdale en Español desde 2019. Silvia disfruta cocinar comida mexicana, caminar al aire libre con sus dos hijas y su perro; para terminar el día le gusta disfrutar de un helado de fresa.

¿Qué ha sido del Servicio de Atención al Cliente?

Me ha sorprendido gratamente recibir una notificación de que el pago automático de mi seguro de salud se ha cargado correctamente en mi cuenta. Después de varias idas y venidas con la "línea de no ayuda" y otras demostraciones de inutilidad, no estaba segura de si realmente acabaríamos con la cobertura de seguro adecuada. Pero ¡he aquí que sí! 

Reflexionando sobre mi entusiasmo por que alguien hiciera el trabajo que había dicho que haría, me doy cuenta de que cada vez me sorprendo más cuando recibo el servicio o el producto que me han prometido. A menudo tiendo a esperar incompetencia, promesas incumplidas o simplemente confusión general por parte de los empleados de las empresas en las que soy cliente. 

No soy el único escéptico. En los últimos años, los niveles de confianza general en la sociedad han ido cuesta abajo. Si nos fijamos en las encuestas Gallup realizadas desde 1993 sobre el nivel de confianza de los estadounidenses en instituciones como los informativos de televisión, las grandes empresas, la religión organizada y las escuelas públicas, podemos observar una tendencia a la baja en general. Las encuestas del Pew Research Center revelan que nuestra confianza en nuestro gobierno es una de las más bajas en casi 70 años de investigación. Parece haber una desconfianza general y una decepción esperada en toda la sociedad en muchos sectores. No es de extrañar que cuando recibimos un buen servicio de atención al cliente o alguien cumple una promesa, nos llevemos una agradable sorpresa.

Alabado sea Dios porque nunca cambia su nivel de servicio al cliente. Todas las promesas que Dios nos hace se cumplen en Jesucristo (2 Cor 1:20), que es el mismo ayer, hoy y siempre (Heb 13:8). Nuestro Padre de las luces celestiales no cambia ni proyecta sombra cambiante (Stg 1:17). ¿Y qué tal esto para el servicio al cliente? Jesús dijo,

 “Así que no se preocupe, pequeño rebaño. Pues al Padre le da mucha felicidad entregarles el reino.” Lucas 12:32

En un mundo en el que tantas cosas son inciertas, y en el que esperamos que nos defrauden a cada paso, ¡qué consuelo es que el Dios de la Creación, guerrero y comandante de las huestes del Cielo, cumpla sus promesas!

Cuando salió el sol esta mañana, se cumplió Su promesa. 

Cuando la lluvia cayó sobre la tierra seca, Su promesa se cumplió. 

Cuando la pequeña bellota se convierte en un poderoso roble, Su promesa se ha cumplido. 

Y cuando te despiertas con una mañana de alegría después de una noche de llanto, Su promesa se ha cumplido.

Let us stand on His promises and rest confidently in the arms of the Almighty. Now that is some service!


Para seguir reflexionando:

Si me quedo de pie por Rich Mullins 


Hay más cosas que salen por la mañana

Que el sol

Y más que brilla en la noche

Que sólo la luna

Es más que este fuego

Que me mantiene caliente

En un refugio que es más grande

Que esta habitación

Y hay una lealtad que es más profunda

Que los meros sentimientos

Y una música más alta que las canciones

Que puedo cantar

La materia de la Tierra compite

Por la lealtad

Que sólo debo al Dador

De todas las cosas buenas

Así que si me paro déjame pararme en la promesa

De que me sacarás adelante

Y si no puedo, déjame caer en la gracia

Que primero me trajo a Ti

Y si canto déjame cantar por la alegría

Que ha nacido en mí estas canciones

Y si lloro que sea como un hombre

Que anhela su hogar

Hay más cosas que bailan en las praderas

Que el viento

Más lo que late en el océano

Que la marea

Hay un amor más feroz

Que el amor entre amigos

Más suave que el de una madre

Cuando su bebé está a su lado

Y hay una lealtad más profunda

Que los meros sentimientos

Y una música más alta que las canciones

Que puedo cantar

La materia de la Tierra compite

Por la lealtad

Que sólo debo al Dador

De todas las cosas buenas

Así que si me paro déjame pararme en la promesa

Que tú me sacarás adelante

Y si no puedo, déjame caer en la gracia

Que primero me trajo a Ti

Y si canto déjame cantar por la alegría

Que ha nacido en mi estas canciones

Y si lloro que sea como un hombre

Que anhela su hogar

 Escucha la canción. 

 Encuesta Gallup: Confianza de los estadounidenses en 17 instituciones  

Investigación Pew: Confianza pública en el Gobierno: 1958-2024

ACERCA DE NUESTRA BLOGUERA

Sarah Flowers vive en la campestre ciudad de Chadds Ford, donde ella está rodeada de belleza y conexión con la tierra y su historia. Le encanta el café y las flores y conocer a Jesús. Eterna aprendiz, busca seguir el plan de Dios para llevar la justicia a los menos favorecidos. Sarah se declara optimista en serie y melómana; ¡siempre hay un camino hacia el lado soleado y una banda sonora para el viaje! Es madre y esposa y una exalumna agradecida de la Universidad de Northwood. Sus experiencias anteriores incluyen profesional de la industria automotriz y diva de los zapatos. Sarah sirve en el equipo de diáconos en la capilla de Willowdale.


ACERCA DE NUESTRA TRADUCTORA

Maritza Zavala Smith nació en Guanajuato, México, y se trasladó a los Estados Unidos cuando tenía siete años. Estudió Salud Pública en Penn State, donde conoció a su esposo. Llevan 8 años casados y tienen dos niños gemelos y una bebe. A Maritza le encanta viajar y bailar salsa. Cuando no está deleitándose con el té verde matcha con leche y estando al aire libre con sus seres queridos, puedes encontrarla aventurándose con su tribu a través de los libros.

Encontrando a Jesús en las oraciones no respondidas

He estado atormentada durante días por una escena de un programa que estaba viendo. Voy a intentar describir esta imagen sin revelar ningún detalle que pueda arruinar futuras visualizaciones.

En esta escena de “Los Elegidos” dos personas que compartían un profundo vínculo de amor huían de las autoridades romanas cuando una de ellas fue atravesada por una espada. (Intento no mencionar quién para no arruinarlo para los fans). La persona amada permaneció llorando, impotente, desesperada mientras la vida se desvanecía de su ser querido. Era tan triste imaginar que serían separados por la muerte.

Esta escena me impactó profundamente, porque podía sentir físicamente el dolor del hombre. ¡Entonces, finalmente! Jesús llegó a la escena y la persona le suplicó que sanara al compañero moribundo. Sentí un alivio recorrer mi cuerpo porque sabía que Jesús podría arreglar esto. Pero, lamentablemente, no estaba destinado a ser. Jesús observó la escena. Vio el dolor de la persona; de hecho, se podía notar que Él también lo sentía. El rostro de Jesús estaba contorsionado por la tristeza mientras observaba. Su rostro mostraba Su comprensión de la situación y la tristeza que sentía. Se podía ver que Jesús tenía compasión por la devastación que su amigo estaba sintiendo. Sin embargo, no sanó a la persona. Mientras miraba la escena, me di cuenta de que, aunque era evidente que Jesús se preocupaba, no iba a arreglar la situación.

En un momento asombroso, me di cuenta de que Jesús conocía y se preocupaba, y aun así, de alguna manera, eso no encajaba en Su plan para salvar a la persona moribunda. No puedo comenzar a explicar por qué ocurren estas cosas. Entendí en ese momento que Dios no siempre puede darnos lo que queremos, pero eso no significa que no sienta nuestro dolor. Tiene un plan más grande de lo que puedo imaginar.

Esta escena en el programa fue un regalo para mí. Creo que la razón por la que me afectó tan profundamente es porque he estado luchando con una oración aún no respondida. (También me doy cuenta de que ya he compartido esto antes en el blog, pero es mi realidad cotidiana, así que surge mucho). Han pasado más de 40 años esperando a que mi esposo diga sí a Jesús. En mis días oscuros, me pregunto si a Dios no le importa. Y, sin embargo, SÉ que Él ve y entiende. Creo que Su Rostro está contorsionado por el dolor de mi situación también. Creo que Él sufre conmigo y quiere que las cosas sean diferentes. Y, sin embargo, por alguna razón, no es Su Plan en este momento hacer esto.

La idea de que Jesús está con nosotros incluso cuando dice “no” fue algo en lo que tuve que reflexionar. Como padre, esto debería ser fácil de entender. A menudo le decimos a nuestros hijos “NO” por su propio bien. Sabemos que no siempre pueden tener todo lo que quieren cuando lo quieren. Tengo que estar dispuesta a aceptar que Dios tiene un plan y que yo no lo conozco por completo. No veo el panorama general, pero tengo que creer que el Dios que lo ve todo sabe lo que está haciendo. Isaías 55:8-9 dice:

“Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, 

Ni vuestros caminos mis caminos, dice el Señor. 

Como son más altos los cielos que la tierra, 

Así son mis caminos más altos que vuestros caminos 

Y mis pensamientos más altos que vuestros pensamientos.”

De alguna manera, creo que equiparamos (quizás inconscientemente) la oración respondida con la presencia de Dios con nosotros y la oración no respondida como si hubiéramos llamado y recibido el buzón de voz: “Lo siento, estoy lejos de mi teléfono en este momento, pero si dejas tu nombre y número, te devolveré la llamada… ¡En 45 años!” Esta “compañía” de Dios es importante. Él está con nosotros en las oraciones de sí y en las de no. Quizás incluso más en las oraciones de no. Él está llorando junto a nosotros. Después de todo, la intención original de Dios no era todo este dolor e imperfección.

Me encanta cómo el libro de Mateo está enmarcado al principio y al final con el concepto de que Dios está con nosotros. En Mateo 1:23, se nos dice que Jesús vendrá y será llamado Emanuel – Dios con nosotros. Y luego, al final del libro, dice: “Yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.” Mateo 28:20

¿Qué oraciones no respondidas estás luchando por aceptar? ¿Infertilidad? ¿Sanación? ¿Soltería? ¿Ser querido con enfermedad o adicciones? ¿Seres queridos que están lejos de Dios? Jesús te ve. Él siente tu dolor. No estás solo.

Así como Jesús estuvo al lado de Su amigo y lloró con él, Él está conmigo. Él está contigo. Jesús hizo muchos milagros asombrosos cuando estuvo en la tierra. Sanó a muchas personas, pero no sanó a todos. No vino solo para darnos lo que queremos. Sus caminos son más altos que nuestros caminos. Sus planes son mayores. Tenemos que permitirle estar con nosotros en el dolor y saber que Él escucha y le importa.



 ACERCA DE NUESTRA BLOGUERA

Bonnie Kotler y su esposo Mitch tienen dos hijas, tres hijos, cuatro nietos y tres perritos. Fue ama de casa durante muchos años antes de regresar a la fuerza laboral después de recibir su Maestría en Consejería y Relaciones Humanas de la Universidad de Villanova. Ella es una consejera profesional licenciada en The Peacemaker Center y en su consultorio privado, True North Counseling. Bonnie ha estado en el equipo de enseñanza del ministerio de mujeres de Willowdale desde 2012. Los estudios Bíblicos han sido una parte importante en su caminar como creyente, y a su vez, le encanta ayudar a otras mujeres a encontrar la paz con Dios y crecer en su fe. Le gusta escribir material para el estudio Bíblico, leer ficción, pasar tiempo con la familia y hacer cualquier cosa bajo el sol. A Bonnie le encanta reír y considera que la risa es la mejor medicina. Salmo 126:2

ACERCA DE NUESTRA TRADUCTORA

Liliana Daza es la hermana mayor de 4 hijas de una familia colombiana muy conservadora. Oriundos de un pequeño pueblo ubicado en el Oriente de Colombia en frontera con Venezuela donde creció y pasó su niñez. Luego se mudó a la capital para terminar sus estudios superiores en el área de tecnología. En el año 2011 se trasladó a los Estados Unidos junto con su familia debido a una oportunidad laboral. Desde temprano, Liliana ha sentido un llamado para servir y apoyar a la comunidad, por lo que aprovecha cada oportunidad que Dios pone en su camino para este propósito. Liliana disfruta de un buen café negro, viajar, comer buena comida, especialmente cuando viaja. Liliana hace parte de la Iglesia Willowdale en español casi desde sus inicios.

Él Te Encontrará Allí

“Él te encontrará allí.”

Mi consejera me dijo estas palabras.

En ese momento, me faltaban tres meses para cumplir veintisiete años y llevaba unas tres semanas recuperándome de dos décadas de vergüenza. Esa vergüenza provenía de un pecado contra el que había luchado en secreto desde la infancia y que apenas había empezado a procesar como adulta.

Mi terapeuta y yo habíamos pasado las últimas sesiones desenredando todas las capas que implicaba guardar un secreto como ese durante tanto tiempo, todas las mentiras que inconscientemente creía sobre mí debido a ese pecado en particular. En los últimos minutos de nuestro tiempo juntas, al final de otra hora larga y emocionalmente agotadora, de repente le confesé algo.

“No sé si estoy lista para abandonar este pecado todavía”.

Esperaba que me diera la respuesta buena y Cristiana que esperaba. Algo así como que debía esforzarme más u orar más. Pedirle a Dios fuerza para resistir la tentación cuando viniera. Evitar la tentación por completo. Pensé que incluiría uno o dos versículos bíblicos por si acaso.

En cambio, dijo aquellas palabras en las que todavía pienso hoy.

“Puedes decirle a Él. Él te encontrará allí”.

Me sacudió la idea de poder acudir a Dios en medio de mi pecado y decirle que no estaba lista para dejarlo ir. Crecí escuchando la frase “ven tal como eres”, pero en el fondo la escuchaba como “ven tal como eres si realmente te arrepientes y prometes no volver a hacerlo nunca más”.

Si no pudiera prometer eso, entonces no podría ir a Él. 

Pero si un padre realmente ama a sus hijos, lo último que quiere es que se escondan de él cuando han hecho algo malo. Quiere que acudan a él, que sean honestos acerca de lo que han hecho y que confíen en que su amor por ellos no va a cambiar, incluso si aún no están listos para cambiar. 

Si creemos que Cristo murió por nosotros cuando aún éramos pecadores (Romanos 5:8), podemos creer que Él estará con nosotros en nuestra terquedad. Él no sacudirá la cabeza con disgusto ni murmurará entre dientes sobre lo mucho que debemos esforzarnos más.

Él nos sonríe con lágrimas en los ojos, porque pasó treinta y tres años en esta tierra y sabe lo desgarradoramente difícil que es ser humano.

Así que acude a Él en tu pecado. Acude a Él en tu quebrantamiento. Acude a Él en tu humanidad.

Él te encontrará allí, pero no te dejará allí. Él te ama demasiado como para permitir que te conformes con menos que lo mejor que Él te ofrece.

 Quizás te pida que des un paso incómodo, como abrirte a un amigo de confianza o buscar el apoyo de un grupo como Celebrate Recovery. Quizás te permita tocar fondo y experimentar las consecuencias de tus decisiones. Quizás use algo completamente inesperado - como hizo conmigo -  para que finalmente te enfrentes a ti misma y veas el desastre en el que has estado viviendo.


Pero Él quiere que vengas, porque no importa dónde estés, Él te encontrará allí.

 Y si todavía estás escondida como yo estuve por mucho tiempo, solo debes saber que tienes un Pastor amoroso que sabe dónde buscar a Sus ovejas perdidas.

Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro. Hebreos 4:15-16 (NVI)

Una oración para aquellos que se esconden de su padre:

Abba,

Tú conoces el pecado con el que estoy luchando y sabes que no estoy lista para renunciar a él. Quiero obedecerte - o quiero querer obedecerte - pero ahora mismo parece imposible. He estado evitando leer tu Palabra u orarte, porque tengo miedo de escuchar tu voz y tener que cambiar.

Pero mi alma te anhela, aunque no lo sienta. Necesito que quites mi corazón de piedra y lo reemplaces por un corazón de carne. No puedo hacerlo por mi cuenta. Mi carne es débil y mi espíritu ni siquiera está dispuesto, pero sé que Tú eres fuerte y que eres Tú quien obra en mí tanto el querer como el hacer de maneras que te traen alegría.

Por eso te pido, Padre, que te acerques a mí en mi quebrantamiento. Confieso que me he extraviado como el hijo pródigo, que todavía estoy atrapado en la pocilga cuando hay un banquete esperándome en casa. Quiero volver a Ti, pero todavía no tengo la fuerza para salir del barro.

Por favor, no me dejes en mi pecado y vergüenza. Dame el poder de escoger la mejor porción aun cuando el fruto prohibido parezca más atractivo. Libérame de estas cadenas que he elegido para mí misma. Ayúdame a creer que Tú eres siempre mejor y que Tus caminos son siempre los mejores.

Te amo, Abba. Gracias por amarme primero.

En el nombre de Jesús,

Amén.


ACERCA DE NUESTRA BLOGUERA

Kati Lynn Davis creció en el condado de Chester. Tras una breve estancia al otro lado de Pensilvania para obtener un título de escritora en la Universidad de Pittsburgh, regresó al área y consiguió un trabajo en una biblioteca local. Cuando no está escribiendo, a Kati le gusta leer, dibujar, ver películas (¡especialmente de animación!), beber té de burbujas, pasear con sus gatos y salir a correr muy despacio. Kati está bastante segura de que es un Eneagrama 4, pero constantemente tiene una crisis de identidad al respecto, así que afortunadamente está aprendiendo a arraigar su sentido del ser en Jesús.

ACERCA DE NUESTRA TRADUCTORA

Ana León nació en México y emigró a los Estados Unidos a los 9 años. Vivía en Kennett Square, Pennsylvania, pero su familia se mudó a Wilmington, Delaware, donde Ana conoció a su novio de la secundaria con quien ha estado casada por más de 13 años. Son padres de dos niños, uno de 14 años y otro de 11 años. Ana ha traducido e interpretado profesionalmente por más de 13 años. Comenzó a asistir a Willowdale En Español en el 2018 y sirvió como una de las intérpretes del servicio durante un año. Actualmente es parte del personal de Willowdale como la Coordinadora de los Programas del Ministerio de Niños. En su tiempo libre le gusta ir a la playa, pintar, leer, y escribir.

Meditar la Palabra de Dios

Cuando la vida está llena de pruebas, a veces sólo quiero ponerme en posición fetal con las sábanas sobre la cabeza. Llamo a mi hermana o a una amiga y me desahogo. Pero, oh como he aprendido que Dios quiere cada parte de nosotras. Él quiere esos llantos. Él quiere pasar por todas las circunstancias con nosotras para guiarnos y mostrarnos Su mano.

La semana pasada ha sido dura. Me enfrenté a un reto que sólo podía superarse con súplicas al Señor. Busqué en los Salmos. El Salmo 46 me mostró que Él era mi refugio y mi fortaleza. Pero en el capítulo siguiente, el salmista ya está alabando a Dios. Qué modelo: Deberíamos alabar a Dios en medio de la tormenta porque Él es bueno sin importar las circunstancias. Lo que he ido aprendiendo poco a poco es a esperar lo difícil. La vida es dura. Pero lo tenemos a Él a nuestro lado para sostenernos y guiar cada uno de nuestros pasos. 

Me aferré a este versículo, Filipenses 3:12-14: “No es que ya lo haya alcanzado o que ya sea perfecta, sino que prosigo a hacerlo mío, porque Cristo Jesús me ha hecho suyo. Hermanos, no considero que lo haya hecho mío. Pero una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y esforzándome por alcanzar lo que está por delante, prosigo hacia la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.”

Medité literalmente en estas palabras mientras no podía comer, dormir o apenas funcionar durante un fin de semana entero. Saber que Dios tenía el control me reconfortó mucho. Lo que aprendí es que cuando sigo adelante, puede que no sea como yo quiero. Nos aferramos a la llamada de Cristo y a su voluntad, que es mucho mayor que cualquier cosa que podamos pedir o imaginar.

Cuando atraviesas los retos más difíciles de la vida, a veces lo único que puedes hacer es meditar en un pasaje de las Escrituras y orar sin cesar. Invita a tus amigas a que oren contigo, no sólo a que se desahoguen contigo. Esto ha cambiado mi vida y mi perspectiva. 

Puede que no conozca el resultado de mis circunstancias, pero sé que puedo afrontar cualquier cosa con Dios. Él nos ha provisto de Su Espíritu Santo que mora en nosotras y cuando nos aferramos a Él, podemos estar seguras de que nos cuida y de que podemos confiar en Él.


ACERCA DE NUESTRA BLOGUERA

Susan Veenema y su esposo, Jeremy, aman explorar el condado de Chester con sus dos hijas biológicas mayores y sus tres hijos adoptados. Susan ha estado en la educación durante casi 20 años apoyando a los niños con discapacidades y sus familias. Actualmente trabaja en el Departamento de Educación. Una de sus mayores alegrías es dirigir el estudio bíblico de mujeres los jueves por la noche y su grupo comunitario de parejas. La gente es su pasión. Le encanta leer, escribir y estudiar todo, desde la historia hasta las ciencias sociales y la iglesia primitiva. Siempre encontrará a su lado a su fiel perro German Shorthaired Pointer.

ACERCA DE NUESTRA TRADUCTORA

Silvia Cubos nació en la ciudad de México, y se crio en la ciudad de Toluca, es la mayor de 5 hermanos. Estudió comunicación y después de graduarse llegó a este país en 1996 donde tuvo la oportunidad de estudiar Ingles y Educación temprana. Silvia ha trabajado como maestra, interprete y trabajadora social. Desde los 17 años Silvia ha sentido el llamado de servir al Señor y orar por las necesidades de otros, ahora lo hace en Willowdale en Español desde 2019. Silvia disfruta cocinar comida mexicana, caminar al aire libre con sus dos hijas y su perro; para terminar el día le gusta disfrutar de un helado de fresa.

¿Tiene alguna afición?

Ayer alguien me preguntó qué tengo este otoño, y mi respuesta inmediata fue responder con las responsabilidades que tengo: mi trabajo y los horarios y actividades de mis hijos. Mi cerebro pasó entonces a los compromisos que tengo con varios grupos y luego a otros compromisos familiares. Sólo después de pensar en todo ello se me ocurrieron algunas de las cosas que hago y con las que disfruto fuera de mis responsabilidades. Y tal vez eso sea apropiado, ya que mis responsabilidades son el trabajo que Dios me ha dado para hacer, pero también sé que para mí, a menudo es difícil encontrar energía mental y física para dedicarme a algo después de terminar con todas esas responsabilidades. Tener “un hobby” a menudo se siente como un lujo que mi mente no puede permitirse. 

Tampoco me inclino por lo que considero aficiones típicas. No soy atlética, no me gusta mucho la jardinería, no soy artista y, aunque me gusta la música, mis clases de piano de la infancia no se han traducido en mucho como adulta en forma de tocar regularmente. Mi hermana me preguntó hace poco qué estaba leyendo últimamente y, después de enumerar los pocos libros de teología y paternidad que estoy leyendo poco a poco, me dijo: “No, quiero decir para divertirte,” “¿Qué lees para divertirte?”. “¡Eso es lo que leo para divertirme!”. le contesté. Los libros de capítulos para dormir con mi hijo de siete años están llenando el espacio de historias en mi vida en este momento. 

Entonces, ¿dónde me deja eso? En una cultura que nos grita desde todos los ámbitos que necesitamos cuidarnos y darnos prioridad, y en la que la Biblia me enseña a mirar no sólo por mis propios intereses sino también por los intereses de los demás, me pregunto cómo debería ser tener un hobby. 

Hace más o menos un año, mi esposo no me dejaba seguir con las excusas anteriores para no encontrar algún tipo de pasatiempo. Vio que no había mucho de nada que yo hiciera simplemente por diversión o que fuera un descanso de todas las responsabilidades antes mencionadas. Prometo que fue algo más que un intento de "esposa feliz, vida feliz"; él realmente vio que yo necesitaba algo que me ayudara a ser un poco más yo misma y a, como diría Piper, glorificar a Dios disfrutando de lo que soy como Su creación. Así que simplemente me planteó la pregunta: "¿Qué es lo que realmente te gusta hacer?". 

Mi respuesta fue: conversaciones sobre cosas que importan. Me gusta tener esas conversaciones, me gusta escuchar esas conversaciones y me gusta estar rodeado de gente a la que también le gustan. Pero me resigné al hecho de que no podía contar eso como un pasatiempo.

En Su misericordia, Dios trajo dos oportunidades para eso a mi vida el año pasado. Una ha sido que mi esposo y yo dirigimos un pequeño grupo intergeneracional de estudio bíblico en nuestra casa (una combinación de ministerio, comunidad y discipulado - ¡no simplemente un pasatiempo!) y la otra es haber sido invitada por Sarah Flowers, compañera bloguera de Willowdale Women, a ser co-anfitriona de un podcast llamado Trustworthy, que son conversaciones sobre cómo Dios se muestra digno de confianza en varias áreas de la vida. 

Y he aquí que el disfrute y el ejercicio intelectual de desarrollar y copresentar un podcast de conversaciones específicas no me ha dejado más agotada, sino que me ha dado energía. Ese no es el propósito del podcast, ¡pero ha sido un subproducto maravilloso! Cuando tengo la tentación de hundirme en mí misma y sólo en mis responsabilidades, por supuesto que no siento que tenga más capacidad para añadir a mi semana. Pero cuando hago algo que no me quita, sino que me añade, el efecto dominó en todas esas otras áreas es positivo. 

Tal vez para ti sea un partido de golf o unirte al teatro local o coser o escribir o organizar fiestas o... llena el espacio en blanco. Dios te hizo con tus gustos, intereses y habilidades específicas para que pudieras glorificarlo simplemente siendo quien Él te hizo ser. Así que, ¿cuándo fue la última vez que te preguntaste “Qué es lo que realmente te gusta hacer”? 


ACERCA DE NUESTRA BLOGUERA

Originaria de Georgia, Mary Beth Gombita es una amante del té dulce, una orgullosa Bulldog de Georgia y una ávida fanática de la música.

Trabaja en el sector de las relaciones públicas y dirige su propio negocio de consultoría de comunicación desde casa. Mary Beth y su marido, Stephen, tienen dos hijos pequeños. Actualmente es la editora de nuestro blog Willowdale Women.

ACERCA DE NUESTRA TRADUCTORA

Maritza Zavala Smith nació en Guanajuato, México, y se trasladó a los Estados Unidos cuando tenía siete años. Estudió Salud Pública en Penn State, donde conoció a su esposo. Llevan 8 años casados y tienen dos niños gemelos y una bebe. A Maritza le encanta viajar y bailar salsa. Cuando no está deleitándose con el té verde matcha con leche y estando al aire libre con sus seres queridos, puedes encontrarla aventurándose con su tribu a través de los libros.

Servir en Lugares Lejanos

La noche de la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de París, nuestra familia se reunió para ver el desfile de naciones en barcos que navegaban por el río Sena. Cuando aparecieron los seis olímpicos de Macedonia del Norte, aplaudimos porque ese país es especial para nosotros. Nuestra hija, Lauren, sirve allí en la ciudad de Skopje, en Macedonia del Norte, un pequeño país fronterizo con Grecia. Es consultora lingüística de Wycliffe Bible Translators y SIL Global, trabajando con el pueblo romaní. Vive allí desde hace tres años, pero actualmente está en casa de visita.

Tengo una amiga que está asombrada de que pueda “dejar” a Lauren ir al extranjero. A menudo comenta que no podría dormir si fuera su hija. Mi sentimiento es que ella está bajo el cuidado de Dios, y tengo completa confianza en su fidelidad hacia ella, dondequiera que esté.

Pero eso no significa que responder al llamado al servicio sea fácil para Lauren. Hace dos años, nuestra iglesia compartió un video de su experiencia en un mensaje titulado “Contando el costo”. En él, habló sobre cómo vivir sola por primera vez en su vida y adaptarse a esa nueva cultura fue más difícil de lo que había anticipado. Pero también contó cómo sintió la ayuda y guía de Dios.

Para nosotros, sus padres, tenerla tan lejos también ha sido un viaje. Hemos tenido que aprender a confiar en Dios para obtener su fuerza y ​​paz porque las fechas de partida se avecinan pesadas y las despedidas son difíciles.

Incluso mientras experimentamos la parte difícil, estamos agradecidos por cómo ha sido bendecida. En Skopje, Lauren ha encontrado una maravillosa comunidad de creyentes que sirven en otras capacidades. Le encanta ser parte de una iglesia internacional activa. Ella es constantemente apoyada financieramente por amigos, familiares e incluso personas que nunca ha conocido. La comunicación por teléfono es fácil gracias al uso de WhatsApp. (Irónicamente, nunca ha recibido ninguna de las tarjetas que le enviamos, aunque sus facturas locales siempre encuentran su buzón). Mientras consideramos la gama de sus experiencias, estamos aprendiendo a confiar en Dios de manera más profunda, quizás la mayor bendición de todas.

Dos veces, literalmente he respondido a una llamada de números desconocidos donde sentí que Dios me empujaba a levantar el teléfono. La primera vez fue cuando Lauren estaba con Wycliffe en Tanzania. Estaba en la estación de servicio Giant en Kennett cuando sonó mi teléfono. Apareció un número largo y extraño en la pantalla. Dije "Hola". La voz temblorosa de Lauren respondió: "Mamá". Acababan de robarle el bolso. Una persona había alcanzado el taxi en el que estaba, llevándose también el teléfono de Lauren. Lauren estaba molesta, en parte porque se culpaba a sí misma por dejar su bolso tan accesible. Ambos sentimos alivio de que pudiera pedir prestado un teléfono para comunicarse conmigo. Los artículos perdidos fueron mínimos. La oportunidad de brindar algo de consuelo, invaluable.

La segunda llamada significativa tuvo lugar el otoño pasado en el “Giving Tuesday”. Mi teléfono sonó temprano en la noche. Contesté, aunque no reconocí el número. La mujer preguntó por Lauren. Estaba llamando para agradecer una donación que había hecho. Le informé a la mujer que no estaba disponible porque está en ministerio en el extranjero. Quería saber sobre el trabajo de Lauren. Me complació compartir sobre su trabajo en Skopje. Luego me preguntó si podía orar conmigo por Lauren. Estaba emocionada. Oró por Lauren, su trabajo lingüístico y por su comunidad allí. Luego oró por nosotros, sus padres. Esto fue un regalo para mí, el amor de Dios entregado en un momento tan inesperado. Sentí una poderosa confirmación del cuidado de Dios en la vida de mi hija y en la mía a través de esta llamada telefónica de un extraño.

Lo que no compartí durante la llamada fue que Lauren enfrentaría un pequeño procedimiento médico la semana siguiente. Pudo obtener el consejo de un amigo médico estadounidense y otros amigos con experiencias similares en el sistema médico local. El médico se ofreció a ir al procedimiento con ella. Este fue un segundo regalo para nosotros, revelando el extraordinario cuidado de Dios por Lauren.

Dios le ha dado a Lauren la oportunidad y la capacidad de servir de esta manera. Podemos apoyarla y crecer con ella mientras lo ama a Él y a la parte del mundo a la que Él la ha llamado. Y cuando aplaudimos a los seis olímpicos macedonios, aplaudimos a Lauren y a todos los que sirven en lugares lejanos. Conocemos los costos del servicio de Lauren. Sin embargo, al liberarla para responder al llamado de Dios, también somos testigos de las alegrías de verla provista, verla crecer y experimentar las bendiciones de las comunidades locales e internacionales que la rodean con amor.


ACERCA DE NUESTRA BLOGUERA

Linnea Tideman siempre ha disfrutado compartiendo historias. Su infancia en New Hampshire y su herencia sueca le han proporcionado una gran cantidad de experiencias, pero también la base de su fe. Le gustan los proyectos creativos, los viajes, los libros, la costura, la jardinería, pero sobre todo la hospitalidad, a menudo organiza elegantes tés y ocasionalmente algo grandioso como recrear la cena en el Titanic. Sirve en los ministerios de UrbanPromise y Good Neighbors. Linnea vive en Landenberg con su esposo Dave. Tienen tres hijas mayores. Ella espera que sus escritos reflejen cómo Dios continúa revelándose a nosotros como nuestro pastor y Salvador.

ACERCA DE NUESTRA TRADUCTORA

Liliana Daza es la hermana mayor de 4 hijas de una familia colombiana muy conservadora. Oriundos de un pequeño pueblo ubicado en el Oriente de Colombia en frontera con Venezuela donde creció y pasó su niñez. Luego se mudó a la capital para terminar sus estudios superiores en el área de tecnología. En el año 2011 se trasladó a los Estados Unidos junto con su familia debido a una oportunidad laboral. Desde temprano, Liliana ha sentido un llamado para servir y apoyar a la comunidad, por lo que aprovecha cada oportunidad que Dios pone en su camino para este propósito. Liliana disfruta de un buen café negro, viajar, comer buena comida, especialmente cuando viaja. Liliana hace parte de la Iglesia Willowdale en español casi desde sus inicios.

Invocar el Nombre de Jesús

Jesús. Sólo cinco letras, dos sílabas. Su nombre es tan simple pero tan poderoso. ¿Alguna vez te has encontrado en una situación en la que no podías poner palabras a una oración, pero en tu dolor podías simplemente susurrar el nombre “Jesús”? Tómate un momento para reflexionar sobre estos momentos de oración de Jesús. Éstos son algunos de los míos:

Cuando enfrenté el rechazo y no me incluían en la escuela secundaria… Jesús

Cuando estaba en lo más profundo de un trastorno alimentario... Jesús

Cuando estaba lejos de mi familia y lidiando con la muerte de mis seres queridos… Jesús

Cuando los ataques de pánico y la ansiedad eran implacables... Jesús

Cuando la depresión amenazó con apoderarse de mí… Jesús

Cuando el trastorno obsesivo compulsivo me abrumaba con pensamientos intrusivos... Jesús

Cuando los amigos recibieron noticias devastadoras…Jesús

Cuando la realidad de tener casi 40 años, estar soltera y sin hijos golpea fuerte... Jesús

Cuando el dolor por la muerte de mi papá me deja sin aliento…Jesús

Cuando mi corazón se rompe por todo el dolor y sufrimiento del mundo… Jesús

Algunos de mis momentos más poderosos con Dios y momentos de oración más significativos han sido de rodillas, pronunciando a duras penas esa simple oración “Jesús”.

Romanos 8:26 dice: “Y, asimismo, también el Espíritu nos ayuda en nuestras debilidades; porque no sabemos cómo debiéramos orar, pero el Espíritu mismo intercede con gemidos indecibles”. No siempre necesitamos oraciones elaboradas, largas y elocuentes. A veces es sólo un gemido o el reconocimiento de que necesitamos a Jesús. Puede que ni siquiera sepamos qué necesitamos que Él haga o qué pedir, simplemente nos estamos dando cuenta de nuestra dependencia de Él y clamando por ayuda.

La canción “Tu nombre” de Paul Baloche me viene a la mente cuando pienso en esto. Parte de la letra del coro es:

“Tu nombre es torre fuerte y poderosa

Tu nombre nos protegerá por siempre”

Jesús es fuerte, torre poderosa, nuestro refugio. Todo eso está en Su nombre. Y tenemos acceso a Él en cualquier momento.

Estoy muy agradecida de que podamos acudir con confianza ante nuestro Sumo Sacerdote en nuestra debilidad y Él empatiza con nosotros y nos brinda misericordia y gracia en nuestro momento de necesidad (Hebreos 4:15-16). Todo lo que tenemos que hacer es invocarlo usando el nombre simple pero poderoso de Jesús.


ACERCA DE NUESTRA BLOGUERA

Danielle (Dani) Rupp creció en un pequeño pueblo de Ohio y es una verdadera fanática de los Buckeyes, aunque trata de no ser odiosa al respecto. En 2011 llegó a Pensilvania para obtener su Maestría en Trabajo Social. Después de la graduación Dani aceptó un puesto como terapeuta de salud mental para niños y adolescentes en Coatesville. También fue niñera durante varios años. Durante ese tiempo vivió en Kennett Square y asistió Willowdale Chapel. Regresó hace varios años del sur de Asia, donde aprendió a tolerar la comida picante y a cruzar las carreteras sin ser atropellada, además de ser voluntaria en la Misión Internacional de Justicia en su Departamento de Atención Posterior. En su tiempo libre, Dani disfruta de ir a viajes misioneros/viajes, correr, leer, y conectarse con sus seres queridos-preferiblemente con un café y un dulce.

ACERCA DE NUESTRA TRADUCTORA

Ana León nació en México y emigró a los Estados Unidos a los 9 años. Vivía en Kennett Square, Pennsylvania, pero su familia se mudó a Wilmington, Delaware, donde Ana conoció a su novio de la secundaria con quien ha estado casada por más de 13 años. Son padres de dos niños, uno de 14 años y otro de 11 años. Ana ha traducido e interpretado profesionalmente por más de 13 años. Comenzó a asistir a Willowdale En Español en el 2018 y sirvió como una de las intérpretes del servicio durante un año. Actualmente es parte del personal de Willowdale como la Coordinadora de los Programas del Ministerio de Niños. En su tiempo libre le gusta ir a la playa, pintar, leer, y escribir.


Únete a nosotros para una divertida noche de adoración, oración y postre para dar inicio a nuestros grupos de mujeres de otoño. Las mujeres y las niñas de todas las edades a través de todos nuestros campus están invitados.

Nuestra noche de adoración de las mujeres es también una oportunidad para explorar los nuevos grupos de mujeres de otoño y aprender acerca de las formas de conectarse. Esto tendrá lugar el miércoles, 21 de agosto de 7:00 a 8:30 pm en el Campus de Kennett. Si usted tiene preguntas, por favor póngase en contacto con Carole Hoy.

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Una cosa más antes de irte: Parte 2

Nota de la editora: En la Parte 1, Sarah Flowers ofreció estos pensamientos, "...aquí está un antecedente de mi lista de cosas que quiero decir a aquellos de los que me estoy despidiendo...aquellos que se mudan fuera del estado, aquellos que están pasando por etapas en su viaje a la edad adulta e incluso algunos que han dejado este hogar terrenal. Pensaré en el resto de … "una cosa más" mientras salgo del camino de entrada ¡y las haré llegar más tarde!". La entrada del blog de hoy es la continuación de esos pensamientos que quiere que sus seres queridos recuerden siempre. 

Vas a conocer a mucha gente nueva. Algunas tendrán una influencia positiva en tu vida y otra negativa. La gran mayoría de las personas que conozcas no tendrán ninguna influencia en ti, a menos que tú se lo permitas. ¿Qué quiero decir con esto? Elige bien a tus amigas. He oído decir que eres la suma total de las cinco personas con las que pasas más tiempo. Cuando estés con alguien, pregúntate si te gusta estar con esa persona. ¿Cómo te hace sentir?  Si te sientes agotada en lugar de rejuvenecida, limita el tiempo que pasas con esa persona. Cuanto más tiempo pases con ella, más probabilidades tendrás de convertirte en una carga para los que te rodean.

“No se dejen engañar: las malas compañías corrompen las buenas costumbres.” - 1 corintios 15:33 NIV

“hay amigos que llevan a la ruina y hay amigos más fieles que un hermano.” - Proverbios 18:24 NIV

Asume riesgos. Cuando trabajes para crear algo que nace de tu corazón y sientas miedo de sacarlo al mundo, sé valiente. Sé valiente y hazlo de todos modos. Dios te ha dado cosas que quiere que utilices para difundir belleza y bondad en el mundo. Y cuando falles, que lo harás, sé valiente e inténtalo de nuevo. Thomas Edison es famoso por decir: "Nunca fracasé en la fabricación de una bombilla. Sólo descubrí 99 maneras de no hacerla".  Puede ser descorazonador, pero recuerda que la perseverancia tiene su recompensa. 

 “Y la perseverancia debe llevar a feliz término la obra, para que sean perfectos e íntegros sin que les falte nada.” - Santiago 1:4 NIV

Cuando conozcas a alguien, mírale directamente a los ojos con una sonrisa y dale un apretón de manos firme.  Tómate tu tiempo para hablar con amabilidad y animar a las personas que conozcas.  No sabes lo grande que puede ser la repercusión de tus acciones. 

“Mas bien, mientras dure ese “hoy”, anímense unos a otros cada día, para que ninguno de ustedes se endurezca por el engaño del pecado.” - Hebreos 3:13 NIV

Sé una buena oyente. Cuando alguien te hable, concéntrate en ella y reconoce lo que dice en lugar de formular tu respuesta. Te sorprenderá lo a gusto que se siente la gente con alguien que escucha. ¡Y puede que aprendas algo sobre esa persona!

“Es necio y vergonzoso responder antes de escuchar.” - Proverbios 18:13 NIV

Trabaja en cualquier tarea que tengas entre manos con una buena actitud y un corazón alegre. Esto te facilitará la vida y te dará la oportunidad de compartir la alegría con los demás.  

“Hagan lo que hagan, trabajen de buena gana, como para el Señor y no como para nadie en este mundo.” - Colosenses 3:23

Mi querida amiga, antes de que te vayas ….

Por sobre todas las cosas cuida de tu corazón, porque de él mana la vida.” - Proverbios 4‬:23‬ NIV‬‬

“Ahora bien, sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, los que han sido llamados de acuerdo con su propósito.” - Romanos 8:28 

La vida puede ser bella y dolorosa al mismo tiempo. A veces puede parecer que la belleza sólo puede alcanzarse soportando cierto nivel de dolor. Pero esta vida que vivimos llegará algún día a su fin y se abrirá a una nueva realidad en la que el dolor ya no será necesario para experimentar la belleza. 

 “El enjuagará toda lágrima de los ojos. Ya no habrá muerte ni llanto, tampoco lamento ni dolor, porque las primeras cosas han dejado de existir.” – Apocalipsis 21:4


ACERCA DE NUESTRA BLOGUERA

Sarah Flowers vive en la campestre ciudad de Chadds Ford, donde ella está rodeada de belleza y conexión con la tierra y su historia. Le encanta el café y las flores y conocer a Jesús. Eterna aprendiz, busca seguir el plan de Dios para llevar la justicia a los menos favorecidos. Sarah se declara optimista en serie y melómana; ¡siempre hay un camino hacia el lado soleado y una banda sonora para el viaje! Es madre y esposa y una exalumna agradecida de la Universidad de Northwood. Sus experiencias anteriores incluyen profesional de la industria automotriz y diva de los zapatos. Sarah sirve en el equipo de diáconos en la capilla de Willowdale.

ACERCA DE NUESTRA TRADUCTORA

Silvia Cubos nació en la ciudad de México, y se crio en la ciudad de Toluca, es la mayor de 5 hermanos. Estudió comunicación y después de graduarse llegó a este país en 1996 donde tuvo la oportunidad de estudiar Ingles y Educación temprana. Silvia ha trabajado como maestra, interprete y trabajadora social. Desde los 17 años Silvia ha sentido el llamado de servir al Señor y orar por las necesidades de otros, ahora lo hace en Willowdale en Español desde 2019. Silvia disfruta cocinar comida mexicana, caminar al aire libre con sus dos hijas y su perro; para terminar el día le gusta disfrutar de un helado de fresa.


Únete a nosotros para una divertida noche de adoración, oración y postre para dar inicio a nuestros grupos de mujeres de otoño. Las mujeres y las niñas de todas las edades a través de todos nuestros campus están invitados.

Nuestra noche de adoración de las mujeres es también una oportunidad para explorar los nuevos grupos de mujeres de otoño y aprender acerca de las formas de conectarse. Esto tendrá lugar el miércoles, 21 de agosto de 7:00 a 8:30 pm en el Campus de Kennett. Si usted tiene preguntas, por favor póngase en contacto con Carole Hoy.

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Lo que una madre pájaro nos enseña sobre el amor de Dios

A principios de esta primavera encontré un pequeño nido de pájaro encajado en la corona de mi puerta principal. Tenía cinco pequeños huevos azules. Lo primero que pensé fue en lo dulce y bonito que era, y lo segundo que se me ocurrió fue quitarlo porque no quería ensuciar el porche. Después de estudiarlo, leí que la madre abandonaría el nido si lo movía, así que decidí dejarlo. Los huevos tardan dos semanas en salir del cascarón y luego los pájaros abandonan el nido. Decidí que podía lidiar con el nido durante un mes. 

Mirando por mi ventana a los pajaritos.

Le cogí mucho cariño. Nadie podía entrar por mi puerta porque no quería molestarlos. Me fijaba a diario para ver qué pasaba. Una mañana experimenté una gran alegría cuando descubrí que había cinco pajaritos en el nido. Mi puerta de entrada tiene una ventana de cristal en la parte superior, así que se podía mirar a través de ella y ver la actividad en el nido. Se podía observar a la madre, que se acercaba y alimentaba a los pajaritos. Cuidaba mucho de sus polluelos y cada día crecían más. Pero un día, unas dos semanas después de nacer, ¡desaparecieron! Abrí la puerta con miedo para ver si se habían caído, pero no, habían emprendido el vuelo. Debo admitir que cuando miré el nido vacío, me entristecí un poco. 

Había estado compartiendo mi viaje diario sobre el nido con mi hijo, que se mudó a la Costa Oeste hace unos años. Esta fue la respuesta de texto de mi «pajarito» que había abandonado mi nido: «Era una metáfora predecible. Esos pájaros te siguen queriendo aunque ya no vivan en tu puerta. Y esos pájaros están muy agradecidos de que les dieras un espacio seguro para que pudieran aprender a desplegar sus alas». Puedes insertar aquí varios emojis de lágrimas y ojos llorosos.

Cuando empecé a pensar en la metáfora que presentaba este nido de pájaros, me vino a la mente una imagen clara de Dios. Pensé en Dios, el padre protector que provee y cuida a sus hijos. Normalmente consideramos a Dios el Padre, pero en este caso, creo que está bien ampliar nuestro pensamiento para incluir el amor maternal de Dios. El amor de una madre es similar al amor de Dios en el sentido de que ambos son nutritivos, protectores e incondicionales. (Desafortunadamente, no siempre es cierto en el caso de las madres terrenales, pero SIEMPRE es cierto en el caso de Dios.) Hay muchos versículos que hablan de que el amor de Dios es como el de una madre. Dos ejemplos se encuentran en Isaías:  

«¿Puede una madre olvidar a su niño de pecho y dejar de amar al hijo que ha dado a luz?Aun cuando ella lo olvidara, ¡yo no te olvidaré!” (49:15) 

 “Como madre que consuela a su hijo, así yo los consolaré a ustedes;….” (66:13)

Tómate unos momentos, siéntate con la metáfora del pajarito y reflexiona sobre los siguientes versículos. Observa cómo Dios cuida de ti. Observa cómo quiere que acudas a Él en busca de refugio y protección.

Lo halló en una tierra desolada,

    en la rugiente soledad del yermo.

Lo protegió y lo cuidó;

    lo guardó como a la niña de sus ojos;

como un águila que agita el nido

    y revolotea sobre sus polluelos,

que despliega su plumaje

    y los lleva sobre sus alas. Deuteronomio 32:10-11 (NVI)

pues te cubrirá con sus plumas

    y bajo sus alas hallarás refugio.

    Su verdad será tu escudo y tu baluarte. Salmo 91:4 (NVI)

Ten piedad de mí, oh Dios;

    ten piedad de mí, pues en ti me refugio.

A la sombra de tus alas me refugiaré,

    hasta que haya pasado el peligro. Salmo 57:1 (NVI)

 “…»¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que se te envían! ¡Cuántas veces quise reunir a tus hijos, como reúne la gallina a sus pollitos debajo de sus alas, pero no quisiste!” Mateo 23:37b  

¿Qué nos dice esto en nuestra vida cotidiana? Dice que Dios nos ve, nos ama y siempre tiene intenciones positivas hacia nosotros. Él vela por nosotros y quiere protegernos. Dios está siempre con nosotros. Igual que la madre pájaro extiende sus alas sobre sus polluelos para protegerlos de las tormentas, así nosotros podemos refugiarnos en Dios. Esto no significa necesariamente que no vayamos a enfrentarnos a tormentas (a veces con vientos huracanados y lluvias torrenciales), no significa que no vayamos a ser zarandeados y mojados, pero podemos saber que no estamos solos y ser reconfortados por la presencia de Dios.

También podemos extender la metáfora aún más; las palabras de mi hijo también eran ciertas en este caso. No fuimos creados para quedarnos en nuestro pequeño nido cristiano. Debemos estar dispuestos a aventurarnos fuera. Debemos estar dispuestos a ir y compartir el amor de nuestro padre celestial con el gran mundo que nos rodea. Debemos estar dispuestos a extender tanto nuestras alas como las buenas nuevas.

No hay lugar en el que preferiría estar que a la sombra de Sus alas. 


ACERCA DE NUESTRA BLOGUERA

Bonnie Kotler y su esposo Mitch tienen dos hijas, tres hijos, cuatro nietos y tres perritos. Fue ama de casa durante muchos años antes de regresar a la fuerza laboral después de recibir su Maestría en Consejería y Relaciones Humanas de la Universidad de Villanova. Ella es una consejera profesional licenciada en The Peacemaker Center y en su consultorio privado, True North Counseling. Bonnie ha estado en el equipo de enseñanza del ministerio de mujeres de Willowdale desde 2012. Los estudios Bíblicos han sido una parte importante en su caminar como creyente, y a su vez, le encanta ayudar a otras mujeres a encontrar la paz con Dios y crecer en su fe. Le gusta escribir material para el estudio Bíblico, leer ficción, pasar tiempo con la familia y hacer cualquier cosa bajo el sol. A Bonnie le encanta reír y considera que la risa es la mejor medicina. Salmo 126:2

ACERCA DE NUESTRA TRADUCTORA

Maritza Zavala Smith nació en Guanajuato, México, y se trasladó a los Estados Unidos cuando tenía siete años. Estudió Salud Pública en Penn State, donde conoció a su esposo. Llevan 8 años casados y tienen dos niños gemelos y una bebe. A Maritza le encanta viajar y bailar salsa. Cuando no está deleitándose con el té verde matcha con leche y estando al aire libre con sus seres queridos, puedes encontrarla aventurándose con su tribu a través de los libros.


Únete a nosotros para una divertida noche de adoración, oración y postre para dar inicio a nuestros grupos de mujeres de otoño. Las mujeres y las niñas de todas las edades a través de todos nuestros campus están invitados.

Nuestra noche de adoración de las mujeres es también una oportunidad para explorar los nuevos grupos de mujeres de otoño y aprender acerca de las formas de conectarse. Esto tendrá lugar el miércoles, 21 de agosto de 7:00 a 8:30 pm en el Campus de Kennett. Si usted tiene preguntas, por favor póngase en contacto con Carole Hoy.

Gloriosos recordatorios naturales de Dios

En los últimos años he tenido el privilegio de navegar con mi familia por la bahía de Delaware

en numerosas ocasiones. Hemos visto el agua tan suave como el cristal y tan agitada que

tenemos que quedarnos a la entrada del puerto. Hemos visto cielos completamente azules y

una niebla tan espesa que no podíamos ver más allá de 20 metros de agua. Hemos visto ferris,

veleros, barcos de pesca y portaaviones. Hemos visto águilas pescadoras, pelícanos, gaviotas,

cangrejos con forma de herradura, tortugas y delfines. Hemos saltado y nadado hasta la orilla.

(Ok, mi familia lo prefiere; pero yo prefiero el agua clara de la piscina. Pero yo solo observo.)

Cada vez me asombro de la creación de Dios - la diversidad de colores, formas y capacidades.

En estas aventuras, ¡siempre me entusiasma observar delfines! Nadan en manadas que se

asoman por la superficie del agua. La mayoría de las veces algunos están jugando, mostrando

saltos más altos y diferentes movimientos. Su belleza y sus movimientos son maravillosos. Se

los enseño a mis hijos, con más ganas de que los vean. A ellos no les hace tanta gracia. «Sí,

está bien, mamá. ¿Me das un bocadillo?». No deja de sorprenderme y frustrarme su apatía al

ver a estas criaturas. Les explicamos que la mayoría de la gente no puede disfrutar de este

placer fuera de un acuario y que somos afortunados por tener este privilegio.

Nosotros, como padres, seguimos entusiasmados y animamos a nuestros hijos a mirar los

distintos animales porque, aunque ya los hayan visto muchas veces, ¡siempre hay algo nuevo

que encontrar!

Con esto, recuerdo la frustración de Dios con muchas de nuestras elecciones. ¿Cuántas veces

nos muestra Su cuidado, amor y existencia de muchas maneras a través de Su creación - en la

salida y puesta del sol y la luna, en la maravilla de nuestros hijos, en las oraciones respondidas

y en las personas salvadas en Él para siempre?

Sin embargo, ¿cuántas veces necesitamos que nos lo recuerden? Que nos recuerde la

creación que nos rodea. Que nos recuerde su poder para inundar toda la tierra. Que nos

recuerde Su amor al traernos a Jesús. Que nos recuerde todos Sus dones en nuestras vidas

menos que maravillosas. ¿Cuántas veces nuestra oración es contestada y luego olvidada

cuando lo siguiente en nuestra vida no va de acuerdo con nuestro plan? ¿Y qué pasa con el

escepticismo que produce la oración que ni siquiera se eleva?

Su Palabra me recuerda lo que Dios desea para nosotros cada día.

Búscalo: Jeremías 29 11-13: “Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de

vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que

esperáis. Entonces me invocareis, y vendréis y orareis a mí, y yo os oiré; y me

buscareis y me hallareis, porque me buscareis de todo vuestro corazón.”

Trae tus preocupaciones: 1 Pedro 5:7 “Así que pongan sus preocupaciones en las

manos de Dios, pues él tiene cuidado de ustedes.”

Sé amable: Efesios 4: 31-32: “Dejen de estar tristes y enojados. No griten ni insulten

a los demás. Dejen de hacer el mal. Por el contrario, sean buenos y compasivos los

unos con los otros, y perdónense, así como Dios los perdonó a ustedes por medio de

Cristo.”

La grandeza de Dios se encuentra en la Biblia y en nuestro día a día. A pesar de la evidencia

que me rodea, a menudo me encuentro recurriendo a algo más humano y menos

impresionante que Dios mismo. Necesito los recordatorios y la disciplina de los devocionales, la

oración constante, los sermones dominicales y los estudios bíblicos. Ante el caos de nuestro

mundo y de la naturaleza humana, me siento tan alejada de lo que Dios quiere para mí.

Aunque me entristece admitir que necesito recordatorios, Dios sabía que todos los

necesitaríamos, por eso los dejó en todas partes para nosotras: miremos los robustos bosques,

los enormes océanos y las asombrosas criaturas y hagamos una pausa. Veamos la creación, la

gracia y el amor de Dios. Está a nuestro alrededor, cuando nos tomamos el tiempo de mirar y

escuchar.


 ACERCA DE NUESTRA BLOGUERA

Anteriormente era maestra, consejera y entrenadora personal, Kristin Ryan ahora ama ser ama de casa.

Como alguien que ha encontrado el Cristianismo más recientemente, disfruta aprender y crecer en su fe y está emocionada de compartir su experiencia con los demás.

Kristin y su esposo, Casey, tienen 3 hijos pequeños (uno nació durante la pandemia) y un perro grande.

ACERCA DE NUESTRA TRADUCTORA

Silvia Cubos nació en la ciudad de México, y se crio en la ciudad de Toluca, es la mayor de 5 hermanos. Estudió comunicación y después de graduarse llegó a este país en 1996 donde tuvo la oportunidad de estudiar Ingles y Educación temprana. Silvia ha trabajado como maestra, interprete y trabajadora social. Desde los 17 años Silvia ha sentido el llamado de servir al Señor y orar por las necesidades de otros, ahora lo hace en Willowdale en Español desde 2019. Silvia disfruta cocinar comida mexicana, caminar al aire libre con sus dos hijas y su perro; para terminar el día le gusta disfrutar de un helado de fresa.

Cuando Dios Nos Da Regalos Que No Merecemos

Cuando Dios Nos Da Regalos Que No Merecemos

Esto es una adaptación de algo que compartí en Instagram hace un par de meses:

Si alguna vez ha habido un momento en el que me he sentido menos merecedora de los regalos de Dios, es ahora.

Lloré tres veces distintas hoy. La ropa sucia y los mensajes de texto sin respuesta se acumulan cada vez más. Estoy en un estado constante de agotamiento y abrumador.

Tiempo para descansar

Marta, por su parte, se sentía abrumada porque tenía mucho que hacer. Así que se acercó a Él y dijo:

—Señor, ¿no te importa que mi hermana me haya dejado sirviendo sola? ¡Dile que me ayude!

—Marta, Marta —contestó el Señor—, estás inquieta y preocupada por muchas cosas, pero sólo una es necesaria. María ha escogido la mejor y nadie se la quitará.

Lucas 10:40-42

Acabo de volver a casa después de un largo periodo alejada de mis obligaciones cotidianas. Mientras estuve fuera, me sentí tan recargada en mi vida como esposa, madre, empleada y todos los demás sombreros que llevo. Ni siquiera sabía cuánto lo necesitaba, pero volver a casa tan renovada me enseñó algo sobre lo que necesitaba. 

Todos necesitamos bajar el ritmo y dejar de estar tan ocupados. La única cosa que noto que siempre me distrae en mi caminar con Cristo es cuando estoy demasiado ocupada. Si estoy demasiado ocupada yendo de actividad en actividad y haciendo de mi tiempo de silencio una casilla de verificación, me pierdo de experimentar una relación profunda con Jesús.

Algunas veces me parece que podemos estar demasiado ocupados sirviendo. Podemos ver en el pasaje anterior que Él quiere que nos sentemos a Sus pies y le escuchemos y adoremos. Dijo que María había hecho una buena elección. Eso siempre me ha llamado la atención. No siempre se trata de cuánto te ofreces como voluntario (pero sí, viviendo en comunidad lo hacemos), sino de si estás haciendo tiempo para estar con Dios y escuchar Su voz.

Necesitamos ese tiempo con Él en nuestras ocupadas agendas. Él dice en Mateo 11:28: “Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados; yo les daré descanso”.

¿Su cuerpo necesita descansar del trabajo? ¿De las actividades cotidianas de la vida? ¿Del ajetreo del servicio a la iglesia y a la comunidad? Todas estas son cosas buenas que deberíamos estar haciendo, pero debemos hacer espacio. Me he estado inclinando y creciendo en estas dos áreas: Sábado y Soledad.

  1. No es de extrañar que el sábado fuera un mandamiento bíblico y algo que Jesús hizo durante todo su ministerio. El sábado nos permite encontrar alegría y descanso en Jesús. Ya sea que dejes de limpiar, doblar la ropa o hacer quehaceres o que tú y tus seres queridos simplemente coman una comida deliciosa disfrutando de lo que Dios les ha dado, este día está destinado a simplemente tener placer disfrutando de los dones que tenemos de Dios. Te reto a que encuentres una manera de incorporar el Sabbath en tu semana ya que descansar cada semana ha traído mucha vida.

  2. La soledad es algo nuevo en mis ritmos diarios. Empecé poniendo un cronómetro por cinco minutos (me parecía una eternidad) y me sentaba a escuchar lo que Dios me decía. Nunca olvidaré mi primera vez. Tardé unos minutos en quitarme de la cabeza la basura del día y, cuando lo hice, escuché una afirmación de Dios. Ahora trato de hacerlo la mayoría de los días lejos de todo el ruido de la casa y simplemente escuchar lo que Él me dice. El libro que me recomendó mi director espiritual es "Una Invitación al silencio y a la soledad: Experimentar la presencia transformadora de Dios", de Ruth Haley Barton. Ha sido realmente increíble presentarme ante Cristo ofreciendo todo lo que tengo y escuchando de Él todo lo que quiere decirme.

Sé que no todos tenemos muchos días de vacaciones para irnos lejos. Tomar Sabbath y Soledad no significa días aburridos sin nada que hacer, sino más bien disfrutar de quién es Jesús aún más para que podamos silenciar las cosas de este mundo para acercarnos a Él. A mí me ha dado vida y espero que a ti te ocurra lo mismo. 


ACERCA DE NUESTRA BLOGUERA

Susan Veenema y su esposo, Jeremy, aman explorar el condado de Chester con sus dos hijas biológicas mayores y sus tres hijos adoptados. Susan ha estado en la educación durante casi 20 años apoyando a los niños con discapacidades y sus familias. Actualmente trabaja en el Departamento de Educación. Una de sus mayores alegrías es dirigir el estudio bíblico de mujeres los jueves por la noche y su grupo comunitario de parejas. La gente es su pasión. Le encanta leer, escribir y estudiar todo, desde la historia hasta las ciencias sociales y la iglesia primitiva. Siempre encontrará a su lado a su fiel perro German Shorthaired Pointer.

 ACERCA DE NUESTRA TRADUCTORA

Liliana Daza es la hermana mayor de 4 hijas de una familia colombiana muy conservadora. Oriundos de un pequeño pueblo ubicado en el Oriente de Colombia en frontera con Venezuela donde creció y pasó su niñez. Luego se mudó a la capital para terminar sus estudios superiores en el área de tecnología. En el año 2011 se trasladó a los Estados Unidos junto con su familia debido a una oportunidad laboral. Desde temprano, Liliana ha sentido un llamado para servir y apoyar a la comunidad, por lo que aprovecha cada oportunidad que Dios pone en su camino para este propósito. Liliana disfruta de un buen café negro, viajar, comer buena comida, especialmente cuando viaja. Liliana hace parte de la Iglesia Willowdale en español casi desde sus inicios.

Celebra la Libertad

Un pastor me enseñó una vez que los cristianos deberían ser los que organizan las mejores fiestas, se divierten más y celebran libremente las cosas buenas de la vida.

Dicho de otro modo, he oído a gente decir que se toman la vida en serio, pero que no se toman a sí mismos demasiado en serio.

Cuando tenemos nuestra seguridad en el Dios del universo, somos libres para vivir la vida en plenitud. Cristo nos ha liberado para la libertad. 

Esta semana celebramos el Día de la Independencia y las maravillosas libertades que tenemos en los Estados Unidos.

Dentro de unas semanas, el mundo animará a algunos de los mejores atletas de nuestro tiempo en los Juegos Olímpicos de verano en París.

Hay bodas, cumpleaños, el primer diente que le sale a un niño, un nuevo trabajo, una planta que ha crecido con éxito en un jardín... ¡tantas cosas que podemos celebrar!

Aunque los cristianos pasamos por dificultades como todos los humanos, también tenemos una razón para la esperanza que tenemos. 

Si necesita algunas ideas sobre cómo celebrar, aquí tiene algunas que nos han hecho sonreír en el pasado:

  1. Barritas luminosas. No son sólo para niños. Llévatelos a la próxima reunión o excursión de verano para repartir felicidad. Saca a pasear al perro con un collar de barritas luminosas y a ver si se animan las charlas con los vecinos.

  2. Una tarjeta hecha a mano o un cartel para alguien que ha superado una semana dura o un proyecto en el trabajo. El tono debe ser festivo: "Felicidades" en lugar de " Pensando en ti".

  3. Cumpleaños: éste puede ser un tema delicado porque a algunas personas no les gusta llamar la atención, pero, sea cual sea el nivel adecuado, celebra a lo grande el cumpleaños de alguien a quien quieres. Puede ser enviando un mensaje de texto a ese antiguo compañero de universidad sobre las cosas que aprecias de él y que te han quedado grabadas todos estos años. O puede ser una elaborada sorpresa para tu pareja, con todos los detalles pensados para ponérselo fácil.

  4. Organiza una fiesta para ver los Juegos Olímpicos: Reúne a vecinos y amigos para pasar un rato agradable y animar a tu país. Se recomienda llevar los colores del equipo. Prepara unos bocadillos sencillos, pon una playlist temática de las Olimpiadas y disfruta de uno de los pocos acontecimientos mundiales positivos que están uniendo al mundo en estos días.

Son sólo algunas ideas, pero espero que te inspiren para pensar en otras. Tenemos muchas oportunidades de traer luz a este mundo oscuro simplemente celebrando. 

Ya sea con fuegos artificiales o con barritas luminosas, ¡celebra libremente!


ACERCA DE NUESTRA BLOGUERA

Originaria de Georgia, Mary Beth Gombita es una amante del té dulce, una orgullosa Bulldog de Georgia y una ávida fanática de la música. Trabaja en el sector de las relaciones públicas y dirige su propio negocio de consultoría de comunicación desde casa. Mary Beth y su marido, Stephen, tienen dos hijos pequeños. Actualmente es la editora de nuestro blog Willowdale Women. 

ACERCA DE NUESTRA TRADUCTORA

Maritza Zavala Smith nació en Guanajuato, México, y se trasladó a los Estados Unidos cuando tenía siete años. Estudió Salud Pública en Penn State, donde conoció a su esposo. Llevan 8 años casados y tienen dos niños gemelos y una bebe. A Maritza le encanta viajar y bailar salsa. Cuando no está deleitándose con el té verde matcha con leche y estando al aire libre con sus seres queridos, puedes encontrarla aventurándose con su tribu a través de los libros.

Job y sus hijas

Desgarrador. Ninguna otra palabra podría describir el sufrimiento de Job. Su historia parece un drama, pero Job era un hombre real cuya vida se vio destrozada por un gran dolor y una gran pérdida.

Al comenzar la historia, Job se revela como un hombre justo, ningún otro como él. 

La siguiente escena muestra a Satanás, el "Acusador", en una discusión con Dios. Dios pregunta a Satanás si se ha fijado en el fiel Job. Satanás afirma que Job sigue a Dios sólo por los beneficios que recibe de Dios. En respuesta, Dios permite que Satanás aflija a Job de todas las maneras posibles. Job pierde todas sus posesiones, a todos sus hijos y luego es azotado por llagas que cubren su cuerpo.

Job está en tal miseria que se sienta en cenizas, rascándose las atormentadoras llagas con un trozo de cerámica.

La esposa de Job experimenta todas las mismas pérdidas, excepto la aflicción física. Sumida en un profundo dolor, le dice a Job que maldiga a Dios y que se muera. Pero Job permanece fiel.

Aparecen los tres amigos de Job para ofrecerle consuelo. Lo intentan, pero fracasan miserablemente, ofreciendo un consuelo ineficaz mientras sugieren que Job puede haber causado sus sufrimientos ofendiendo a Dios de alguna manera. A lo largo de los capítulos, Job habla con confianza de Dios, diciendo "Sé que mi Redentor vive", y ensayando los detalles de su propio corazón para la gente y para servir a Dios. Sus palabras están llenas de sabiduría. Pero también se pregunta por qué Dios ha permitido su horrible sufrimiento.

Por último, Dios habla directamente a Job, recordándole con un lenguaje poético extravagante quién ha creado este magnífico universo y quién es el Señor de todo. Pero no le da ninguna explicación sobre la razón de su sufrimiento. Job, humillado, se arrepiente de haber desafiado a Dios y de exigir respuestas. 

Dios exige que los tres amigos de Job ofrezcan un holocausto por su insensatez al suponer que Job había agraviado a Dios. 

Es después de que Job se arrepiente y ofrece una oración para que los tres amigos sean perdonados para que Dios comience su obra de restauración para Job. Primero se le devuelven sus posesiones por partida doble. Su dolorosa enfermedad de la piel se cura. Su familia viene a consolarlo. Con el tiempo tiene otros diez hijos, como antes, siete hijos y tres hijas. 

En los pocos versículos sobre las tres hijas, se revela mucho sobre la naturaleza dinámica del poder restaurador de Dios. Nos enteramos de que son las mujeres más hermosas del país. Se nos dicen sus nombres. Esto es significativo, ya que nunca sabemos el nombre de la esposa de Job ni el de ninguno de los otros hijos. Los nombres de sus hijas son: la primera hija es Jemimah que significa "Paloma", un regalo de paz. La segunda es Keziah, que era un perfume y estaba relacionado con el aceite de la unción, lo que sugiere una vida fragante y un aroma agradable que se eleva hacia Dios. El tercero es Keren-happuch, un nombre relacionado con la sombra de ojos, que indica belleza. Sus nombres transmiten una expresión exterior de una cualidad interior.

Aprendemos que se les da una parte de la herencia. Esto es muy inusual en la antigüedad. Representa su elevado estatus y la gratitud de Job por la provisión de Dios. Sugiere que la restauración de la riqueza de Job va mucho más allá de lo que Job podría haber imaginado o a lo que sus hijas tenían derecho.

Las tres hijas ofrecen un agudo contraste con los amigos "consoladores" de Job. Es probable que proporcionen a su padre, Job, un amor, un cuidado y un consuelo extraordinarios durante el resto de su vida. Y, con generosidad, les proporciona su inusual inclusión en la herencia. Representan la atención de Dios a las relaciones, que es el aspecto más importante de la restauración de Job.

Se nos ofrece esta pequeña visión de los últimos años de Job. Es un maravilloso comentario sobre una vida de fe, así como sobre la encantadora relación de un padre y sus hijas. Cae el telón de la historia: "Y murió Job, anciano y lleno de días". 

Esta historia de belleza a partir de las cenizas nos lleva a considerar cómo podemos formar parte de la obra restauradora de Dios. ¿Cómo podemos, como hijas, hermanas, esposas, madres o amigas, aportar consuelo o aliento en nuestras relaciones cotidianas? En un plano más amplio, ¿tenemos la intención de llevar ayuda y sanación a nuestro mundo roto? 


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Linnea Tideman siempre ha disfrutado compartiendo historias. Su infancia en New Hampshire y su herencia sueca le han proporcionado una gran cantidad de experiencias, pero también la base de su fe. Le gustan los proyectos creativos, los viajes, los libros, la costura, la jardinería, pero sobre todo la hospitalidad, a menudo organiza elegantes tés y ocasionalmente algo grandioso como recrear la cena en el Titanic. Sirve en los ministerios de UrbanPromise y Good Neighbors. Linnea vive en Landenberg con su esposo Dave. Tienen tres hijas mayores. Ella espera que sus escritos reflejen cómo Dios continúa revelándose a nosotros como nuestro pastor y Salvador.

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Silvia Cubos nació en la ciudad de México, y se crio en la ciudad de Toluca, es la mayor de 5 hermanos. Estudió comunicación y después de graduarse llegó a este país en 1996 donde tuvo la oportunidad de estudiar Ingles y Educación temprana. Silvia ha trabajado como maestra, interprete y trabajadora social. Desde los 17 años Silvia ha sentido el llamado de servir al Señor y orar por las necesidades de otros, ahora lo hace en Willowdale en Español desde 2019. Silvia disfruta cocinar comida mexicana, caminar al aire libre con sus dos hijas y su perro; para terminar el día le gusta disfrutar de un helado de fresa.