L'Abri es la palabra francesa para refugio. Un amiga de la iglesia y yo hicimos un viaje a Suiza para visitar un centro de retiro llamado L'Abri para descansar un poco y pasar tiempo con el Señor. Esta comunidad anima a sus visitantes a traer preguntas sinceras y a vivir en comunidad unos con otros. Los días se pasan estudiando personalmente, en pequeños grupos y como comunidad; haciendo comidas, limpiando, durmiendo y orando.

Fue uno de los días más enriquecedores de mi vida. Cocinar en la cocina con tres desconocidos de todo el mundo hablando de todo, desde la oración hasta los acentos, fue un gran gozo. Entregar mi corazón por completo a Dios con vistas a los Alpes suizos fue transformador.

Pero no hace falta cruzar el Atlántico para encontrar el amor de Cristo. Estaba ahí desde el principio.

Me di cuenta de que meditar en el regalo del sacrificio de Dios es una hermosa efusión de amor que podemos y debemos atesorar cada día. Juan 13:1 dice que Él nos ama plenamente. Si Él me ama tanto, ¿por qué es tan difícil encontrar el tiempo para dedicarle y darle el agradecimiento que se merece? ¿Por qué permitimos que nuestras agendas estén tan ocupadas que empezamos a hacer las cosas por obligación y no por alegría?

Creo que todos necesitamos alejarnos de nuestras ajetreadas vidas para reflexionar sobre estas cosas. Retírate. Da un paseo por uno de los senderos locales si puedes. Siéntate en un banco del parque ahora que hace más calor. Compra o corta algunas flores que te den alegría para ver la belleza en la creación que Él hizo. Escribe la bondad de quién es Él y lo que ha hecho. Si la vida es dura y pesada, siéntate en el silencio y simplemente sé que Él te amó primero y continúa amándote en la quietud.

Suiza era tan hermosa que fue difícil elegir sólo una foto, pero compartiré ésta. Y aquí está el famoso aderezo de ensalada L'Abri, ¡uno de los mejores que he probado! Disfruta de los sabores y de la vista. Dios es tan bueno y nos rodea en todas las cosas. Que lo encuentres dondequiera que vayas.

Aderezo de cebolla roja

3 cucharadas de azúcar

¼ taza de vinagre de vino tinto

1 taza de aceite de oliva

1 cucharadita de sal

½ cebolla roja pequeña picada

1 cucharadita de mostaza seca o normal

2 cucharada de agua

Triturar con una varilla (batidora de inmersión) y servir. El interesante color rosado es normal.

ACERCA DE NUESTRA BLOGUERA:

Susan Veenema y su esposo, Jeremy, aman explorar el condado de Chester con sus dos hijas biológicas mayores y sus tres hijos adoptados. Susan ha estado en la educación durante casi 20 años apoyando a los niños con discapacidades y sus familias. Actualmente trabaja en el Departamento de Educación. Una de sus mayores alegrías es dirigir el estudio bíblico de mujeres los jueves por la noche y su grupo comunitario de parejas. La gente es su pasión. Le encanta leer, escribir y estudiar todo, desde la historia hasta las ciencias sociales y la iglesia primitiva. Siempre encontrará a su lado a su fiel perro German Shorthaired Pointer.

ACERCA DE NUESTRA BLOGUERA:

Maritza Zavala Smith nació en Guanajuato, México, y se trasladó a los Estados Unidos cuando tenía siete años. Estudió Salud Pública en Penn State, donde conoció a su esposo. Llevan 8 años casados y tienen dos niños gemelos y una bebe. A Maritza le encanta viajar y bailar salsa. Cuando no está deleitándose con el té verde matcha con leche y estando al aire libre con sus seres queridos, puedes encontrarla aventurándose con su tribu a través de los libros.