Este mes nuestra familia se despidió de un hermoso hombre que, durante muchos años, fue nuestro patriarca. Se llamaba Harry y era primo de mi padre. Habría cumplido 96 años esta primavera. Tuvo una buena vida, llena de salud y un matrimonio de 71 años. Aunque yo le consideraba un hombre tranquilo, siempre encontraba la manera de hacerme sentir querida y apreciada.