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La Hija de Mi Padre

Mientras colocaba una taza de café caliente goteando encima de un bloc de notas amarillo nuevo, no pude evitar reír.  Por mucho que me gusten los productos de oficina nuevos e inmaculados (sí, todavía me encanta ir de compras para la vuelta al cole), no me molesta arruinar un bloc de notas perfectamente bueno porque aún puedo escribir sobre la mancha de café.

Para mí, una taza de café es uno de los placeres de la vida. ¿Podría ser que la asociación del café con mi padre sea lo que lo hace más especial para mí? Después de todo, ¡mi admiración por él probablemente me llevó a empezar a beber café!

Mi padre, que creo que es uno de los mejores hombres que han pisado la faz de la tierra, siempre ha utilizado blocs de notas amarillos y siempre ha colocado tazas de café sobre ellos. Cuando veo una mancha de café en un bloc de notas, me trae no solo una sensación de conexión con él, sino también emoción por las ideas y proyectos que llenarán esas páginas. 

A lo largo de los años, al mirar atrás y ver mis ideas escritas apresuradamente o planes cuidadosamente hechos sobre una mancha de café, sé que estaba disfrutando mi café mientras trabajaba.

A pesar de mi amor por el café y el uso de los blocs de notas, estoy orgullosa de ser la hija de mi padre. Me encuentro repitiendo algunos de sus dichos, aspiro a ser tan generosa y servicial como él, y disfruto trabajando con mis manos como él lo hace. (No me escapa que he tenido la suerte de tener un padre terrenal tan maravilloso.) Él es un seguidor compasivo y amable de Cristo, que constantemente pone su vida al servicio de los demás, sin dejar de tomarse el tiempo para disfrutar de las cosas que lo hacen feliz.

Mientras me sentaba mirando esa mancha de café, me preguntaba si reflejo las cualidades de mi otro Padre. ¿Tengo los mismos dichos que Él? ¿Aspiro a ser tan compasiva, a poner mi vida al servicio de los demás como Él lo hizo? ¿Dios bebe café? Bueno, tal vez esa última es una pregunta tonta…

Mi respuesta a la pregunta “¿Soy la hija de mi Padre Celestial?” es un rotundo sí. Pero me pregunto, ¿cómo lo demuestra mi vida?

Sí paso tiempo sirviendo a los demás, pero Dios ve mi corazón cuando hago esas cosas y mis luchas internas con el orgullo y el egoísmo.

Sí, hablo algunos de los dichos de mi Padre Celestial, pero “De la misma boca salen bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así.” (Santiago 3:10 NVI)

A medida que crezco en mi fe, empiezo a ver lo delgada que es la línea entre ser conocida como una hija de Dios o como una hija del mundo.

“Lo que hemos recibido no es el espíritu del mundo, sino el Espíritu que viene de Dios, para que entendamos lo que Dios nos ha dado gratuitamente.” (1 Corintios 2:12 NVI)

Con oración y súplica, te invito a unirte a mí para permitir que nuestro Padre Celestial escriba Sus ideas y planes en nuestros corazones, para que nos convirtamos en Sus hijas indelebles.


ACERCA DE NUESTRA BLOGUERA

Sarah Flowers vive en la campestre ciudad de Chadds Ford, donde ella está rodeada de belleza y conexión con la tierra y su historia. Le encanta el café y las flores y conocer a Jesús. Eterna aprendiz, busca seguir el plan de Dios para llevar la justicia a los menos favorecidos. Sarah se declara optimista en serie y melómana; ¡siempre hay un camino hacia el lado soleado y una banda sonora para el viaje! Es madre y esposa y una exalumna agradecida de la Universidad de Northwood. Sus experiencias anteriores incluyen profesional de la industria automotriz y diva de los zapatos. Sarah sirve en el equipo de diáconos en la capilla de Willowdale.


ACERCA DE NUESTRA TRADUCTORA

Liliana Daza es la hermana mayor de 4 hijas de una familia colombiana muy conservadora. Oriundos de un pequeño pueblo ubicado en el Oriente de Colombia en frontera con Venezuela donde creció y pasó su niñez. Luego se mudó a la capital para terminar sus estudios superiores en el área de tecnología. En el año 2011 se trasladó a los Estados Unidos junto con su familia debido a una oportunidad laboral. Desde temprano, Liliana ha sentido un llamado para servir y apoyar a la comunidad, por lo que aprovecha cada oportunidad que Dios pone en su camino para este propósito. Liliana disfruta de un buen café negro, viajar, comer buena comida, especialmente cuando viaja. Liliana hace parte de la Iglesia Willowdale en español casi desde sus inicios.