Celebra la Libertad

Un pastor me enseñó una vez que los cristianos deberían ser los que organizan las mejores fiestas, se divierten más y celebran libremente las cosas buenas de la vida.

Dicho de otro modo, he oído a gente decir que se toman la vida en serio, pero que no se toman a sí mismos demasiado en serio.

Cuando tenemos nuestra seguridad en el Dios del universo, somos libres para vivir la vida en plenitud. Cristo nos ha liberado para la libertad. 

Esta semana celebramos el Día de la Independencia y las maravillosas libertades que tenemos en los Estados Unidos.

Dentro de unas semanas, el mundo animará a algunos de los mejores atletas de nuestro tiempo en los Juegos Olímpicos de verano en París.

Hay bodas, cumpleaños, el primer diente que le sale a un niño, un nuevo trabajo, una planta que ha crecido con éxito en un jardín... ¡tantas cosas que podemos celebrar!

Aunque los cristianos pasamos por dificultades como todos los humanos, también tenemos una razón para la esperanza que tenemos. 

Si necesita algunas ideas sobre cómo celebrar, aquí tiene algunas que nos han hecho sonreír en el pasado:

  1. Barritas luminosas. No son sólo para niños. Llévatelos a la próxima reunión o excursión de verano para repartir felicidad. Saca a pasear al perro con un collar de barritas luminosas y a ver si se animan las charlas con los vecinos.

  2. Una tarjeta hecha a mano o un cartel para alguien que ha superado una semana dura o un proyecto en el trabajo. El tono debe ser festivo: "Felicidades" en lugar de " Pensando en ti".

  3. Cumpleaños: éste puede ser un tema delicado porque a algunas personas no les gusta llamar la atención, pero, sea cual sea el nivel adecuado, celebra a lo grande el cumpleaños de alguien a quien quieres. Puede ser enviando un mensaje de texto a ese antiguo compañero de universidad sobre las cosas que aprecias de él y que te han quedado grabadas todos estos años. O puede ser una elaborada sorpresa para tu pareja, con todos los detalles pensados para ponérselo fácil.

  4. Organiza una fiesta para ver los Juegos Olímpicos: Reúne a vecinos y amigos para pasar un rato agradable y animar a tu país. Se recomienda llevar los colores del equipo. Prepara unos bocadillos sencillos, pon una playlist temática de las Olimpiadas y disfruta de uno de los pocos acontecimientos mundiales positivos que están uniendo al mundo en estos días.

Son sólo algunas ideas, pero espero que te inspiren para pensar en otras. Tenemos muchas oportunidades de traer luz a este mundo oscuro simplemente celebrando. 

Ya sea con fuegos artificiales o con barritas luminosas, ¡celebra libremente!


ACERCA DE NUESTRA BLOGUERA

Originaria de Georgia, Mary Beth Gombita es una amante del té dulce, una orgullosa Bulldog de Georgia y una ávida fanática de la música. Trabaja en el sector de las relaciones públicas y dirige su propio negocio de consultoría de comunicación desde casa. Mary Beth y su marido, Stephen, tienen dos hijos pequeños. Actualmente es la editora de nuestro blog Willowdale Women. 

ACERCA DE NUESTRA TRADUCTORA

Maritza Zavala Smith nació en Guanajuato, México, y se trasladó a los Estados Unidos cuando tenía siete años. Estudió Salud Pública en Penn State, donde conoció a su esposo. Llevan 8 años casados y tienen dos niños gemelos y una bebe. A Maritza le encanta viajar y bailar salsa. Cuando no está deleitándose con el té verde matcha con leche y estando al aire libre con sus seres queridos, puedes encontrarla aventurándose con su tribu a través de los libros.

Job y sus hijas

Desgarrador. Ninguna otra palabra podría describir el sufrimiento de Job. Su historia parece un drama, pero Job era un hombre real cuya vida se vio destrozada por un gran dolor y una gran pérdida.

Al comenzar la historia, Job se revela como un hombre justo, ningún otro como él. 

La siguiente escena muestra a Satanás, el "Acusador", en una discusión con Dios. Dios pregunta a Satanás si se ha fijado en el fiel Job. Satanás afirma que Job sigue a Dios sólo por los beneficios que recibe de Dios. En respuesta, Dios permite que Satanás aflija a Job de todas las maneras posibles. Job pierde todas sus posesiones, a todos sus hijos y luego es azotado por llagas que cubren su cuerpo.

Job está en tal miseria que se sienta en cenizas, rascándose las atormentadoras llagas con un trozo de cerámica.

La esposa de Job experimenta todas las mismas pérdidas, excepto la aflicción física. Sumida en un profundo dolor, le dice a Job que maldiga a Dios y que se muera. Pero Job permanece fiel.

Aparecen los tres amigos de Job para ofrecerle consuelo. Lo intentan, pero fracasan miserablemente, ofreciendo un consuelo ineficaz mientras sugieren que Job puede haber causado sus sufrimientos ofendiendo a Dios de alguna manera. A lo largo de los capítulos, Job habla con confianza de Dios, diciendo "Sé que mi Redentor vive", y ensayando los detalles de su propio corazón para la gente y para servir a Dios. Sus palabras están llenas de sabiduría. Pero también se pregunta por qué Dios ha permitido su horrible sufrimiento.

Por último, Dios habla directamente a Job, recordándole con un lenguaje poético extravagante quién ha creado este magnífico universo y quién es el Señor de todo. Pero no le da ninguna explicación sobre la razón de su sufrimiento. Job, humillado, se arrepiente de haber desafiado a Dios y de exigir respuestas. 

Dios exige que los tres amigos de Job ofrezcan un holocausto por su insensatez al suponer que Job había agraviado a Dios. 

Es después de que Job se arrepiente y ofrece una oración para que los tres amigos sean perdonados para que Dios comience su obra de restauración para Job. Primero se le devuelven sus posesiones por partida doble. Su dolorosa enfermedad de la piel se cura. Su familia viene a consolarlo. Con el tiempo tiene otros diez hijos, como antes, siete hijos y tres hijas. 

En los pocos versículos sobre las tres hijas, se revela mucho sobre la naturaleza dinámica del poder restaurador de Dios. Nos enteramos de que son las mujeres más hermosas del país. Se nos dicen sus nombres. Esto es significativo, ya que nunca sabemos el nombre de la esposa de Job ni el de ninguno de los otros hijos. Los nombres de sus hijas son: la primera hija es Jemimah que significa "Paloma", un regalo de paz. La segunda es Keziah, que era un perfume y estaba relacionado con el aceite de la unción, lo que sugiere una vida fragante y un aroma agradable que se eleva hacia Dios. El tercero es Keren-happuch, un nombre relacionado con la sombra de ojos, que indica belleza. Sus nombres transmiten una expresión exterior de una cualidad interior.

Aprendemos que se les da una parte de la herencia. Esto es muy inusual en la antigüedad. Representa su elevado estatus y la gratitud de Job por la provisión de Dios. Sugiere que la restauración de la riqueza de Job va mucho más allá de lo que Job podría haber imaginado o a lo que sus hijas tenían derecho.

Las tres hijas ofrecen un agudo contraste con los amigos "consoladores" de Job. Es probable que proporcionen a su padre, Job, un amor, un cuidado y un consuelo extraordinarios durante el resto de su vida. Y, con generosidad, les proporciona su inusual inclusión en la herencia. Representan la atención de Dios a las relaciones, que es el aspecto más importante de la restauración de Job.

Se nos ofrece esta pequeña visión de los últimos años de Job. Es un maravilloso comentario sobre una vida de fe, así como sobre la encantadora relación de un padre y sus hijas. Cae el telón de la historia: "Y murió Job, anciano y lleno de días". 

Esta historia de belleza a partir de las cenizas nos lleva a considerar cómo podemos formar parte de la obra restauradora de Dios. ¿Cómo podemos, como hijas, hermanas, esposas, madres o amigas, aportar consuelo o aliento en nuestras relaciones cotidianas? En un plano más amplio, ¿tenemos la intención de llevar ayuda y sanación a nuestro mundo roto? 


ACERCA DE NUESTRA BLOGUERA

Linnea Tideman siempre ha disfrutado compartiendo historias. Su infancia en New Hampshire y su herencia sueca le han proporcionado una gran cantidad de experiencias, pero también la base de su fe. Le gustan los proyectos creativos, los viajes, los libros, la costura, la jardinería, pero sobre todo la hospitalidad, a menudo organiza elegantes tés y ocasionalmente algo grandioso como recrear la cena en el Titanic. Sirve en los ministerios de UrbanPromise y Good Neighbors. Linnea vive en Landenberg con su esposo Dave. Tienen tres hijas mayores. Ella espera que sus escritos reflejen cómo Dios continúa revelándose a nosotros como nuestro pastor y Salvador.

ACERCA DE NUESTRA TRADUCTORA

Silvia Cubos nació en la ciudad de México, y se crio en la ciudad de Toluca, es la mayor de 5 hermanos. Estudió comunicación y después de graduarse llegó a este país en 1996 donde tuvo la oportunidad de estudiar Ingles y Educación temprana. Silvia ha trabajado como maestra, interprete y trabajadora social. Desde los 17 años Silvia ha sentido el llamado de servir al Señor y orar por las necesidades de otros, ahora lo hace en Willowdale en Español desde 2019. Silvia disfruta cocinar comida mexicana, caminar al aire libre con sus dos hijas y su perro; para terminar el día le gusta disfrutar de un helado de fresa.

Siete maneras sencillas de conectar con Dios

Tiendo a tener una mentalidad de todo o nada cuando se trata de mis objetivos. Si algo no puede quedar exactamente como yo creo que debería, lo abandonó por completo.

¿No puedo encontrar una hora completa para practicar técnicas de dibujo? Entonces dejaré mi cuaderno de bocetos acumulando polvo para otro día.

¿No puedo hacer un entrenamiento de 45 minutos que incluya cardio, piernas y abdominales? Entonces no haré ejercicio y punto.

¿Me he quedado sin tiempo para preparar un almuerzo nutritivo y en su lugar me he comido un McDonald's rápido? Entonces podría tomar ese batido Wawa de 24 onzas y volver a intentarlo mañana. (Que conste que ni McDonald's ni los batidos tienen nada de malo. Lo que está mal es la mentalidad errónea que hay detrás de abandonar mis objetivos por completo después de cometer un error).

De manera similar, a menudo me aferro a una lista rígida de deberes cuando se trata de pasar tiempo con el Señor. Por ejemplo:

Mi tiempo de silencio debe ser a primera hora de la mañana, y debe durar al menos 20 minutos (pero preferiblemente cerca de treinta o más). Siempre debo hacerlo en un lugar donde pueda estar sola y concentrarme.

Debo escuchar música de adoración sólo cuando realmente pueda estar presente y concentrarme en la letra. Si solo lo pongo como ruido de fondo o si mi mente se distrae durante el coro, no cuenta como adoración.

Cuando hago un estudio personal de la Biblia, debería incluir la lectura de las Escrituras, tomar notas, anotar mis oraciones y estudiar un comentario. De lo contrario, no sacaré mucho provecho.

Si un amigo me pide que ore por él, debo esperar a tener un mínimo de cinco minutos para llevar sus peticiones ante Dios.

Suena ridículo cuando lo escribo así, pero subconscientemente es lo que creo. Sí, Jesús murió en la cruz para pagar por mis pecados, así que puedo presentarme con confianza ante el trono de gracia del Padre siempre que quiera (Hebreos 4:16), pero no puedo estar realmente confiada a menos que esté vestida adecuadamente y tenga algo que ofrecerle.

¿Verdad?

(Incorrecto.)

Sí, es bueno tener metas sobre cómo queremos que sea nuestro tiempo de silencio con Dios. Para que conste, estoy a favor de eliminar por completo el término tiempo de silencio. Me parece una norma injusta para los padres de niños pequeños, los que tienen la tarea de cuidar a seres queridos con necesidades especiales, o cualquier otra persona que simplemente vive en una época caótica de la vida. Dios es lo suficientemente grande como para encontrarnos en medio del ruido cuando aprendemos a escuchar.

Pero la realidad es que la mayoría de nosotros no podremos mantener estándares estrictos para nuestras disciplinas espirituales en cada etapa de la vida. Sucederán cosas como pérdidas inesperadas, enfermedades físicas o mentales, conflictos relacionales y otras circunstancias resultantes de vivir en un mundo caído. Hay momentos en que nuestros mundos se verán sacudidos y nuestra estructura se hará pedazos.

Dios lo sabe. Él no pide a sus hijos que se las arreglen solos y simplemente lo hagan, en las famosas palabras de Shia Labeouf. Su Espíritu está siempre con nosotros, lo que significa que nos encuentra donde estemos.

Así que si eres como yo y luchas con esa mentalidad de todo o nada, especialmente si el nada ha estado ganando y te sientes lejos de Dios, aquí hay siete pequeños pasos que tú y yo podemos tomar para estar en comunión con el Señor.

  1. Escoge una hora del día (si necesita cambiar, está bien), y pon un cronómetro de 3-5 minutos de oración. Si tienes problemas para encontrar tus propias palabras, lee un pasaje de las Escrituras. Los Salmos son siempre un buen punto de partida. Uno de mis lugares favoritos para orar en voz alta es en el automóvil, especialmente durante los trayectos cortos.

  2. Si todavía tienes problemas para adquirir el hábito de la oración, prueba a utilizar recursos como la aplicación Lectio 365 o el podcast Pray Every Day.  Orar junto con otra persona o escuchar a alguien orar por ti es una experiencia poderosa. Si quieres hacerlo más personal, comunícate con un amigo y pregúntale si estaría dispuesto a decir una breve oración por ti.

  3. Las oraciones mentales e incluso verbales pueden resultar abrumadoras, sobre todo si tienes pensamientos acelerados. Si es tu caso, intenta escribir tus oraciones en un diario. Ni siquiera tienen que ser oraciones completas. A veces escribo una lista con todo lo que se me ocurre sobre lo que quiero orar, luego me siento con mi diario abierto ante el Señor y digo algo tan simple como "Dios, te entrego cada una de estas peticiones. Que se haga tu voluntad". Además de tus peticiones, trata de escribir al menos una expresión de gratitud y otra de alabanza. Recuérdate a ti mismo Su bondad.

  4. Si levantarte temprano es difícil para ti, programa tu estudio personal de la Biblia a una hora que le vaya mejor a tu cuerpo. Tómate un minuto entre siesta y siesta o mientras te cepillas los dientes para escuchar un pasaje de la Palabra en audio, incluso uno tan corto como el Padre Nuestro.

  5. Escoge un versículo o pasaje de la Biblia que te gustaría memorizar (el Salmo 23 es uno de mis favoritos), escríbelo y colócalo en algún lugar que puedas ver todos los días. Comprométete a leerlo o a orar al menos una vez al día durante un mes.

  6. Elige tu canción favorita y escúchala al menos dos veces con los ojos cerrados. Personalmente, yo soy una gran fanática de The Worship Initiative y Shane & Shane, especialmente de sus versiones de himnos y canciones basadas en los Salmos. Pídele a Dios que te ayude a concentrarte en la letra de las canciones y que Su Espíritu inserte en tu corazón las verdades que necesitas escuchar.

  7. Alternativamente, elige un álbum de alabanza o una lista de reproducción y ponla a sonar la próxima vez que tengas que hacer tareas domésticas (o combínala con un pasatiempo como pintar o trabajar en el jardín). Incluso puedes ponerte un AirPod y escuchar durante tu compra semanal o mientras estás sentada en la cancha durante el entrenamiento de fútbol de tu hijo.

Hermana, si te sientes cargada de culpa porque tus disciplinas espirituales se han quedado por el camino, sea cual sea la razón, deja esa carga en la cruz. Mira hacia arriba y ve los gentiles ojos de Jesús, el Hijo de Dios que te ama más de lo que puedes imaginar. Pídele ayuda y confía en que la sangre que derramó por ti fue suficiente. Más que suficiente.

Nuestro Padre no quiere nuestras reglas ni nuestras listas de control. No espera que nos presentemos solo con nuestras mejores galas de domingo. No lleva la cuenta del tiempo que pasamos leyendo la Biblia, ni tuerce la boca decepcionado cuando no damos en el blanco.

Él envió a su Hijo único a morir por nosotros porque Él sabía que caeríamos. Nos amó cuando éramos niños cubiertos de barro, embadurnados de pecado y empapados de vergüenza.

No nos pide la perfección. Ni siquiera la quiere.

Lo que Él quiere, más que cualquier otra cosa que podamos ofrecerle, es nuestro corazón.


ACERCA DE NUESTRA BLOGUERA

Kati Lynn Davis creció en el condado de Chester. Tras una breve estancia al otro lado de Pensilvania para obtener un título de escritora en la Universidad de Pittsburgh, regresó al área y consiguió un trabajo en una biblioteca local. Cuando no está escribiendo, a Kati le gusta leer, dibujar, ver películas (¡especialmente de animación!), beber té de burbujas, pasear con sus gatos y salir a correr muy despacio. Kati está bastante segura de que es un Eneagrama 4, pero constantemente tiene una crisis de identidad al respecto, así que afortunadamente está aprendiendo a arraigar su sentido del ser en Jesús.

ACERCA DE NUESTRA TRADUCTORA

Liliana Daza es la hermana mayor de 4 hijas de una familia colombiana muy conservadora. Oriundos de un pequeño pueblo ubicado en el Oriente de Colombia en frontera con Venezuela donde creció y pasó su niñez. Luego se mudó a la capital para terminar sus estudios superiores en el área de tecnología. En el año 2011 se trasladó a los Estados Unidos junto con su familia debido a una oportunidad laboral. Desde temprano, Liliana ha sentido un llamado para servir y apoyar a la comunidad, por lo que aprovecha cada oportunidad que Dios pone en su camino para este propósito. Liliana disfruta de un buen café negro, viajar, comer buena comida, especialmente cuando viaja. Liliana hace parte de la Iglesia Willowdale en español casi desde sus inicios.

Belleza de Cenizas

Isaías 61:3 habla de que Dios nos da belleza por las cenizas y Eclesiastés 3:11 dice: «Todo lo ha hecho bello a su tiempo». Este es un poema que escribí reflejando algunos pensamientos sobre esos dos versículos. 

Señor, Tu Palabra dice que haces todas las cosas bellas 

Quiero creerlo

Quiero afirmarlo

Quiero saberlo en lo profundo de mi corazón

Pero Señor, algunas cosas son tan feas

Mi propio corazón parece irreparable

La belleza parece tan lejana

Resueno con cenizas, ¿pero belleza?

Veo belleza en la vida

Pero también veo cenizas

Tantas cenizas...

Dolor en mi vida

Dolor en la vida de otros

¿Cómo se convierten las cenizas en algo bello?

¿Cómo el negro y el gris

Feo y roto

se convierte en colorido y vibrante

Vivo y dinámico

Libre y completo 

  

¿Y no sólo cómo, sino cuándo Señor?

¿Hasta cuándo habrá cenizas? 

¿Hasta cuándo cubrirán la belleza?

Tu Palabra dice «a su tiempo». 

«Él ha hecho todo hermoso en su tiempo». 

Pero, ¿qué significa eso? 

Quiero ver la belleza 

Pero las cenizas bloquean mi visión

Me cubren, me entierran

En el fondo hay belleza

¿Pero cuándo saldrá a la superficie? 

Parece tan lejana...

¿Empieza conmigo?

¿Empieza conmigo entregando las cenizas?

En vez de esconderme en ellas

¿En vez de revolcarme en ellas? 

¿Las quieres?

¿Puedes transformarlas?

Porque yo seguramente no puedo 

Si extiendo la mano

te doy mis cenizas

Tomarás lo que es negro y gris

Feo y roto

Y hacerlo colorido y vibrante

Vivo y dinámico

Libre y completo

¿Me harás bella? 


ACERCA DE NUESTRA BLOGUERA

Danielle (Dani) Rupp creció en un pequeño pueblo de Ohio y es una verdadera fanática de los Buckeyes, aunque trata de no ser odiosa al respecto. En 2011 llegó a Pensilvania para obtener su Maestría en Trabajo Social. Después de la graduación Dani aceptó un puesto como terapeuta de salud mental para niños y adolescentes en Coatesville. También fue niñera durante varios años. Durante ese tiempo vivió en Kennett Square y asistió Willowdale Chapel. Regresó hace varios años del sur de Asia, donde aprendió a tolerar la comida picante y a cruzar las carreteras sin ser atropellada, además de ser voluntaria en la Misión Internacional de Justicia en su Departamento de Atención Posterior. En su tiempo libre, Dani disfruta de ir a viajes misioneros/viajes, correr, leer, y conectarse con sus seres queridos-preferiblemente con un café y un dulce.

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Maritza Zavala Smith nació en Guanajuato, México, y se trasladó a los Estados Unidos cuando tenía siete años. Estudió Salud Pública en Penn State, donde conoció a su esposo. Llevan 8 años casados y tienen dos niños gemelos y una bebe. A Maritza le encanta viajar y bailar salsa. Cuando no está deleitándose con el té verde matcha con leche y estando al aire libre con sus seres queridos, puedes encontrarla aventurándose con su tribu a través de los libros.

El León y el Cordero: Una paradoja

Mi carrera teatral puede describirse como variada, pero limitada. Además de muchos papeles en desfiles navideños, en la universidad interpreté a una chica coqueta en Papá era predicador. Cuando era profesora, me pidieron que interpretara a una mujer de la limpieza malhumorada, con un “solo”, en un musical escolar. Y, por último, interpreté al fauno Tumnus en una función de teatro comunitario de El león, la bruja y el armario.

Se preguntarán, ¿no era el personaje un señor Tumnus? Sí, así es como C.S. Lewis escribió la historia, pero no se presentaron suficientes hombres para la producción. Así que yo solo era Tumnus. Esa producción al aire libre durante tres fines de semana fue emocionante para mí, no porque me trajera fans que me adoraban, sino porque durante ese tiempo entré en un mundo creativo lleno de fantasía. Además, hizo que nuestros gemelos de cinco años conocieran una nueva faceta de su madre.

También inauguró nuestra afición por Las Crónicas de Narnia. El año anterior, les había leído a las niñas toda la serie de La casita. Cuando vi la convocatoria de casting para El león, la bruja y el armario, iniciamos nuestro viaje al mundo de Narnia.

Desde aquel papel de Tumnus, hemos visto varias producciones de las obras de C.S. Lewis, incluido un espectáculo individual de El gran divorcio en Filadelfia y, más recientemente, El caballo y su niño y El príncipe Caspian en el Museo de la Biblia de Washington D.C.

Viendo El príncipe Caspian hace unas semanas, me centré en Aslan, el león. En el escenario era más alto que un hombre, con un rugido temible y una voz poderosa, que representaba a la perfección al imponente león de Lewis.

Reflexionar sobre la naturaleza de Aslan me llevó a la descripción bíblica de Jesús como León de Judá. Es fuerte y valiente, juez y defensor. Pero los leones dan miedo. No invitan a la intimidad.

Una vez tuve el privilegio de ir a África y experimentar un safari. Vimos muchos leones desde una distancia segura. En nuestro hotel nos dieron instrucciones de no salir de nuestro bungalow durante la noche por el riesgo de que nos atacara un león. Podíamos oír el rugido de los leones durante la noche. Parecían más cercanos de lo que esperaba y más amenazadores.

En Las Crónicas de Narnia, la joven Lucy llega a conocer y amar a Aslan. No se siente amenazada. Aunque es una criatura tan temible, ella lo adora y abraza su gran cabeza de león, disfrutando de la más estrecha de las relaciones.

También consideré una paradoja intrigante. Jesús es también el Cordero de Dios, una imagen muy diferente. Jesús es un cordero en el sentido de que es la encarnación de la inocencia y la perfección, un cordero sin mancha. Como Cordero del sacrificio, Jesús fue a la cruz mansamente, sin protestas. Con demasiada frecuencia, mi idea de un cordero despierta todas las emociones adorables y cálidas que puedo imaginar, reduciendo al Cordero a una monada suave y esponjosa.

Pero al ver a Jesús como el León y el Cordero, he descubierto mucho más que mi opinión inicial. Como León, es rey y vencedor. Mientras que el Cordero va en silencio a su muerte, Él habla de su poder, fuerza y, sobre todo, de su amor por mí en ese sacrificio. Como Cordero, Él es el mayor conquistador de todos, reclamando la victoria sobre el pecado y la muerte. Su sacrificio también nos reserva un lugar en el Cielo para reinar con Él. El libro del Apocalipsis predice que toda la creación cantará el valor del Cordero.

Al pensar en esta hermosa paradoja de Jesús como León y Cordero, me doy cuenta de lo digno que es de mi adoración. También estoy aprendiendo lo grande y glorioso que es Él, pero a la vez amable y personal, invitándome a la intimidad consigo mismo: otra hermosa paradoja.


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Linnea Tideman siempre ha disfrutado compartiendo historias. Su infancia en New Hampshire y su herencia sueca le han proporcionado una gran cantidad de experiencias, pero también la base de su fe. Le gustan los proyectos creativos, los viajes, los libros, la costura, la jardinería, pero sobre todo la hospitalidad, a menudo organiza elegantes tés y ocasionalmente algo grandioso como recrear la cena en el Titanic. Sirve en los ministerios de UrbanPromise y Good Neighbors. Linnea vive en Landenberg con su esposo Dave. Tienen tres hijas mayores. Ella espera que sus escritos reflejen cómo Dios continúa revelándose a nosotros como nuestro pastor y Salvador.

ACERCA DE NUESTRA TRADUCTORA

Liliana Daza es la hermana mayor de 4 hijas de una familia colombiana muy conservadora. Oriundos de un pequeño pueblo ubicado en el Oriente de Colombia en frontera con Venezuela donde creció y pasó su niñez. Luego se mudó a la capital para terminar sus estudios superiores en el área de tecnología. En el año 2011 se trasladó a los Estados Unidos junto con su familia debido a una oportunidad laboral. Desde temprano, Liliana ha sentido un llamado para servir y apoyar a la comunidad, por lo que aprovecha cada oportunidad que Dios pone en su camino para este propósito. Liliana disfruta de un buen café negro, viajar, comer buena comida, especialmente cuando viaja. Liliana hace parte de la Iglesia Willowdale en español casi desde sus inicios.

Una carta para mí

En honor al Mes de Concientización sobre la Salud Mental 2024, espero que esto también ayude a quienes necesitan escuchar este mensaje.

Una carta para mí,

Eres maravillosa. La forma en que luchas por tu bienestar mental todos los días mientras equilibras todo lo que tienes por hacer te convierte en una guerrera de hoy en día. Tus cicatrices son una insignia de valentía. Cada una representa los momentos de este viaje de la vida. Algunas de ellas pueden recordarte momentos en que una amiga caminó a tu lado durante un momento oscuro de depresión o las dificultades que trae la ansiedad. Algunas pueden haber sido de un viaje silencioso en el que te sentiste aislada y sola. Pero te recuerda que lo superaste. Tenías más fuerza de la que creías imaginable.

Pero sin importar cuán grandes o pequeñas sean tus cicatrices, cada una sanó mientras caminabas con tu mano en la mano de Jesús. Su presencia en el viaje no siempre fue evidente porque tus ojos aún no estaban abiertos para ver. Pero Él estuvo allí en cada paso. Protegiéndote. Sosteniéndote. Secándote las lágrimas. Ayudándote a poner un pie delante del otro al parecer imposible levantarte de la cama. Él quiere recordarte:

Eres hija del Rey (1 Juan 3)

Eres Digna (Lucas 12)

Eres Vista (Génesis 16)

Tienes Esperanza (Jeremías 29)

Tienes futuro (Jeremías 29)

Y Él te ofrece estas promesas acerca de Él:

No hay nada que sea demasiado grande para mí (1 Corintios 15)

Siempre soy bueno (Salmo 145)

Ofrezco paz (1 Tesalonicenses 5)

Estoy allí en el silencio (Salmo 23)

Hablo al Padre de parte de ti (Romanos 8)

Quiero que conozcas estas promesas de Dios porque el mundo ofrece soluciones temporales: Él te ofrece gozo. Quiero que priorices tu bienestar mental. Busque terapia. Todos podrían beneficiarse al compartir lo que hay en su corazón y las cargas que llevan. Si no conectas con la primera persona con la que hablas, no te rindas. Encuentra una conexión. Tú mereces este esfuerzo. Puede que lleve tiempo, pero la curación llegará. Tus médicos pueden recetarte medicamentos, pruébalo. Dios ha dotado a estos médicos y científicos. Puede ser la respuesta que estás buscando.

No recorras este viaje sola. Busque siempre a Cristo primero. Él es tu ancla. Lo más probable es que necesites ayuda para encontrar el camino de regreso al ancla y levantarla sobre la cubierta para estabilizar el barco. Eso es porque fuimos hechas para estar en comunidad. Estamos destinadas a ser parte de algo. Encuentra a estas personas y abrázalas fuerte. Elija aquellas que ponen a Cristo en el centro de sus vidas y que te animen a hacer lo mismo. Elige aquellos que te recuerden Sus promesas cuando no puedas verlas por ti misma.

Recuerda en los días difíciles que tu vida tiene tanto propósito como cuando sentías que brillaba el sol. Eres amada y digna. El mundo es un lugar mejor porque tú estás aquí.


ACERCA DE NUESTRA BLOGUERA

Susan Veenema y su esposo, Jeremy, aman explorar el condado de Chester con sus dos hijas biológicas mayores y sus tres hijos adoptados.

Susan ha estado en la educación durante casi 20 años apoyando a los niños con discapacidades y sus familias. Actualmente trabaja en el Departamento de Educación.

Una de sus mayores alegrías es dirigir el estudio bíblico de mujeres los jueves por la noche y su grupo comunitario de parejas. La gente es su pasión. Le encanta leer, escribir y estudiar todo, desde la historia hasta las ciencias sociales y la iglesia primitiva. Siempre encontrará a su lado a su fiel perro German Shorthaired Pointer.

ACERCA DE NUESTRA TRADUCTORA

Ana León nació en México y emigró a los Estados Unidos a los 9 años. Vivía en Kennett Square, pero su familia se mudó a Delaware, donde Ana conoció a su novio de la secundaria con quien ha estado casada por más de 10 años. Son padres de dos niños, uno de 11 años y otro de 9 años. Ana ha traducido e interpretado profesionalmente por más de 11 años. Se unió a Willowdale En Español en el 2018 y es una de las intérpretes del servicio. En su tiempo libre le gusta ir a la playa, pintar, leer, y escribir. Ana está muy emocionada de ser parte del blog porque siente que es una forma para que las mujeres se conecten y sigan acercándose a Dios.

El Espíritu Santo: Nuestro Ayudador y Guía

El domingo 19 de mayo celebramos Pentecostés. Aunque originalmente era una fiesta judía, los cristianos celebramos que Jesús envió el Espíritu Santo prometido a sus seguidores en Pentecostés. Jesús dijo en Juan 16:7: «Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuera, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere,   lo enviaré».

Hechos 2:38 dice que el Espíritu Santo nos será dado cuando nos arrepintamos en el nombre de Jesús. Estoy muy agradecida de que Jesús enviara al Espíritu Santo porque cuento con Él para que me dirija y me aconseje. 

A veces, cuando estoy escribiendo una conferencia de Estudio Bíblico o una entrada de blog, o hablando con alguien sobre Dios, sé que mis palabras vienen del Espíritu Santo. A veces, incluso cuando las palabras son «mías», pienso: «¡Vaya, no sabía que pensaba eso!». Él da entendimiento y enseña el camino de la verdad.

A veces el Espíritu me ayuda reorientando mis pensamientos y actitudes. Esto me sucedió recientemente, y yo estaba tan agradecida de ser encaminada por Él. 

¡Realmente estaba pasando por algo! Surgió una situación en mi trabajo como terapeuta que se convirtió en 98 días de espera de una respuesta. Hubo un fallo administrativo con mi compañía pagadora y no recibí el pago durante más de tres meses. Como consecuencia, mis clientes también se quedaron en el limbo. Al principio se lo dije a mis clientes, 

«No te preocupes, lo arreglaremos...»

«en una semana»,

«dentro de 2 semanas»,

pero luego se convirtió en…

«¡Realmente no sé cuánto tiempo tomará!»  

Al principio oré esperando y pensé que la situación se resolvería rápidamente. A medida que pasaba el tiempo, me sentía cada vez más frustrada y desanimada. Empezó a afectar  mi actitud: hacia el trabajo, hacia la casa, hacia todo. Me sentía completamente desanimada. Me enfadaba y lloraba por pequeñas molestias. Se convirtió en una red de negatividad que se extendía por toda mi vida.

Muchas de nosotras nos apartamos cuando las cosas no van bien, cuando lo que en realidad necesitamos es apoyarnos en Dios. Aprendí esto una mañana mientras pasaba tiempo con Dios y sentí que el Espíritu Santo me revelaba algo. El Espíritu me mostró que yo estaba haciendo EXACTAMENTE lo que Adán y Eva hicieron. 

Su pecado no fue comer una manzana. Fue por dudar de la bondad de Dios. En vez de ver todas las bendiciones que Dios les había dado, se enfocaron en la única cosa que no podían tener. Se convencieron a sí mismos de que Dios les estaba negando algo. Creyeron que el fruto prohibido en el jardín era bueno y que Dios no les dejaría comerlo porque no estaba dispuesto a darles ese bien...

El Espíritu Santo me mostró que yo estaba haciendo lo mismo. Había caído en la trampa de creer que Dios no me daba lo bueno que yo quería. Inconscientemente había relacionado el que Dios me diera este regalo con Su amor por mí. Había estado sintiendo que Dios no me amaba. Yo sabia que esto no era v ¡Gracias a Dios por el Espíritu Santo! ¡Gracias a Dios por el Espíritu Santo! Verdad pero no lo sentía así. Ni siquiera me di cuenta que esta era mi actitud pero cuando el Espíritu me lo mostró, vi la verdad. Era culpable de pensar «Si Él me amara, haría esto por mí».  Fue toda una revelación para mí. No me había dado cuenta de que me había desviado tanto, pero era culpable de todo. No confiaba en Su bondad. No confiaba en Su tiempo. (Olvidé que Dios siempre tiene en mente mi bien y Su gloria. Afortunadamente, el Espíritu Santo me guió en esto para que pudiera confesar mi pecado y ser restaurada a la dulce comunión con Dios. 

El Espíritu Santo, nuestro guía de confianza, desenmascaró las mentiras que yo había empezado a creer. Juan 14:26 dice: «Pero el Abogado, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, os enseñará todas las cosas y os recordará todo lo que yo os he dicho.» Esta es una de las maneras en que el Espíritu Santo obra en la vida del creyente y estoy tan agradecida por su corrección y guía. 

Te animo a que te tomes unos momentos ahora mismo y escuches. Pídele al Espíritu Santo que te muestre dónde te has desviado del camino. Tal vez no has dudado de la bondad de Dios, tal vez no has olvidado Su amor, pero tal vez te has desviado del camino de una manera diferente. Dale unos minutos de silencio para escucharle hablar y luego actúa según lo que te muestre.

¡Gracias a Dios por el Espíritu Santo!


ACERCA DE NUESTRA BLOGUERA

Bonnie Kotler y su esposo Mitch tienen dos hijas, tres hijos, cuatro nietos y tres perritos. Fue ama de casa durante muchos años antes de regresar a la fuerza laboral después de recibir su Maestría en Consejería y Relaciones Humanas de la Universidad de Villanova. Ella es una consejera profesional licenciada en The Peacemaker Center y en su consultorio privado, True North Counseling. Bonnie ha estado en el equipo de enseñanza del ministerio de mujeres de Willowdale desde 2012. Los estudios Bíblicos han sido una parte importante en su caminar como creyente, y a su vez, le encanta ayudar a otras mujeres a encontrar la paz con Dios y crecer en su fe. Le gusta escribir material para el estudio Bíblico, leer ficción, pasar tiempo con la familia y hacer cualquier cosa bajo el sol. A Bonnie le encanta reír y considera que la risa es la mejor medicina. Salmo 126:2

ACERCA DE NUESTRA TRADUCTORA

Silvia Cubos nació en la ciudad de México, y se crio en la ciudad de Toluca, es la mayor de 5 hermanos. Estudió comunicación y después de graduarse llegó a este país en 1996 donde tuvo la oportunidad de estudiar Ingles y Educación temprana. Silvia ha trabajado como maestra, interprete y trabajadora social. Desde los 17 años Silvia ha sentido el llamado de servir al Señor y orar por las necesidades de otros, ahora lo hace en Willowdale en Español desde 2019. Silvia disfruta cocinar comida mexicana, caminar al aire libre con sus dos hijas y su perro; para terminar el día le gusta disfrutar de un helado de fresa.

…Y sé agradecido

Esta semana, acompáñenme a considerar un pasaje de Colosenses. 

Colosenses.  3:15-17

 Que gobierne en sus corazones la paz de Cristo, a la cual fueron llamados en un solo cuerpo. Y sean agradecidos. Que habite en ustedes la palabra de Cristo con toda su riqueza: instrúyanse y aconséjense unos a otros con toda sabiduría; canten salmos, himnos y canciones espirituales a Dios, con gratitud de corazón. Y todo lo que hagan, de palabra o de obra, háganlo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios el Padre por medio de él.

Pablo menciona el agradecimiento tres veces: “sean agradecidos”, “con gratitud” y “dando gracias.” 

¡Supongo que dar las gracias no es sólo algo que debemos hacer una vez al año durante la cena del pavo!

La primavera me brinda muchas oportunidades para mirar hacia arriba, apartar la mirada de mí misma y dar gracias a Dios por la belleza que existe, independientemente de lo que esté ocurriendo en nuestras vidas. De hecho, cuanto más a menudo incorporo la acción de gracias en mi vida, más se acallan las voces negativas porque Dios las usa para purificar mi corazón.

El versículo 16 nos dice que debemos amonestarnos unos a otros. Tiendo a asociar la palabra amonestar con algo negativo, pensando que es algo duro y que se parece a condenar. Pero en realidad no significa eso. Si bien una definición es reprender a alguien con firmeza, eso no significa que tenga que hacerse con dureza o en forma de juicio, sino más bien como una forma de aliento. Otra definición de amonestar es exhortar seriamente a alguien. Tomaré ese enfoque aquí y recomendaré tres maneras de incorporar algo de agradecimiento en tu vida esta temporada. 

En primer lugar, ¡sal a la naturaleza! Escoge un parque, un jardín, el parterre de un vecino o un centro de jardinería local para observar la creación. Si vives cerca de Willowdale Chapel, visita Longwood Gardens esta primavera para disfrutar de los colores y las vistas que ofrece la primavera. Siempre me ayuda sentarme en un banco junto al paseo de las flores o en el conservatorio para dar a mi cerebro un reinicio y pensar en poner una actitud de gratitud en medio del orden, la simetría y el diseño reflexivo hecho allí con flores, plantas y árboles. (Si necesitas ayuda para conseguir una entrada, házmelo saber. Los que somos miembros podemos compartir contigo). 

En segundo lugar, como menciona el versículo 16, considera un Salmo que te ayude a enfocar tu corazón en dar gracias. Ahora, sí, el Salmo 136 parece un poco largo, pero te animo a que lo leas unas cuantas veces esta semana, ya sea por ti mismo o con otras personas y deja que la repetición te ayude a replantear tu perspectiva sobre tu día, semana o una situación difícil que puedas estar enfrentando.

Salmos 136

Den gracias al Señor, porque Él es bueno;
su gran amor perdura para siempre.

Den gracias al Dios de dioses;
su gran amor perdura para siempre.

Den gracias al Señor de los Señores;
su gran amor perdura para siempre.

Al único que hace grandes maravillas;
su gran amor perdura para siempre.

Al que con inteligencia hizo los cielos;
su gran amor perdura para siempre.

Al que expandió la tierra sobre las aguas;
su gran amor perdura para siempre.

Al que hizo las grandes lumbreras;
su gran amor perdura para siempre.

El sol, para gobernar el día;
su gran amor perdura para siempre.

La luna y las estrellas, para gobernar la noche;
su gran amor perdura para siempre.

Al que hirió a los primogénitos de Egipto;
su gran amor perdura para siempre.

Al que sacó de Egipto[a] a Israel;
su gran amor perdura para siempre.

Con mano poderosa y con brazo extendido;
su gran amor perdura para siempre.

Al que partió en dos el mar Rojo;
su gran amor perdura para siempre.

Y por en medio hizo cruzar a Israel;
su gran amor perdura para siempre.

Pero hundió en el mar Rojo al faraón y a su ejército;
su gran amor perdura para siempre.

Al que guio a su pueblo por el desierto;
su gran amor perdura para siempre.

Al que hirió de muerte a grandes reyes;
su gran amor perdura para siempre.

Al que a reyes poderosos les quitó la vida;
su gran amor perdura para siempre.

A Sijón, el rey amorreo;
su gran amor perdura para siempre.

A Og, el rey de Basán;
su gran amor perdura para siempre.

Cuyas tierras entregó como herencia;
su gran amor perdura para siempre.

Como herencia para su siervo Israel;
su gran amor perdura para siempre.

Al que nunca nos olvida, aunque estemos humillados;
su gran amor perdura para siempre.

Al que nos libró de nuestros adversarios;
su gran amor perdura para siempre.

Al que alimenta a todo ser viviente;
su gran amor perdura para siempre.

¡Den gracias al Dios de los cielos!
¡Su gran amor perdura para siempre!

Bien, ¡esto me lleva a mi tercera admonición! Según Colosenses, usemos la música para cantar “a Dios con gratitud en nuestros corazones.”

He aquí dos canciones que me ayudan a ello.

  • Una canción realmente directa y honesta de Ben Rector, “Thank You.”

    CLICK HERE: Thank You by Ben Rector

  • Un gran himno antiguo, “Praise to the Lord, the Almighty ”que contiene una de mis letras de himno favoritas de todos los tiempos, “Ponder anew what the Almighty can do if with his love he befriend thee.”

    CLICK HERE: Praise the Lord, the Almighty by T4G Live II

Ésas son tres ideas mías, ¡ahora te toca a ti! ¿Cómo podemos amonestarnos unos a otros hacia un espíritu más agradecido? ¿Tienes algún salmo o canción que te guíe hacia la gratitud? Compártelo en los comentarios. 


ACERCA DE NUESTRA BLOGUERA

Originaria de Georgia, Mary Beth Gombita es una amante del té dulce, una orgullosa Bulldog de Georgia y una ávida fanática de la música.

Trabaja en el sector de las relaciones públicas y dirige su propio negocio de consultoría de comunicación desde casa.

Mary Beth y su marido, Stephen, tienen dos hijos pequeños. Actualmente es la editora de nuestro blog Willowdale Women.

ACERCA DE NUESTRA TRADUCTORA

Maritza Zavala Smith nació en Guanajuato, México, y se trasladó a los Estados Unidos cuando tenía siete años. Estudió Salud Pública en Penn State, donde conoció a su esposo. Llevan 8 años casados y tienen dos niños gemelos y una bebe. A Maritza le encanta viajar y bailar salsa. Cuando no está deleitándose con el té verde matcha con leche y estando al aire libre con sus seres queridos, puedes encontrarla aventurándose con su tribu a través de los libros.

¿Puede realmente amarnos?

Dios, ¿realmente puedes amarme?

Pospuse la alarma por sexta vez esta mañana. Iba a orar camino al trabajo, pero me distraje contando en mi cabeza todas las cosas que tengo que hacer hoy.

Luego escuché a Rihanna durante el resto del viaje.

¿Realmente puedes amarme?

Tuve la oportunidad perfecta para hablarle a mi compañera de trabajo acerca de Ti. Incluso ella parecía estar dispuesta a escuchar. Podría haberla invitado a la iglesia o haberle hecho esas preguntas que he estado practicando.

Pero me sentí incómoda, así que comencé a hablar de sus zapatos.

¿Realmente puedes amarme?

Tuve otro ataque de pánico. No sé qué lo causó. Debería haber abierto mi Biblia o pedirte ayuda, pero en lugar de eso abrí una botella de vino y bebí hasta que los malos sentimientos se adormecieron.

Me perdí el estudio bíblico porque no podía dejar de vomitar.

¿Realmente puedes amarme?

Hoy vi una foto que mi mejor amiga publicó en Instagram. Por un breve momento me encontré deseando que le sucediera algo malo en su hermosa vida.

Luego le envié un mensaje de texto deseándole un feliz cumpleaños.

¿Realmente puedes amarme?

Me enojé con mi prometido. Él solo estaba tratando de ayudarme, pero sus palabras hirieron mi orgullo así que decidí lastimar su corazón.

Cuando me disculpé más tarde, me aseguré de expresarlo a manera de que supiera que era principalmente culpa suya.

¿Realmente puedes amarme?

Me paré en la iglesia durante el tiempo de adoración, con los ojos cerrados y las palmas hacia arriba. Me preguntaba si la gente detrás de mí se daría cuenta de lo santa que parecía.

No recuerdo en qué estaba pensando mientras cantaba esas canciones. Pero sé que no era en ti.

¿Realmente puedes amarme?

Hoy hablé de alguien a sus espaldas. Me sentí mal, pero es muy frustrante y la persona con la que estaba hablando siente lo mismo de esa persona.

Unas horas más tarde, me encontré con la persona de la que hablamos. Le di la mayor sonrisa y le pregunté cómo le fue en el día.

¿Realmente puedes amarme?

Me acosté en el sofá durante tres horas después de cenar. Iba a ponerme al día con mi tarea de estudio bíblico o acercarme a esa amiga que está pasando por algo difícil. Pero estaba cansada, así que vi un programa en Netflix hasta que ya no pude mantener los ojos abiertos.

Ni siquiera me gustó mucho el programa.

¿Realmente puedes amarme?

Dije groserías (algo, realmente grosero) y no me sentí mal por eso.

Ni siquiera un poco.

¿Realmente puedes amarme?

Deslicé mi tarjeta de crédito por sexta vez esta semana. Había un atuendo en Amazon al que no pude resistirme.

No he diezmado en seis meses.

¿Realmente puedes amarme?

Lo hice otra vez. Eso que te prometí ya no lo haría más.

Lo hice. De nuevo. Y ni siquiera intenté parar.

¿Realmente puedes amarme?

Hija.

¿Sí?

Acércate más. Tengo algo que enseñarte.

Okay.

¿Ves estas cicatrices? ¿Las de mis manos, mis pies, mi costado, mi cabeza?

Sí.

¿Recuerdas cómo las conseguí?

Sí.

¿Recuerdas por qué?

Sí.

Mírame a los ojos, hija mía. No me molestan tus lágrimas.

¿Estas escuchando?

Realmente, realmente, realmente te amo.


ACERCA DE NUESTRA BLOGUERA

Kati Lynn Davis creció en el condado de Chester. Tras una breve estancia al otro lado de Pensilvania para obtener un título de escritora en la Universidad de Pittsburgh, regresó al área y consiguió un trabajo en una biblioteca local. Cuando no está escribiendo, a Kati le gusta leer, dibujar, ver películas (¡especialmente de animación!), beber té de burbujas, pasear con sus gatos y salir a correr muy despacio. Kati está bastante segura de que es un Eneagrama 4, pero constantemente tiene una crisis de identidad al respecto, así que afortunadamente está aprendiendo a arraigar su sentido del ser en Jesús.

ACERCA DE NUESTRA TRADUCTORA

Ana León nació en México y emigró a los Estados Unidos a los 9 años. Vivía en Kennett Square, pero su familia se mudó a Delaware, donde Ana conoció a su novio de la secundaria con quien ha estado casada por más de 10 años. Son padres de dos niños, uno de 11 años y otro de 9 años. Ana ha traducido e interpretado profesionalmente por más de 11 años. Se unió a Willowdale En Español en el 2018 y es una de las intérpretes del servicio. En su tiempo libre le gusta ir a la playa, pintar, leer, y escribir. Ana está muy emocionada de ser parte del blog porque siente que es una forma para que las mujeres se conecten y sigan acercándose a Dios.

La bendición de lo cotidiano

La bendición de lo cotidiano

Hoy necesitaba hacer la compra. Casi no me quedaba nada esencial (café, mantequilla de cacahuete, papel higiénico).  Pero realmente no quería. Estaba cansada y hambrienta. Necesitaba llegar a casa para escribir este blog.  Además, hacía viento y posiblemente iba a empezar a llover (no sé por qué el tiempo influye en esta actividad que se realiza principalmente en interiores, pero lo hace). Tenía muchas excusas, pero al final me decidí a hacerlo. Así que me dediqué a recoger cosas de los estantes y ponerlas en el carrito, después en la banda de la tienda, embolsarlas, volver a ponerlas en el carrito, ponerlas en el coche, sacarlas del coche y, por último, desempaquetarlas en casa. Es todo un proceso. Y tan cotidiano, como la mayoría de las tareas.

Qué hacer cuando estamos perdidos y asustados

Qué hacer cuando estamos perdidos y asustados

Un verano hace años atrás, cuando vivíamos en Illinois, nuestra familia se reunió en un viaje a Chicago para visitar lo que entonces era la Torre Sears.

Encontramos estacionamiento varios pisos más arriba, en un gran garaje. En el ascensor sólo cabíamos ocho de los doce. Cuando los del primer grupo bajamos a la planta baja, las puertas se cerraron antes de que salieran mi hija Lauren y su prima Lori, ambas de unos seis años. El ascensor volvió a subir antes de que pudiéramos detenerlo.

El me entiende

La celebración de la Pascua ha terminado. Alabado sea Dios, Jesús ha vencido a la muerte. Podemos vivir con el poder de la resurrección en nuestras vidas. El otro día, mientras estaba sentada con Jesús, seguía reflexionando sobre lo que Él experimentó. Pensaba en Él en la cruz y me preguntaba qué emociones y pensamientos experimentó al enfrentarse al final de su vida terrenal. 

No estoy tratando de minimizar el severo sufrimiento que Jesús experimentó en la cruz, pero sentí una conexión con Jesús en algunas de las cosas que me imagino que Él pensó. ¿Te has preguntado alguna vez si Jesús sabe realmente cómo te sientes? Jesús era plenamente hombre y plenamente Dios. (Filipenses 2:7, Colosenses 2:9, 1 Juan 4:2). Por supuesto, Jesús, como Dios, es omnisciente y sabe lo que piensas y sientes. Pero ¿te has preguntado alguna vez si Jesús siendo humano realmente nos comprende? Recuerdo que cuando era más joven siendo mamá pensaba que Jesús nunca tuvo cuatro hijos, un padre anciano, un fregadero de platos sucios y cinco lugares en los que estar a la vez. ¿Nos comprende en nuestro dolor emocional más profundo por circunstancias desgarradoras en nuestras vidas con familiares o amigos? ¿Sabe lo que es ser incomprendido? O quizás en los momentos del mundo acelerado en el que vivimos, nos preguntamos qué habría hecho o pensado Jesús. ¿Realmente lo entiende?

Cuando la vida terrenal de Jesús tocaba a su fin, me pregunto qué estaría meditando. He aquí algunas de mis reflexiones sobre algunas de las cosas que Jesús pudo haber pensado mientras estaba en la cruz:

  1. Jesús conoció la pérdida y el abandono. La mayoría de sus seguidores le habían abandonado. Había pasado los últimos tres años y medio entregándose a 12 hombres y cuando las " piedras " estaban en  el camino, le abandonaron. La angustia de esto debe haber sido agonizante. Él había salvado a estos hombres de una existencia mundana y les había dado la paz y el propósito de Dios. Había vivido y caminado con ellos día tras día, y luego la mayoría de ellos lo abandonaron cuando más los necesitaba. ¿No esperamos todos estar rodeados de amigos y familiares en nuestra última hora?

  2. Aunque le abandonaron, Jesús estaba preocupado por sus discípulos. Probablemente era una versión intensa de lo que siente un padre cuando deja a su hijo en la universidad. Se preguntaba si los había preparado para lo que les esperaba. Jesús amaba a estos hombres. Pasó mucho tiempo con ellos y los vio pasar de la infancia espiritual a la adultez espiritual en poco tiempo. Creo que se le partía el corazón al dejarlos. En Juan 17:11-12 Jesús dice en su oración: "Padre Santo, protégelos con el poder de tu nombre, el nombre que me diste, para que sean uno como nosotros somos uno. Mientras estaba con ellos, los protegía y los cuidaba mediante el nombre que me diste". Oró para que recordaran lo que se les había enseñado y para que permanecieran fieles. ¿No es esto lo que todos queremos para nuestros hijos?

  3. Los pensamientos de Jesús estaban en aquellos a quienes amaba, no en sí mismo. Mientras Jesús colgaba de la cruz, en completo dolor y agonía, no estaba centrado en sí mismo, sino en aquellos a quienes amaba. Fue capaz de ver a su madre y ponerla al cuidado de Juan. Esto demuestra un gran desinterés. Ser capaz de pensar en los demás cuando se encontraba en un enorme sufrimiento muestra el carácter amoroso de Jesús. (Juan 19:26-27)

  4. Jesús sabía lo que se sentía tener un trabajo interminable. Me pregunto si luchó con sentimientos de frustración porque el tiempo se le había agotado y no había hecho todo lo que quería. Tal vez las limitaciones de tiempo de trabajar dentro de un cuerpo humano y un tiempo finito le habían dejado con ganas de hacer más para buscar y salvar a los perdidos. De sol a sol se le exigía mucho. Multitudes de personas seguían a Jesús, todas queriendo algo de Él. (Marcos 10:1, Lucas 5:1,19) Hay una escena en la serie Los elegidos que me recordó esto. Los discípulos estaban sentados alrededor de una hoguera comiendo cuando ya había anochecido. Esperaban a que Jesús terminara su "trabajo" de sanar, enseñar y ministrar. Finalmente, un Jesús exhausto, tan cansado que apenas podía volver a su cama, regresó al campamento. Las demandas sobre Él eran increíblemente grandes. Había mucha necesidad y las multitudes lo querían. Jesús conocía las exigencias del incesante trabajo de cuidar de los demás.

En la cruz, creo que Su preocupación por Sus seguidores y discípulos pesaba en Su corazón. Y entonces, después de todo lo que pensó y por todo lo que pasó, finalmente lo entregó todo a Dios y a Su plan. "Consumado es". La obra redentora de Dios fue terminada en la cruz. Nuestra deuda por nuestros pecados fue pagada en su totalidad por la muerte sacrificial de Jesús. No hay nada más que Él podría haber hecho. 

Una vez más, no intento restar importancia al acontecimiento más crucial e impactante de la historia. No creo que podamos empezar a entender o relacionarnos con lo que Jesús sintió en el dolor espiritual, emocional y físico de la cruz. Sin embargo, SÍ creo que Jesús puede entender y relacionarse con NOSOTROS. Muchos de estos pensamientos y sentimientos son cosas con las que luchamos. 

“Porque no tenemos un sumo sacerdote incapaz de compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que ha sido tentado en todo de la misma manera que nosotros, aunque sin pecado. Así que acerquémonos confiadamente al trono de la gracia para recibir la misericordia y encontrar la gracia que nos ayuden oportunamente.  (Hebreos 4:15-16)

El me entiende.


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Bonnie Kotler y su esposo Mitch tienen dos hijas, tres hijos, cuatro nietos y tres perritos. Fue ama de casa durante muchos años antes de regresar a la fuerza laboral después de recibir su Maestría en Consejería y Relaciones Humanas de la Universidad de Villanova. Ella es una consejera profesional licenciada en The Peacemaker Center y en su consultorio privado, True North Counseling. Bonnie ha estado en el equipo de enseñanza del ministerio de mujeres de Willowdale desde 2012. Los estudios Bíblicos han sido una parte importante en su caminar como creyente, y a su vez, le encanta ayudar a otras mujeres a encontrar la paz con Dios y crecer en su fe. Le gusta escribir material para el estudio Bíblico, leer ficción, pasar tiempo con la familia y hacer cualquier cosa bajo el sol. A Bonnie le encanta reír y considera que la risa es la mejor medicina. Salmo 126:2

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Silvia Cubos nació en la ciudad de México, y se crio en la ciudad de Toluca, es la mayor de 5 hermanos. Estudió comunicación y después de graduarse llegó a este país en 1996 donde tuvo la oportunidad de estudiar Ingles y Educación temprana. Silvia ha trabajado como maestra, interprete y trabajadora social. Desde los 17 años Silvia ha sentido el llamado de servir al Señor y orar por las necesidades de otros, ahora lo hace en Willowdale en Español desde 2019. Silvia disfruta cocinar comida mexicana, caminar al aire libre con sus dos hijas y su perro; para terminar el día le gusta disfrutar de un helado de fresa.

¿Por qué buscamos las cosas simples?

A menudo se nos promete que las cosas serán más sencillas de lo que resultan.

A veces es porque nos venden algo, con la idea de que “podemos hacerlo” cuando en realidad no podemos. Mi mamá me enseñó algunas habilidades básicas de costura cuando era niña, así que en la universidad compré un patrón para hacer una falda en “2 horas” pensando que podría hacerlo, pero terminó llevándome más de 8 horas más con la ayuda de mi mamá.

Otras veces, cuanto más nos adentramos en algo, más complicado se vuelve por detalles imprevistos. Una vez, un inodoro en nuestra casa no estaba funcionando y descubrí cuál era el problema, fui a una tienda de mejoras para el hogar, compré las piezas de repuesto y pensé que sería una solución de 10 minutos y menos de $20. Pero cuando una tuerca no se movía para quitar las partes viejas y el pequeño espacio entre dicha tuerca y la pared no era lo suficientemente grande como para usar nuestra llave para quitarla, terminó siendo una tarea de varias horas de mi tiempo y una visita de $150 del plomero.

A menudo nos dejamos engañar por la tentación de la simplificación excesiva, ¿no es así?

He aprovechado la temporada de Cuaresma de este año para limitar mi desplazamiento innecesario y la única red social con la que he interactuado constantemente es LinkedIn, donde, desafortunadamente, esta simplificación excesiva también se muestra en muchas de las publicaciones promocionadas y sugeridas en mis recomendaciones. Por lo general, es de la siguiente manera: “¿Le han enseñado que su industria funciona de una manera específica, pero le resulta difícil y no siempre tiene éxito? Lo estás haciendo mal, pero mi simple idea hará que todo sea mejor #estaeslamanera”

La vida es compleja, somos criaturas complicadas. ¿Por qué intentamos constantemente buscar soluciones rápidas y nos quedamos cortos? Como lo expresa Eugene Peterson, nuestra vida con Cristo es “una larga obediencia en la misma dirección”. No existe ningún “truco” o atajo para una vida bien vivida. Pero la otra cara de la moneda es la riqueza y profundidad de la vida que nada más puede igualar.

Existe simplicidad y complejidad que se complementan entre sí cuando orientamos nuestra vida a Cristo. Por un lado, el llamado de Dios para nosotros es simple: camina conmigo; quédate conmigo y sé cambiado por mí. Por otro lado, es increíblemente complejo: toma decisiones sobre trabajos, relaciones, civismo, educación, alimentación - elige tu área de vida. Luchar durante mucho tiempo por una enfermedad o una pérdida. Puede ser increíblemente estresante y para nada sencillo.

Pero uno no niega al otro. En la sencillez de seguir a Jesús hay una profunda libertad porque Él puede soportar el peso de lo complejo. La complejidad de la existencia humana no es abrumadora ni desesperante debido a Dios mismo: un Dios trino es la simplicidad anclada.

Parece contradictorio, ¿verdad? Ni siquiera puedo explicar la trinidad. ¿Pero sabes qué? Dependemos “no de la sabiduría del mundo sino de la gracia de Dios”. (2 Corintios 1:12)

Y sí, es difícil. La simplicidad no significa necesariamente fácil.

Un maratón es una idea simple y directa: correr 26.2 millas. ¡Pero no es fácil!

A veces mi vida parece un constante balanceo entre los dos extremos: abrazar la simplicidad descuidando un llamado más profundo o revolcarme en la complejidad alimentada por mi propia superioridad moral.

Lo que el Espíritu Santo sigue sacando a la luz es que la vida debe ser multifacética. Nuestra cultura anhela soluciones rápidas y autosuficiencia, pero no fuimos creados para funcionar de esa manera.

La belleza del mundo que nos rodea y la variedad de animales, colores, música, personas, habilidades y más todas apuntan a un creador increíblemente complejo. En lugar de huir de esa realidad, deberíamos celebrarla.

Romanos 11:33-36 (RV) “¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos! Porque ¿quién entendió la mente del Señor? ¿O quién ha sido su consejero?

Esta semana en una entrevista en un podcast con John Mark Comer me recordaron que la vida de un seguidor de Jesús es un reflejo constante de la Semana Santa: muerte, sepultura y resurrección. Como madre, puedo sufrir muchas muertes pequeñas por sacrificar mi tiempo una y otra vez por el bien de mi hijo. El entierro es en los años en los que veo que nada o muy poco bueno sale de eso, pero la resurrección puede ser una relación de confianza en el futuro. O tal vez morimos a una etapa de la vida que realmente disfrutamos, y la próxima etapa es dura y solitaria, pero podemos mirar con esperanza la resurrección que puede aparecer en una etapa futura a medida que nos aferramos aún más a Jesús y maduramos. en nuestra fe.

Estos son procesos largos y están muy lejos de las ofertas fáciles del mundo. La próxima vez que te sientas tentado a aceptar una “solución rápida”, considera que la vida es más profunda que el crédito que nuestra cultura suele otorgarle.

A medida que vivimos ese patrón de muerte, sepultura y resurrección, miramos hacia nuestra muerte, sepultura y resurrección definitivas en Cristo cuando nos uniremos a Él en la eternidad y digamos, cómo nos animó CS Lewis: "Esta es la tierra que he estado buscando durante toda mi vida, aunque nunca lo supe hasta ahora... ¡Ven más arriba, ven más adentro!”


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Originaria de Georgia, Mary Beth Gombita es una amante del té dulce, una orgullosa Bulldog de Georgia y una ávida fanática de la música. Trabaja en el sector de las relaciones públicas y dirige su propio negocio de consultoría de comunicación desde casa. Mary Beth y su marido, Stephen, tienen dos hijos pequeños. Actualmente es la editora de nuestro blog Willowdale Women.

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Ana León nació en México y emigró a los Estados Unidos a los 9 años. Vivía en Kennett Square, pero su familia se mudó a Delaware, donde Ana conoció a su novio de la secundaria con quien ha estado casada por más de 10 años. Son padres de dos niños, uno de 11 años y otro de 9 años. Ana ha traducido e interpretado profesionalmente por más de 11 años. Se unió a Willowdale En Español en el 2018 y es una de las intérpretes del servicio. En su tiempo libre le gusta ir a la playa, pintar, leer, y escribir. Ana está muy emocionada de ser parte del blog porque siente que es una forma para que las mujeres se conecten y sigan acercándose a Dios.

El Camino de Jesús hacia el Domingo de Ramos

La semana pasada viajamos en automóvil desde Pensilvania hasta Florida. Mientras viajamos, pensé en cómo fue explorar esta tierra por primera vez, la tecnología disponible (o la falta de ella) y lo desconocido. En este viaje, pensé aún más atrás, ¡hace 2000 años! ¿Puedes imaginar caminar por todas partes? Para difundir el nombre de Jesús, ¡sus primeros seguidores tenían que caminar... por todas partes! Ahora todo lo que tenemos que hacer es presionar, grabar y enviar. Boom, su mensaje se esparce por todo el mundo.

En la época de Jesús, principalmente viajaba desde las áreas cercanas a Jerusalén hasta áreas alrededor del Mar de Galilea. En las carreteras de hoy, tomaría más de dos horas en auto. Sería como caminar desde la Iglesia de Willowdale hasta algún lugar cerca de Washington, D.C. ¿Puedes imaginar el tiempo y la energía que llevaría? ¡Ni siquiera puedo imaginar el viaje más largo de la familia de Jesús hacia y desde Egipto cuando era niño! Cuando Jesús convirtió el agua en vino, las noticias comenzaron a viajar rápido... ¡a pie! Sabían que algo especial estaba sucediendo.

En sus últimos días, Jesús pasó tiempo viajando de ida y vuelta entre pueblos entre Jerusalén y el río Jordán, ¡aproximadamente a 20 millas de distancia! En su último viaje, Jesús sale de Betania hacia Jerusalén. Juan 11:18 nos dice que fue un viaje de aproximadamente dos millas. Jesús sabía con cada paso a dónde lo llevaba.

El día en que celebramos su entrada a Jerusalén está casi sobre nosotros. Mi mente a menudo salta a los días siguientes cuando desafió todo. ¡Se sacrificó por nuestros pecados! ¡Resucitó de entre los muertos! Pero primero, entró en Jerusalén en un burro, después de viajar a pie.

Este domingo celebramos el Domingo de Ramos, el día en que Jesús fue bañado de alegría y agradecimiento al entrar en la ciudad que traería su muerte. Una imagen tan hermosa de un desfile, sonrisas y hojas de palma ondeando. Mientras lo imagino, me pregunto, ¿por qué hojas de palma?

De niña, creciendo como católica, recuerdo el servicio del Domingo de Ramos como uno en el que sostenía una gran rama de palma y desfilaba alrededor de la iglesia. A pesar de hacer esto, no entendía completamente por qué. ¿Qué tiene de especial o significativo una hoja de palma? Así que esta semana, decidí hacer un poco más de investigación...

El nombre y las celebraciones del Domingo de Ramos incluyen hojas de palma debido a las hojas que se extendieron ante Jesús cuando entró en Jerusalén. Juan 12:12-13 dice: "Al día siguiente, la gran multitud que había venido a la fiesta, cuando oyeron que Jesús venía a Jerusalén, tomaron ramas de palmera y salieron a recibirle, y clamaban: ¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor, el Rey de Israel!"

Las hojas de palma no se usaron solo para la llegada de Jesús. Las hojas de palma tenían un gran significado en esos tiempos. Representaban alegría, triunfo y grandeza. No solo se usaban en monedas y para decorar estructuras significativas como templos, sino que se usaban durante celebraciones y la llegada de reyes, conquistadores y otros héroes de la época. Se extendían en un camino como la alfombra roja de nuestros días. Se agitaban sobre aquellos que eran honrados mientras caminaban por la calle.

1 Reyes 6:29 dice que Salomón decoró su casa para el Señor con palmeras. En Levítico 23:40 se nos dice que nos regocijemos ante el Señor con ramas de palmeras.

En ese momento, la gente de Jerusalén estaba agitando ramas de palma sobre Jesús por alegría, esperanza y gratitud. Poco sabían sobre el significado de su celebración, ya que Jesús moriría y resucitaría apenas una semana después.

Mientras pasamos por la Semana Santa, recordemos lo que Jesús hizo por nosotros. Cómo enfrentó este tiempo con humildad, comprensión y pasión. ¡Vivamos con lo mismo por Él! Ahora, ¡vayan y compartan Su amor y mensaje, paso a paso!


ACERCA DE NUESTRA BLOGUERA

Anteriormente era maestra, consejera y entrenadora personal, Kristin Ryan ahora ama ser ama de casa.

Como alguien que ha encontrado el Cristianismo más recientemente, disfruta aprender y crecer en su fe y está emocionada de compartir su experiencia con los demás.

Kristin y su esposo, Casey, tienen 3 hijos pequeños (uno nació durante la pandemia) y un perro grande.


ACERCA DE NUESTRA TRADUCTORA

Liliana Daza es la hermana mayor de 4 hijas de una familia colombiana muy conservadora. Oriundos de un pequeño pueblo ubicado en el Oriente de Colombia en frontera con Venezuela donde creció y pasó su niñez. Luego se mudó a la capital para terminar sus estudios superiores en el área de tecnología. En el año 2011 se trasladó a los Estados Unidos junto con su familia debido a una oportunidad laboral. Desde temprano, Liliana ha sentido un llamado para servir y apoyar a la comunidad, por lo que aprovecha cada oportunidad que Dios pone en su camino para este propósito. Liliana disfruta de un buen café negro, viajar, comer buena comida, especialmente cuando viaja. Liliana hace parte de la Iglesia Willowdale en español casi desde sus inicios.

Confesión, Comunidad y Vencedores

Recientemente tuve una conversación con alguien que creció en la iglesia católica y que ahora asiste Willowdale Chapel. Él quería saber cómo nuestra iglesia hace confesiones.

"Bueno... aquí es un poco diferente". Le expliqué que, aunque no tenemos una hora y un lugar fijo para confesarnos como lo hace la Iglesia católica, se nos anima a confesar nuestros pecados directamente a Dios, así como a los amigos seguros. Es un proceso más "orgánico".

Aunque le gustaba más la idea de confesarse con amigos que con un sacerdote, dijo que confesarse con regularidad era una de las cosas que más le gustaban del catolicismo.

Escuché un sentimiento similar en una reciente charla de mujeres sobre la confesión.  La conferenciante también se había criado en la Iglesia católica, y describió que esperaba con impaciencia los momentos en que el confesionario estaba abierto porque sabía que saldría "sintiéndose ligera y de nuevo en buenos términos con Dios".

Estas dos conversaciones me han hecho pensar en la importancia de la confesión en la comunidad cristiana. Por desgracia, esta disciplina espiritual a veces se pasa por alto en la Iglesia protestante. Aquellos de nosotros que fuimos educados en el legalismo a menudo tratamos de evitar ese extremo de la gama tanto como sea posible, y la confesión puede sentirse como una práctica legalista.

Pero, ¿cómo podemos conciliar esto con las palabras de Jesús en Santiago 5:16, donde nos ordena explícitamente que confesemos nuestros pecados unos a otros? No es un versículo cuya interpretación pueda discutirse. Lo que Él quiere decir no puede ser más claro: confesar nuestros pecados es un acto de obediencia.

Fíjense en la segunda parte de ese versículo: "... confiesen sus pecados y oren unos por otros para que sean sanados".

La confesión no es sólo algo que hacemos para marcar una casilla en nuestra lista de tareas religiosas. Es un acto de vulnerabilidad destinado a sanar. Jesús nos dice que participemos en la confesión porque requiere dejar que otras personas nos conozcan, y dejar que otras personas nos conozcan conduce a un cambio imposible. Comienza el proceso de raspar la mancha de la vergüenza de nuestras almas.

La confesión desempeña un papel muy importante en mi propia historia de sanación  de una lucha de toda la vida contra el pecado y la vergüenza. Durante muchos años luché para vencer mi pecado por mi cuenta. Caía en la tentación, se lo confesaba a Dios y prometía mi arrepentimiento, y luego volvía a caer en ella unos meses o semanas (o días, u horas) más tarde.

A excepción de hacerlo mentalmente durante la comunión mensual de mi iglesia, no llevaba el ritmo de confesar mis pecados. Los compartía con Dios cuando me sentía especialmente condenada, pero la idea de contarle a otro ser humano con lo que luchaba -alguien que pudiera mirarme a los ojos mientras pronunciaba las palabras en voz alta- era impensable.

Y entonces ocurrió algo que hizo realidad lo impensable. Mantener mi secreto ya no era una opción.

Entonces una noche lluviosa, manejé hasta la casa de una amiga, me senté en su sofá y le confesé mis pecados. Fue tan aterrador como parece. Creí que el corazón se me iba a salir del pecho y se me iba a caer en la taza de té frío a la que me aferraba con todas mis fuerzas.

Pero en un momento de nuestra conversación, cuando me encontraba sin palabras, mi amiga me puso la mano en la rodilla y me dijo algo que lo cambió todo.

"Oye, sé que esto es muy duro para ti, y solo quiero asegurarme de que sepas que no tienes que tener miedo de contarme cualquier cosa. Estás segura aquí".

Mis ojos empezaron a gotear y mi corazón dejó escapar un suspiro. Eran las palabras que había estado esperando oír desde que era pequeña.

Que alguien a quien quería me mirara a los ojos y me prometiera que no iba a huir ahora que conocía la parte más profunda y oscura de mí era un tipo de libertad que no sabía que fuera posible.

Curt Thompson, psiquiatra cristiano, conferenciante y autor, resume bien este concepto en su libro  El alma de la vergüenza: Volver a contar las historias que creemos sobre nosotros mismos.

"...La curación de la vergüenza abarca el acto contraintuitivo de volvernos hacia lo que más nos aterroriza... Pero es en el movimiento hacia otro, hacia la conexión con alguien que es seguro, donde llegamos a conocer la vida y la libertad de esta prisión."

Confesar las partes rotas de nuestras historias nos da vida y nos libera de la prisión de nuestra vergüenza. No podemos vencer el pecado y la vergüenza sin nuestra comunidad, y no podemos experimentar la comunidad sin dejarnos conocer. Profunda, verdadera y plenamente conocida.


ACERCA DE NUESTRA BLOGUERA

Kati Lynn Davis creció en el condado de Chester. Tras una breve estancia al otro lado de Pensilvania para obtener un título de escritora en la Universidad de Pittsburgh, regresó al área y consiguió un trabajo en una biblioteca local. Cuando no está escribiendo, a Kati le gusta leer, dibujar, ver películas (¡especialmente de animación!), beber té de burbujas, pasear con sus gatos y salir a correr muy despacio. Kati está bastante segura de que es un Eneagrama 4, pero constantemente tiene una crisis de identidad al respecto, así que afortunadamente está aprendiendo a arraigar su sentido del ser en Jesús.

 ACERCA DE NUESTRA TRADUCTORA

Maritza Zavala Smith nació en Guanajuato, México, y se trasladó a los Estados Unidos cuando tenía siete años. Estudió Salud Pública en Penn State, donde conoció a su esposo. Llevan 8 años casados y tienen dos niños gemelos y una bebe. A Maritza le encanta viajar y bailar salsa. Cuando no está deleitándose con el té verde matcha con leche y estando al aire libre con sus seres queridos, puedes encontrarla aventurándose con su tribu a través de los libros.

Lo que nos dicen nuestras lágrimas

La ganadora de un Oscar por la adaptación cinematográfica de la novela de Jane Austen Sentido y sensibilidad, dos hermanas ven truncadas sus esperanzas románticas. La hermana mayor, Elinor, nunca revela su amor perdido y sufre en secreto. La más joven, Marianne, se siente abrumada por la miseria tras perder a su amor. Como dice en el libro: "Una miseria como la mía no tiene orgullo. No me importa quién sepa que soy desdichada". Si ha visto la película, recordará la interpretación de Kate Winslet como la angustiada Marianne y la caracterización de Emma Thompson de la reprimida Elinor.

Mi hermana y yo nos comparamos a veces con Marianne y Elinor. Mi hermana admite de buen grado que ella, como Marianne, puede "llorar a cántaros". Yo casi nunca lloro, me parezco más a Elinor. Me resisto a llorar de verdad porque el llanto me deja un dolor de cabeza persistente. Pero mis ojos brillan con lágrimas no derramadas cuando leo una historia exquisitamente escrita o cuando veo sufrimiento o injusticia. La mayoría de mis lágrimas brotan en la iglesia. Estas lágrimas están motivadas por mi gratitud por formar parte de una comunidad tan afectuosa y por la especial sensación de la presencia de Dios al adorar juntas.

En la vida, nuestras lágrimas hablan de nuestras heridas y necesidades, así como de alegría y alivio. Se nos saltan las lágrimas al experimentar dolor personal, pena, pérdida y despedidas. A algunos se les saltan las lágrimas al ver un drama como Los elegidos, sobre la vida de Jesús, o una película de gran heroísmo. El encuentro con las maravillas de la naturaleza o con una música hermosa puede provocar lágrimas. A veces las lágrimas son inexplicables.

La ciencia de las lágrimas es bastante interesante, aunque sigue siendo un misterio. Es sorprendente que nuestras lágrimas estén creadas para hacer tres cosas. En primer lugar, lubrican los ojos y los protegen de las bacterias. En segundo lugar, están diseñadas para eliminar los agentes irritantes. Y, en tercer lugar, liberan emociones. Las lágrimas que brotan de la emoción o el dolor contienen hormonas, aparentemente como una liberación necesaria debido al estrés, el dolor o la alegría.

La ciencia también sugiere que liberar lágrimas emocionales disminuye la agresividad. Las lágrimas provocan empatía en los demás y generan confianza. Las lágrimas son una comunicación no verbal de que estamos abrumadas por nuestras emociones, ya sea dolor o alegría. Las lágrimas aparecen cuando falla el lenguaje.

Al mismo tiempo, el sistema nervioso provoca ese inusual nudo en la garganta o la sensación de ahogo. Ambos son una respuesta al estrés o a la falta de control. El nudo se produce porque la glotis se ve obligada a permanecer abierta para que podamos tomar más oxígeno. El llanto incapacita el habla, al tiempo que comunica la profundidad de nuestros sentimientos.

Como persona que rara vez llora, y sólo en privado, me sorprendió un momento de rara emoción en mi primer año de docencia. Estaba contando una historia sobre la lucha de un analfabeto cuando, de repente, mi voz se entrecortó por la empatía. Si hubo lágrimas, intenté ocultarlas. Esa falta de control me incomodaba. Temía que se percibiera como algo extraño. 

La Palabra de Dios nos asegura que las lágrimas no son extrañas. El libro del Eclesiastés nos dice que "hay tiempo para llorar".  David lloró por sus problemas y en remordimiento por sus acciones. Jesús lloró tras la muerte de su amigo Lázaro.

Tanto si somos de los que se deshacen en lágrimas como de los que luchan contra ellas, es prudente reconocer que esas lágrimas son un regalo. La frase "reducido a lágrimas" niega nuestros sentimientos. Las lágrimas no nos disminuyen en absoluto. Si nos sorprendemos a nosotros mismos diciendo: "No me hagas llorar", pensemos que eso puede ser exactamente lo que necesitamos. Celebremos las lágrimas; revelan nuestro corazón. Afortunadamente, nos sentiremos más cómodas con nuestras propias lágrimas y con las de los demás a medida que nos volvamos más tiernas.

Si nuestras lágrimas están causadas por la injusticia, quizá tengamos que actuar. Un verso de Shakespeare dice: "Mis gotas de lágrimas las convertiré en chispas de fuego". Nuestra empatía podría impulsarnos a prestar apoyo u orar por quienes sufren la injusticia. 

Si nuestras lágrimas son de alegría o alivio, demos las gracias y compartamos la bendición.

Si nuestras lágrimas son de lucha y dolor, si tenemos el corazón roto, busquemos primero al Padre. Su compasión por nuestras lágrimas se describe bellamente en los Salmos.

Por la noche durará el lloro, y a la mañana vendrá la alegría. Salmo 30:5  

Que mi alma descanse nuevamente,

Porque El Señor ha sido bueno conmigo.

Me rescató de la muerte;

Quito las lágrimas de mis ojos. Salmo 116:7-8

Este versículo me parece una imagen perfecta de la compasión de Dios.  

Tu llevas la cuenta de todas mis angustias

Y has juntado todas mis lágrimas en tu frasco;

Has registrado cada una de ellas en tu libro. Salmo 56:8

El Dios que escucha nuestros gritos y ve cada lágrima también ha dado una promesa y una esperanza para el futuro. En el cielo, "enjugará toda lágrima... y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor. Todas estas cosas desaparecerán para siempre.”  Apocalipsis 21:4


ACERCA DE NUESTRA BLOGUERA

Linnea Tideman siempre ha disfrutado compartiendo historias. Su infancia en New Hampshire y su herencia sueca le han proporcionado una gran cantidad de experiencias, pero también la base de su fe. Le gustan los proyectos creativos, los viajes, los libros, la costura, la jardinería, pero sobre todo la hospitalidad, a menudo organiza elegantes tés y ocasionalmente algo grandioso como recrear la cena en el Titanic. Sirve en los ministerios de UrbanPromise y Good Neighbors. Linnea vive en Landenberg con su esposo Dave. Tienen tres hijas mayores. Ella espera que sus escritos reflejen cómo Dios continúa revelándose a nosotros como nuestro pastor y Salvador.

ACERCA DE NUESTRA TRADUCTORA

Silvia Cubos nació en la ciudad de México, y se crio en la ciudad de Toluca, es la mayor de 5 hermanos. Estudió comunicación y después de graduarse llegó a este país en 1996 donde tuvo la oportunidad de estudiar Ingles y Educación temprana. Silvia ha trabajado como maestra, interprete y trabajadora social. Desde los 17 años Silvia ha sentido el llamado de servir al Señor y orar por las necesidades de otros, ahora lo hace en Willowdale en Español desde 2019. Silvia disfruta cocinar comida mexicana, caminar al aire libre con sus dos hijas y su perro; para terminar el día le gusta disfrutar de un helado de fresa.

Correr con Perseverancia

El verano antes de ingresar al séptimo grado, mis padres me alentaron a participar en los deportes de otoño. Las dos opciones eran correr a campo abierto y voleibol. Sólo me tomó una semana de campamento de voleibol para determinar que correría a campo abierto. Todo el verano mi papá, un ávido corredor, intentó que fuera a correr con él. “Sólo una milla”, me persuadía, pero a mí no me interesaba entrenar. No me importaba las dos millas que pronto tendría que correr en el equipo. ¡Pensé que podría hacerlo! Cuanto más me empujaba, más me aferraba. Una vez acepté ir con él y en la marca de la milla me animó a ir solo media milla más y me negué. Él siguió pensando que yo lo seguiría, pero desafiante me di la vuelta y regresé a casa.

No hace falta decir que las prácticas de correr a campo abierto fueron un duro despertar. ¡Esto de correr fue difícil! Estaba corriendo con una compañera de equipo durante mi primera carrera cuando ella se detuvo para caminar. Pensé que sonaba muy bien y, oye, no quería dejar sola a mi compañera de equipo, así que me detuve a caminar también. Luego abandonó la carrera, dejándome sola para terminar al último. Eso me dolió. No me gustó nada esa sensación y durante el resto de la temporada trabajé muy duro para mejorar.

Avanzando hasta mi último año de escuela secundaria. A estas alturas ya era una corredora muy fuerte y al comenzar el torneo sabía que debía hacerlo bastante bien. Había asistido a las competencias Regionales todos los años de la escuela secundaria, pero siempre parecía estrellarme y quemarme en esa carrera. Este año, si corriera como sabía que podía, calificaría para las competencias Estatales. También sabía que, si no clasificaba para las competencias Estatales, esta sería mi última carrera... y eso también significaría que no corrí a mi máximo potencial. Me presioné muchísimo y estaba temblando de nervios antes de que sonara la señal de salida. Los 20 mejores corredores podían ir a las Estatales y yo estaba decidida a estar entre ellos.

Cuando comenzó la carrera, me sentí fuerte y realmente me estaba esforzando. Estaba entre la posición número 10 a 12, la mayor parte de la carrera, y pronto pude ver la línea de meta delante de mí. Nunca sabré ni entenderé qué pasó después, pero cuando faltaban apenas 200 metros para recorrer, mis piernas me dejaron. Simplemente ya no avanzaban más. Era como si estuviera en cámara lenta. ¡Y me pasaban corredor tras corredor! No pude hacer nada al respecto. Apenas crucé la línea de meta y logré llegar a los brazos de mi padre cuando él me levantó y me llevó a la tienda médica. Lo único que quería saber era si lo logré y nadie sabía en qué posición terminé. Algunas personas pensaban que tenía el puesto 20, otros pensaban que tal vez el 22…A medida que me recuperaba físicamente, comencé a lidiar con el hecho de que tal vez no hubiera pasado a la lista. Mis entrenadores, amigos, familiares y yo esperábamos con gran expectación los resultados oficiales. Estaba sentada tranquilamente estirándome cuando mi papá me derribó y gritó que lo había logrado–¡En el lugar número 20! Me sentí muy aliviada y agradecida por la oportunidad de terminar mi carrera de correr a campo abierto en la escuela secundaria en las competencias Estatales.

Algunas de ustedes pueden sentir que están al final del grupo, en el último lugar. Las vidas de los demás parecen avanzar y tú te sientes abandonada. Ves crecimiento en los demás, pero es difícil verlo en ti misma. Tal vez estés soltera y veas cómo se casan todos los que te rodean. Quizás estés casada y todos tienen hijos menos tú. Tal vez eres mamá y todas las demás parecen ser capaces de hacer malabarismos con todas las cosas y tú sientes que tú no puedes. Tal vez estés jubilada y veas algunas de las aventuras que están tomando tus amigos y sientes que la vida se te pasa de largo. Dondequiera que te encuentres, debes saber que Dios te ve justo donde estás y está contigo. ¡Sigue adelante!

Otras de ustedes podrían estar en un lugar de la vida en el que son fuertes y capaces. La vida va bien y te sientes imparable. ¡Alabado sea el Señor! Recuerda agradecerle por esta temporada. Recuerda también no confiar en tus propias fuerzas, sino en las de Dios. Cuando sentimos que podemos hacerlo todo, muchas veces pensamos que es por nosotras mismas y nos olvidamos de Dios. Continúa buscando a Dios y aférrate a Él.

Finalmente, es posible que algunas de ustedes apenas puedan aguantar y se encuentren en situaciones realmente difíciles. Parece que no puedes avanzar; incluso un paso delante del otro parece demasiado abrumador. Tus fuerzas se están acabando, eres débil. Te animo a que dejes que el Padre te recoja. Él te ayudará.

Hebreos 12:1 dice que corramos con perseverancia, que es el estímulo que todos necesitamos. Isaías 40:29-31 promete que el Señor renovará tus fuerzas, pero antes de eso reconoce que incluso los jóvenes desmayarán y se cansarán y los jóvenes caerán exhaustos. Dios sabe que a veces nos vamos a quedar sin fuerzas, y Él está ahí para levantarnos con alas como las de las águilas para que podamos seguir corriendo y no cansarnos y caminar y no desmayarnos.

Dondequiera que estés en tu viaje, continúa y recuerda que Dios está contigo en cada paso del camino. Él nunca te dejará ni te desamparará (Deuteronomio 31:6), sin importar dónde estés.


ACERCA DE NUESTRA BLOGUERA

Danielle (Dani) Rupp creció en un pequeño pueblo de Ohio y es una verdadera fanática de los Buckeyes, aunque trata de no ser odiosa al respecto. En 2011 llegó a Pensilvania para obtener su Maestría en Trabajo Social. Después de la graduación Dani aceptó un puesto como terapeuta de salud mental para niños y adolescentes en Coatesville. También fue niñera durante varios años. Durante ese tiempo vivió en Kennett Square y asistió Willowdale Chapel. Regresó hace varios años del sur de Asia, donde aprendió a tolerar la comida picante y a cruzar las carreteras sin ser atropellada, además de ser voluntaria en la Misión Internacional de Justicia en su Departamento de Atención Posterior. En su tiempo libre, Dani disfruta de ir a viajes misioneros/viajes, correr, leer, y conectarse con sus seres queridos-preferiblemente con un café y un dulce.

ACERCA DE NUESTRA TRADUCTORA

Ana León nació en México y emigró a los Estados Unidos a los 9 años. Vivía en Kennett Square, pero su familia se mudó a Delaware, donde Ana conoció a su novio de la secundaria con quien ha estado casada por más de 10 años. Son padres de dos niños, uno de 11 años y otro de 9 años. Ana ha traducido e interpretado profesionalmente por más de 11 años. Se unió a Willowdale En Español en el 2018 y es una de las intérpretes del servicio. En su tiempo libre le gusta ir a la playa, pintar, leer, y escribir. Ana está muy emocionada de ser parte del blog porque siente que es una forma para que las mujeres se conecten y sigan acercándose a Dios.


MOTIVO PARA CELEBRAR. UN MOMENTO PARA VOLVER A ARRIESGAR. 

WOMEN'S IF: 2024 CONFERENCIA

IF:2024 es un evento de dos días donde mujeres de todo el mundo se reúnen, se equipan y descubren el siguiente paso en su llamado: ir y hacer discípulos. Se celebrara el Viernes, 15 de Marzo de las 6:30 p.m. - 9:30 p.m. y el Sábado, 16 de Marzo de las 9:30 a.m. a las 5:00 p.m. en nuestro Campus de Kennett.

La fecha limite de inscripción es el 7 de Marzo, 2024.

HAGA CLIC AQUI para mas información e inscripción.