Oración para los que se sienten lejos de Dios

Querido Dios,

Ha pasado tiempo. Mi alma se siente seca, mi corazón pesado. Te echo de menos, y

no sé que decir excepto que lo siento.

Siento haber dejado que las páginas de mi Biblia acumularan polvo mientras mi

teléfono ha sido un compañero constante.

Siento haber dejado que la culpa del pecado que aún no quiero abandonar me aleje de

tu presencia misericordiosa.

Siento haber dejado que la rabia o la decepción por las circunstancias de mi vida me

impidieran decirte lo agradecida que estoy por estar viva.

Siento haber convertido personas y cosas y sueños y miedos en ídolos que consumen

mi mente.

Lamento no haberte dejado sitio en mi posada.

La cosa es que lo sé mejor. Hemos sido amigos durante años. No me gustaría que

alguien a quien quiero me tratara como yo te trato a ti. Si dieran por sentado mi amor

como yo doy el tuyo.

Me siento herida cuando alguien no responde a un mensaje de texto, y aquí estás tú

con un libro entero escrito sólo para mí, una efusión de tu corazón hacia el mío, y yo no

me molesto en abrirlo.

Enviaste a tu amado hijo a la cruz para que nuestra relación pudiera restablecerse,

para que yo pueda hablar contigo siempre que quiera sin necesidad de que un

sacerdote sacrifique una oveja en mi nombre, y apenas te saludo algunos días.

No merezco tu amor. No merezco tu bondad. No merezco tu perdón. Siento la

necesidad de ganarme esas cosas, de leer mi Biblia u orar o quedarme con la nariz

pegada al suelo hasta que estés listo para aceptarme de nuevo.

Pero tú no trabajas así, ¿verdad?

Hiciste una fiesta para dar la bienvenida al hijo pródigo, el que te deseaba la muerte y

gastaba su dinero en sexo.

Cocinaste un desayuno de pescado para Pedro, el hombre que negó conocerte porque

tenía miedo de morir contigo.

Lavaste los pies de Judas, el amigo que sellaría tu destino con un beso por unas

monedas de plata.

Cuando por fin vuelvo a abrir mi polvorienta Biblia, veo una historia tras otra en las que

demuestras que no pones límites a tu perdón. Que tu bondad no se puede comprar

porque la ofreces gratis.

Que nadie se aleje demasiado de tu amor.

Así que, aunque me he sentido lejos de ti durante un tiempo, esta noche me acerco y te

pido que hagas lo mismo. Por favor, sal a mi encuentro en mi quebrantamiento, mi

necesidad, mi vergüenza. Recuérdame, por favor, que, aunque ahora te sienta lejos, en

realidad nunca lo estás.

Por favor, acerca tu corazón manso y humilde al mío.

En el Nombre de Jesús,

Amén.


ACERCA DE NUESTRA BLOGUERA

Kati Lynn Davis creció en el condado de Chester. Tras una breve estancia al otro lado de Pensilvania para obtener un título de escritora en la Universidad de Pittsburgh, regresó al área y consiguió un trabajo en una biblioteca local. Cuando no está escribiendo, a Kati le gusta leer, dibujar, ver películas (¡especialmente de animación!), beber té de burbujas, pasear con sus gatos y salir a correr muy despacio. Kati está bastante segura de que es un Eneagrama 4, pero constantemente tiene una crisis de identidad al respecto, así que afortunadamente está aprendiendo a arraigar su sentido del ser en Jesús.

 ACERCA DE NUESTRA TRADUCTORA

Silvia Cubos nació en la ciudad de México, y se crio en la ciudad de Toluca, es la mayor de 5 hermanos. Estudió comunicación y después de graduarse llegó a este país en 1996 donde tuvo la oportunidad de estudiar Ingles y Educación temprana. Silvia ha trabajado como maestra, interprete y trabajadora social. Desde los 17 años Silvia ha sentido el llamado de servir al Señor y orar por las necesidades de otros, ahora lo hace en Willowdale en Español desde 2019. Silvia disfruta cocinar comida mexicana, caminar al aire libre con sus dos hijas y su perro; para terminar el día le gusta disfrutar de un helado de fresa.

Estancada

Estancada

Es un año nuevo. Mucha gente está ansiosa por hacer cambios. Muchos están reflexionando sobre el año pasado y los avances logrados. Es un nuevo comienzo, un nuevo comienzo. Debería ser emocionante, fresco y motivador.

Pero tal vez te sientes un poco como yo. Estancada. Mirando el año pasado y no viendo el crecimiento que te gustaría. Los fracasos parecen cobrar gran importancia y el progreso ha sido lento. Los nuevos hábitos quedaron en el camino. Los objetivos olvidados hace mucho tiempo. Y tal vez, como yo, te sientas un poco desanimada, o muy desanimada.

Una taza de bondad

Uno de los peores momentos de mi vida ocurrió al año siguiente de casarnos mi esposo y yo. Aquel día de verano, la mayor parte de su familia estaba reunida en casa de sus padres. Estaba a punto de conectar un ventilador cuando nuestro sobrino de casi dos años empezó a correr hacia él. Con miedo de que el niño metiera los dedos en el ventilador, me detuve y me levanté para asegurarme de que no lo tocara. Al levantarme, me golpeé la cabeza contra la estantería de tazas de té de mi suegra. Dieciocho juegos de tazas y platillos se derrumbaron a mi alrededor. El sonido fue espantoso. Mi sobrino empezó a llorar. El perro de la familia corrió a esconderse. En todas las caras se reflejaba la sorpresa.

La sensación de náuseas que sentí en el fondo del estómago fue horrible. Mi suegra vino a mi lado e inmediatamente se mostró amable y comprensiva, reconociendo que había sido un accidente. Pero eran reliquias familiares, irremplazables, algunas de su abuela de más de cien años de antigüedad. No podía imaginar cómo iba a superar esto.

Recogimos las piezas y las metimos en una bolsa de papel. Esperaba reparar todas las que pudiera para que ella tuviera algo que mostrar. Hace poco, nuestro pastor mencionó el arte japonés del kintsugi, que consiste en reparar con oro la cerámica rota para crear un nuevo objeto de belleza. Mi esfuerzo nunca estuvo destinado a crear algo bello, sino a aliviar parte de mi culpa. Tardé meses en reparar muchas de las tazas. Con el paso de los años, las sustituí por otras nuevas.

Mi suegra nunca mencionó mi enorme error. No hubo un solo momento en el que me hicieran sentir como el proverbial toro en una cacharrería. Su compasión me liberó de la culpa que sentía. Me he dado cuenta de que nunca necesité pegar esas tazas. Ella encarnaba la sabiduría de la Palabra de Dios que se encuentra en Colosenses 3:12-13: "Por tanto, como pueblo elegido por Dios, santo y amado, revestíos de compasión, bondad, humildad, mansedumbre y paciencia. Soportaos mutuamente y perdonaos las ofensas que os hagáis unos a otros. Perdonad como el Señor os perdonó a vosotros".

Quizá la taza de amabilidad que recibí de mi suegra allanó el camino para que pudiera abrazar el concepto de compartir el té. El Té de Navidad, un evento celebrado en la Iglesia de Willowdale en el pasado, y que tuvo mucho que ver en la inspiración de esta pasión. Desde el primer té de Willowdale, he tenido el privilegio de organizar tés o llevar fiestas enteras de té a iglesias, escuelas y residencias de ancianos. Té para veinte personas o más y, por supuesto, té para dos. 

Ahora que estamos en enero, es un buen momento para pensar en invitar a un amigo a tomar té, café, chocolate caliente o simplemente galletas. Si eres como yo, puede que saques un plato bonito y tazas de té para hacerlo más festivo. ¿Por qué no utilizar lo mejor? Las tazas originales servirán.

En Suecia practican el fika, que es su pausa para el café. Tradicionalmente, los suecos no cogen una taza de café y se van. Se sientan y se toman su tiempo para disfrutarlo de verdad, para invertir en el momento.

Confieso que, en el cara a cara, soy demasiado ansiosa por compartir mis historias y un poco negligente con las historias o preocupaciones de los demás. Así que me he propuesto escuchar mejor y acoger las historias de los demás, pero, lo que es más importante, darles espacio para que compartan algo más desde el corazón. Muchos de nosotros deseamos que nos escuchen, pero no invertimos el tiempo necesario para ese momento. Te animo a ser intencional con un vecino o amigo, tu cónyuge u otro miembro de la familia. Tenga a la mano una bolsa de galletas especiales o, mejor aún, congele algunas de las suyas. Entonces, si se presenta el momento, fika instantáneo... quiero decir, oportunidad instantánea de invitar a alguien a casa. Si estás lejos de esa persona, invítala a tomar una taza de té por teléfono y escucha bien.

A menudo los blogueros de Willowdale han escrito sobre tomarse un momento para uno mismo con una buena taza de té. Aprovecha esos momentos. Siéntate con algo que te caliente y aprovecha para meditar sobre lo que calienta tu alma. Reflexiona sobre las bendiciones de Dios y Su Palabra. Escucha Su guía. Préstale toda tu atención sin distracciones y trata de desarrollar un corazón atento. David nos recuerda en el Salmo 19: "Que estas palabras y esta meditación de mi corazón sean agradables a tus ojos, Señor, mi Roca y mi Redentor".

Mi terrible momento ha sido redimido. Primero, por una suegra cariñosa... que aún me demuestra su amor.

En segundo lugar, por esta oportunidad de compartir la historia de algunas tazas de té rotas, y cómo ese dolor ha sido sustituido por el amor a sentarse alrededor de una mesa, con la persona adecuada, ofreciendo una taza de amabilidad.


ACERCA DE NUESTRA BLOGUERA

Linnea Tideman siempre ha disfrutado compartiendo historias. Su infancia en New Hampshire y su herencia sueca le han proporcionado una gran cantidad de experiencias, pero también la base de su fe. Le gustan los proyectos creativos, los viajes, los libros, la costura, la jardinería, pero sobre todo la hospitalidad, a menudo organiza elegantes tés y ocasionalmente algo grandioso como recrear la cena en el Titanic. Sirve en los ministerios de UrbanPromise y Good Neighbors. Linnea vive en Landenberg con su esposo Dave. Tienen tres hijas mayores. Ella espera que sus escritos reflejen cómo Dios continúa revelándose a nosotros como nuestro pastor y Salvador.

ACERCA DE NUESTRA TRADUCTORA

Liliana Daza es la hermana mayor de 4 hijas de una familia colombiana muy conservadora. Oriundos de un pequeño pueblo ubicado en el Oriente de Colombia en frontera con Venezuela donde creció y pasó su niñez. Luego se mudó a la capital para terminar sus estudios superiores en el área de tecnología. En el año 2011 se trasladó a los Estados Unidos junto con su familia debido a una oportunidad laboral. Desde temprano, Liliana ha sentido un llamado para servir y apoyar a la comunidad, por lo que aprovecha cada oportunidad que Dios pone en su camino para este propósito. Liliana disfruta de un buen café negro, viajar, comer buena comida, especialmente cuando viaja. Liliana hace parte de la Iglesia Willowdale en español casi desde sus inicios.

Nuestros mejores blogs de 2023 muestran cómo nuestro Salvador aparece para nosotros

Duelo. Diagnóstico de salud mental. Estar descontento. Pecados ocultos y vergüenza.

Estos son algunos de los temas de las diez entradas de blog más importantes de 2023 para

Mujeres de Willowdale.

“Más importantes” significa los más leído, visitado y compartido.

¿Qué muestra esto sobre nuestra comunidad? Estamos muy necesitados de un salvador y,

alabado sea el Señor, Él nos ha buscado, nos ha comprado y nos llama suyos.

Estoy agradecido de que tengamos un grupo tan honesto y vulnerable de autores dispuestos a

compartir partes de la obra redentora que Cristo está haciendo en sus vidas. Revisa estas entradas

de blog mientras haces balance de tu 2023 y reflexionas sobre quizás algunas cosas duras que has

vivido y aprendido.

Luego mira a tu Salvador para que te guíe hacia 2024.

¡Bendiciones en su Año Nuevo!

Mary Beth para todos nosotros aquí en Mujeres de Willowdale

1. Yo iré primero: Cuando la vergüenza sexual se encuentra con el amor de Jesús

2. Ayudar a los que sufren

3. Una oración para mi amiga Pat

4. Un vistazo a mi viaje de fe

5. Cómo encontré la plenitud tras mi diagnóstico de salud mental

6. El impacto de las palabras: La segunda parte

7. Mientras tanto

8. Refrescar-MENTA

9. Dar las gracias cuando el regalo duele

10. Gloria en la monotonía: Una oración para los aburridos, cansados o marchitos


ACERCA DE NUESTRA BLOGUERA

Originaria de Georgia, Mary Beth Gombita es una amante del té dulce, una orgullosa Bulldog de Georgia y una ávida fanática de la música. Trabaja en el sector de las relaciones públicas y dirige su propio negocio de consultoría de comunicación desde casa. Mary Beth y su marido, Stephen, tienen dos hijos pequeños. Actualmente es la editora de nuestro blog Willowdale Women.

ACERCA DE NUESTRA TRADUCTORA

Maritza Zavala Smith nació en Guanajuato, México, y se trasladó a los Estados Unidos cuando tenía siete años. Estudió Salud Pública en Penn State, donde conoció a su esposo. Llevan 8 años casados y tienen dos niños gemelos y una bebe. A Maritza le encanta viajar y bailar salsa. Cuando no está deleitándose con el té verde matcha con leche y estando al aire libre con sus seres queridos, puedes encontrarla aventurándose con su tribu a través de los libros.

Tesoro en vasijas de barro

No me siento como una nueva creación.

Estos días, la mayoría de ellos, me siento estancada. Atascada en viejas costumbres, viejos hábitos, viejas inseguridades, viejos pecados. Es como si estuviera en un pantano, mis piernas y brazos encerrados en un lodo espeso, y sólo puedo avanzar un centímetro a la vez. Algunos días parecen centímetros.

No sé si este "estancamiento" en particular se debe a la depresión estacional, a la guerra espiritual, a la naturaleza pecaminosa o a algo totalmente distinto, pero ya dura varios meses y estoy cansada. Física, mental y emocionalmente.

Como un nuevo año viene a toda velocidad hacia mí como una lancha motora, me encuentro sintiendo esperanza a regañadientes. Y es que cada vez que llega Nochevieja, caigo de cabeza en el mismo patrón.

Empiezo el año con fuerza, decidida a hacer todos los cambios en mi vida que llevo queriendo hacer desde junio. Comer mejor. Hacer más ejercicio. Empezar el día más temprano. Pasar más tiempo en la Palabra. Invertir más energía en los pasatiempos y sueños que he estado posponiendo. Ser mejor amiga, hija, hermana, persona.

Dura alrededor de un mes. Tal vez dos. Tal vez incluso tres o cuatro, si es un año realmente bueno. Y entonces, inevitablemente, vuelvo a caer en ese pantano. Presiono la función de repetición de la alarma demasiadas veces y me levanto de la cama con el tiempo justo para ducharme (tal vez) antes de trabajar.  Me olvido de hacer ejercicio, leer la Biblia o escribir otro capítulo de mi libro. Me digo a mí misma que me pondré en ello más tarde, pero entonces llego a casa y el sofá me llama. Unos minutos mirando el celular se convierten en horas —  sólo interrumpidas por una siesta o la necesidad de comer algo — y al final me doy cuenta de que ya ha pasado la hora de acostarme que me había fijado. 

Mañana será mejor, pienso mientras subo cansada las escaleras. Y a veces lo es. 

A menudo, no.

Este es un vistazo de cómo han sido mis días en temporadas más difíciles, y recientemente he estado en una de esas temporadas. A veces, desplazarme por mi teléfono se ve reemplazado por actividades más saludables, como ir a un estudio bíblico o pasar tiempo con los seres queridos, pero incluso entonces sigo yendo a la cama con una persistente sensación de inquietud, mi mente estaba repleta de todas las cosas que quería hacer ese día pero no lo hice.

¿Qué pasó, Dios? Pensé que este año iba a ser diferente. Pensé que yo iba a ser diferente. Dices que una vez que creí en Jesús me hice nuevo (2 Corintios 5:16), pero ahora mismo me siento quebrantada. 

Puede que tu pantano tenga un aspecto diferente al mío, pero tengo la sensación de que te sientes identificada de alguna manera. La vida nunca resulta como la imaginábamos cuando éramos niños y nuestros ojos brillaban de esperanza en el futuro. Crecemos con sueños descarrilados por el trauma, la enfermedad, la pérdida, el abuso y el pecado.

Entonces, ¿dónde está la esperanza? ¿Cómo nos alegramos cuando estamos en el pantano y la tierra seca parece tan lejana?

No puedo prescribir un plan de mejora de cinco pasos. Todavía estoy aprendiendo lo que funciona para mí, y es una combinación de tomar medicamentos, buscar responsabilidad e implementar una mejor estructura en mis días, incluido el tiempo para permanecer en el Señor y Su Palabra. - incluyendo hacer tiempo para permanecer en el Señor y Su Palabra. 

A veces, — por lo general al comienzo de un nuevo año — sigo el ritmo de estas cosas y me siento fantástica. Yo soy el que está sentado en la lancha, saludando a los cocodrilos y otras criaturas del pantano.

Pero cuando el barco entre en un bache y me encuentre de nuevo en el fango que creía haber dejado atrás, recordaré 2 Corintios 4:6-7.

“Porque Dios, que dijo: "De las tinieblas brille la luz", hizo brillar Su luz en nuestros corazones para darnos la luz del conocimiento de la gloria de Dios manifestada en el rostro de Cristo. Pero tenemos este tesoro en tinajas de barro, para mostrar que el poder supremo pertenece a Dios y no a nosotros”.  

No fue hasta hace unos meses, mientras estudiaba este pasaje con mi grupo de estudio bíblico de mujeres de Willowdale, que comprendí por primera vez el significado del versículo siete.


Nosotros, el pueblo de Dios, somos vasijas de barro. 

"Jarras de barro" se refiere a vasijas de barro que eran frágiles y se rompían fácilmente. Formaban parte de la vida cotidiana en tiempos de Pablo. Una vasija de barro no tenía nada de especial.

¿Esta descripción también te parece cierta? En nuestros días más bajos nos sentimos comunes y desechables, como recipientes de plástico salvados de una noche china de comida para llevar. Si alguien pudiera quitarnos la piel y mirar directamente a nuestras almas, vería grietas que nos cubren como telas de araña, exponiendo nuestra debilidad..

Pero lo que importa no es el frasco. Es lo que hay dentro del frasco. 

Dentro de estos frascos débiles y ordinarios está el tesoro más hermoso del mundo. Somos vasijas hechas a mano que contienen la luz de Cristo. Su amor nos hace nuevos. Su luz ilumina nuestra oscuridad.

Y cuando nos rompemos, esa luz brilla a través de nosotros con más fuerza...

Si aún no lo has hecho, te recomiendo encarecidamente que escuches Oh venid todos los infieles de Sovereign Grace Music y veas el vídeo que lo acompaña. He tenido esta canción en repetición desde principios de diciembre y ha sido un bálsamo para mi alma.

Feliz Navidad y Próspero Año Nuevo. Cristo ha venido por nosotros.


ACERCA DE NUESTRA BLOGUERA

Kati Lynn Davis creció en el condado de Chester. Tras una breve estancia al otro lado de Pensilvania para obtener un título de escritora en la Universidad de Pittsburgh, regresó al área y consiguió un trabajo en una biblioteca local. Cuando no está escribiendo, a Kati le gusta leer, dibujar, ver películas (¡especialmente de animación!), beber té de burbujas, pasear con sus gatos y salir a correr muy despacio. Kati está bastante segura de que es un Eneagrama 4, pero constantemente tiene una crisis de identidad al respecto, así que afortunadamente está aprendiendo a arraigar su sentido del ser en Jesús.

ACERCA DE NUESTRA TRADUCTORA

Liliana Daza es la hermana mayor de 4 hijas de una familia colombiana muy conservadora. Oriundos de un pequeño pueblo ubicado en el Oriente de Colombia en frontera con Venezuela donde creció y pasó su niñez. Luego se mudó a la capital para terminar sus estudios superiores en el área de tecnología. En el año 2011 se trasladó a los Estados Unidos junto con su familia debido a una oportunidad laboral. Desde temprano, Liliana ha sentido un llamado para servir y apoyar a la comunidad, por lo que aprovecha cada oportunidad que Dios pone en su camino para este propósito. Liliana disfruta de un buen café negro, viajar, comer buena comida,

Iluminando el camino hacia el Mesías

Cuando era muy pequeña, iba a casa de mis tíos abuelos en Nochebuena. Esto implicaba un viaje de siete horas en coche los días anteriores, un traje especial de Navidad elegido con anticipación y regalos cuidadosamente planeados y envueltos. Era casi abrumador para una niña pequeña: la emoción, la comida, la inminente visita de Papá Noel... ¡y los regalos!

Recuerdo que asistía impaciente a los servicios de Nochebuena, inquieta, jugando con las joyas de mis tías y, en general, molestando. Por fin terminaba el servicio, el coro, y se daban y recibían las felicitaciones, ¡y ya podíamos irnos!

Fuera, el aire sería fresco y el cielo estaría oscuro. Las luces de Navidad titilaban en las ventanas de las casas por las que pasábamos, y por todas partes, en las aceras de Downingtown, estaban las luminarias. Los saquitos de arena y las velas que los vecinos colocaban y encendían cuidadosamente eran algunos de los recuerdos más mágicos que conservo. Era un tranquilo soplo de paz dentro de la euforia de la noche. La expectación por los regalos que estaba a punto de recibir era palpable; pero durante ese breve instante, toda la emoción quedaba suspendida. Había asombro en esas luces silenciosas de la noche y la oportunidad de permanecer afuera en el frío antes de caminar ansiosamente hacia el calor y el amor.

No me resulta difícil imaginar que las luces brillantes que veo a mi alrededor durante la Navidad apuntan al Mesías prometido. Hacemos bien en recordar que este mundo no es nuestro hogar; el dolor, el sufrimiento y el pecado que nos rodean no es como nuestro querido Padre quiere que vivamos.

Para mí, las luminarias significan los bellos momentos que vivimos, la bondad del Señor en la tierra de los vivos y, sobre todo ello, la promesa del Cielo Nuevo y la Tierra Nueva. Son luces a lo largo del camino; no hacia los tíos abuelos, sino un camino hacia el regalo de la vida eterna y la presencia de Dios.

Busca un lugar tranquilo. 

Enciende una vela. 

Reflexiona. 

Confía en Él. 

Anticipa los regalos que tu Amor Verdadero quiere darte.

Perdón, Salvación, Gracia, Amor sin fin, Vida eterna.

Feliz Navidad.


ACERCA DE NUESTRA BLOGUERA

Sarah Flowers vive en la campestre ciudad de Chadds Ford, donde ella está rodeada de belleza y conexión con la tierra y su historia. Le encanta el café y las flores y conocer a Jesús. Eterna aprendiz, busca seguir el plan de Dios para llevar la justicia a los menos favorecidos. Sarah se declara optimista en serie y melómana; ¡siempre hay un camino hacia el lado soleado y una banda sonora para el viaje! Es madre y esposa y una exalumna agradecida de la Universidad de Northwood. Sus experiencias anteriores incluyen profesional de la industria automotriz y diva de los zapatos. Sarah sirve en el equipo de diáconos en la capilla de Willowdale.

ACERCA DE NUESTRA TRADUCTORA

Maritza Zavala Smith nació en Guanajuato, México, y se trasladó a los Estados Unidos cuando tenía siete años. Estudió Salud Pública en Penn State, donde conoció a su esposo. Llevan 8 años casados y tienen dos niños gemelos y una bebe. A Maritza le encanta viajar y bailar salsa. Cuando no está deleitándose con el té verde matcha con leche y estando al aire libre con sus seres queridos, puedes encontrarla aventurándose con su tribu a través de los libros.

Haz sitio esta Navidad

Cuando mis hijos eran pequeños, participaron en una obra navideña en nuestra pequeña iglesia de Milwaukee en la que, por alguna razón, pienso a menudo. Los niños que interpretaban a María y José iban de puerta en puerta llamando, sólo para que un mesonero (que resultó ser el mismo hombre detrás de cada puerta), proclamara en voz alta en un profundo barítono las palabras "No hay lugar" mientras los rechazaba una y otra vez.   

Esas palabras "No hay sitio" parecen encajar a menudo en nuestra celebración de la Navidad. No tenemos espacio en nuestros calendarios para un programa de Navidad más, una fiesta de Navidad o una salida de compras. No tenemos espacio en nuestra agenda para hornear esas galletas navideñas. No tenemos espacio en nuestros pantalones para comer todas esas galletas de Navidad que alguien más horneó. Pero lo más importante es que no tenemos espacio en nuestras ajetreadas vidas para reflexionar sobre el significado de la Navidad. 

La Navidad no empieza ni termina con el pesebre. El otro día, mientras enseñaba a la clase de educación en casa en el Estudio Bíblico, un alumno de 4º grado me corrigió. Sin querer dije que Jesús nació en Navidad. El me corrigió diciendo, "Jesús no nació en Navidad, Jesús siempre ha estado, solo vino a la tierra en Navidad". (¡Bien hecho por sus padres por enseñarle eso!) Esta es una verdad que vale la pena considerar. Jesús, como Dios, es eterno, ayer, hoy y para siempre. Siempre ha existido. Pero en su infinito amor y misericordia, eligió venir a la tierra como un ser humano para vivir y caminar entre nosotros. ¿Por qué es importante para nosotras? Una de las razones por las que vino fue para morir por nosotras. Su plan y propósito estaban predeterminados desde el principio.

No estoy tratando de ser una aguafiestas aquí, pero esto es absolutamente parte de la Navidad que debemos detenernos y reflexionar. Lo siguiente es parte de un blog de John MacArthur de Grace to You Ministries. Es sorprendente (pero vale la pena). 

He aquí un aspecto de la historia de la Navidad que no se cuenta a menudo: Esas manitas suaves, modeladas por el Espíritu Santo en el vientre de María, fueron hechas para que les clavaran clavos. Aquellos pies de niño, rosados e incapaces de caminar, un día subirían tambaleándose una colina empolvada para ser clavados en una cruz. Aquella dulce cabeza de niño, de ojos brillantes y boca ansiosa, se formó para que algún día los hombres le impusieran una corona de espinas. Ese cuerpo tierno, cálido y suave, envuelto en pañales, un día sería desgarrado por una lanza...
Jesús nació para morir …

Cuando estuve ante la Piedad de Miguel Ángel en Roma, se me saltaron las lágrimas. Tenemos que hacer sitio en nuestra historia navideña para albergar juntos el pesebre y la cruz.  Mateo 1:21 dice: "Dará a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados". Si nuestra historia de Navidad termina con el pesebre, no cambia nada; es sólo una leyenda navideña más. Sin embargo, si incluye la cruz y la resurrección, lo cambia todo... para siempre... 

La canción "Mary Did you Know" parece ir perfectamente con estas dos imágenes. Te animo a que le dediques unos minutos a esta canción.  Haz clic aquí. 

¡Que este año experimentes la verdadera maravilla de la Navidad!


 ACERCA DE NUESTRA BLOGUERA

Bonnie Kotler y su esposo Mitch tienen dos hijas, tres hijos, cuatro nietos y tres perritos. Fue ama de casa durante muchos años antes de regresar a la fuerza laboral después de recibir su Maestría en Consejería y Relaciones Humanas de la Universidad de Villanova. Ella es una consejera profesional licenciada en The Peacemaker Center y en su consultorio privado, True North Counseling. Bonnie ha estado en el equipo de enseñanza del ministerio de mujeres de Willowdale desde 2012. Los estudios Bíblicos han sido una parte importante en su caminar como creyente, y a su vez, le encanta ayudar a otras mujeres a encontrar la paz con Dios y crecer en su fe. Le gusta escribir material para el estudio Bíblico, leer ficción, pasar tiempo con la familia y hacer cualquier cosa bajo el sol. A Bonnie le encanta reír y considera que la risa es la mejor medicina. Salmo 126:2

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Silvia Cubos nació en la ciudad de México, y se crio en la ciudad de Toluca, es la mayor de 5 hermanos. Estudió comunicación y después de graduarse llegó a este país en 1996 donde tuvo la oportunidad de estudiar Ingles y Educación temprana. Silvia ha trabajado como maestra, interprete y trabajadora social. Desde los 17 años Silvia ha sentido el llamado de servir al Señor y orar por las necesidades de otros, ahora lo hace en Willowdale en Español desde 2019. Silvia disfruta cocinar comida mexicana, caminar al aire libre con sus dos hijas y su perro; para terminar el día le gusta disfrutar de un helado de fresa.

Esperanza: luz en la oscuridad

¿Cuál es el mejor regalo que has recibido? ¿Una hermosa pieza de joyería... una batidora Kitchen-Aid... un auto nuevo con un gran moño rojo? Quizás hayas recibido el regalo de un nuevo miembro en tu familia en Navidad. Quizás haya viajado a un auténtico mercado navideño en Europa o haya descansado en playas de arena blanca mientras escucha una banda de tambores tocando villancicos. Una cabaña tranquila en las montañas con nieve cayendo suavemente fuera de la ventana podría ser un regalo que haya disfrutado. Se atesoran los recuerdos de estos obsequios y de quienes los dieron.

El Adviento nos invita a reflexionar sobre cuatro regalos que recibimos al recibir a Cristo: Esperanza, Paz, Amor y Alegría. Correspondientes a las velas que encendemos cada semana, nos ayudan a enfocarnos en el plan perfecto de salvación por gracia que Dios tiene para nosotros.

La esperanza es el regalo que he estado contemplando durante esta temporada de ajetreo. Como muchos, me he visto atrapada en un torbellino de preparación y planificación de vacaciones. Irónicamente, la preparación para celebrar el nacimiento de Cristo a veces puede distraerme de experimentar la plena esperanza que me han dado. Tenemos el regalo más grande que jamás haya existido y el apóstol Pedro nos exhorta a “estar siempre preparados para responder a todo el que pida razón de la esperanza que hay en ustedes”. 1 Pedro 3:15

Los profesionales médicos están tratando desesperadamente de encontrar formas de combatir la desesperanza en el mundo actual. Estudios controlados muestran que esta desesperanza está disminuyendo la esperanza de vida a través de un aumento de enfermedades prevenibles y muertes por desesperación. La desesperanza es un problema tan grave que basta una búsqueda en Internet o un breve vistazo a los titulares de las noticias para saber cuán grave es el problema. Al igual que hace mucho tiempo, la gente de hoy necesita la esperanza que Cristo da.

“Luz en la oscuridad” por Blaise Flowers

“El pueblo que andaba en la oscuridad ha visto una gran luz; sobre los que vivian en la tierra de sombra de muerte, una luz ha resplandecido”. Isaías 9:2

Muchas personas hoy todavía caminan en oscuridad, sin haber aceptado o ni siquiera conocido acerca de la esperanza disponible a través de Cristo.

La Navidad pasada, mi hijo nos regaló un cuadro titulado “Luz en la oscuridad”. Vi en ese lienzo la imagen de Isaías 9:2 que he tenido en mi mente desde que era una niña pequeña.

Esperanza.

En esta temporada navideña, preparémonos para dar el regalo de la esperanza a los demás. Así como los pastores corrieron a hablar de Emanuel hace tantos años, Dios puede usarnos para hacer brillar la Luz del Mundo en la oscuridad de la desesperanza.


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Sarah Flowers vive en la campestre ciudad de Chadds Ford, donde ella está rodeada de belleza y conexión con la tierra y su historia. Le encanta el café y las flores y conocer a Jesús. Eterna aprendiz, busca seguir el plan de Dios para llevar la justicia a los menos favorecidos. Sarah se declara optimista en serie y melómana; ¡siempre hay un camino hacia el lado soleado y una banda sonora para el viaje! Es madre y esposa y una exalumna agradecida de la Universidad de Northwood. Sus experiencias anteriores incluyen profesional de la industria automotriz y diva de los zapatos. Sarah sirve en el equipo de diáconos en la capilla de Willowdale.

ACERCA DE NUESTRA TRADUCTORA

Ana León nació en México y emigró a los Estados Unidos a los 9 años. Vivía en Kennett Square, pero su familia se mudó a Delaware, donde Ana conoció a su novio de la secundaria con quien ha estado casada por más de 10 años. Son padres de dos niños, uno de 11 años y otro de 9 años. Ana ha traducido e interpretado profesionalmente por más de 11 años. Se unió a Willowdale En Español en el 2018 y es una de las intérpretes del servicio. En su tiempo libre le gusta ir a la playa, pintar, leer, y escribir. Ana está muy emocionada de ser parte del blog porque siente que es una forma para que las mujeres se conecten y sigan acercándose a Dios.


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Dar las gracias cuando el regalo duele

Estás sentado en tu sitio en la mesa, con el tema musical de la NFL sonando detrás de ti y un plato lleno de pavo y camote delante de ti. Inclinas la cabeza y cierras los ojos cuando alguien en la cabecera de la mesa da las gracias. Abres los ojos, y el tenedor de relleno está a medio camino de tu boca cuando otro miembro de la familia hace la clásica pregunta."¿Por qué estás agradecido este año?"

Si eres como yo, las respuestas que te vienen a la cabeza son algo parecido a esto: Estoy agradecido por mi familia. Mis amigos. Mi salud. Mi trabajo. Mi casa. Mi libertad. Mi fe.

Nos gusta dedicar este momento a nombrar las bendiciones evidentes de nuestra vida, las personas, las circunstancias y las cosas que nos llenan de alegría. Y hacerlo es una hermosa práctica. A Dios le encanta recibir la gloria por las cosas buenas que nos ha dado. Él aprecia cuando nos tomamos tiempo para agradecerle por las formas en que hemos experimentado su abundante bondad.

Pero, ¿y si las respuestas sonaran así? Estoy agradecido por...

Mi diagnóstico de cáncer.

Mi accidente de coche.

Mi profunda pérdida.

Mis problemas económicos.

Mi enfermedad mental.

Una relación difícil.

¿Qué pasaría si empezáramos a nombrar las cosas difíciles de nuestra vida como bendiciones? ¿Si nos sentáramos alrededor de la mesa en Acción de Gracias -o alrededor de la mesa un martes de julio por la noche- y expresáramos gratitud por la llamada telefónica que nos hizo llorar esa mañana? ¿La relación que nos hace arrodillarnos a orar varias veces al día? ¿La ansiedad que nos mantiene despiertos hasta altas horas de la noche, suplicando a Dios que nos libere de la constante sensación de miedo que retumba en nuestro pecho?

Antes de continuar, quiero que sepas que éste no es un mensaje de positividad tóxica. Servimos a un Dios que nos permite e incluso nos anima a lamentarnos por el quebranto de este mundo, a abrazar todo el espectro de las emociones humanas.

Si dudas de esto porque has sido alimentado con un mensaje diferente de la iglesia, sólo mira a Jesús en el Jardín de Getsemaní o en la tumba de Lázaro. Incluso nuestro Salvador, completamente Dios y completamente humano, experimentó emociones "negativas" como el miedo, la pena, el dolor y la ira. Él no fue inmune a los dolorosos efectos de la caída, y tampoco espera que nosotros lo seamos.

No sé si alguna vez llamaría regalo a algo como el cáncer o la depresión. Tampoco creo que Dios lo hiciera. El dolor y la muerte no formaban parte del diseño original de Su creación. Tampoco está en Su plan para Su creación redimida. Son producto de la maldición bajo la que todos vivimos, la que nosotros mismos trajimos cuando elegimos ser nuestros propios dioses.

Pero sí creo que el Dios verdadero es lo suficientemente bueno y poderoso como para sacar dones incluso de las partes más rotas de nuestras vidas. (Romanos 8:28) Lo sé porque lo he experimentado por mí misma. Una y otra vez he visto a mi Dios aparecer en los lugares que parecían irredimibles.

Él me ha liberado de años de vivir como esclava del miedo y la ansiedad.

Ha sido fiel durante la pérdida de seres queridos.

Ha sido un dulce amigo para mí durante casi tres décadas de soltería. (Y Él, junto con algunos muy buenos amigos, son ahora una fuente de sabiduría y paz mientras navego por mi primera relación).

Él ha tomado mi vergüenza más profunda y la está convirtiendo en una historia que me permite gritar Su gloria.

No, nunca me he sentado en una mesa de Acción de Gracias y he proclamado gracias por mi trastorno de ansiedad o por mis abuelos que murieron demasiado jóvenes. Pero cuando pienso en cómo el Señor ha utilizado estas horribles circunstancias para acercarme a Su corazón, descubro que mi propio corazón comienza a rebosar de gratitud. Cuando tienes un Dios que eligió soportar el mayor sufrimiento posible a causa de Su amor por ti, puedes confiar en que Él convertirá tu propio sufrimiento en algo hermoso.

Lo usará para convertirte en alguien como Él.

Así que abro los ojos llorosos por la oración de la cena y me tomo un momento para dar gracias a Dios por el regalo invisible de un alma que se parece un poco más a mi Salvador.

Luego susurro amén y atacó esos camotes.


ACERCA DE NUESTRA BLOGUERA

Kati Lynn Davis creció en el condado de Chester. Tras una breve estancia al otro lado de Pensilvania para obtener un título de escritora en la Universidad de Pittsburgh, regresó al área y consiguió un trabajo en una biblioteca local. Cuando no está escribiendo, a Kati le gusta leer, dibujar, ver películas (¡especialmente de animación!), beber té de burbujas, pasear con sus gatos y salir a correr muy despacio. Kati está bastante segura de que es un Eneagrama 4, pero constantemente tiene una crisis de identidad al respecto, así que afortunadamente está aprendiendo a arraigar su sentido del ser en Jesús.

ACERCA DE NUESTRA TRADUCTORA

Maritza Zavala Smith nació en Guanajuato, México, y se trasladó a los Estados Unidos cuando tenía siete años. Estudió Salud Pública en Penn State, donde conoció a su esposo. Llevan 8 años casados y tienen dos niños gemelos y una bebe. A Maritza le encanta viajar y bailar salsa. Cuando no está deleitándose con el té verde matcha con leche y estando al aire libre con sus seres queridos, puedes encontrarla aventurándose con su tribu a través de los libros.

Conocí a Jesús en un estacionamiento

¿Has escuchado la canción de Cochran & Co, Estacionamiento / Parking Lot?

“He oído otras historias iguales que la mía

Tu amor se movió a través de una canción en el momento perfecto

No esperas en el altar a que lleguemos al pasillo

Atrapas nuestro corazón a través del sintonizador de radio

Era una vocecita

Un martes por la noche

Como si estuvieras a mi lado

En el lado del pasajero

Tú convertiste ese coche en la cima de una montaña

Oh, conocí a Jesús en un estacionamiento”

Me recuerda mi momento con Dios”. En mis blogs anteriores, puedes leer cómo mi

viaje hasta convertirme en cristiana fue afortunada a lo largo de los años. Cómo fui

invitada inicialmente a la iglesia por un conocido. Cómo Dios me encontró en mis

momentos de debilidad. Cómo me uní a grupos y entablar amistad con otros cristianos

esto me ayudó a crecer y a encontrar quién soy realmente en Dios. Después de todo

esto, recuerdo claramente el momento en que me convertí en “todo”; el momento en

que nunca me había sentido más cerca de Dios. Ese momento llegó en un

estacionamiento.

A lo largo de mis años de crecimiento en la fe, he conocido a muchos cristianos que no

sólo me ayudaron a crecer, sino que también se convirtieron en mis amigos más

íntimos y sinceros. Mientras desarrollaba muchas relaciones significativas, al mismo

tiempo perdía puntos en común y comprensión en los demás. Intenté compartir mis

creencias, que hacía en mi tiempo libre y cómo era capaz de acudir a Dios en

momentos de ansiedad, miedo y alegría. Aun así, las múltiples relaciones se hacían

cada vez más delgadas y frágiles.

Después de años de ser cristiana, una conversación muy necesaria -aunque fuera

difícil, incómoda, angustiosa- era muy necesaria. Cuando fui a encontrarme con esta

persona para tener esta conversación, me detuve en el estacionamiento bajo la lluvia

torrencial. Pronto, un arco iris se extendió por el paisaje. Mi ansiedad se calmó, y

cuando me reuní con mi amigo dentro, mis palabras fluyeron, y este peso abrumador

que se sentó sobre mis hombros durante años se levantó. De vuelta en mi coche, me

senté. Estuve un rato escuchando música cristiana en la radio. Sonó Walking Free, de

Micah Tyler.

Nunca me había sentido más cerca de Dios que en aquel momento, escuchando la

radio, en mi coche, sentada en un estacionamiento. Es verdad. Dios sale a nuestro

encuentro allí donde estamos. Lo vemos, no a menudo en grandes milagros y

montañas vencedoras, sino más a menudo en los momentos ordinarios de cada día. En

paisajes y flores; en la risa de un niño; en un comentario y una sonrisa.

“No hay lugar donde estemos fuera de alcance

Tu amor puede aparecer como lo hizo por mí”

- Cochran & Co.

Leí una historia que circulaba por las redes sociales que me impactó....”como mujer

moderna siento que nunca estoy lo suficientemente “libre” de mis responsabilidades,

nunca en un espacio lo suficientemente tranquilo que quiero con Dios”; Su respuesta

me dejó anonadada: “Por eso Dios viene a las mujeres. Los hombres tienen que

escalar la montaña para encontrarse con Dios, pero Dios viene a las mujeres

dondequiera que estén.”

Juan 4, Jesús se encuentra con una mujer samaritana en un pozo mientras ella saca

agua para su casa.

En Génesis 16, el ángel del Señor vino a Agar cuando estaba huyendo de su ama,

trayéndole consuelo y un niño, Ismael, que significa que Dios escucha.

En Mateo 28, un ángel del Señor bajó del cielo para anunciar a María la resurrección

de Jesús.

En Lucas 10, Jesús va a casa de Marta y María y le expresa a Marta su necesidad de

centrarse en Él y no en las necesidades mundanas.

¡Dios viene a nosotras! Podemos escalar una montaña o entrar en el edificio de una

iglesia, pero también podemos buscar esos momentos cotidianos en los que Él sale a

nuestro encuentro. Escúchale en la intimidad, en una canción, en un comentario o en la

naturaleza. Él es omnipresente: está en todas partes, todo el tiempo. Como dice mi

hijo de cinco años: “¡Es el aire!.”


ACERCA DE NUESTRA BLOGUERA

Anteriormente era maestra, consejera y entrenadora personal, Kristin Ryan ahora ama ser ama de casa. Como alguien que ha encontrado el Cristianismo más recientemente, disfruta aprender y crecer en su fe y está emocionada de compartir su experiencia con los demás. Kristin y su esposo, Casey, tienen 3 hijos pequeños (uno nació durante la pandemia) y un perro grande.

ACERCA DE NUESTRA TRADUCTORA

Silvia Cubos nació en la ciudad de México, y se crio en la ciudad de Toluca, es la mayor de 5 hermanos. Estudió comunicación y después de graduarse llegó a este país en 1996 donde tuvo la oportunidad de estudiar Ingles y Educación temprana. Silvia ha trabajado como maestra, interprete y trabajadora social. Desde los 17 años Silvia ha sentido el llamado de servir al Señor y orar por las necesidades de otros, ahora lo hace en Willowdale en Español desde 2019. Silvia disfruta cocinar comida mexicana, caminar al aire libre con sus dos hijas y su perro; para terminar el día le gusta disfrutar de un helado de fresa.

Ayudando a Los que Están en Duelo

Hoy hace exactamente un año recibí la llamada telefónica que nadie quiere recibir jamás. Mi papá había muerto en un accidente de trabajo. Pasé el día en estado de shock: incapaz de llorar de verdad, mi corazón se sentía pesado y triste. Amigos y familiares se acercaron de inmediato. Creo que respondí. Es todo borroso. Con la ayuda de amigos, de alguna manera logré reservar un vuelo y empacar una maleta para volar a la mañana siguiente a Ohio, de donde soy. Recuerdo que quería llegar a casa lo antes posible para estar con mi familia, pero también temía verlos porque haría que todo fuera demasiado real. Los siguientes días fueron una oleada de actividad mientras organizamos un velorio y un servicio conmemorativo. Hubo un gran apoyo de la comunidad que fue muy conmovedor. Mucha gente compartió historias sobre mi papá y lo que significó para ellos. Fueron un bálsamo para mi corazón herido, pero aun así fue una de las cosas más difíciles por las que he pasado.

No puedo creer que haya pasado un año desde que murió. En algunos aspectos parece como si el accidente acabara de ocurrir, y en otros parece como si hubiera ocurrido hace toda una vida. El tiempo y el dolor son extraños en ese sentido. Aunque todavía estoy al comienzo de este viaje de duelo, aquí hay algunas cosas que me han ayudado.

Mucha gente me envió tarjetas y tarjetas de regalo, me envió mensajes de texto, me llamó y me apoyó. La mayoría no sabía qué hacer o decir, lo cual estaba bien. Yo tampoco lo sabía. Pero fueron valientes y entraron en el dolor conmigo. Es muy importante apoyarse en situaciones que son dolorosas. A veces no sé qué hacer o decir y no hago nada, pero sé que hay una mejor respuesta. Tal vez Dios te esté recordando a alguien a quien has estado evitando acercarte. Detente ahora mismo y envíales una tarjeta, envíales un mensaje de texto, reúnete para tomar un café; haz algo. Realmente significa mucho.

También me he aferrado al versículo Salmo 34:18 – Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón; Y salva a los contritos de espíritu. Dios no huye de nuestro dolor. Él siempre está cerca, pero especialmente cuando atravesamos momentos difíciles. Mi corazón se sintió roto el año pasado y mi espíritu aplastado, pero siempre supe que podía clamar a Dios y Él me escucharía y me consolaría. Él no eliminó el dolor, pero lo hizo soportable.

Asimismo, la canción Tears on Your Face (Lagrimas en Tu Cara) de Bethany Barnard ha sido algo a lo que he recurrido a menudo. Parte de la canción dice: 

No ves desde lejos

Vienes a sentarte conmigo y a llorar conmigo.

Y veo lágrimas en tu cara

Esas imágenes realmente me ayudan y me alientan. Dios no está lejos. Él se acerca y está con nosotros en nuestro dolor. Aún más que eso, Él lo siente con nosotros. Llora con y por nosotros.

Aunque este último año ha sido desgarradoramente difícil, estoy agradecido por los amigos y familiares que me han ayudado a mantenerme en el camino de la fe. Doy gracias por un Dios que siempre está cerca. Y estoy eternamente agradecido por la esperanza del cielo.


ACERCA DE NUESTRA BLOGUERA

Danielle (Dani) Rupp creció en un pequeño pueblo de Ohio y es una verdadera fanática de los Buckeyes, aunque trata de no ser odiosa al respecto. En 2011 llegó a Pensilvania para obtener su Maestría en Trabajo Social. Después de la graduación Dani aceptó un puesto como terapeuta de salud mental para niños y adolescentes en Coatesville. También fue niñera durante varios años. Durante ese tiempo vivió en Kennett Square y asistió Willowdale Chapel. Regresó hace varios años del sur de Asia, donde aprendió a tolerar la comida picante y a cruzar las carreteras sin ser atropellada, además de ser voluntaria en la Misión Internacional de Justicia en su Departamento de Atención Posterior. En su tiempo libre, Dani disfruta de ir a viajes misioneros/viajes, correr, leer, y conectarse con sus seres queridos-preferiblemente con un café y un dulce.

ACERCA DE NUESTRA TRADUCTORA

Ana León nació en México y emigró a los Estados Unidos a los 9 años. Vivía en Kennett Square, pero su familia se mudó a Delaware, donde Ana conoció a su novio de la secundaria con quien ha estado casada por más de 10 años. Son padres de dos niños, uno de 11 años y otro de 9 años. Ana ha traducido e interpretado profesionalmente por más de 11 años. Se unió a Willowdale En Español en el 2018 y es una de las intérpretes del servicio. En su tiempo libre le gusta ir a la playa, pintar, leer, y escribir. Ana está muy emocionada de ser parte del blog porque siente que es una forma para que las mujeres se conecten y sigan acercándose a Dios.

Nuestros pesados problemas son poca cosa para un gigante

Hace poco vi una película en la que un soldado estadounidense recibió un disparo en Afganistán mientras patrullaba. De su unidad, sólo él y su traductor sobrevivieron. El traductor estaba decidido a sacar al soldado de territorio hostil y llevarlo de vuelta a su base, sin preocuparse por su propia vida. Una de las cosas que más me impresionó de la película fue lo bien que retrataron la extremadamente difícil tarea a la que se enfrentaba el traductor. Atendió las heridas del soldado, compartió la poca agua que tenían, cargó con el soldado herido y lo sacó en una camilla improvisada. Hubo una escena tan fascinante que sentí la desesperación que debió de sentir su personaje: El traductor tuvo que empujar al soldado en una carreta montaña arriba. Empujaba la carreta hacia delante con todas sus fuerzas y energía, ponía un bloque bajo la rueda para evitar que rodara hacia atrás, respiraba y repetía la operación una y otra vez. Con cada empujón, el hombre gemía de esfuerzo y respiraba entrecortadamente por el agotamiento. Parecía insuperable, pero aquel hombre sabía que la vida del soldado dependía totalmente de él. No podía evitar pensar que podría haber desistido. Parecía imposible.

Me recordó que a menudo empujamos "rocas" cuesta arriba todos los días. Creemos que el peso del mundo descansa sobre nosotros. Intentamos hacerlo todo solos. Podemos estar empujando problemas tangibles reales cuesta arriba, como la maternidad, la pérdida del trabajo o problemas de salud, o podemos estar empujando necesidades emocionales como el dolor, la ansiedad, la tristeza o la soledad. Podemos pensar que estamos jugando el papel del héroe como en la película, pero quizás cargamos con el problema innecesariamente solos cuando podríamos estar confiándoselo a Dios. 

Hace poco, una amiga compartía conmigo una situación difícil por la que estaba pasando. Después de describirme el problema, respiró hondo y dijo: "Bueno, para un Gigante es poca cosa". Ese adagio me llamó mucho la atención. ¿Vivo mi vida creyendo esto? ¿Creo que Dios es el Gigante a cuya sombra se encogen mis problemas? ¿Creo que, en comparación con Él, todo lo demás parece pequeño?

Las Escrituras nos ayudan a recordar esta verdad. Una y otra vez, en el Antiguo Testamento, se ordenó a los israelitas que erigieran altares para recordar a Dios. Por ejemplo, cuando Noé salió del arca después del diluvio, lo primero que hizo fue crear un altar de agradecimiento a Dios. Josué 3 y 4 nos ofrecen un recordatorio conmovedor. Dios condujo a los israelitas a través del río Jordán por tierra seca. Después, hizo que cada una de las doce tribus contribuyera a la construcción de un altar para conmemorar este acontecimiento milagroso. "Es poca cosa para un Gigante".

Y les dijo a los israelitas: «En el futuro, cuando sus hijos les pregunten qué significan estas piedras, ustedes les dirán que son para recordarnos que los israelitas cruzamos el Jordán sobre terreno seco. Les dirán que Dios detuvo las aguas del Jordán hasta que todos cruzamos, igual que cuando cruzamos el Mar de los Juncos. Lo hizo para que todos los pueblos de la tierra sepan que nuestro Dios es poderoso, y para que ustedes lo honren siempre. Josué 4:21,24

¿Por qué nos dice Dios que recordemos? Nos dice que recordemos porque sabe que tenemos amnesia espiritual. Dios sabe lo olvidadizos que somos. Como los israelitas, en un momento Él nos está salvando de una manera magnífica y al momento siguiente estamos luchando como si estuviéramos solos.  

Dios hizo algunas grandes audacias en el Antiguo Testamento, y Jesús realizó muchos milagros. Sé que estas cosas son ciertas, pero Dios también ha hecho grandes obras en mi vida. Necesito recordarlas.

Necesito recordar de qué me salvó, cómo veló por mí y cómo respondió a grandes y temerosas peticiones de oración. He hablado antes de Su presencia y Su fidelidad mientras enterraba a mi hermana y a mis padres, pero Dios ha hecho otras cosas milagrosas en mi vida.

Mientras escribía esto traté de recordar algunas de las otras grandes cosas que Dios había hecho por mí.  Una que me vino a la mente sucedió hace muchos, muchos años, cuando me dirigía a la universidad. Sentí que Dios me llamaba a asistir a una universidad cristiana en Chicago, a 14 horas de casa. Planeaba inscribirme en una escuela cristiana privada que era bastante cara, ¡especialmente para una chica con cero fondos para la universidad! Oré y le dije a Dios que, si Él quería que yo fuera a una escuela cristiana, Él tendría que hacer que costara menos de $1,500 dólares por año que era aproximadamente un tercio del costo. Para mí en ese momento, la matrícula estaba completamente fuera de mi alcance. Fue un acto de fe (¿o fue un desafío rebelde?) solicitarla y orar por la voluntad de Dios. Cuando recibí el paquete de ayuda financiera, era un poco inferior a los 1.500 dólares por los que había rezado. Para mí, esto fue una hazaña equivalente a la multiplicación de los panes y los peces (Mateo 14). Fue un verdadero milagro en mi vida que no quiero olvidar nunca. "Es poca cosa para un Gigante".

Los Salmos están llenos de llamados a recordar. Uno de ellos es el Salmo 77:11-15:

Me acordaré de las obras del Señor;

             sí, recordaré tus maravillas de antaño.

  Reflexionaré sobre todo tu trabajo,

     y medita en tus maravillas.

  Tu camino, oh, Dios, es santo.

     ¿Qué dios es grande como nuestro Dios?

Tú eres el Dios que hace maravillas;

     has hecho notorio tu poder entre los pueblos.

Tú con tu brazo redimiste a tu pueblo,

     los hijos de Jacob y José.

Dios nos llama a recordar. ¿Recuerdas sus proezas? 

Tenemos que recordar los hechos del Señor para que podamos ver que nada es demasiado difícil para Él. Nuestras pruebas parecen pequeñas a la luz del poder de Dios. Me imagino a un Gigante viniendo al lado de ese hombre en la película y levantando esa carreta como si nada. Me gusta imaginarlo empujando la carreta hasta la cima y cruzando la montaña hasta un lugar seguro. Entonces, sería una parábola de quién es Dios... Después de todo,


"Es poca cosa para un Gigante".


ACERCA DE NUESTRA BLOGUERA

Bonnie Kotler y su esposo Mitch tienen dos hijas, tres hijos, cuatro nietos y tres perritos. Fue ama de casa durante muchos años antes de regresar a la fuerza laboral después de recibir su Maestría en Consejería y Relaciones Humanas de la Universidad de Villanova. Ella es una consejera profesional licenciada en The Peacemaker Center y en su consultorio privado, True North Counseling. Bonnie ha estado en el equipo de enseñanza del ministerio de mujeres de Willowdale desde 2012. Los estudios Bíblicos han sido una parte importante en su caminar como creyente, y a su vez, le encanta ayudar a otras mujeres a encontrar la paz con Dios y crecer en su fe. Le gusta escribir material para el estudio Bíblico, leer ficción, pasar tiempo con la familia y hacer cualquier cosa bajo el sol. A Bonnie le encanta reír y considera que la risa es la mejor medicina. Salmo 126:2

ACERCA DE NUESTRA TRADUCTORA

Liliana Daza es la hermana mayor de 4 hijas de una familia colombiana muy conservadora. Oriundos de un pequeño pueblo ubicado en el Oriente de Colombia en frontera con Venezuela donde creció y pasó su niñez. Luego se mudó a la capital para terminar sus estudios superiores en el área de tecnología. En el año 2011 se trasladó a los Estados Unidos junto con su familia debido a una oportunidad laboral. Desde temprano, Liliana ha sentido un llamado para servir y apoyar a la comunidad, por lo que aprovecha cada oportunidad que Dios pone en su camino para este propósito. Liliana disfruta de un buen café negro, viajar, comer buena comida, especialmente cuando viaja. Liliana hace parte de la Iglesia Willowdale en español casi desde sus inicios.

Lamento: Cómo podemos procesar la guerra

“Las lágrimas inundan mis ojos;

    siento una profunda agonía.

Estoy con el ánimo por los suelos

    porque mi pueblo ha sido destruido.

Niños e infantes desfallecen

    por las calles de la ciudad.”

Lamentations 2:11

"Recuerdo a todas las partes que en esta guerra, como en todas las guerras, son los niños los que sufren primero y los que más sufren." (UNICEF Executive Director)

Resulta desalentador intentar escribir algo público sobre la guerra en el Medio Oriente. Aunque la historia y las complejidades son más de lo que la mayoría de nosotros entendemos, todos tenemos una respuesta de algún tipo (ignorar, enfurecerse, buscar ayuda, orar) cuando oímos más noticias.

Sepa que esto no es una “opinión candente” sobre política exterior ni un comentario sobre cómo, qué o si usted mismo debe publicar algo públicamente.

Aunque Dios nos llama a trabajar, a dar y a luchar por lo que es justo, en este momento estoy aquí para ofrecer una oportunidad para lamentarnos.

Y me apoyo en otros creyentes para que nos muestren el camino:

"El lamento es una forma de oración. Es algo más que la expresión de una pena o el desahogo de una emoción. El lamento habla a Dios sobre el dolor. Y tiene una finalidad única: la confianza. Es una invitación divina a derramar nuestros miedos, frustraciones y penas para ayudarnos a renovar nuestra confianza en Dios. . .

Llorar es humano, pero lamentarse es cristiano. . .

Los cristianos no sólo lloramos el quebrantamiento del mundo, sino que también anhelamos el día en que cese todo llanto. Nos preguntamos: ‘¿Hasta cuándo, Señor?’(Salmo 13:1). Cualquiera puede llorar. Pero sólo los cristianos pueden lamentarse fielmente.” - Mark Vroegop

Esta es una oración de lamento de Kate C Bowler que podamos orar por el pueblo de Israel, Gaza y Cisjordania hoy, mañana y siempre.

El mundo no está perdido,

pero a veces lo parece.

Con árboles y hogares desarraigados...

y las vidas de las personas junto a ellos.

Con guerras encarnizadas y una violencia incesante. 

Con la total aleatoriedad de los desastres

y tragedias que no parecen discriminar.

Con el hambre, los sin techo y las pandemias.

Bienaventurados los que clamamos-

¿Hasta cuándo, Señor?

El sufrimiento que presenciamos es insoportable.

Ven pronto.

Trae alivio rápido y dulce consuelo a los necesitados.


Y bendice a los que nos sentimos impotentes ante tanto mal.

Danos ojos claros y mentes agudas y corazones valientes

para saber qué poco podemos ofrecer

para aliviar el dolor cuando podamos,

para dar testimonio de lo que exige ser visto.

“Y les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo.”
—Mateo 28:20, NVI

Dios, tú conoces la necesidad.

Tú eres el principio y el fin.

No nos has dejado solos.


Dios, ten misericordia. Cristo, ten misericordia. Espíritu, ten misericordia. Amén.


ACERCA DE NUESTRA BLOGUERA

Originaria de Georgia, Mary Beth Gombita es una amante del té dulce, una orgullosa Bulldog de Georgia y una ávida fanática de la música.

Trabaja en el sector de las relaciones públicas y dirige su propio negocio de consultoría de comunicación desde casa.

Mary Beth y su marido, Stephen, tienen dos hijos pequeños.

Actualmente es la editora de nuestro blog Willowdale Women.

ACERCA DE NUESTRA TRADUCTORA

Maritza Zavala Smith nació en Guanajuato, México, y se trasladó a los Estados Unidos cuando tenía siete años. Estudió Salud Pública en Penn State, donde conoció a su esposo. Llevan 8 años casados y tienen dos niños gemelos y una bebe. A Maritza le encanta viajar y bailar salsa. Cuando no está deleitándose con el té verde matcha con leche y estando al aire libre con sus seres queridos, puedes encontrarla aventurándose con su tribu a través de los libros.

Cuando no tienes palabras

¿Alguna vez has pasado por un mal momento, te has desahogado y alguien te ha dado un consejo que no necesitabas? No sabes cuántas veces he hecho esto a otras personas sin querer, y cuántas veces me ha pasado a mí. 

Vivir en comunidad es una de mis partes favoritas de formar parte de una iglesia. Siempre ha sido un lugar seguro para mí a través de las relaciones que hice el domingo por la mañana, siendo parte de un grupo pequeño o a través de mis amistades. Estoy muy agradecida por las mujeres (y hombres) que han invertido en mí y en mi familia. Pero, ¿qué se necesita para crear un espacio seguro para que otros compartan y sean vulnerables sobre lo que está pasando en la vida de los demás?

¿Qué necesitamos realmente cuando tenemos dificultades?

  1. Escuchar, más que hablar

    Saber escuchar construye relaciones sólidas. Puede que no sea algo natural para cada persona, pero es algo en lo que todos podemos trabajar. En lugar de dar consejos, haz más preguntas para entender la situación y cómo se siente la persona. Demuestra haciendo alguna reverencia con la cabeza para demostrar que estás escuchando. Se puede empatizar con las circunstancias de alguien sin que la conversación trate sobre lo que uno ha vivido. Recuerdo que cuando sufrí mis abortos espontáneos, había muchas personas bien intencionadas que solo intentaban hacerme sentir mejor, pero a menudo eso me hacía sentir aún más aislada y sin ganas de compartir. Estaba sufriendo una pérdida tan profunda y sé que los demás no sabían qué y cómo demostrar que se preocupaban por mí. 

  2. Amarse profundamente

    "Sobre todo, amaos profundamente los unos a los otros". 1 Pedro 4:8. Si estás en una relación, probablemente sepas cuál es la mejor manera de demostrarle amor a esa persona. Si hay alguien a quien no conoces tan bien, ¡ser creativo es la clave! Tal vez sea ofreciéndole ir a tomar un café y pasar un buen rato a solas para escucharla. Tal vez, después de escucharla, te das cuenta de que necesita un poco de cuidado personal, así que te ofreces a recoger la compra, comprarle la cena o cuidar de sus hijos. ¿Cómo podemos mostrar formas tangibles de cuidado y amor? Sé que nuestros estudiantes y líderes en Willowdale Los estudiantes de la Capilla Willowdale en Jennersville se sienten tan amados por el Pastor de Jóvenes Jordan, porque escribe una tarjeta para cada cumpleaños sobre lo especiales que somos para él y para Dios. Ser cariñosa no siempre tiene que ser difícil.

  3. Ora por ellos y con ellos

No hay nada más importante que conectar con nuestro Salvador y Dios. Lo hacemos a través del don de la oración. La oración es un bálsamo que reconforta el alma y nos conecta con nuestro Padre amoroso que conoce íntimamente cada necesidad incluso antes de que se la pidamos. Cuando oramos por otros que están sufriendo, puede que no tengamos las palabras para decir. En Romanos 8:26 promete que el Espíritu Santo está ahí para nosotras, para nosotras y para los demás, cuando no sabemos por qué orar. 

Siempre me he sentido animada cuando comparto algo con alguien y, en lugar de decir algo más, me preguntan: "¿Puedo orar ahora por ti?". ¿Hay algo más amoroso que podamos hacer que hacer oración a Dios por alguien que se preocupa por nosotras?

Responder bien a quienes se encuentran en circunstancias difíciles es un área en la que todos podemos mejorar. Pide a Dios que te revele maneras de escuchar más a los demás. También nos permite escuchar de Él. Cualquiera que me ofreciera un consejo a destiempo siempre tenía buenas intenciones. Y yo lo sabía, a pesar de cómo me hacía sentir. Sólo sé que todos queremos ser personas que atraigan a los demás hacia nosotras. La comunidad es donde debemos estar. Aprendamos a hacer de ella un espacio en el que amemos a los demás de un modo que nos acerque los unos a las otras.


ACERCA DE NUESTRA BLOGUERA

Susan Veenema y su esposo, Jeremy, aman explorar el condado de Chester con sus dos hijas biológicas mayores y sus tres hijos adoptados. Susan ha estado en la educación durante casi 20 años apoyando a los niños con discapacidades y sus familias. Actualmente trabaja en el Departamento de Educación. Una de sus mayores alegrías es dirigir el estudio bíblico de mujeres los jueves por la noche y su grupo comunitario de parejas. La gente es su pasión. Le encanta leer, escribir y estudiar todo, desde la historia hasta las ciencias sociales y la iglesia primitiva. Siempre encontrará a su lado a su fiel perro German Shorthaired Pointer.


ACERCA DE NUESTRA TRADUCTORA

Silvia Cubos nació en la ciudad de México, y se crio en la ciudad de Toluca, es la mayor de 5 hermanos. Estudió comunicación y después de graduarse llegó a este país en 1996 donde tuvo la oportunidad de estudiar Ingles y Educación temprana. Silvia ha trabajado como maestra, interprete y trabajadora social. Desde los 17 años Silvia ha sentido el llamado de servir al Señor y orar por las necesidades de otros, ahora lo hace en Willowdale en Español desde 2019.

Silvia disfruta cocinar comida mexicana, caminar al aire libre con sus dos hijas y su perro; para terminar el día le gusta disfrutar de un helado de fresa.

Yo tambien soy un León: El Dios que Lucha Contra Nuestros Miedos

A principios de este año, escribí una publicación de blog para Willowdale Women (Mujeres de Willowdale) llamada “I’ll Go First”  Yo Iré Primero. Esta fue la primera vez que compartí públicamente la historia de cómo Dios me redimió de años de pecado y vergüenza sexual.

Nunca planeé compartir esta historia. Esperaba que esa parte de mi vida permaneciera enterrada en un lugar profundo y oscuro durante mucho tiempo, hasta el día en que fuera enterrada en un lugar profundo y oscuro. No podía imaginarme a alguien sabiendo el secreto que había guardado desde que era una niña pequeña y aprendí a ser muy buena jugando al escondite, menos la parte en la que me encontraron.

Pero entonces Dios intervino en mi historia. En Su amorosa bondad, iluminó con una luz ese lugar oscuro donde me escondía y me sacó.

Pensé que esto era suficiente. Estaba lista para seguir adelante después de la sanidad, para vivir mi nueva vida de libertad y nunca mirar atrás. Sólo yo, Jesús y las personas que me acompañaron en ese viaje teníamos que saber por lo que había pasado. Podría seguir siendo un secreto.

Dios, como era de esperar, tenía otros planes.

Cuéntales lo que he hecho por ti.

A través de las Escrituras, Dios ordena a Su pueblo a testificar de Su bondad, de los milagros de sanidad y rescate que habían experimentado por Su mano. Comencé a sentir esa misma orden, suave pero firme, halando mi corazón.

Díles. Cuéntales lo que he hecho.

Sabía lo que Dios me estaba pidiendo que hiciera. Pero tenía miedo de hacerlo.

Tenía miedo de cómo reaccionaría la gente cuando una mujer hablara de su pecado sexual. Tenía miedo especialmente de compartir mi historia particular, de los detalles que parecen diferenciarla de otros testimonios que había escuchado.

¿Qué pasa si nadie puede identificarse con mi historia?

¿Qué pasa si la gente me ve de manera diferente?

¿Qué pasa si esta confesión cambia mi vida y no para mejor?

Ésas eran las preguntas que daban vueltas en mi cabeza como fragmentos de hielo en una tormenta de nieve. Pero entonces otra pregunta las atravesó a todas.

¿Qué pasa si tu historia libera a otra chica?

Entonces, una noche, después de leer los primeros dos capítulos del libro Quenched* (Apagado) y de haber caminado una vuelta por mi barrio, escribí mi historia. No era la primera vez que la escribía, pero sí la primera vez que lo hacía con la intención de compartirla. No sabía cómo ni cuándo. Se me ocurrió la idea de enviarlo a Willowdale Women (Mujeres de Willowdale), especialmente porque tenía una publicación en el blog la semana siguiente, pero todavía no sentía que estuviera lista para ese tipo de exposición pública. Pensé que le daría un par de meses, tal vez cuando fuera mi turno  nuevamente. Así que cerré el cuaderno en el que había escrito mi historia, estiré mi mano acalambrada y me fui a la cama.

Esa noche tuve algunas de las peores pesadillas que jamás haya tenido. Uno de los sueños se repetía una y otra vez y recuerdo que me sentí angustiada e impotente.

Cuando finalmente me desperté alrededor de las 3 o 4 de la mañana, comencé a orar. Busqué versículos sobre la lucha en la guerra espiritual, incluyendo el de ponerse la armadura de Dios. Le pedí al Señor que protegiera mi mente y mi corazón de los ataques del enemigo.

Entonces mis ojos se posaron en este versículo: “Sed sobrios y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar”. (1 Pedro 5:8)

De repente recordé otro sueño que tuve esa noche, uno que había olvidado ese momento. 

Estaba de pie en el techo de un edificio, mirando al suelo. Muy abajo había varios cercados con animales dentro de ellos. No recuerdo cuales eran todos los animales, pero recuerdo dos de ellos en particular: un león y un oso.

El oso era enorme. En tamaño, eclipsaba a todos los demás animales, incluido el león. Recuerdo mirar a este león y pensar: "Si estos animales se pelean, el oso ganará".

Entonces estalló una pelea. En cuestión de minutos, el león tenía a todos los animales en su boca, incluido el oso. El oso estaba delante de todos los demás, colgando sin vida de las mandíbulas del león. Ya no tenía poder.

Recuerdo mirar fijamente a los ojos al león. Recuerdo tener miedo.

Entonces, cuando leí este versículo, mi primer pensamiento fue: “Dios mío. El león de mi sueño era el enemigo. Estaba tratando de intimidarme, de mostrarme lo poderoso que es y hacer que le tenga miedo”.

Casi tan pronto como este pensamiento cruzó por mi mente, entró uno nuevo.

Pero yo también soy un león. Y yo soy el que gana.

En ese instante, mi sueño adquirió un nuevo significado. El León era mi Salvador, el oso mi enemigo y todos los demás animales eran los miedos que me impedían contar mi historia. Miedos a ser juzgada o condenada. De extraños o seres queridos que me malinterpretaron o incluso me abandonaron por lo que estaba a punto de compartir.

Jesús fue más fuerte que todos estos temores. Él era quien me protegería. Si Él me pedía que diera este paso de fe, Él caminaría a mi lado en cada paso posterior. Al igual que Aslan ahuyentando a las bestias invisibles en The Horse and His Boy (El Caballo y el Muchacho) para que Shasta pudiera llegar sano y salvo a su destino, Él me protegería de los ataques del enemigo. De cada pesadilla y palabra dura.

Incluso si sucediera lo peor y algunos de mis temores sobre compartir mi historia se hicieran realidad, iba a estar bien. Porque al final sería mi León quien tendría la victoria final. 

Un par de semanas después, se publicó “I’ll Go First” Yo Iré Primero. Mi historia salió al mundo por primera vez, accesible tanto para extraños como para amigos y familiares.

Nunca miré hacia atrás ni me arrepentí de esa elección. Esas palabras que escribí en las sombras de mi dormitorio una noche, palabras que nunca pensé que verían la luz, ayudaron al menos a otra mujer a sentirse menos sola en su propia oscuridad. Para mí, eso vale la pena correr el riesgo. 

Así que he decidido seguir compartiendo esta historia. Continuaré contándoles a los demás lo que el Señor ha hecho por mí, ya sea en una conversación con un amigo cercano, frente a un grupo de personas o tal vez incluso algún día en un libro.

Y cada vez que lo haga, mi propio León rugiente estará a mi lado.

“Y uno de los ancianos me dijo: No llores. He aquí que el León de la tribu de Judá, la Raíz de David, ha vencido para abrir el libro y desatar sus siete sellos”. Apocalipsis 5:5

*Quenched (Apagado): Descubriendo la gracia abundante de Dios para las mujeres que luchan contra la pornografía y la vergüenza sexual por Jessica Harris

Recomendación de Canción: LEON by Elevation Worship


ACERCA DE NUESTRA BLOGUERA

Kati Lynn Davis creció en el condado de Chester. Tras una breve estancia al otro lado de Pensilvania para obtener un título de escritora en la Universidad de Pittsburgh, regresó al área y consiguió un trabajo en una biblioteca local. Cuando no está escribiendo, a Kati le gusta leer, dibujar, ver películas (¡especialmente de animación!), beber té de burbujas, pasear con sus gatos y salir a correr muy despacio. Kati está bastante segura de que es un Eneagrama 4, pero constantemente tiene una crisis de identidad al respecto, así que afortunadamente está aprendiendo a arraigar su sentido del ser en Jesús.

ACERCA DE NUESTRA TRADUCTORA

Ana León nació en México y emigró a los Estados Unidos a los 9 años. Vivía en Kennett Square, pero su familia se mudó a Delaware, donde Ana conoció a su novio de la secundaria con quien ha estado casada por más de 10 años. Son padres de dos niños, uno de 11 años y otro de 9 años. Ana ha traducido e interpretado profesionalmente por más de 11 años. Se unió a Willowdale En Español en el 2018 y es una de las intérpretes del servicio. En su tiempo libre le gusta ir a la playa, pintar, leer, y escribir. Ana está muy emocionada de ser parte del blog porque siente que es una forma para que las mujeres se conecten y sigan acercándose a Dios.

Cómo cuidar el corazón

Cuando pienso en cuidar el corazón, me vienen a la mente tres experiencias. 

La primera es la pastoral infantil de hace unos años, cuando hicimos una representación titulada "Cirugía cardíaca". Los actores, en su mayoría niños, corrieron a clasificar al paciente enfermo. Era necesario una intervención quirúrgica inmediata, que se llevó a cabo detrás de una pantalla en la que un foco proyectaba la acción como una sombra. Se utilizaron todos los accesorios de gran tamaño, como sierras, cuchillos, agujas enormes y suturas de hilo, para simular la técnica "quirúrgica". Se utilizó un mazo de goma para administrar la "anestesia". Aunque las payasadas eran exageradas, el diálogo trataba el tema de un corazón espiritualmente enfermo e ilustraba la necesidad de extirpar el pecado o la rebelión. El médico concluyó el procedimiento despertando al paciente y dándole recetas para mantener su corazón espiritualmente sano, incluyendo la lectura de la Biblia y la confesión. Sonrío cuando pienso en la disparatada operación proyectada en la pantalla. 

La segunda fue cuando me senté en la sala de espera de cirugía cardiaca: la primera vez cuando operaron a mi esposo a corazón abierto; la segunda con mi cuñada mientras le operaba la aorta a mi hermano. La intervención de mi hermano requirió dos días enteros de cirugía. Pasé el segundo día con ella y su hijo, de un año, en una sala de espera. Al cabo de ocho horas, el cirujano, que parecía completamente agotado, informó que la operación había sido un éxito. Fueron experiencias duras de presenciar y agotadoras para los pacientes. Pero la salud del corazón requiere a veces medidas drásticas.

Nuestros corazones espirituales también necesitan atención, lo que me trae a la mente la tercera experiencia: podar tomateras. Para mí es una metáfora del trabajo espiritual de cuidar mi corazón. Tengo pocas tomateras. La mayoría de las semanas podo las hojas muertas o las ramas más débiles para mantenerlas sanas. Incluso esas pocas plantas exigen una hora para podar lo que sea necesario y podar los tallos pesados. Si las descuido, los tomates maduros se pierden en la maraña de hojas moribundas y ramas enredadas, y se pudren días después.  

Cuidar el corazón implica una revisión periódica del corazón ante Dios. David da dos grandes ejemplos de cómo buscar la guía de Dios para purificar nuestros corazones. En el Salmo 19:14 suplica a su Roca y Redentor: "Sean gratos a tus ojos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón". En el Salmo 139:23-24, David pide a Dios que examine su corazón y "vea si hay en él camino de pecado".

Examinar mi corazón significa pedir a Dios que me revele dónde están equivocadas mis actitudes o dónde me rebelo contra Él. En el fondo, sé que la rebelión acecha en mi corazón porque tengo voluntad y porque el yo clama cada día por su camino. Al sentir Su guía, debo confesar mis pecados y omisiones muy específicamente. Aquí reconozco que no hago de esto una práctica. Descuido este enfoque disciplinado para experimentar el perdón fiel de Dios porque me centro demasiado fácilmente en las cosas que quiero de Él.

A medida que vuelvo a aprender que puedo confiarle mi pecado y el cuidado de mi corazón, me propongo conocer mejor a mi Redentor. A medida que Él purga el pecado, hay lugar para más de Él y de Su gracia sanadora.

Aquí hay esperanza de curación, Isaías 57:15:

Porque así dice Aquel que es alto y sublime,

que habita la eternidad, cuyo nombre es Santo:

"Yo habito en el lugar alto y santo,

y también con el de espíritu contrito y humillado,

para reanimar el espíritu de los humildes,

y para reanimar el corazón de los contritos".


ACERCA DE NUESTRA BLOGUERA

Linnea Tideman siempre ha disfrutado compartiendo historias. Su infancia en New Hampshire y su herencia sueca le han proporcionado una gran cantidad de experiencias, pero también la base de su fe. Le gustan los proyectos creativos, los viajes, los libros, la costura, la jardinería, pero sobre todo la hospitalidad, a menudo organiza elegantes tés y ocasionalmente algo grandioso como recrear la cena en el Titanic. Sirve en los ministerios de UrbanPromise y Good Neighbors. Linnea vive en Landenberg con su esposo Dave. Tienen tres hijas mayores. Ella espera que sus escritos reflejen cómo Dios continúa revelándose a nosotros como nuestro pastor y Salvador.

ACERCA DE NUESTRA TRADUCTORA

Liliana Daza es la hermana mayor de 4 hijas de una familia colombiana muy conservadora. Oriundos de un pequeño pueblo ubicado en el Oriente de Colombia en frontera con Venezuela donde creció y pasó su niñez. Luego se mudó a la capital para terminar sus estudios superiores en el área de tecnología. En el año 2011 se trasladó a los Estados Unidos junto con su familia debido a una oportunidad laboral. Desde temprano, Liliana ha sentido un llamado para servir y apoyar a la comunidad, por lo que aprovecha cada oportunidad que Dios pone en su camino para este propósito. Liliana disfruta de un buen café negro, viajar, comer buena comida, especialmente cuando viaja. Liliana hace parte de la Iglesia Willowdale en español casi desde sus inicios.

Esperando Bien

Esperar no es divertido. Incluso hacer fila puede irritarme y frustrarme más rápido de lo que me gustaría admitir. En este lado del cielo, todos estamos esperando cosas, grandes y pequeñas. Esperar bien es difícil.

En mi estudio bíblico para mujeres en Willowdale Chapel estamos estudiando las mujeres del Nuevo Testamento. La primera mujer que estudiamos fue Elisabet. Elisabet era estéril y, para decirlo mas directo, vieja. Estoy segura de que se había dado por vencida, pero probablemente todavía sentía vergüenza y desilusión. En aquella época, tener hijos era un símbolo de estatus y también era práctico: tenías a alguien que cuidaba de ti cuando envejecías. Pero, a pesar de ser "justos ante Dios, y de andar sin mancha en todos los mandamientos del Señor" (Lucas 1: 6), Elisabet y su marido, Zacarías, no tenían hijos. Finalmente, se produjo un milagro. Concibió y tuvo un hijo: Juan el Bautista. (Puede leer más sobre su historia en Lucas 1:5-25, 39-45, 57-66.)

Una de las preguntas del estudio animaba a reflexionar sobre un momento en el que no recibiste algo que anhelabas profundamente. Se me ocurrieron varios ejemplos, pero me gustaría compartir uno en particular.

Siempre me han apasionado las misiones y los viajes. Mi formación en trabajo social significaba que mi campo de misión era a menudo el mismo que mi trabajo como terapeuta, pero a menudo soñaba con hacer algo más. Hace años, a través de Willowdale Chapel, conocí International Justice Mission (IJM). Se trata de una organización cristiana que realiza una labor increíble en todo el mundo luchando contra la esclavitud moderna. Me encantó su misión e investigué cómo podría ser trabajar con ellos. Averigüé que tenían puestos de voluntariado para muchas especialidades, pero lo que más me interesó fue el puesto de asistencia posterior a la muerte, que, entre otras cosas, requería un máster en trabajo social. Encontrar trabajo de misión en el ámbito del trabajo social es sorprendentemente difícil, y me entusiasmó ver una oportunidad para algo que parecía hecho específicamente para mí.

Antes de presentar mi solicitud, decidí conocer mejor a IJM asistiendo a su Encuentro Mundial de Oración en Washington D.C. A pesar de que me intimidaba ir sola, tuve una experiencia reveladora. Los oradores, el culto, los grupos de oración, todo fue intenso, poderoso, triste y esperanzador. Durante la conferencia me sentí realmente atraída a solicitar el puesto de becaria. Pero a pesar de mi deseo, también sentí que Dios decía "no". Recuerdo haber llorado durante uno de los cultos, tan decepcionada y dolida. Sabía que Dios probablemente estaba tocando los hombros de las personas que no querían ir, y aquí estaba yo, lista y dispuesta y Él me estaba diciendo claramente que este no era el momento adecuado. Hice un poco de berrinche. Y me afligí. Pero al final fui obediente a lo que sentía que Dios me decía.

Avance rápido varios años. Había trabajado y sanado mucho. Había crecido y estaba mucho mejor física, emocional, mental y espiritualmente. Nuevamente busqué becas con IJM y ellos tenían las mismas oportunidades. Me entusiasmé al leer la descripción de lo que estaban buscando, sabiendo que yo tenía exactamente ese conjunto de habilidades y experiencia. Esta vez, mientras oraba al respecto, sentí que Dios me decía que siguiera adelante con el proceso. Fue angustioso y sin duda un paso de fe, pero las puertas empezaron a abrirse y hubo confirmación tras confirmación de que era allí donde Dios quería que estuviera. Terminé sirviendo con IJM durante un año y medio en el sur de Asia en su Departamento de Asistencia, ayudando con muchas cosas, pero específicamente elaborando un manual de formación para una terapia basada en el trauma en la que estoy certificada. Fue una oportunidad increíble y desafiante.

Así que, como Elisabet, este es un ejemplo de cuando esperar el tiempo de Dios dio el resultado deseado. Pero hay muchas cosas que todavía estamos esperando. Definitivamente hay deseos específicos que tengo que aún no se han hecho realidad y eso es difícil. Pero oro para que la historia de Elisabet y la mía te den esperanza y la perseverancia para esperar bien.

He aquí algunos versículos de aliento mientras esperamos:

Salmo 130: 5 – Espero al Señor, lo espero con toda el alma; en su palabra he puesto mi esperanza.

Lamentaciones 3: 25 – Bueno es el Señor con quienes esperan en él,

    con todos los que lo buscan.

Romanos 8:18 – De hecho, considero que en nada se comparan los sufrimientos actuales con la gloria que habrá de revelarse a nosotros.

Romanos 12:12 – Alégrense en la esperanza, muestren paciencia en el sufrimiento, perseveren en la oración.

Filipenses 1:6 – Estoy convencido de esto: el que comenzó tan buena obra en ustedes la irá perfeccionando hasta el día de Cristo Jesús.


ACERCA DE NUESTRA BLOGUERA

Danielle (Dani) Rupp creció en un pequeño pueblo de Ohio y es una verdadera fanática de los Buckeyes, aunque trata de no ser odiosa al respecto. En 2011 llegó a Pensilvania para obtener su Maestría en Trabajo Social. Después de la graduación Dani aceptó un puesto como terapeuta de salud mental para niños y adolescentes en Coatesville. También fue niñera durante varios años. Durante ese tiempo vivió en Kennett Square y asistió Willowdale Chapel. Regresó hace varios años del sur de Asia, donde aprendió a tolerar la comida picante y a cruzar las carreteras sin ser atropellada, además de ser voluntaria en la Misión Internacional de Justicia en su Departamento de Atención Posterior. En su tiempo libre, Dani disfruta de ir a viajes misioneros/viajes, correr, leer, y conectarse con sus seres queridos-preferiblemente con un café y un dulce.

ACERCA DE NUESTRA TRADUCTORA

Maritza Zavala Smith nació en Guanajuato, México, y se trasladó a los Estados Unidos cuando tenía siete años. Estudió Salud Pública en Penn State, donde conoció a su esposo. Llevan 8 años casados y tienen dos niños gemelos y una bebe. A Maritza le encanta viajar y bailar salsa. Cuando no está deleitándose con el té verde matcha con leche y estando al aire libre con sus seres queridos, puedes encontrarla aventurándose con su tribu a través de los libros.

Lo que los Perdones Presidenciales Nos Muestran Acerca de Jesús

¿Qué tienen en común todos los creyentes en Jesucristo con Lil Wayne, Richard Nixon y Jimmy Hoffa?

¡Todos hemos recibido perdones! Ellos han recibido un perdón presidencial. ¡Y nosotros que llamamos a Jesús Nuestro Señor recibiremos el perdón del Rey!

Se habla mucho sobre quién perdonará a quién en el ámbito político en este momento. Surgió en el primer debate presidencial para las elecciones de 2024 y es probable que sea un tema candente en futuras discusiones. (No estoy tratando de hablar mucho de política. Esto sucede en ambos partidos).

¿Qué es un perdón? Un perdón es el uso del poder ejecutivo que exime de castigo al individuo a quien fue otorgado. De hecho, los absuelve de la culpa.

Estaba pensando en este concepto recientemente cuando estaba leyendo:

“En esos días y en aquel tiempo, dice el Señor, la maldad de Israel será buscada, y no aparecerá; y los pecados de Judá, y no se hallarán, porque yo perdonaré a los que yo hubiere dejado”. Jeremías 50:20.

El contexto de este versículo es que Dios está advirtiendo a su pueblo descarriado de la inminente destrucción de Jerusalén y del exilio y cautiverio de su pueblo. Pero como siempre, Dios tiene un plan para restaurar a su pueblo. Este versículo es un presagio de Jesús.

Al igual que los indultos gubernamentales, recibimos perdón por nuestras transgresiones. No es que no seamos culpables, porque de hecho si pecamos. Y, alerta de spoiler, Romanos 6:23 nos dice: “La paga del pecado es muerte”. Jesús nos dio el proverbial, “Una tarjeta para salir gratis de la cárcel”, pero en realidad no fue gratis para Él. Hemos pecado, somos culpables, pero Dios perdona nuestro pecado gracias a Jesús.

Como recordarás de blogs anteriores, soy una nerd de los diccionarios. Creo que las verdaderas definiciones añaden mucho a nuestra comprensión. Entonces, según el diccionario Merriam Webster:

Absolver: ab·​solver. verbo transitivo: liberar a alguien de una obligación o de las consecuencias de la culpa.

Absolver a alguien no es decir que no es culpable, sino que no tiene que pagar la multa o la pena por el delito. Por ejemplo, cuando el presidente Ford perdonó al presidente Nixon, no fue porque pensara que Nixon era inocente, sino que gracias al perdón, Nixon no tuvo que pagar la pena por sus crímenes.

En el caso de Lil Wayne, cuando el presidente Trump concedió el perdón, no estaba diciendo que Lil Wayne no fuera culpable de un delito grave de posesión de armas, sino que el rapero no tendría que cumplir su condena debido a algunos cambios positivos que había tenido en su vida. (Otros podrían decir que fue perdonado porque había mostrado su apoyo al Presidente).

Muchas veces, en el caso de estos perdones, se trata de a quién conoces. Por lo general, estos perdones no se otorgan a una persona promedio como Jane Doe o “Joe Schmoe”. Generalmente se dan a personas de fama, personas de influencia o al menos personas que conocen a personas con influencia. Tienes que conocer a alguien para obtener el perdón. A veces, estos perdones se producen porque alguien famoso defiende la causa de un individuo y luego vende su influencia en nombre del otro.

Lo mismo puede decirse de los Cristianos. Se trata de A QUIÉN CONOCEMOS. Si conocemos a Jesús, es Su influencia lo que importa ante al Padre. Jesús va ante Dios en nuestro nombre. Él es quien presenta nuestro caso porque Él es quien pagó el precio. En mi mente, me imagino la escena así: He venido ante Dios Padre en el gran salón del trono. Jesús está parado frente a mí, entre Dios y yo, y le dice al Padre: "ella está conmigo". ¡Eso es todo lo que el Padre necesita oír! Por la palabra de Jesús, por Su autorización, quedo absuelta de toda culpa y vergüenza, y se me permite la entrada al reino.

“Nadie viene al Padre sino por mí”. Juan 14:6.

Es posible que hayas escuchado ilustraciones similares de esta teología de que “Jesús lo pagó todo”, pero para mí esta idea del perdón realmente me impactó. Debería detenernos en seco. Este perdón debería hacernos querer arrodillarnos y alabarlo. No puedo pasar 15 minutos sin un pensamiento o acción pecaminosa. Dios ve y conoce cada pecado que he cometido. Él no está ciego ante ellos. Y sin embargo, debido a la voluntad de Jesús de morir por mí, para recibir el castigo por mi pecado, ¡soy perdonada! ¡Me han liberado! ¡Aleluya, qué Salvador!


ACERCA DE NUESTRA BLOGUERA

Bonnie Kotler y su esposo Mitch tienen dos hijas, tres hijos, cuatro nietos y tres perritos. Fue ama de casa durante muchos años antes de regresar a la fuerza laboral después de recibir su Maestría en Consejería y Relaciones Humanas de la Universidad de Villanova. Ella es una consejera profesional licenciada en The Peacemaker Center y en su consultorio privado, True North Counseling. Bonnie ha estado en el equipo de enseñanza del ministerio de mujeres de Willowdale desde 2012. Los estudios Bíblicos han sido una parte importante en su caminar como creyente, y a su vez, le encanta ayudar a otras mujeres a encontrar la paz con Dios y crecer en su fe. Le gusta escribir material para el estudio Bíblico, leer ficción, pasar tiempo con la familia y hacer cualquier cosa bajo el sol. A Bonnie le encanta reír y considera que la risa es la mejor medicina. Salmo 126:2

ACERCA DE NUESTRA TRADUCTORA

Ana León nació en México y emigró a los Estados Unidos a los 9 años. Vivía en Kennett Square, pero su familia se mudó a Delaware, donde Ana conoció a su novio de la secundaria con quien ha estado casada por más de 10 años. Son padres de dos niños, uno de 11 años y otro de 9 años. Ana ha traducido e interpretado profesionalmente por más de 11 años. Se unió a Willowdale En Español en el 2018 y es una de las intérpretes del servicio. En su tiempo libre le gusta ir a la playa, pintar, leer, y escribir. Ana está muy emocionada de ser parte del blog porque siente que es una forma para que las mujeres se conecten y sigan acercándose a Dios.