Confesión, Comunidad y Vencedores

Recientemente tuve una conversación con alguien que creció en la iglesia católica y que ahora asiste Willowdale Chapel. Él quería saber cómo nuestra iglesia hace confesiones.

"Bueno... aquí es un poco diferente". Le expliqué que, aunque no tenemos una hora y un lugar fijo para confesarnos como lo hace la Iglesia católica, se nos anima a confesar nuestros pecados directamente a Dios, así como a los amigos seguros. Es un proceso más "orgánico".

Aunque le gustaba más la idea de confesarse con amigos que con un sacerdote, dijo que confesarse con regularidad era una de las cosas que más le gustaban del catolicismo.

Escuché un sentimiento similar en una reciente charla de mujeres sobre la confesión.  La conferenciante también se había criado en la Iglesia católica, y describió que esperaba con impaciencia los momentos en que el confesionario estaba abierto porque sabía que saldría "sintiéndose ligera y de nuevo en buenos términos con Dios".

Estas dos conversaciones me han hecho pensar en la importancia de la confesión en la comunidad cristiana. Por desgracia, esta disciplina espiritual a veces se pasa por alto en la Iglesia protestante. Aquellos de nosotros que fuimos educados en el legalismo a menudo tratamos de evitar ese extremo de la gama tanto como sea posible, y la confesión puede sentirse como una práctica legalista.

Pero, ¿cómo podemos conciliar esto con las palabras de Jesús en Santiago 5:16, donde nos ordena explícitamente que confesemos nuestros pecados unos a otros? No es un versículo cuya interpretación pueda discutirse. Lo que Él quiere decir no puede ser más claro: confesar nuestros pecados es un acto de obediencia.

Fíjense en la segunda parte de ese versículo: "... confiesen sus pecados y oren unos por otros para que sean sanados".

La confesión no es sólo algo que hacemos para marcar una casilla en nuestra lista de tareas religiosas. Es un acto de vulnerabilidad destinado a sanar. Jesús nos dice que participemos en la confesión porque requiere dejar que otras personas nos conozcan, y dejar que otras personas nos conozcan conduce a un cambio imposible. Comienza el proceso de raspar la mancha de la vergüenza de nuestras almas.

La confesión desempeña un papel muy importante en mi propia historia de sanación  de una lucha de toda la vida contra el pecado y la vergüenza. Durante muchos años luché para vencer mi pecado por mi cuenta. Caía en la tentación, se lo confesaba a Dios y prometía mi arrepentimiento, y luego volvía a caer en ella unos meses o semanas (o días, u horas) más tarde.

A excepción de hacerlo mentalmente durante la comunión mensual de mi iglesia, no llevaba el ritmo de confesar mis pecados. Los compartía con Dios cuando me sentía especialmente condenada, pero la idea de contarle a otro ser humano con lo que luchaba -alguien que pudiera mirarme a los ojos mientras pronunciaba las palabras en voz alta- era impensable.

Y entonces ocurrió algo que hizo realidad lo impensable. Mantener mi secreto ya no era una opción.

Entonces una noche lluviosa, manejé hasta la casa de una amiga, me senté en su sofá y le confesé mis pecados. Fue tan aterrador como parece. Creí que el corazón se me iba a salir del pecho y se me iba a caer en la taza de té frío a la que me aferraba con todas mis fuerzas.

Pero en un momento de nuestra conversación, cuando me encontraba sin palabras, mi amiga me puso la mano en la rodilla y me dijo algo que lo cambió todo.

"Oye, sé que esto es muy duro para ti, y solo quiero asegurarme de que sepas que no tienes que tener miedo de contarme cualquier cosa. Estás segura aquí".

Mis ojos empezaron a gotear y mi corazón dejó escapar un suspiro. Eran las palabras que había estado esperando oír desde que era pequeña.

Que alguien a quien quería me mirara a los ojos y me prometiera que no iba a huir ahora que conocía la parte más profunda y oscura de mí era un tipo de libertad que no sabía que fuera posible.

Curt Thompson, psiquiatra cristiano, conferenciante y autor, resume bien este concepto en su libro  El alma de la vergüenza: Volver a contar las historias que creemos sobre nosotros mismos.

"...La curación de la vergüenza abarca el acto contraintuitivo de volvernos hacia lo que más nos aterroriza... Pero es en el movimiento hacia otro, hacia la conexión con alguien que es seguro, donde llegamos a conocer la vida y la libertad de esta prisión."

Confesar las partes rotas de nuestras historias nos da vida y nos libera de la prisión de nuestra vergüenza. No podemos vencer el pecado y la vergüenza sin nuestra comunidad, y no podemos experimentar la comunidad sin dejarnos conocer. Profunda, verdadera y plenamente conocida.


ACERCA DE NUESTRA BLOGUERA

Kati Lynn Davis creció en el condado de Chester. Tras una breve estancia al otro lado de Pensilvania para obtener un título de escritora en la Universidad de Pittsburgh, regresó al área y consiguió un trabajo en una biblioteca local. Cuando no está escribiendo, a Kati le gusta leer, dibujar, ver películas (¡especialmente de animación!), beber té de burbujas, pasear con sus gatos y salir a correr muy despacio. Kati está bastante segura de que es un Eneagrama 4, pero constantemente tiene una crisis de identidad al respecto, así que afortunadamente está aprendiendo a arraigar su sentido del ser en Jesús.

 ACERCA DE NUESTRA TRADUCTORA

Maritza Zavala Smith nació en Guanajuato, México, y se trasladó a los Estados Unidos cuando tenía siete años. Estudió Salud Pública en Penn State, donde conoció a su esposo. Llevan 8 años casados y tienen dos niños gemelos y una bebe. A Maritza le encanta viajar y bailar salsa. Cuando no está deleitándose con el té verde matcha con leche y estando al aire libre con sus seres queridos, puedes encontrarla aventurándose con su tribu a través de los libros.

Lo que nos dicen nuestras lágrimas

La ganadora de un Oscar por la adaptación cinematográfica de la novela de Jane Austen Sentido y sensibilidad, dos hermanas ven truncadas sus esperanzas románticas. La hermana mayor, Elinor, nunca revela su amor perdido y sufre en secreto. La más joven, Marianne, se siente abrumada por la miseria tras perder a su amor. Como dice en el libro: "Una miseria como la mía no tiene orgullo. No me importa quién sepa que soy desdichada". Si ha visto la película, recordará la interpretación de Kate Winslet como la angustiada Marianne y la caracterización de Emma Thompson de la reprimida Elinor.

Mi hermana y yo nos comparamos a veces con Marianne y Elinor. Mi hermana admite de buen grado que ella, como Marianne, puede "llorar a cántaros". Yo casi nunca lloro, me parezco más a Elinor. Me resisto a llorar de verdad porque el llanto me deja un dolor de cabeza persistente. Pero mis ojos brillan con lágrimas no derramadas cuando leo una historia exquisitamente escrita o cuando veo sufrimiento o injusticia. La mayoría de mis lágrimas brotan en la iglesia. Estas lágrimas están motivadas por mi gratitud por formar parte de una comunidad tan afectuosa y por la especial sensación de la presencia de Dios al adorar juntas.

En la vida, nuestras lágrimas hablan de nuestras heridas y necesidades, así como de alegría y alivio. Se nos saltan las lágrimas al experimentar dolor personal, pena, pérdida y despedidas. A algunos se les saltan las lágrimas al ver un drama como Los elegidos, sobre la vida de Jesús, o una película de gran heroísmo. El encuentro con las maravillas de la naturaleza o con una música hermosa puede provocar lágrimas. A veces las lágrimas son inexplicables.

La ciencia de las lágrimas es bastante interesante, aunque sigue siendo un misterio. Es sorprendente que nuestras lágrimas estén creadas para hacer tres cosas. En primer lugar, lubrican los ojos y los protegen de las bacterias. En segundo lugar, están diseñadas para eliminar los agentes irritantes. Y, en tercer lugar, liberan emociones. Las lágrimas que brotan de la emoción o el dolor contienen hormonas, aparentemente como una liberación necesaria debido al estrés, el dolor o la alegría.

La ciencia también sugiere que liberar lágrimas emocionales disminuye la agresividad. Las lágrimas provocan empatía en los demás y generan confianza. Las lágrimas son una comunicación no verbal de que estamos abrumadas por nuestras emociones, ya sea dolor o alegría. Las lágrimas aparecen cuando falla el lenguaje.

Al mismo tiempo, el sistema nervioso provoca ese inusual nudo en la garganta o la sensación de ahogo. Ambos son una respuesta al estrés o a la falta de control. El nudo se produce porque la glotis se ve obligada a permanecer abierta para que podamos tomar más oxígeno. El llanto incapacita el habla, al tiempo que comunica la profundidad de nuestros sentimientos.

Como persona que rara vez llora, y sólo en privado, me sorprendió un momento de rara emoción en mi primer año de docencia. Estaba contando una historia sobre la lucha de un analfabeto cuando, de repente, mi voz se entrecortó por la empatía. Si hubo lágrimas, intenté ocultarlas. Esa falta de control me incomodaba. Temía que se percibiera como algo extraño. 

La Palabra de Dios nos asegura que las lágrimas no son extrañas. El libro del Eclesiastés nos dice que "hay tiempo para llorar".  David lloró por sus problemas y en remordimiento por sus acciones. Jesús lloró tras la muerte de su amigo Lázaro.

Tanto si somos de los que se deshacen en lágrimas como de los que luchan contra ellas, es prudente reconocer que esas lágrimas son un regalo. La frase "reducido a lágrimas" niega nuestros sentimientos. Las lágrimas no nos disminuyen en absoluto. Si nos sorprendemos a nosotros mismos diciendo: "No me hagas llorar", pensemos que eso puede ser exactamente lo que necesitamos. Celebremos las lágrimas; revelan nuestro corazón. Afortunadamente, nos sentiremos más cómodas con nuestras propias lágrimas y con las de los demás a medida que nos volvamos más tiernas.

Si nuestras lágrimas están causadas por la injusticia, quizá tengamos que actuar. Un verso de Shakespeare dice: "Mis gotas de lágrimas las convertiré en chispas de fuego". Nuestra empatía podría impulsarnos a prestar apoyo u orar por quienes sufren la injusticia. 

Si nuestras lágrimas son de alegría o alivio, demos las gracias y compartamos la bendición.

Si nuestras lágrimas son de lucha y dolor, si tenemos el corazón roto, busquemos primero al Padre. Su compasión por nuestras lágrimas se describe bellamente en los Salmos.

Por la noche durará el lloro, y a la mañana vendrá la alegría. Salmo 30:5  

Que mi alma descanse nuevamente,

Porque El Señor ha sido bueno conmigo.

Me rescató de la muerte;

Quito las lágrimas de mis ojos. Salmo 116:7-8

Este versículo me parece una imagen perfecta de la compasión de Dios.  

Tu llevas la cuenta de todas mis angustias

Y has juntado todas mis lágrimas en tu frasco;

Has registrado cada una de ellas en tu libro. Salmo 56:8

El Dios que escucha nuestros gritos y ve cada lágrima también ha dado una promesa y una esperanza para el futuro. En el cielo, "enjugará toda lágrima... y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor. Todas estas cosas desaparecerán para siempre.”  Apocalipsis 21:4


ACERCA DE NUESTRA BLOGUERA

Linnea Tideman siempre ha disfrutado compartiendo historias. Su infancia en New Hampshire y su herencia sueca le han proporcionado una gran cantidad de experiencias, pero también la base de su fe. Le gustan los proyectos creativos, los viajes, los libros, la costura, la jardinería, pero sobre todo la hospitalidad, a menudo organiza elegantes tés y ocasionalmente algo grandioso como recrear la cena en el Titanic. Sirve en los ministerios de UrbanPromise y Good Neighbors. Linnea vive en Landenberg con su esposo Dave. Tienen tres hijas mayores. Ella espera que sus escritos reflejen cómo Dios continúa revelándose a nosotros como nuestro pastor y Salvador.

ACERCA DE NUESTRA TRADUCTORA

Silvia Cubos nació en la ciudad de México, y se crio en la ciudad de Toluca, es la mayor de 5 hermanos. Estudió comunicación y después de graduarse llegó a este país en 1996 donde tuvo la oportunidad de estudiar Ingles y Educación temprana. Silvia ha trabajado como maestra, interprete y trabajadora social. Desde los 17 años Silvia ha sentido el llamado de servir al Señor y orar por las necesidades de otros, ahora lo hace en Willowdale en Español desde 2019. Silvia disfruta cocinar comida mexicana, caminar al aire libre con sus dos hijas y su perro; para terminar el día le gusta disfrutar de un helado de fresa.

Correr con Perseverancia

El verano antes de ingresar al séptimo grado, mis padres me alentaron a participar en los deportes de otoño. Las dos opciones eran correr a campo abierto y voleibol. Sólo me tomó una semana de campamento de voleibol para determinar que correría a campo abierto. Todo el verano mi papá, un ávido corredor, intentó que fuera a correr con él. “Sólo una milla”, me persuadía, pero a mí no me interesaba entrenar. No me importaba las dos millas que pronto tendría que correr en el equipo. ¡Pensé que podría hacerlo! Cuanto más me empujaba, más me aferraba. Una vez acepté ir con él y en la marca de la milla me animó a ir solo media milla más y me negué. Él siguió pensando que yo lo seguiría, pero desafiante me di la vuelta y regresé a casa.

No hace falta decir que las prácticas de correr a campo abierto fueron un duro despertar. ¡Esto de correr fue difícil! Estaba corriendo con una compañera de equipo durante mi primera carrera cuando ella se detuvo para caminar. Pensé que sonaba muy bien y, oye, no quería dejar sola a mi compañera de equipo, así que me detuve a caminar también. Luego abandonó la carrera, dejándome sola para terminar al último. Eso me dolió. No me gustó nada esa sensación y durante el resto de la temporada trabajé muy duro para mejorar.

Avanzando hasta mi último año de escuela secundaria. A estas alturas ya era una corredora muy fuerte y al comenzar el torneo sabía que debía hacerlo bastante bien. Había asistido a las competencias Regionales todos los años de la escuela secundaria, pero siempre parecía estrellarme y quemarme en esa carrera. Este año, si corriera como sabía que podía, calificaría para las competencias Estatales. También sabía que, si no clasificaba para las competencias Estatales, esta sería mi última carrera... y eso también significaría que no corrí a mi máximo potencial. Me presioné muchísimo y estaba temblando de nervios antes de que sonara la señal de salida. Los 20 mejores corredores podían ir a las Estatales y yo estaba decidida a estar entre ellos.

Cuando comenzó la carrera, me sentí fuerte y realmente me estaba esforzando. Estaba entre la posición número 10 a 12, la mayor parte de la carrera, y pronto pude ver la línea de meta delante de mí. Nunca sabré ni entenderé qué pasó después, pero cuando faltaban apenas 200 metros para recorrer, mis piernas me dejaron. Simplemente ya no avanzaban más. Era como si estuviera en cámara lenta. ¡Y me pasaban corredor tras corredor! No pude hacer nada al respecto. Apenas crucé la línea de meta y logré llegar a los brazos de mi padre cuando él me levantó y me llevó a la tienda médica. Lo único que quería saber era si lo logré y nadie sabía en qué posición terminé. Algunas personas pensaban que tenía el puesto 20, otros pensaban que tal vez el 22…A medida que me recuperaba físicamente, comencé a lidiar con el hecho de que tal vez no hubiera pasado a la lista. Mis entrenadores, amigos, familiares y yo esperábamos con gran expectación los resultados oficiales. Estaba sentada tranquilamente estirándome cuando mi papá me derribó y gritó que lo había logrado–¡En el lugar número 20! Me sentí muy aliviada y agradecida por la oportunidad de terminar mi carrera de correr a campo abierto en la escuela secundaria en las competencias Estatales.

Algunas de ustedes pueden sentir que están al final del grupo, en el último lugar. Las vidas de los demás parecen avanzar y tú te sientes abandonada. Ves crecimiento en los demás, pero es difícil verlo en ti misma. Tal vez estés soltera y veas cómo se casan todos los que te rodean. Quizás estés casada y todos tienen hijos menos tú. Tal vez eres mamá y todas las demás parecen ser capaces de hacer malabarismos con todas las cosas y tú sientes que tú no puedes. Tal vez estés jubilada y veas algunas de las aventuras que están tomando tus amigos y sientes que la vida se te pasa de largo. Dondequiera que te encuentres, debes saber que Dios te ve justo donde estás y está contigo. ¡Sigue adelante!

Otras de ustedes podrían estar en un lugar de la vida en el que son fuertes y capaces. La vida va bien y te sientes imparable. ¡Alabado sea el Señor! Recuerda agradecerle por esta temporada. Recuerda también no confiar en tus propias fuerzas, sino en las de Dios. Cuando sentimos que podemos hacerlo todo, muchas veces pensamos que es por nosotras mismas y nos olvidamos de Dios. Continúa buscando a Dios y aférrate a Él.

Finalmente, es posible que algunas de ustedes apenas puedan aguantar y se encuentren en situaciones realmente difíciles. Parece que no puedes avanzar; incluso un paso delante del otro parece demasiado abrumador. Tus fuerzas se están acabando, eres débil. Te animo a que dejes que el Padre te recoja. Él te ayudará.

Hebreos 12:1 dice que corramos con perseverancia, que es el estímulo que todos necesitamos. Isaías 40:29-31 promete que el Señor renovará tus fuerzas, pero antes de eso reconoce que incluso los jóvenes desmayarán y se cansarán y los jóvenes caerán exhaustos. Dios sabe que a veces nos vamos a quedar sin fuerzas, y Él está ahí para levantarnos con alas como las de las águilas para que podamos seguir corriendo y no cansarnos y caminar y no desmayarnos.

Dondequiera que estés en tu viaje, continúa y recuerda que Dios está contigo en cada paso del camino. Él nunca te dejará ni te desamparará (Deuteronomio 31:6), sin importar dónde estés.


ACERCA DE NUESTRA BLOGUERA

Danielle (Dani) Rupp creció en un pequeño pueblo de Ohio y es una verdadera fanática de los Buckeyes, aunque trata de no ser odiosa al respecto. En 2011 llegó a Pensilvania para obtener su Maestría en Trabajo Social. Después de la graduación Dani aceptó un puesto como terapeuta de salud mental para niños y adolescentes en Coatesville. También fue niñera durante varios años. Durante ese tiempo vivió en Kennett Square y asistió Willowdale Chapel. Regresó hace varios años del sur de Asia, donde aprendió a tolerar la comida picante y a cruzar las carreteras sin ser atropellada, además de ser voluntaria en la Misión Internacional de Justicia en su Departamento de Atención Posterior. En su tiempo libre, Dani disfruta de ir a viajes misioneros/viajes, correr, leer, y conectarse con sus seres queridos-preferiblemente con un café y un dulce.

ACERCA DE NUESTRA TRADUCTORA

Ana León nació en México y emigró a los Estados Unidos a los 9 años. Vivía en Kennett Square, pero su familia se mudó a Delaware, donde Ana conoció a su novio de la secundaria con quien ha estado casada por más de 10 años. Son padres de dos niños, uno de 11 años y otro de 9 años. Ana ha traducido e interpretado profesionalmente por más de 11 años. Se unió a Willowdale En Español en el 2018 y es una de las intérpretes del servicio. En su tiempo libre le gusta ir a la playa, pintar, leer, y escribir. Ana está muy emocionada de ser parte del blog porque siente que es una forma para que las mujeres se conecten y sigan acercándose a Dios.


MOTIVO PARA CELEBRAR. UN MOMENTO PARA VOLVER A ARRIESGAR. 

WOMEN'S IF: 2024 CONFERENCIA

IF:2024 es un evento de dos días donde mujeres de todo el mundo se reúnen, se equipan y descubren el siguiente paso en su llamado: ir y hacer discípulos. Se celebrara el Viernes, 15 de Marzo de las 6:30 p.m. - 9:30 p.m. y el Sábado, 16 de Marzo de las 9:30 a.m. a las 5:00 p.m. en nuestro Campus de Kennett.

La fecha limite de inscripción es el 7 de Marzo, 2024.

HAGA CLIC AQUI para mas información e inscripción.

La soledad nos está matando

La soledad nos está matando

Ayer fue San Valentín, y para muchos fue un día difícil. Para algunos, la ausencia de un interés amoroso o la falta de atención del "amor de su vida" les hizo sentirse decepcionados y solos. Hay muchas personas que sienten que no tienen una conexión significativa en su vida. Experimentan la soledad a diario. Esta fecha, centrada principalmente en el amor, puede exacerbar este sentimiento de aislamiento.

Cómo bajar el volumen del ruido

¿Sabes que nuestros sonidos favoritos, como la risa o un instrumento musical, pueden aportarnos felicidad, calma e incluso una sensación de amor y paz? Incluso se ha demostrado que escuchar el agua correr puede ayudar a reducir el estrés de algunas personas. O tal vez, como el sonido de un estadio tras un touchdown o un concierto con miles de voces cantando, nos emocionan y nos hacen sentir parte de algo más grande que nosotras mismas.

Piensa por un momento en tus sonidos favoritos.

¿Qué te viene a la mente cuando lees la palabra "ruido"? ¿En qué se diferencia de tus sonidos favoritos? Pienso en un coche ruidoso al que le gusta ir y venir por nuestro barrio varias veces por la noche, con el motor haciendo ruido varias veces en lo que puedo suponer que es un paseo de placer para el conductor. O pienso en la sobreestimulación cuando el perro ladra mientras mis hijos hablan entre ellos para llamar mi atención y mi cerebro no puede con todo a la vez. 

Últimamente he estado practicando un ejercicio diario varias veces a la semana -una antigua práctica de la Iglesia de orar para marcar ciertos momentos del día- y el que estoy siguiendo, comienza y termina con dos minutos de silencio. Ha sido difícil alejarme del ruido y aclarar mi mente ante el Señor durante sólo dos minutos.

Lo que me hizo pensar que tal vez esta temporada de Cuaresma (que comienza la próxima semana en el Día de San Valentín este año) podría incorporar algunos hábitos para ayudar a silenciar el ruido en mi vida para poder escuchar las cosas mejores. Aunque no puedo hacer que mi perro y mis hijos estén más callados, si acallo otros ruidos autoimpuestos en mi vida e invito al Espíritu Santo a guiarme, quizá los ruidos que no puedo controlar no sean tan abrumadores. Como dice Romanos 8:16, “Porque el Espíritu mismo da testimonio a nuestro Espíritu de que somos hijos de Dios” Y 1 Reyes 19 habla del suave susurro de Dios que podía oírse en la quietud después del viento, el terremoto y el fuego. 

Entonces, ¿cuál es el ruido -literal o no- que está desplazando nuestra conciencia del Espíritu y acortando nuestros fusibles?

¿Medios de comunicación social? ¿Programas de televisión? ¿Chismes entre amigas? ¿Consumir demasiadas noticias o leer a demasiados líderes de opinión sin pararse a procesarlas?

Considera cómo las Escrituras nos exhortan a no llenar nuestras mentes con ese ruido:

Por último, hermanas, todo lo que es verdadero, todo lo que es honorable, todo lo que es justo, todo lo que es puro, todo lo que es amable, todo lo que es bueno, si hay alguna excelencia, si hay algo digno de alabanza, piensen en estas cosas. - Filipenses 4:8

No os conforméis a este mundo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestra mente, para que mediante la prueba podáis discernir cuál es la voluntad de Dios, lo que es bueno, aceptable y perfecto. - Romanos 12:2

Pero tal vez el ruido viene de dentro, lo que me doy cuenta de que suena como el viejo refrán "la llamada viene de dentro de casa". Hablando en serio, mi mente está llena de ruido y si no combato activamente las mentiras que me digo a mí misma, empiezo a creérmelas. La guerra espiritual no es algo que se pueda descartar; es una batalla que vale la pena librar. 

Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. - Efesios 6:12

En nuestro mundo ruidoso, quizá nos vendría bien un poco de silencio. Tal vez la Cuaresma sea un buen momento para crear algunos hábitos nuevos de silencio, distanciándome de hacer otras cosas o limitando los entretenimientos fáciles y, en su lugar, dejando más espacio para el tiempo con el Señor. Voy a intentarlo. 


ACERCA DE NUESTRA BLOGUERA

Originaria de Georgia, Mary Beth Gombita es una amante del té dulce, una orgullosa Bulldog de Georgia y una ávida fanática de la música. Trabaja en el sector de las relaciones públicas y dirige su propio negocio de consultoría de comunicación desde casa. Mary Beth y su marido, Stephen, tienen dos hijos pequeños. Actualmente es la editora de nuestro blog Willowdale Women.

 ACERCA DE NUESTRA TRADUCTORA

Silvia Cubos nació en la ciudad de México, y se crio en la ciudad de Toluca, es la mayor de 5 hermanos. Estudió comunicación y después de graduarse llegó a este país en 1996 donde tuvo la oportunidad de estudiar Ingles y Educación temprana. Silvia ha trabajado como maestra, interprete y trabajadora social. Desde los 17 años Silvia ha sentido el llamado de servir al Señor y orar por las necesidades de otros, ahora lo hace en Willowdale en Español desde 2019. Silvia disfruta cocinar comida mexicana, caminar al aire libre con sus dos hijas y su perro; para terminar el día le gusta disfrutar de un helado de fresa.


MOTIVO PARA CELEBRAR. UN MOMENTO PARA VOLVER A ARRIESGAR. 

WOMEN'S IF: 2024 CONFERENCIA

IF:2024 es un evento de dos días donde mujeres de todo el mundo se reúnen, se equipan y descubren el siguiente paso en su llamado: ir y hacer discípulos. Se celebrara el Viernes, 15 de Marzo de las 6:30 p.m. - 9:30 p.m. y el Sábado, 16 de Marzo de las 9:30 a.m. a las 5:00 p.m. en nuestro Campus de Kennett.

La fecha limite de inscripción es el 7 de Marzo, 2024.

HAGA CLIC AQUI para mas información e inscripción.

Dios Obra Incluso Cuando No Podemos Verlo: Lecciones de José

El dolor que sintió Jacob cuando su hijo José fue denunciado como desaparecido y dado por muerto fue profundo y devorador.

“(Él) amaba a José más que a sus otros hijos, porque lo había tenido en su vejez”. Génesis 37:3

Jacob, llamado Israel, ya había experimentado la pérdida de su amada esposa Raquel, quien había muerto al dar a luz con su hijo menor, Benjamín. Raquel... de quien se había enamorado mientras pastoreaba las ovejas de su padre... la amada esposa por la que tuvo que trabajar siete años más, además de los siete años que ya había trabajado. ¡Imagínate a un hombre trabajando durante un total de 14 años para ganarse la mano de una mujer en matrimonio! Ahora su amada Raquel ha muerto, y uno de sus dos hijos, que claramente era el favorito entre los doce que tenía, ya no está.

“Y Jacob se rasgó las vestiduras, se vistió de luto y por mucho tiempo hizo duelo por su hijo. Todos sus hijos y sus hijas intentaban calmarlo, pero él no se dejaba consolar, sino que decía: “No. Guardare luto hasta que muera y me reúna con mi hijo.” Génesis 37:35

De algún modo la vida seguía su curso a su alrededor; su familia aumentó y Benjamín creció. Cuando el hambre llegó a la tierra, estoy segura de que la tristeza y la incertidumbre añadidas le parecieron abrumadoras a Jacob. Las noticias sobre los cereales disponibles en Egipto deben haber sido un bienvenido rayo de esperanza en medio de la desesperación. Jacob envió a sus hijos a buscar algo de grano para que su familia pudiera comer.

Luego vemos a diez hermanos desesperados viajando a Egipto, y sin que ellos lo supieran, su hermano perdido José, quien, a través de una serie de eventos divinamente orquestados, ahora está a cargo de los almacenes de granos en Egipto. Cuando los hermanos se acercan a él para comprar grano, José los reconoce, pero no revela quién es. La fascinante historia del grano, la plata y el viaje de regreso para traer a Benjamín se puede encontrar en Génesis 37 al 47. La angustia de Jacob se intensifica cuando su hijo mayor, Rubén, compromete la vida de sus dos hijos para poder recuperar a Benjamín y dejarlo bajar a Egipto como José lo ordenó.

Piensa en esto conmigo por un minuto a través de nuestro lente de trauma moderna. Tenemos un hombre que engañó a su padre, enfureció a su hermano y tuvo que trabajar 14 años para la esposa que quería. La mayoría de sus hijos crecieron conociendo el rechazo; su padre no se preocupaba por su madre tanto como por su otra esposa y su familia. Siempre existió la amenaza de ataque por parte de otros grupos étnicos que vivían alrededor de la familia de Israel. Dos de los hermanos habían masacrado sin piedad a un pueblo entero en represalia por la violación de su hermana por parte de un joven. La amada esposa de Jacob murió al dar a luz con Benjamín. La Biblia dice claramente que José era su favorito... ¿eso significaba que era frío con Benjamín debido a la muerte de Raquel? Ese comportamiento no sería inusual. Lo que sustenta todo esto es la rivalidad entre dos hermanas que seguramente se transmitió a sus hijos y nietos. Me pregunto cómo se sintieron los hijos de Rubén cuando fueron utilizados como moneda de cambio por su tío Benjamín. ¡La mente se aturde!

No dispuesto a perder al otro hijo de Raquel, Jacob se niega a dejarlo bajar a Egipto. Finalmente, cuando las reservas de grano se agotan, Jacob se enfrenta a una elección imposible. Él cede y envía a su hijo menor con José, y su hermano mayor, Judá, responde por la seguridad de Benjamín.

Al estudiar esta historia en las Escrituras revela que algo está sucediendo detrás de escena, pero aquellos que estaban viviendo la historia no pudieron verlo en ese momento. José no tenía medios tangibles de rescate. Jacob estaba seguro de que su hijo estaba muerto. La familia estaba abrumada por la hambruna que azotaba el Medio Oriente. Desesperados, los hermanos emprendieron un largo viaje. Realmente habría sido un shock para José ver a sus hermanos acercarse a él en busca de grano.

Pero Dios.

Dios había estado trabajando en un plan todo el tiempo. José había ascendido en las filas de Egipto hasta llegar a ser muy poderoso y estar en condiciones de ayudar a su familia. El tiempo de Dios es perfecto para preservar a Su pueblo escogido; Él está cumpliendo su promesa. ¡La tristeza de Jacob se convierte en alegría cuando no sólo recibe sustento para su familia, sino que descubre que su amado José todavía está vivo! He leído y oído hablar de estos acontecimientos muchas veces; es una historia Bíblica favorita. Recientemente me ha quedado claro que, si bien los individuos solo podían ver sus luchas en ese momento, Dios estaba pintando ese dolor en un panorama más amplio hecho más hermoso por el sufrimiento. Su plan era preservar a toda la nación y continuar el linaje familiar de Abraham. Vemos esto reconocido en las palabras de José al final del Génesis.

“Es verdad que ustedes pensaron hacerme mal, pero Dios transformo ese mal en bien para lograr lo que hoy estamos viendo: salvar la vida de mucha gente”.

Génesis 50:20 NVI

Nuestro tiempo aquí en la tierra está lleno de muchos dolores. Los hay pequeños y grandes. A veces la acumulación de pequeñas penas puede ser más abrumadora que una gran pérdida. Podemos vivir un duelo que nos cambia la vida, como la pérdida de un cónyuge o de un hijo, sólo para que la pérdida más pequeña nos haga desplomarnos. Una de las preguntas más difíciles con la que luchan tanto cristianos como no cristianos es: “¿Por qué un Dios bueno permitiría que sucediera algo tan malo?” Una respuesta corta es que vivimos en un mundo quebrantado y maldito que no es lo que Dios planeó para nosotros. Las respuestas cortas no siempre traen mucho alivio. Creo que la historia de José es una respuesta más larga que puede darnos consuelo. Los dolores tras los dolores experimentados en ese momento fueron en realidad una serie de eventos dentro de los cuales Dios estaba obrando a través de muchas personas para cumplir Su plan.

Dios todavía está y siempre estará en el negocio de la redención.

“El Espíritu del Señor y Dios está sobre mí, por cuanto me ha ungido para anunciar buenas noticias a los pobres. Me ha enviado a sanar los corazones heridos, a proclamar libertad a los cautivos y liberación de los prisioneros, a pregonar el año del favor del Señor y el día de la venganza de nuestro Dios, a consolar a todos los que están de duelo y a confortar a los dolientes de Sión. Me ha enviado a darles una corona en vez de cenizas, aceite de alegría en vez de luto, traje de alabanza en vez de espíritu de desaliento. Serán llamados robles de justicia, plantío del Señor para mostrar su gloria.

Isaías 61:1-3NVI‬‬‬‬‬‬

Hermana, si no puedes sentir o ver a Dios trabajando detrás de las escenas en los dolores que estás experimentando actualmente, anímate con la historia de cómo Dios salvó a la incipiente nación de Israel. Él es el Cumplidor de las Promesas, y ya sea en esta vida o en la eterna, Él te sostendrá hasta el otro lado del dolor.


Para una mayor reflexión:

Jacob Muestra La Túnica Ensangrentada de José

Circle of Rembrandt van Rijn

https://www.theleidencollection.com/viewer/jacob-shown-josephs-bloody-coat/ 


ACERCA DE NUESTRA BLOGUERA

Sarah Flowers vive en la campestre ciudad de Chadds Ford, donde ella está rodeada de belleza y conexión con la tierra y su historia. Le encanta el café y las flores y conocer a Jesús. Eterna aprendiz, busca seguir el plan de Dios para llevar la justicia a los menos favorecidos. Sarah se declara optimista en serie y melómana; ¡siempre hay un camino hacia el lado soleado y una banda sonora para el viaje! Es madre y esposa y una exalumna agradecida de la Universidad de Northwood. Sus experiencias anteriores incluyen profesional de la industria automotriz y diva de los zapatos. Sarah sirve en el equipo de diáconos en la capilla de Willowdale.

ACERCA DE NUESTRA TRADUCTORA

Ana León nació en México y emigró a los Estados Unidos a los 9 años. Vivía en Kennett Square, pero su familia se mudó a Delaware, donde Ana conoció a su novio de la secundaria con quien ha estado casada por más de 10 años. Son padres de dos niños, uno de 11 años y otro de 9 años. Ana ha traducido e interpretado profesionalmente por más de 11 años. Se unió a Willowdale En Español en el 2018 y es una de las intérpretes del servicio. En su tiempo libre le gusta ir a la playa, pintar, leer, y escribir. Ana está muy emocionada de ser parte del blog porque siente que es una forma para que las mujeres se conecten y sigan acercándose a Dios.


MOTIVO PARA CELEBRAR. UN MOMENTO PARA VOLVER A ARRIESGAR. 

WOMEN'S IF: 2024 CONFERENCIA

IF:2024 es un evento de dos días donde mujeres de todo el mundo se reúnen, se equipan y descubren el siguiente paso en su llamado: ir y hacer discípulos. Se celebrara el Viernes, 15 de Marzo de las 6:30 p.m. - 9:30 p.m. y el Sábado, 16 de Marzo de las 9:30 a.m. a las 5:00 p.m. en nuestro Campus de Kennett.

La fecha limite de inscripción es el 7 de Marzo, 2024.

HAGA CLIC AQUI para mas información e inscripción.

Oración para los que se sienten lejos de Dios

Querido Dios,

Ha pasado tiempo. Mi alma se siente seca, mi corazón pesado. Te echo de menos, y

no sé que decir excepto que lo siento.

Siento haber dejado que las páginas de mi Biblia acumularan polvo mientras mi

teléfono ha sido un compañero constante.

Siento haber dejado que la culpa del pecado que aún no quiero abandonar me aleje de

tu presencia misericordiosa.

Siento haber dejado que la rabia o la decepción por las circunstancias de mi vida me

impidieran decirte lo agradecida que estoy por estar viva.

Siento haber convertido personas y cosas y sueños y miedos en ídolos que consumen

mi mente.

Lamento no haberte dejado sitio en mi posada.

La cosa es que lo sé mejor. Hemos sido amigos durante años. No me gustaría que

alguien a quien quiero me tratara como yo te trato a ti. Si dieran por sentado mi amor

como yo doy el tuyo.

Me siento herida cuando alguien no responde a un mensaje de texto, y aquí estás tú

con un libro entero escrito sólo para mí, una efusión de tu corazón hacia el mío, y yo no

me molesto en abrirlo.

Enviaste a tu amado hijo a la cruz para que nuestra relación pudiera restablecerse,

para que yo pueda hablar contigo siempre que quiera sin necesidad de que un

sacerdote sacrifique una oveja en mi nombre, y apenas te saludo algunos días.

No merezco tu amor. No merezco tu bondad. No merezco tu perdón. Siento la

necesidad de ganarme esas cosas, de leer mi Biblia u orar o quedarme con la nariz

pegada al suelo hasta que estés listo para aceptarme de nuevo.

Pero tú no trabajas así, ¿verdad?

Hiciste una fiesta para dar la bienvenida al hijo pródigo, el que te deseaba la muerte y

gastaba su dinero en sexo.

Cocinaste un desayuno de pescado para Pedro, el hombre que negó conocerte porque

tenía miedo de morir contigo.

Lavaste los pies de Judas, el amigo que sellaría tu destino con un beso por unas

monedas de plata.

Cuando por fin vuelvo a abrir mi polvorienta Biblia, veo una historia tras otra en las que

demuestras que no pones límites a tu perdón. Que tu bondad no se puede comprar

porque la ofreces gratis.

Que nadie se aleje demasiado de tu amor.

Así que, aunque me he sentido lejos de ti durante un tiempo, esta noche me acerco y te

pido que hagas lo mismo. Por favor, sal a mi encuentro en mi quebrantamiento, mi

necesidad, mi vergüenza. Recuérdame, por favor, que, aunque ahora te sienta lejos, en

realidad nunca lo estás.

Por favor, acerca tu corazón manso y humilde al mío.

En el Nombre de Jesús,

Amén.


ACERCA DE NUESTRA BLOGUERA

Kati Lynn Davis creció en el condado de Chester. Tras una breve estancia al otro lado de Pensilvania para obtener un título de escritora en la Universidad de Pittsburgh, regresó al área y consiguió un trabajo en una biblioteca local. Cuando no está escribiendo, a Kati le gusta leer, dibujar, ver películas (¡especialmente de animación!), beber té de burbujas, pasear con sus gatos y salir a correr muy despacio. Kati está bastante segura de que es un Eneagrama 4, pero constantemente tiene una crisis de identidad al respecto, así que afortunadamente está aprendiendo a arraigar su sentido del ser en Jesús.

 ACERCA DE NUESTRA TRADUCTORA

Silvia Cubos nació en la ciudad de México, y se crio en la ciudad de Toluca, es la mayor de 5 hermanos. Estudió comunicación y después de graduarse llegó a este país en 1996 donde tuvo la oportunidad de estudiar Ingles y Educación temprana. Silvia ha trabajado como maestra, interprete y trabajadora social. Desde los 17 años Silvia ha sentido el llamado de servir al Señor y orar por las necesidades de otros, ahora lo hace en Willowdale en Español desde 2019. Silvia disfruta cocinar comida mexicana, caminar al aire libre con sus dos hijas y su perro; para terminar el día le gusta disfrutar de un helado de fresa.

Estancada

Estancada

Es un año nuevo. Mucha gente está ansiosa por hacer cambios. Muchos están reflexionando sobre el año pasado y los avances logrados. Es un nuevo comienzo, un nuevo comienzo. Debería ser emocionante, fresco y motivador.

Pero tal vez te sientes un poco como yo. Estancada. Mirando el año pasado y no viendo el crecimiento que te gustaría. Los fracasos parecen cobrar gran importancia y el progreso ha sido lento. Los nuevos hábitos quedaron en el camino. Los objetivos olvidados hace mucho tiempo. Y tal vez, como yo, te sientas un poco desanimada, o muy desanimada.

Una taza de bondad

Uno de los peores momentos de mi vida ocurrió al año siguiente de casarnos mi esposo y yo. Aquel día de verano, la mayor parte de su familia estaba reunida en casa de sus padres. Estaba a punto de conectar un ventilador cuando nuestro sobrino de casi dos años empezó a correr hacia él. Con miedo de que el niño metiera los dedos en el ventilador, me detuve y me levanté para asegurarme de que no lo tocara. Al levantarme, me golpeé la cabeza contra la estantería de tazas de té de mi suegra. Dieciocho juegos de tazas y platillos se derrumbaron a mi alrededor. El sonido fue espantoso. Mi sobrino empezó a llorar. El perro de la familia corrió a esconderse. En todas las caras se reflejaba la sorpresa.

La sensación de náuseas que sentí en el fondo del estómago fue horrible. Mi suegra vino a mi lado e inmediatamente se mostró amable y comprensiva, reconociendo que había sido un accidente. Pero eran reliquias familiares, irremplazables, algunas de su abuela de más de cien años de antigüedad. No podía imaginar cómo iba a superar esto.

Recogimos las piezas y las metimos en una bolsa de papel. Esperaba reparar todas las que pudiera para que ella tuviera algo que mostrar. Hace poco, nuestro pastor mencionó el arte japonés del kintsugi, que consiste en reparar con oro la cerámica rota para crear un nuevo objeto de belleza. Mi esfuerzo nunca estuvo destinado a crear algo bello, sino a aliviar parte de mi culpa. Tardé meses en reparar muchas de las tazas. Con el paso de los años, las sustituí por otras nuevas.

Mi suegra nunca mencionó mi enorme error. No hubo un solo momento en el que me hicieran sentir como el proverbial toro en una cacharrería. Su compasión me liberó de la culpa que sentía. Me he dado cuenta de que nunca necesité pegar esas tazas. Ella encarnaba la sabiduría de la Palabra de Dios que se encuentra en Colosenses 3:12-13: "Por tanto, como pueblo elegido por Dios, santo y amado, revestíos de compasión, bondad, humildad, mansedumbre y paciencia. Soportaos mutuamente y perdonaos las ofensas que os hagáis unos a otros. Perdonad como el Señor os perdonó a vosotros".

Quizá la taza de amabilidad que recibí de mi suegra allanó el camino para que pudiera abrazar el concepto de compartir el té. El Té de Navidad, un evento celebrado en la Iglesia de Willowdale en el pasado, y que tuvo mucho que ver en la inspiración de esta pasión. Desde el primer té de Willowdale, he tenido el privilegio de organizar tés o llevar fiestas enteras de té a iglesias, escuelas y residencias de ancianos. Té para veinte personas o más y, por supuesto, té para dos. 

Ahora que estamos en enero, es un buen momento para pensar en invitar a un amigo a tomar té, café, chocolate caliente o simplemente galletas. Si eres como yo, puede que saques un plato bonito y tazas de té para hacerlo más festivo. ¿Por qué no utilizar lo mejor? Las tazas originales servirán.

En Suecia practican el fika, que es su pausa para el café. Tradicionalmente, los suecos no cogen una taza de café y se van. Se sientan y se toman su tiempo para disfrutarlo de verdad, para invertir en el momento.

Confieso que, en el cara a cara, soy demasiado ansiosa por compartir mis historias y un poco negligente con las historias o preocupaciones de los demás. Así que me he propuesto escuchar mejor y acoger las historias de los demás, pero, lo que es más importante, darles espacio para que compartan algo más desde el corazón. Muchos de nosotros deseamos que nos escuchen, pero no invertimos el tiempo necesario para ese momento. Te animo a ser intencional con un vecino o amigo, tu cónyuge u otro miembro de la familia. Tenga a la mano una bolsa de galletas especiales o, mejor aún, congele algunas de las suyas. Entonces, si se presenta el momento, fika instantáneo... quiero decir, oportunidad instantánea de invitar a alguien a casa. Si estás lejos de esa persona, invítala a tomar una taza de té por teléfono y escucha bien.

A menudo los blogueros de Willowdale han escrito sobre tomarse un momento para uno mismo con una buena taza de té. Aprovecha esos momentos. Siéntate con algo que te caliente y aprovecha para meditar sobre lo que calienta tu alma. Reflexiona sobre las bendiciones de Dios y Su Palabra. Escucha Su guía. Préstale toda tu atención sin distracciones y trata de desarrollar un corazón atento. David nos recuerda en el Salmo 19: "Que estas palabras y esta meditación de mi corazón sean agradables a tus ojos, Señor, mi Roca y mi Redentor".

Mi terrible momento ha sido redimido. Primero, por una suegra cariñosa... que aún me demuestra su amor.

En segundo lugar, por esta oportunidad de compartir la historia de algunas tazas de té rotas, y cómo ese dolor ha sido sustituido por el amor a sentarse alrededor de una mesa, con la persona adecuada, ofreciendo una taza de amabilidad.


ACERCA DE NUESTRA BLOGUERA

Linnea Tideman siempre ha disfrutado compartiendo historias. Su infancia en New Hampshire y su herencia sueca le han proporcionado una gran cantidad de experiencias, pero también la base de su fe. Le gustan los proyectos creativos, los viajes, los libros, la costura, la jardinería, pero sobre todo la hospitalidad, a menudo organiza elegantes tés y ocasionalmente algo grandioso como recrear la cena en el Titanic. Sirve en los ministerios de UrbanPromise y Good Neighbors. Linnea vive en Landenberg con su esposo Dave. Tienen tres hijas mayores. Ella espera que sus escritos reflejen cómo Dios continúa revelándose a nosotros como nuestro pastor y Salvador.

ACERCA DE NUESTRA TRADUCTORA

Liliana Daza es la hermana mayor de 4 hijas de una familia colombiana muy conservadora. Oriundos de un pequeño pueblo ubicado en el Oriente de Colombia en frontera con Venezuela donde creció y pasó su niñez. Luego se mudó a la capital para terminar sus estudios superiores en el área de tecnología. En el año 2011 se trasladó a los Estados Unidos junto con su familia debido a una oportunidad laboral. Desde temprano, Liliana ha sentido un llamado para servir y apoyar a la comunidad, por lo que aprovecha cada oportunidad que Dios pone en su camino para este propósito. Liliana disfruta de un buen café negro, viajar, comer buena comida, especialmente cuando viaja. Liliana hace parte de la Iglesia Willowdale en español casi desde sus inicios.

Nuestros mejores blogs de 2023 muestran cómo nuestro Salvador aparece para nosotros

Duelo. Diagnóstico de salud mental. Estar descontento. Pecados ocultos y vergüenza.

Estos son algunos de los temas de las diez entradas de blog más importantes de 2023 para

Mujeres de Willowdale.

“Más importantes” significa los más leído, visitado y compartido.

¿Qué muestra esto sobre nuestra comunidad? Estamos muy necesitados de un salvador y,

alabado sea el Señor, Él nos ha buscado, nos ha comprado y nos llama suyos.

Estoy agradecido de que tengamos un grupo tan honesto y vulnerable de autores dispuestos a

compartir partes de la obra redentora que Cristo está haciendo en sus vidas. Revisa estas entradas

de blog mientras haces balance de tu 2023 y reflexionas sobre quizás algunas cosas duras que has

vivido y aprendido.

Luego mira a tu Salvador para que te guíe hacia 2024.

¡Bendiciones en su Año Nuevo!

Mary Beth para todos nosotros aquí en Mujeres de Willowdale

1. Yo iré primero: Cuando la vergüenza sexual se encuentra con el amor de Jesús

2. Ayudar a los que sufren

3. Una oración para mi amiga Pat

4. Un vistazo a mi viaje de fe

5. Cómo encontré la plenitud tras mi diagnóstico de salud mental

6. El impacto de las palabras: La segunda parte

7. Mientras tanto

8. Refrescar-MENTA

9. Dar las gracias cuando el regalo duele

10. Gloria en la monotonía: Una oración para los aburridos, cansados o marchitos


ACERCA DE NUESTRA BLOGUERA

Originaria de Georgia, Mary Beth Gombita es una amante del té dulce, una orgullosa Bulldog de Georgia y una ávida fanática de la música. Trabaja en el sector de las relaciones públicas y dirige su propio negocio de consultoría de comunicación desde casa. Mary Beth y su marido, Stephen, tienen dos hijos pequeños. Actualmente es la editora de nuestro blog Willowdale Women.

ACERCA DE NUESTRA TRADUCTORA

Maritza Zavala Smith nació en Guanajuato, México, y se trasladó a los Estados Unidos cuando tenía siete años. Estudió Salud Pública en Penn State, donde conoció a su esposo. Llevan 8 años casados y tienen dos niños gemelos y una bebe. A Maritza le encanta viajar y bailar salsa. Cuando no está deleitándose con el té verde matcha con leche y estando al aire libre con sus seres queridos, puedes encontrarla aventurándose con su tribu a través de los libros.

Tesoro en vasijas de barro

No me siento como una nueva creación.

Estos días, la mayoría de ellos, me siento estancada. Atascada en viejas costumbres, viejos hábitos, viejas inseguridades, viejos pecados. Es como si estuviera en un pantano, mis piernas y brazos encerrados en un lodo espeso, y sólo puedo avanzar un centímetro a la vez. Algunos días parecen centímetros.

No sé si este "estancamiento" en particular se debe a la depresión estacional, a la guerra espiritual, a la naturaleza pecaminosa o a algo totalmente distinto, pero ya dura varios meses y estoy cansada. Física, mental y emocionalmente.

Como un nuevo año viene a toda velocidad hacia mí como una lancha motora, me encuentro sintiendo esperanza a regañadientes. Y es que cada vez que llega Nochevieja, caigo de cabeza en el mismo patrón.

Empiezo el año con fuerza, decidida a hacer todos los cambios en mi vida que llevo queriendo hacer desde junio. Comer mejor. Hacer más ejercicio. Empezar el día más temprano. Pasar más tiempo en la Palabra. Invertir más energía en los pasatiempos y sueños que he estado posponiendo. Ser mejor amiga, hija, hermana, persona.

Dura alrededor de un mes. Tal vez dos. Tal vez incluso tres o cuatro, si es un año realmente bueno. Y entonces, inevitablemente, vuelvo a caer en ese pantano. Presiono la función de repetición de la alarma demasiadas veces y me levanto de la cama con el tiempo justo para ducharme (tal vez) antes de trabajar.  Me olvido de hacer ejercicio, leer la Biblia o escribir otro capítulo de mi libro. Me digo a mí misma que me pondré en ello más tarde, pero entonces llego a casa y el sofá me llama. Unos minutos mirando el celular se convierten en horas —  sólo interrumpidas por una siesta o la necesidad de comer algo — y al final me doy cuenta de que ya ha pasado la hora de acostarme que me había fijado. 

Mañana será mejor, pienso mientras subo cansada las escaleras. Y a veces lo es. 

A menudo, no.

Este es un vistazo de cómo han sido mis días en temporadas más difíciles, y recientemente he estado en una de esas temporadas. A veces, desplazarme por mi teléfono se ve reemplazado por actividades más saludables, como ir a un estudio bíblico o pasar tiempo con los seres queridos, pero incluso entonces sigo yendo a la cama con una persistente sensación de inquietud, mi mente estaba repleta de todas las cosas que quería hacer ese día pero no lo hice.

¿Qué pasó, Dios? Pensé que este año iba a ser diferente. Pensé que yo iba a ser diferente. Dices que una vez que creí en Jesús me hice nuevo (2 Corintios 5:16), pero ahora mismo me siento quebrantada. 

Puede que tu pantano tenga un aspecto diferente al mío, pero tengo la sensación de que te sientes identificada de alguna manera. La vida nunca resulta como la imaginábamos cuando éramos niños y nuestros ojos brillaban de esperanza en el futuro. Crecemos con sueños descarrilados por el trauma, la enfermedad, la pérdida, el abuso y el pecado.

Entonces, ¿dónde está la esperanza? ¿Cómo nos alegramos cuando estamos en el pantano y la tierra seca parece tan lejana?

No puedo prescribir un plan de mejora de cinco pasos. Todavía estoy aprendiendo lo que funciona para mí, y es una combinación de tomar medicamentos, buscar responsabilidad e implementar una mejor estructura en mis días, incluido el tiempo para permanecer en el Señor y Su Palabra. - incluyendo hacer tiempo para permanecer en el Señor y Su Palabra. 

A veces, — por lo general al comienzo de un nuevo año — sigo el ritmo de estas cosas y me siento fantástica. Yo soy el que está sentado en la lancha, saludando a los cocodrilos y otras criaturas del pantano.

Pero cuando el barco entre en un bache y me encuentre de nuevo en el fango que creía haber dejado atrás, recordaré 2 Corintios 4:6-7.

“Porque Dios, que dijo: "De las tinieblas brille la luz", hizo brillar Su luz en nuestros corazones para darnos la luz del conocimiento de la gloria de Dios manifestada en el rostro de Cristo. Pero tenemos este tesoro en tinajas de barro, para mostrar que el poder supremo pertenece a Dios y no a nosotros”.  

No fue hasta hace unos meses, mientras estudiaba este pasaje con mi grupo de estudio bíblico de mujeres de Willowdale, que comprendí por primera vez el significado del versículo siete.


Nosotros, el pueblo de Dios, somos vasijas de barro. 

"Jarras de barro" se refiere a vasijas de barro que eran frágiles y se rompían fácilmente. Formaban parte de la vida cotidiana en tiempos de Pablo. Una vasija de barro no tenía nada de especial.

¿Esta descripción también te parece cierta? En nuestros días más bajos nos sentimos comunes y desechables, como recipientes de plástico salvados de una noche china de comida para llevar. Si alguien pudiera quitarnos la piel y mirar directamente a nuestras almas, vería grietas que nos cubren como telas de araña, exponiendo nuestra debilidad..

Pero lo que importa no es el frasco. Es lo que hay dentro del frasco. 

Dentro de estos frascos débiles y ordinarios está el tesoro más hermoso del mundo. Somos vasijas hechas a mano que contienen la luz de Cristo. Su amor nos hace nuevos. Su luz ilumina nuestra oscuridad.

Y cuando nos rompemos, esa luz brilla a través de nosotros con más fuerza...

Si aún no lo has hecho, te recomiendo encarecidamente que escuches Oh venid todos los infieles de Sovereign Grace Music y veas el vídeo que lo acompaña. He tenido esta canción en repetición desde principios de diciembre y ha sido un bálsamo para mi alma.

Feliz Navidad y Próspero Año Nuevo. Cristo ha venido por nosotros.


ACERCA DE NUESTRA BLOGUERA

Kati Lynn Davis creció en el condado de Chester. Tras una breve estancia al otro lado de Pensilvania para obtener un título de escritora en la Universidad de Pittsburgh, regresó al área y consiguió un trabajo en una biblioteca local. Cuando no está escribiendo, a Kati le gusta leer, dibujar, ver películas (¡especialmente de animación!), beber té de burbujas, pasear con sus gatos y salir a correr muy despacio. Kati está bastante segura de que es un Eneagrama 4, pero constantemente tiene una crisis de identidad al respecto, así que afortunadamente está aprendiendo a arraigar su sentido del ser en Jesús.

ACERCA DE NUESTRA TRADUCTORA

Liliana Daza es la hermana mayor de 4 hijas de una familia colombiana muy conservadora. Oriundos de un pequeño pueblo ubicado en el Oriente de Colombia en frontera con Venezuela donde creció y pasó su niñez. Luego se mudó a la capital para terminar sus estudios superiores en el área de tecnología. En el año 2011 se trasladó a los Estados Unidos junto con su familia debido a una oportunidad laboral. Desde temprano, Liliana ha sentido un llamado para servir y apoyar a la comunidad, por lo que aprovecha cada oportunidad que Dios pone en su camino para este propósito. Liliana disfruta de un buen café negro, viajar, comer buena comida,

Iluminando el camino hacia el Mesías

Cuando era muy pequeña, iba a casa de mis tíos abuelos en Nochebuena. Esto implicaba un viaje de siete horas en coche los días anteriores, un traje especial de Navidad elegido con anticipación y regalos cuidadosamente planeados y envueltos. Era casi abrumador para una niña pequeña: la emoción, la comida, la inminente visita de Papá Noel... ¡y los regalos!

Recuerdo que asistía impaciente a los servicios de Nochebuena, inquieta, jugando con las joyas de mis tías y, en general, molestando. Por fin terminaba el servicio, el coro, y se daban y recibían las felicitaciones, ¡y ya podíamos irnos!

Fuera, el aire sería fresco y el cielo estaría oscuro. Las luces de Navidad titilaban en las ventanas de las casas por las que pasábamos, y por todas partes, en las aceras de Downingtown, estaban las luminarias. Los saquitos de arena y las velas que los vecinos colocaban y encendían cuidadosamente eran algunos de los recuerdos más mágicos que conservo. Era un tranquilo soplo de paz dentro de la euforia de la noche. La expectación por los regalos que estaba a punto de recibir era palpable; pero durante ese breve instante, toda la emoción quedaba suspendida. Había asombro en esas luces silenciosas de la noche y la oportunidad de permanecer afuera en el frío antes de caminar ansiosamente hacia el calor y el amor.

No me resulta difícil imaginar que las luces brillantes que veo a mi alrededor durante la Navidad apuntan al Mesías prometido. Hacemos bien en recordar que este mundo no es nuestro hogar; el dolor, el sufrimiento y el pecado que nos rodean no es como nuestro querido Padre quiere que vivamos.

Para mí, las luminarias significan los bellos momentos que vivimos, la bondad del Señor en la tierra de los vivos y, sobre todo ello, la promesa del Cielo Nuevo y la Tierra Nueva. Son luces a lo largo del camino; no hacia los tíos abuelos, sino un camino hacia el regalo de la vida eterna y la presencia de Dios.

Busca un lugar tranquilo. 

Enciende una vela. 

Reflexiona. 

Confía en Él. 

Anticipa los regalos que tu Amor Verdadero quiere darte.

Perdón, Salvación, Gracia, Amor sin fin, Vida eterna.

Feliz Navidad.


ACERCA DE NUESTRA BLOGUERA

Sarah Flowers vive en la campestre ciudad de Chadds Ford, donde ella está rodeada de belleza y conexión con la tierra y su historia. Le encanta el café y las flores y conocer a Jesús. Eterna aprendiz, busca seguir el plan de Dios para llevar la justicia a los menos favorecidos. Sarah se declara optimista en serie y melómana; ¡siempre hay un camino hacia el lado soleado y una banda sonora para el viaje! Es madre y esposa y una exalumna agradecida de la Universidad de Northwood. Sus experiencias anteriores incluyen profesional de la industria automotriz y diva de los zapatos. Sarah sirve en el equipo de diáconos en la capilla de Willowdale.

ACERCA DE NUESTRA TRADUCTORA

Maritza Zavala Smith nació en Guanajuato, México, y se trasladó a los Estados Unidos cuando tenía siete años. Estudió Salud Pública en Penn State, donde conoció a su esposo. Llevan 8 años casados y tienen dos niños gemelos y una bebe. A Maritza le encanta viajar y bailar salsa. Cuando no está deleitándose con el té verde matcha con leche y estando al aire libre con sus seres queridos, puedes encontrarla aventurándose con su tribu a través de los libros.

Haz sitio esta Navidad

Cuando mis hijos eran pequeños, participaron en una obra navideña en nuestra pequeña iglesia de Milwaukee en la que, por alguna razón, pienso a menudo. Los niños que interpretaban a María y José iban de puerta en puerta llamando, sólo para que un mesonero (que resultó ser el mismo hombre detrás de cada puerta), proclamara en voz alta en un profundo barítono las palabras "No hay lugar" mientras los rechazaba una y otra vez.   

Esas palabras "No hay sitio" parecen encajar a menudo en nuestra celebración de la Navidad. No tenemos espacio en nuestros calendarios para un programa de Navidad más, una fiesta de Navidad o una salida de compras. No tenemos espacio en nuestra agenda para hornear esas galletas navideñas. No tenemos espacio en nuestros pantalones para comer todas esas galletas de Navidad que alguien más horneó. Pero lo más importante es que no tenemos espacio en nuestras ajetreadas vidas para reflexionar sobre el significado de la Navidad. 

La Navidad no empieza ni termina con el pesebre. El otro día, mientras enseñaba a la clase de educación en casa en el Estudio Bíblico, un alumno de 4º grado me corrigió. Sin querer dije que Jesús nació en Navidad. El me corrigió diciendo, "Jesús no nació en Navidad, Jesús siempre ha estado, solo vino a la tierra en Navidad". (¡Bien hecho por sus padres por enseñarle eso!) Esta es una verdad que vale la pena considerar. Jesús, como Dios, es eterno, ayer, hoy y para siempre. Siempre ha existido. Pero en su infinito amor y misericordia, eligió venir a la tierra como un ser humano para vivir y caminar entre nosotros. ¿Por qué es importante para nosotras? Una de las razones por las que vino fue para morir por nosotras. Su plan y propósito estaban predeterminados desde el principio.

No estoy tratando de ser una aguafiestas aquí, pero esto es absolutamente parte de la Navidad que debemos detenernos y reflexionar. Lo siguiente es parte de un blog de John MacArthur de Grace to You Ministries. Es sorprendente (pero vale la pena). 

He aquí un aspecto de la historia de la Navidad que no se cuenta a menudo: Esas manitas suaves, modeladas por el Espíritu Santo en el vientre de María, fueron hechas para que les clavaran clavos. Aquellos pies de niño, rosados e incapaces de caminar, un día subirían tambaleándose una colina empolvada para ser clavados en una cruz. Aquella dulce cabeza de niño, de ojos brillantes y boca ansiosa, se formó para que algún día los hombres le impusieran una corona de espinas. Ese cuerpo tierno, cálido y suave, envuelto en pañales, un día sería desgarrado por una lanza...
Jesús nació para morir …

Cuando estuve ante la Piedad de Miguel Ángel en Roma, se me saltaron las lágrimas. Tenemos que hacer sitio en nuestra historia navideña para albergar juntos el pesebre y la cruz.  Mateo 1:21 dice: "Dará a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados". Si nuestra historia de Navidad termina con el pesebre, no cambia nada; es sólo una leyenda navideña más. Sin embargo, si incluye la cruz y la resurrección, lo cambia todo... para siempre... 

La canción "Mary Did you Know" parece ir perfectamente con estas dos imágenes. Te animo a que le dediques unos minutos a esta canción.  Haz clic aquí. 

¡Que este año experimentes la verdadera maravilla de la Navidad!


 ACERCA DE NUESTRA BLOGUERA

Bonnie Kotler y su esposo Mitch tienen dos hijas, tres hijos, cuatro nietos y tres perritos. Fue ama de casa durante muchos años antes de regresar a la fuerza laboral después de recibir su Maestría en Consejería y Relaciones Humanas de la Universidad de Villanova. Ella es una consejera profesional licenciada en The Peacemaker Center y en su consultorio privado, True North Counseling. Bonnie ha estado en el equipo de enseñanza del ministerio de mujeres de Willowdale desde 2012. Los estudios Bíblicos han sido una parte importante en su caminar como creyente, y a su vez, le encanta ayudar a otras mujeres a encontrar la paz con Dios y crecer en su fe. Le gusta escribir material para el estudio Bíblico, leer ficción, pasar tiempo con la familia y hacer cualquier cosa bajo el sol. A Bonnie le encanta reír y considera que la risa es la mejor medicina. Salmo 126:2

ACERCA DE NUESTRA TRADUCTORA

Silvia Cubos nació en la ciudad de México, y se crio en la ciudad de Toluca, es la mayor de 5 hermanos. Estudió comunicación y después de graduarse llegó a este país en 1996 donde tuvo la oportunidad de estudiar Ingles y Educación temprana. Silvia ha trabajado como maestra, interprete y trabajadora social. Desde los 17 años Silvia ha sentido el llamado de servir al Señor y orar por las necesidades de otros, ahora lo hace en Willowdale en Español desde 2019. Silvia disfruta cocinar comida mexicana, caminar al aire libre con sus dos hijas y su perro; para terminar el día le gusta disfrutar de un helado de fresa.

Esperanza: luz en la oscuridad

¿Cuál es el mejor regalo que has recibido? ¿Una hermosa pieza de joyería... una batidora Kitchen-Aid... un auto nuevo con un gran moño rojo? Quizás hayas recibido el regalo de un nuevo miembro en tu familia en Navidad. Quizás haya viajado a un auténtico mercado navideño en Europa o haya descansado en playas de arena blanca mientras escucha una banda de tambores tocando villancicos. Una cabaña tranquila en las montañas con nieve cayendo suavemente fuera de la ventana podría ser un regalo que haya disfrutado. Se atesoran los recuerdos de estos obsequios y de quienes los dieron.

El Adviento nos invita a reflexionar sobre cuatro regalos que recibimos al recibir a Cristo: Esperanza, Paz, Amor y Alegría. Correspondientes a las velas que encendemos cada semana, nos ayudan a enfocarnos en el plan perfecto de salvación por gracia que Dios tiene para nosotros.

La esperanza es el regalo que he estado contemplando durante esta temporada de ajetreo. Como muchos, me he visto atrapada en un torbellino de preparación y planificación de vacaciones. Irónicamente, la preparación para celebrar el nacimiento de Cristo a veces puede distraerme de experimentar la plena esperanza que me han dado. Tenemos el regalo más grande que jamás haya existido y el apóstol Pedro nos exhorta a “estar siempre preparados para responder a todo el que pida razón de la esperanza que hay en ustedes”. 1 Pedro 3:15

Los profesionales médicos están tratando desesperadamente de encontrar formas de combatir la desesperanza en el mundo actual. Estudios controlados muestran que esta desesperanza está disminuyendo la esperanza de vida a través de un aumento de enfermedades prevenibles y muertes por desesperación. La desesperanza es un problema tan grave que basta una búsqueda en Internet o un breve vistazo a los titulares de las noticias para saber cuán grave es el problema. Al igual que hace mucho tiempo, la gente de hoy necesita la esperanza que Cristo da.

“Luz en la oscuridad” por Blaise Flowers

“El pueblo que andaba en la oscuridad ha visto una gran luz; sobre los que vivian en la tierra de sombra de muerte, una luz ha resplandecido”. Isaías 9:2

Muchas personas hoy todavía caminan en oscuridad, sin haber aceptado o ni siquiera conocido acerca de la esperanza disponible a través de Cristo.

La Navidad pasada, mi hijo nos regaló un cuadro titulado “Luz en la oscuridad”. Vi en ese lienzo la imagen de Isaías 9:2 que he tenido en mi mente desde que era una niña pequeña.

Esperanza.

En esta temporada navideña, preparémonos para dar el regalo de la esperanza a los demás. Así como los pastores corrieron a hablar de Emanuel hace tantos años, Dios puede usarnos para hacer brillar la Luz del Mundo en la oscuridad de la desesperanza.


ACERCA DE NUESTRA BLOGUERA

Sarah Flowers vive en la campestre ciudad de Chadds Ford, donde ella está rodeada de belleza y conexión con la tierra y su historia. Le encanta el café y las flores y conocer a Jesús. Eterna aprendiz, busca seguir el plan de Dios para llevar la justicia a los menos favorecidos. Sarah se declara optimista en serie y melómana; ¡siempre hay un camino hacia el lado soleado y una banda sonora para el viaje! Es madre y esposa y una exalumna agradecida de la Universidad de Northwood. Sus experiencias anteriores incluyen profesional de la industria automotriz y diva de los zapatos. Sarah sirve en el equipo de diáconos en la capilla de Willowdale.

ACERCA DE NUESTRA TRADUCTORA

Ana León nació en México y emigró a los Estados Unidos a los 9 años. Vivía en Kennett Square, pero su familia se mudó a Delaware, donde Ana conoció a su novio de la secundaria con quien ha estado casada por más de 10 años. Son padres de dos niños, uno de 11 años y otro de 9 años. Ana ha traducido e interpretado profesionalmente por más de 11 años. Se unió a Willowdale En Español en el 2018 y es una de las intérpretes del servicio. En su tiempo libre le gusta ir a la playa, pintar, leer, y escribir. Ana está muy emocionada de ser parte del blog porque siente que es una forma para que las mujeres se conecten y sigan acercándose a Dios.


MÁS PARA LLENAR TU ALMA

¿Quieres leer más blogs escritos en Español?  Simplemente haga clic aqui para de ARCHIVOS ordenados por año.

Dar las gracias cuando el regalo duele

Estás sentado en tu sitio en la mesa, con el tema musical de la NFL sonando detrás de ti y un plato lleno de pavo y camote delante de ti. Inclinas la cabeza y cierras los ojos cuando alguien en la cabecera de la mesa da las gracias. Abres los ojos, y el tenedor de relleno está a medio camino de tu boca cuando otro miembro de la familia hace la clásica pregunta."¿Por qué estás agradecido este año?"

Si eres como yo, las respuestas que te vienen a la cabeza son algo parecido a esto: Estoy agradecido por mi familia. Mis amigos. Mi salud. Mi trabajo. Mi casa. Mi libertad. Mi fe.

Nos gusta dedicar este momento a nombrar las bendiciones evidentes de nuestra vida, las personas, las circunstancias y las cosas que nos llenan de alegría. Y hacerlo es una hermosa práctica. A Dios le encanta recibir la gloria por las cosas buenas que nos ha dado. Él aprecia cuando nos tomamos tiempo para agradecerle por las formas en que hemos experimentado su abundante bondad.

Pero, ¿y si las respuestas sonaran así? Estoy agradecido por...

Mi diagnóstico de cáncer.

Mi accidente de coche.

Mi profunda pérdida.

Mis problemas económicos.

Mi enfermedad mental.

Una relación difícil.

¿Qué pasaría si empezáramos a nombrar las cosas difíciles de nuestra vida como bendiciones? ¿Si nos sentáramos alrededor de la mesa en Acción de Gracias -o alrededor de la mesa un martes de julio por la noche- y expresáramos gratitud por la llamada telefónica que nos hizo llorar esa mañana? ¿La relación que nos hace arrodillarnos a orar varias veces al día? ¿La ansiedad que nos mantiene despiertos hasta altas horas de la noche, suplicando a Dios que nos libere de la constante sensación de miedo que retumba en nuestro pecho?

Antes de continuar, quiero que sepas que éste no es un mensaje de positividad tóxica. Servimos a un Dios que nos permite e incluso nos anima a lamentarnos por el quebranto de este mundo, a abrazar todo el espectro de las emociones humanas.

Si dudas de esto porque has sido alimentado con un mensaje diferente de la iglesia, sólo mira a Jesús en el Jardín de Getsemaní o en la tumba de Lázaro. Incluso nuestro Salvador, completamente Dios y completamente humano, experimentó emociones "negativas" como el miedo, la pena, el dolor y la ira. Él no fue inmune a los dolorosos efectos de la caída, y tampoco espera que nosotros lo seamos.

No sé si alguna vez llamaría regalo a algo como el cáncer o la depresión. Tampoco creo que Dios lo hiciera. El dolor y la muerte no formaban parte del diseño original de Su creación. Tampoco está en Su plan para Su creación redimida. Son producto de la maldición bajo la que todos vivimos, la que nosotros mismos trajimos cuando elegimos ser nuestros propios dioses.

Pero sí creo que el Dios verdadero es lo suficientemente bueno y poderoso como para sacar dones incluso de las partes más rotas de nuestras vidas. (Romanos 8:28) Lo sé porque lo he experimentado por mí misma. Una y otra vez he visto a mi Dios aparecer en los lugares que parecían irredimibles.

Él me ha liberado de años de vivir como esclava del miedo y la ansiedad.

Ha sido fiel durante la pérdida de seres queridos.

Ha sido un dulce amigo para mí durante casi tres décadas de soltería. (Y Él, junto con algunos muy buenos amigos, son ahora una fuente de sabiduría y paz mientras navego por mi primera relación).

Él ha tomado mi vergüenza más profunda y la está convirtiendo en una historia que me permite gritar Su gloria.

No, nunca me he sentado en una mesa de Acción de Gracias y he proclamado gracias por mi trastorno de ansiedad o por mis abuelos que murieron demasiado jóvenes. Pero cuando pienso en cómo el Señor ha utilizado estas horribles circunstancias para acercarme a Su corazón, descubro que mi propio corazón comienza a rebosar de gratitud. Cuando tienes un Dios que eligió soportar el mayor sufrimiento posible a causa de Su amor por ti, puedes confiar en que Él convertirá tu propio sufrimiento en algo hermoso.

Lo usará para convertirte en alguien como Él.

Así que abro los ojos llorosos por la oración de la cena y me tomo un momento para dar gracias a Dios por el regalo invisible de un alma que se parece un poco más a mi Salvador.

Luego susurro amén y atacó esos camotes.


ACERCA DE NUESTRA BLOGUERA

Kati Lynn Davis creció en el condado de Chester. Tras una breve estancia al otro lado de Pensilvania para obtener un título de escritora en la Universidad de Pittsburgh, regresó al área y consiguió un trabajo en una biblioteca local. Cuando no está escribiendo, a Kati le gusta leer, dibujar, ver películas (¡especialmente de animación!), beber té de burbujas, pasear con sus gatos y salir a correr muy despacio. Kati está bastante segura de que es un Eneagrama 4, pero constantemente tiene una crisis de identidad al respecto, así que afortunadamente está aprendiendo a arraigar su sentido del ser en Jesús.

ACERCA DE NUESTRA TRADUCTORA

Maritza Zavala Smith nació en Guanajuato, México, y se trasladó a los Estados Unidos cuando tenía siete años. Estudió Salud Pública en Penn State, donde conoció a su esposo. Llevan 8 años casados y tienen dos niños gemelos y una bebe. A Maritza le encanta viajar y bailar salsa. Cuando no está deleitándose con el té verde matcha con leche y estando al aire libre con sus seres queridos, puedes encontrarla aventurándose con su tribu a través de los libros.

Conocí a Jesús en un estacionamiento

¿Has escuchado la canción de Cochran & Co, Estacionamiento / Parking Lot?

“He oído otras historias iguales que la mía

Tu amor se movió a través de una canción en el momento perfecto

No esperas en el altar a que lleguemos al pasillo

Atrapas nuestro corazón a través del sintonizador de radio

Era una vocecita

Un martes por la noche

Como si estuvieras a mi lado

En el lado del pasajero

Tú convertiste ese coche en la cima de una montaña

Oh, conocí a Jesús en un estacionamiento”

Me recuerda mi momento con Dios”. En mis blogs anteriores, puedes leer cómo mi

viaje hasta convertirme en cristiana fue afortunada a lo largo de los años. Cómo fui

invitada inicialmente a la iglesia por un conocido. Cómo Dios me encontró en mis

momentos de debilidad. Cómo me uní a grupos y entablar amistad con otros cristianos

esto me ayudó a crecer y a encontrar quién soy realmente en Dios. Después de todo

esto, recuerdo claramente el momento en que me convertí en “todo”; el momento en

que nunca me había sentido más cerca de Dios. Ese momento llegó en un

estacionamiento.

A lo largo de mis años de crecimiento en la fe, he conocido a muchos cristianos que no

sólo me ayudaron a crecer, sino que también se convirtieron en mis amigos más

íntimos y sinceros. Mientras desarrollaba muchas relaciones significativas, al mismo

tiempo perdía puntos en común y comprensión en los demás. Intenté compartir mis

creencias, que hacía en mi tiempo libre y cómo era capaz de acudir a Dios en

momentos de ansiedad, miedo y alegría. Aun así, las múltiples relaciones se hacían

cada vez más delgadas y frágiles.

Después de años de ser cristiana, una conversación muy necesaria -aunque fuera

difícil, incómoda, angustiosa- era muy necesaria. Cuando fui a encontrarme con esta

persona para tener esta conversación, me detuve en el estacionamiento bajo la lluvia

torrencial. Pronto, un arco iris se extendió por el paisaje. Mi ansiedad se calmó, y

cuando me reuní con mi amigo dentro, mis palabras fluyeron, y este peso abrumador

que se sentó sobre mis hombros durante años se levantó. De vuelta en mi coche, me

senté. Estuve un rato escuchando música cristiana en la radio. Sonó Walking Free, de

Micah Tyler.

Nunca me había sentido más cerca de Dios que en aquel momento, escuchando la

radio, en mi coche, sentada en un estacionamiento. Es verdad. Dios sale a nuestro

encuentro allí donde estamos. Lo vemos, no a menudo en grandes milagros y

montañas vencedoras, sino más a menudo en los momentos ordinarios de cada día. En

paisajes y flores; en la risa de un niño; en un comentario y una sonrisa.

“No hay lugar donde estemos fuera de alcance

Tu amor puede aparecer como lo hizo por mí”

- Cochran & Co.

Leí una historia que circulaba por las redes sociales que me impactó....”como mujer

moderna siento que nunca estoy lo suficientemente “libre” de mis responsabilidades,

nunca en un espacio lo suficientemente tranquilo que quiero con Dios”; Su respuesta

me dejó anonadada: “Por eso Dios viene a las mujeres. Los hombres tienen que

escalar la montaña para encontrarse con Dios, pero Dios viene a las mujeres

dondequiera que estén.”

Juan 4, Jesús se encuentra con una mujer samaritana en un pozo mientras ella saca

agua para su casa.

En Génesis 16, el ángel del Señor vino a Agar cuando estaba huyendo de su ama,

trayéndole consuelo y un niño, Ismael, que significa que Dios escucha.

En Mateo 28, un ángel del Señor bajó del cielo para anunciar a María la resurrección

de Jesús.

En Lucas 10, Jesús va a casa de Marta y María y le expresa a Marta su necesidad de

centrarse en Él y no en las necesidades mundanas.

¡Dios viene a nosotras! Podemos escalar una montaña o entrar en el edificio de una

iglesia, pero también podemos buscar esos momentos cotidianos en los que Él sale a

nuestro encuentro. Escúchale en la intimidad, en una canción, en un comentario o en la

naturaleza. Él es omnipresente: está en todas partes, todo el tiempo. Como dice mi

hijo de cinco años: “¡Es el aire!.”


ACERCA DE NUESTRA BLOGUERA

Anteriormente era maestra, consejera y entrenadora personal, Kristin Ryan ahora ama ser ama de casa. Como alguien que ha encontrado el Cristianismo más recientemente, disfruta aprender y crecer en su fe y está emocionada de compartir su experiencia con los demás. Kristin y su esposo, Casey, tienen 3 hijos pequeños (uno nació durante la pandemia) y un perro grande.

ACERCA DE NUESTRA TRADUCTORA

Silvia Cubos nació en la ciudad de México, y se crio en la ciudad de Toluca, es la mayor de 5 hermanos. Estudió comunicación y después de graduarse llegó a este país en 1996 donde tuvo la oportunidad de estudiar Ingles y Educación temprana. Silvia ha trabajado como maestra, interprete y trabajadora social. Desde los 17 años Silvia ha sentido el llamado de servir al Señor y orar por las necesidades de otros, ahora lo hace en Willowdale en Español desde 2019. Silvia disfruta cocinar comida mexicana, caminar al aire libre con sus dos hijas y su perro; para terminar el día le gusta disfrutar de un helado de fresa.

Ayudando a Los que Están en Duelo

Hoy hace exactamente un año recibí la llamada telefónica que nadie quiere recibir jamás. Mi papá había muerto en un accidente de trabajo. Pasé el día en estado de shock: incapaz de llorar de verdad, mi corazón se sentía pesado y triste. Amigos y familiares se acercaron de inmediato. Creo que respondí. Es todo borroso. Con la ayuda de amigos, de alguna manera logré reservar un vuelo y empacar una maleta para volar a la mañana siguiente a Ohio, de donde soy. Recuerdo que quería llegar a casa lo antes posible para estar con mi familia, pero también temía verlos porque haría que todo fuera demasiado real. Los siguientes días fueron una oleada de actividad mientras organizamos un velorio y un servicio conmemorativo. Hubo un gran apoyo de la comunidad que fue muy conmovedor. Mucha gente compartió historias sobre mi papá y lo que significó para ellos. Fueron un bálsamo para mi corazón herido, pero aun así fue una de las cosas más difíciles por las que he pasado.

No puedo creer que haya pasado un año desde que murió. En algunos aspectos parece como si el accidente acabara de ocurrir, y en otros parece como si hubiera ocurrido hace toda una vida. El tiempo y el dolor son extraños en ese sentido. Aunque todavía estoy al comienzo de este viaje de duelo, aquí hay algunas cosas que me han ayudado.

Mucha gente me envió tarjetas y tarjetas de regalo, me envió mensajes de texto, me llamó y me apoyó. La mayoría no sabía qué hacer o decir, lo cual estaba bien. Yo tampoco lo sabía. Pero fueron valientes y entraron en el dolor conmigo. Es muy importante apoyarse en situaciones que son dolorosas. A veces no sé qué hacer o decir y no hago nada, pero sé que hay una mejor respuesta. Tal vez Dios te esté recordando a alguien a quien has estado evitando acercarte. Detente ahora mismo y envíales una tarjeta, envíales un mensaje de texto, reúnete para tomar un café; haz algo. Realmente significa mucho.

También me he aferrado al versículo Salmo 34:18 – Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón; Y salva a los contritos de espíritu. Dios no huye de nuestro dolor. Él siempre está cerca, pero especialmente cuando atravesamos momentos difíciles. Mi corazón se sintió roto el año pasado y mi espíritu aplastado, pero siempre supe que podía clamar a Dios y Él me escucharía y me consolaría. Él no eliminó el dolor, pero lo hizo soportable.

Asimismo, la canción Tears on Your Face (Lagrimas en Tu Cara) de Bethany Barnard ha sido algo a lo que he recurrido a menudo. Parte de la canción dice: 

No ves desde lejos

Vienes a sentarte conmigo y a llorar conmigo.

Y veo lágrimas en tu cara

Esas imágenes realmente me ayudan y me alientan. Dios no está lejos. Él se acerca y está con nosotros en nuestro dolor. Aún más que eso, Él lo siente con nosotros. Llora con y por nosotros.

Aunque este último año ha sido desgarradoramente difícil, estoy agradecido por los amigos y familiares que me han ayudado a mantenerme en el camino de la fe. Doy gracias por un Dios que siempre está cerca. Y estoy eternamente agradecido por la esperanza del cielo.


ACERCA DE NUESTRA BLOGUERA

Danielle (Dani) Rupp creció en un pequeño pueblo de Ohio y es una verdadera fanática de los Buckeyes, aunque trata de no ser odiosa al respecto. En 2011 llegó a Pensilvania para obtener su Maestría en Trabajo Social. Después de la graduación Dani aceptó un puesto como terapeuta de salud mental para niños y adolescentes en Coatesville. También fue niñera durante varios años. Durante ese tiempo vivió en Kennett Square y asistió Willowdale Chapel. Regresó hace varios años del sur de Asia, donde aprendió a tolerar la comida picante y a cruzar las carreteras sin ser atropellada, además de ser voluntaria en la Misión Internacional de Justicia en su Departamento de Atención Posterior. En su tiempo libre, Dani disfruta de ir a viajes misioneros/viajes, correr, leer, y conectarse con sus seres queridos-preferiblemente con un café y un dulce.

ACERCA DE NUESTRA TRADUCTORA

Ana León nació en México y emigró a los Estados Unidos a los 9 años. Vivía en Kennett Square, pero su familia se mudó a Delaware, donde Ana conoció a su novio de la secundaria con quien ha estado casada por más de 10 años. Son padres de dos niños, uno de 11 años y otro de 9 años. Ana ha traducido e interpretado profesionalmente por más de 11 años. Se unió a Willowdale En Español en el 2018 y es una de las intérpretes del servicio. En su tiempo libre le gusta ir a la playa, pintar, leer, y escribir. Ana está muy emocionada de ser parte del blog porque siente que es una forma para que las mujeres se conecten y sigan acercándose a Dios.

Nuestros pesados problemas son poca cosa para un gigante

Hace poco vi una película en la que un soldado estadounidense recibió un disparo en Afganistán mientras patrullaba. De su unidad, sólo él y su traductor sobrevivieron. El traductor estaba decidido a sacar al soldado de territorio hostil y llevarlo de vuelta a su base, sin preocuparse por su propia vida. Una de las cosas que más me impresionó de la película fue lo bien que retrataron la extremadamente difícil tarea a la que se enfrentaba el traductor. Atendió las heridas del soldado, compartió la poca agua que tenían, cargó con el soldado herido y lo sacó en una camilla improvisada. Hubo una escena tan fascinante que sentí la desesperación que debió de sentir su personaje: El traductor tuvo que empujar al soldado en una carreta montaña arriba. Empujaba la carreta hacia delante con todas sus fuerzas y energía, ponía un bloque bajo la rueda para evitar que rodara hacia atrás, respiraba y repetía la operación una y otra vez. Con cada empujón, el hombre gemía de esfuerzo y respiraba entrecortadamente por el agotamiento. Parecía insuperable, pero aquel hombre sabía que la vida del soldado dependía totalmente de él. No podía evitar pensar que podría haber desistido. Parecía imposible.

Me recordó que a menudo empujamos "rocas" cuesta arriba todos los días. Creemos que el peso del mundo descansa sobre nosotros. Intentamos hacerlo todo solos. Podemos estar empujando problemas tangibles reales cuesta arriba, como la maternidad, la pérdida del trabajo o problemas de salud, o podemos estar empujando necesidades emocionales como el dolor, la ansiedad, la tristeza o la soledad. Podemos pensar que estamos jugando el papel del héroe como en la película, pero quizás cargamos con el problema innecesariamente solos cuando podríamos estar confiándoselo a Dios. 

Hace poco, una amiga compartía conmigo una situación difícil por la que estaba pasando. Después de describirme el problema, respiró hondo y dijo: "Bueno, para un Gigante es poca cosa". Ese adagio me llamó mucho la atención. ¿Vivo mi vida creyendo esto? ¿Creo que Dios es el Gigante a cuya sombra se encogen mis problemas? ¿Creo que, en comparación con Él, todo lo demás parece pequeño?

Las Escrituras nos ayudan a recordar esta verdad. Una y otra vez, en el Antiguo Testamento, se ordenó a los israelitas que erigieran altares para recordar a Dios. Por ejemplo, cuando Noé salió del arca después del diluvio, lo primero que hizo fue crear un altar de agradecimiento a Dios. Josué 3 y 4 nos ofrecen un recordatorio conmovedor. Dios condujo a los israelitas a través del río Jordán por tierra seca. Después, hizo que cada una de las doce tribus contribuyera a la construcción de un altar para conmemorar este acontecimiento milagroso. "Es poca cosa para un Gigante".

Y les dijo a los israelitas: «En el futuro, cuando sus hijos les pregunten qué significan estas piedras, ustedes les dirán que son para recordarnos que los israelitas cruzamos el Jordán sobre terreno seco. Les dirán que Dios detuvo las aguas del Jordán hasta que todos cruzamos, igual que cuando cruzamos el Mar de los Juncos. Lo hizo para que todos los pueblos de la tierra sepan que nuestro Dios es poderoso, y para que ustedes lo honren siempre. Josué 4:21,24

¿Por qué nos dice Dios que recordemos? Nos dice que recordemos porque sabe que tenemos amnesia espiritual. Dios sabe lo olvidadizos que somos. Como los israelitas, en un momento Él nos está salvando de una manera magnífica y al momento siguiente estamos luchando como si estuviéramos solos.  

Dios hizo algunas grandes audacias en el Antiguo Testamento, y Jesús realizó muchos milagros. Sé que estas cosas son ciertas, pero Dios también ha hecho grandes obras en mi vida. Necesito recordarlas.

Necesito recordar de qué me salvó, cómo veló por mí y cómo respondió a grandes y temerosas peticiones de oración. He hablado antes de Su presencia y Su fidelidad mientras enterraba a mi hermana y a mis padres, pero Dios ha hecho otras cosas milagrosas en mi vida.

Mientras escribía esto traté de recordar algunas de las otras grandes cosas que Dios había hecho por mí.  Una que me vino a la mente sucedió hace muchos, muchos años, cuando me dirigía a la universidad. Sentí que Dios me llamaba a asistir a una universidad cristiana en Chicago, a 14 horas de casa. Planeaba inscribirme en una escuela cristiana privada que era bastante cara, ¡especialmente para una chica con cero fondos para la universidad! Oré y le dije a Dios que, si Él quería que yo fuera a una escuela cristiana, Él tendría que hacer que costara menos de $1,500 dólares por año que era aproximadamente un tercio del costo. Para mí en ese momento, la matrícula estaba completamente fuera de mi alcance. Fue un acto de fe (¿o fue un desafío rebelde?) solicitarla y orar por la voluntad de Dios. Cuando recibí el paquete de ayuda financiera, era un poco inferior a los 1.500 dólares por los que había rezado. Para mí, esto fue una hazaña equivalente a la multiplicación de los panes y los peces (Mateo 14). Fue un verdadero milagro en mi vida que no quiero olvidar nunca. "Es poca cosa para un Gigante".

Los Salmos están llenos de llamados a recordar. Uno de ellos es el Salmo 77:11-15:

Me acordaré de las obras del Señor;

             sí, recordaré tus maravillas de antaño.

  Reflexionaré sobre todo tu trabajo,

     y medita en tus maravillas.

  Tu camino, oh, Dios, es santo.

     ¿Qué dios es grande como nuestro Dios?

Tú eres el Dios que hace maravillas;

     has hecho notorio tu poder entre los pueblos.

Tú con tu brazo redimiste a tu pueblo,

     los hijos de Jacob y José.

Dios nos llama a recordar. ¿Recuerdas sus proezas? 

Tenemos que recordar los hechos del Señor para que podamos ver que nada es demasiado difícil para Él. Nuestras pruebas parecen pequeñas a la luz del poder de Dios. Me imagino a un Gigante viniendo al lado de ese hombre en la película y levantando esa carreta como si nada. Me gusta imaginarlo empujando la carreta hasta la cima y cruzando la montaña hasta un lugar seguro. Entonces, sería una parábola de quién es Dios... Después de todo,


"Es poca cosa para un Gigante".


ACERCA DE NUESTRA BLOGUERA

Bonnie Kotler y su esposo Mitch tienen dos hijas, tres hijos, cuatro nietos y tres perritos. Fue ama de casa durante muchos años antes de regresar a la fuerza laboral después de recibir su Maestría en Consejería y Relaciones Humanas de la Universidad de Villanova. Ella es una consejera profesional licenciada en The Peacemaker Center y en su consultorio privado, True North Counseling. Bonnie ha estado en el equipo de enseñanza del ministerio de mujeres de Willowdale desde 2012. Los estudios Bíblicos han sido una parte importante en su caminar como creyente, y a su vez, le encanta ayudar a otras mujeres a encontrar la paz con Dios y crecer en su fe. Le gusta escribir material para el estudio Bíblico, leer ficción, pasar tiempo con la familia y hacer cualquier cosa bajo el sol. A Bonnie le encanta reír y considera que la risa es la mejor medicina. Salmo 126:2

ACERCA DE NUESTRA TRADUCTORA

Liliana Daza es la hermana mayor de 4 hijas de una familia colombiana muy conservadora. Oriundos de un pequeño pueblo ubicado en el Oriente de Colombia en frontera con Venezuela donde creció y pasó su niñez. Luego se mudó a la capital para terminar sus estudios superiores en el área de tecnología. En el año 2011 se trasladó a los Estados Unidos junto con su familia debido a una oportunidad laboral. Desde temprano, Liliana ha sentido un llamado para servir y apoyar a la comunidad, por lo que aprovecha cada oportunidad que Dios pone en su camino para este propósito. Liliana disfruta de un buen café negro, viajar, comer buena comida, especialmente cuando viaja. Liliana hace parte de la Iglesia Willowdale en español casi desde sus inicios.